domingo, 27 de febrero de 2011

ES GRAN COSA, MIENTRAS VIVIMOS Y SOMOS HUMANOS, TRAERLE A DIOS HUMANO




El encuentro de Dios con Teresa se realiza a manera del encuentro entre dos personas. Aquí tenemos que notar que Dios se encuentra con Teresa encarnado en un hombre, llamado Jesucristo. Esa realidad de encuentro entre hombre y mujer confiere a las relaciones mutuas un proceso vivencial de tú a Tu, de sorprendentes novedades.

Teresa se siente interpelada por el Otro de tal modo que se produce en ella una mutación afectiva y emocional muy profunda. No se ve, sin el Otro. El Otro la determina. Pero ella, a su vez, proclama su libertad, aún diciendo que le ha entregado su voluntad y libertad al Otro. Con toda certeza el Otro, Jesucristo, es todo para Teresa. Y Teresa desea ser todo para Jesucristo, aunque con dudas e incertidumbres, que la enardecen, por verse tan miserable y ruín.

Teresa sostiene, contra algunos directores espirituales de su tiempo, que para ir a Dios no debe apartarse el alma de lo corporeo. Digan lo que digan, ella, que ha experimentado ya a Dios en muy subidos vuelos del espíritu, asegura: " Lo que yo querría dar a entender es que, no ha de entrar en esta cuenta la sacratísima Humanidad de Cristo".

Por más que nosotros , de maña y con cuidado, nos acostumbremos a no procurar con todas nuestras fuerzas, traer delante siempre esta sacratísima Humanidad, esto digo que no me parece bien, y que es andar el alma en el aire,como dicen; porque parece que no trae arrimo, por mucho que le parezca que anda llena de Dios. Es gran cosa, mientras vivimos y somos humanos, traerle humano.

Los que piensan lo contrario, su primer inconveniente es un poco falta de humildad, de quererse levantar el alma hasta que el Señor la levante y no contentarse con meditar cosa tan preciosa, y querer ser María antes que haya trabajado con Marta, Esta motita de poca humildad, aunque parezca que es nada, para querer aprovechar en la contemplación, hace mucho daño.

Lo segundo, nosotros no somos ángeles, sino tenemos cuerpo. Querernos hacer ángeles, estando en la tierra, es desatino...Sobre todo, andando en negocios y persecuciones y trabajos, cuando no se puede tener tanta quietud, y en tiempo de sequedades, es muy buen amigo Cristo, porque le miramos Hombre, y le vemos con flaquezas y trabajos, y es compañía.

Mucho contenta a Dios ver un alma que con humildad pone, por tercero, a su Hijo. Esto he probado. De este arte ha llevado Dios mi alma.
Imitemos a santa Teresa, saliendo al encuentro con Jesucristo, Dios en persona y hombre a la vez, desde la fe y amor. Con mi afecto, Nicolás González

viernes, 25 de febrero de 2011

MI JUEZ ES EL SEÑOR. Domingo, 27 febrero


DOMINGO A- VIII


La Palabra de Dios que hemos escuchado en el evangelio, la podíamos concentrar en esta frase : ” Buscad, sobre todo, el reino de Dios y su justicia”. La primacía de Dios es lo primero en la vida. La justicia de Dios está por encima de la justicia de los hombres.


San Pablo, en la segunda lectura, nos insta a escuchar la voz de la conciencia, y dice que la conciencia no le remuerde, pero ,no por eso, se ve absuelto de culpa. Y añade: “Mi juez es el Señor”. Mirar cada uno a su conciencia personal, nos hace caer en la cuenta de la dimensión subjetiva de la existencia, lo que , por un lado es bueno, pues permite poner al hombre y a su dignidad en el centro de la consideración, tanto del pensamiento como de las acciones. Pero nunca se debe olvidar que la dignidad más profunda del hombre reside en verse bajo la mirada amorosa de Dios, en la referencia a El. Verse bajo la mirada de Dios, Señor de la historia, y creador del cosmos. A Dios le deben los lirios su color, y la hierba su verdor y los pájaros su alimento, que ni siembran, ni siegan, ni almacenan. ¿No valeis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, puede añadir una hora al tiempo de su vida?



Estamos en las manos de Dios. Nuestra conciencia no es autónoma respecto del bien o del mal. Estemos alerta, porque en el pensamiento moderno se ha ido afirmando una visión reduccionista de la conciencia, según la cual no hay referencias objetivas que determinen lo que vale y lo que es verdad, sino que cada individuo, con sus intuiciones, y sus experiencias, es criterio de medición: según esa teoría, cada uno posee su propia verdad, su propio juicio de valoración de lo que es bueno y lo que es malo, Y así la sociedad se está volviendo caótica, y vaga como descentrada, de tumbo en tumbo, sin puntos de referencia, abocada irremediablemente al fracaso.



