jueves, 14 de febrero de 2013













                                      DOMINGO DE CUARESMA, I C- DIA 17 DE FEBRERO

Durante este tiempo de Cuaresma, la iglesia nos propone “avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en plenitud”.

Durante la cuaresma estamos llamados a mirar con fe viva a Cristo, a mirarlo  con amor más intenso, con esperanza más firme, para sentir su mirada que se posa sobre nuestra conciencia, sobre nuestra vida: es la mirada del Amigo, la mirada del Maestro, la mirada del Hermano”.Mirar a Jesucristo en la Cruz”. “Mirar al que traspasaron”. Mirarle cómo dio su vida por nosotros, siendo en quien se cumplió la justicia de Dios.

 Esto es precisamente lo que nos ha propuesto el Papa Benedicto XVI en el Mensaje cuaresmal este año 2013: “Partiendo de la afirmación fundamental del apóstol  Juan ,Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él, os he recordado que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona (Jesucristo), que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.  Por tanto con una atención más viva, dirijamos nuestra mirada interior a Cristo crucificado que muriendo en el Calvario, nos ha revelado plenamente, de la manera más impresionante,el amor de Dios.

Nos da su amor, y ,a la vez, mendiga nuestro amor. El tiene sed del amor de cada uno de nosotros. En verdad, sólo el amor en el que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de ser amado en reciprocidad, infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más duros.- Jesús había dicho:”Yo cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí”. Esa es la respuesta que el Señor desea y espera de nosotros: Que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por El.- Aceptar su amor es lo primero, pero eso sólo no es suficiente: hay que amarle nosotros a El, correspondiendo a su amor con nuestro amor, y luego comprometernos a comunicarlo a los demás: Cristo “me atrae hacia sí”, para unirse a mí , y para que aprenda a amar a los demás con su mismo amor.
 
 “Mirarán al que traspasaron”.¡ Miremos con confianza al costado  traspasado de Jesús, del que salió “sangre y agua”. La Iglesia ha considerado estos elementos como símbolos de los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. Con el agua del Bautismo, gracias a la acción interior del Espíritu Santo, se nos revela la intimidad del amor de Dios. En el camino cuaresmal, recordando nuestro Bautismo, revivamos la intimidad de Dios en nuestras vidas y sintamos el abrazo misericordioso de Dios nuestro Padre.- La sangre que salió del costado de Cristo, es el  símbolo del amor de  Jesucristo Buen Pastor, que instituyó la Eucaristía ,memorial de su sacrificio en la Cruz.- Vivamos ,pues, la Cuaresma como un tiempo “eucarístico”, en el que aceptando el amor de Jesús, aprendamos a difundirlo a nuestro alrededor de palabra y con obras de caridad. De ese modo contemplar “ al que traspasaron” nos llevará abrir nuestro corazón  hacia los demás, reconociendo las heridas infligidas a la dignidad del ser humano, y a  aliviar los dramas de la soledad y del abandono de muchas personas. Que la cuaresma sea para cada uno de nosotros una experiencia renovada del amor de Dios que se nos ha dado en Cristo, amor que por nuestra parte cada día debemos “ volver a dar” al prójimo, especialmente al que sufre y al necesitado. Que la Virgen María, la Madre delAmor Hermoso, nos guie en este itinerario cuaresmal, camino de auténtica conversión al amor de Cristo.
         

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