Para nosotros los cristianos, siguiendo las enseñanzas de Jesús, el significado verdadero de la conciencia es la capacidad del hombre de reconocer la verdad, de percibir su llamada, de buscarla y encontrarla. Es preciso que el hombre sepa abrirse a la verdad y al bien para poder acogerlos de manera libre y consciente. La persona humana es expresión de un designio de amor y de verdad: Dios ha diseñado a cada individuo con su interioridad, con su conciencia, para que pueda hallar en ésta las orientaciones necesarias para conservarse y cultivarse a sí mismo y para conservar y cultivar el desarrollo de la sociedad humana. La verdad y el amor nos han sido dados por Dios, con su valoración objetiva de lo que es bueno y lo que es malo, válido para todos y en todas partes, según las palabras de nuestro Santo padre el Papa.



Los nuevos desafios, que asoman por el horizonte, exigen que Dios y el hombre vuelvan a encontrarse, como nos ha recordado también el Papa Benedicto XVI recientemente: “ que la sociedad y las instituciones públicas recuperen su alma, sus raices espirituales y morales, para dar nueva consistencia a los valores éticos y jurídicos de referencia, y los apliquen en la práctica. Por eso la fe cristiana y la Iglesia no cesan jamás de aportar su contribución al fomento del bien común y de un progreso auténticamente humano, según la ley de Dios. Ante esta tentación de relativismo, los cristianos tenemos la responsabilidad de tomar una nueva resolución de practicar la fe y de hacer el bien, para permanecer con valentía arraigados y cimentados en Cristo.
La liturgia nos invita a escuchar y meditar la Palabra de Dios, para encontrar en ella la fuente y el criterio la fuente y el criterio de inspiración para obrar.
Juntos en la oración, os saluda vuestro amigo Nicolás González



miércoles, 23 de febrero de 2011

JESUCRISTO, EL AMIGO VERDADERO QUE NUNCA FALLA




La imagen que santa Teresa tiene de Jesucristo, le vino de la fe que confesamos en el Credo: "El único Hijo de Dios, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nacido de María Virgen, que padeció, fue crucificado,muerto y sepultado, y que resucitó".

Pero ese Cristo, enunciado en el Credo, es para santa Teresa vida de su vida. Alguién que le ha entrado en su existencia de tal modo que ha conformado vitalmente su personalidad. Dice que lleva la imagen de Jesús "esculpida" en su alma. Jesucristo Hombre es el hombre de Teresa, al que ama, al que sirve, por el que trabaja y lucha, con el que sufre y se goza.

La fe cristológica en Teresa es , más que fe, una experiencia, que ella tiene de Jesucristo. Una experiencia totalizante, que le impregna todo su ser como persona y como mujer. La escuchamos:

En veros, Señor, cabe mí, he visto todos los bienes. No me ha venido trabajo que, mirándoos a Vos cual estuviste delante de los jueces, no se me haga bueno de sufrir. Con tan buen amigo presente, con tan bien capitán, que se puso el primero en el padecer, todo se puede sufrir. Es ayuda y da esfuerzo; nunca falta ; es amigo verdadero.
Y veo yo claro (y he visto después) que, para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes, quiere que sea por manos de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo Su Majestad se deleita. Muy muchas veces, lo he visto por experiencia; me lo ha dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos de entrar, si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos.
Este Señor nustro es por quien nos vienen todos los bienes. Mirando su vida, es el mejor dechado. ¿Qué más queremos que un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones, como hacen los del mundo? ¡Bienaventurado quien le amare de verdad y siempre le trajere cabe sí! (V.22,6-7).
Que también en nosotros, amigos del BLOG, se afiance tanto la fe y el amor a Jesucisto, que se plasme en una experiencia imborrable, como en Teresa de Jesús. Con un cordial saludo, Nicolás González


sábado, 19 de febrero de 2011

ME PARECÍA SENTIR LA PRESENCIA DE DIOS Y PROCURBA ESTARME RECOGIDA CON EL

Jesucristo bendiciendo.
Figura sobre plata, en el pie de un caliz. siglo XIII

Teresa expresa incesantremente la alegría del encuentro personal con Cristo con el que dialoga como de tú a tú, como con un esposo o un amigo. Le escucha. Le llega su Palabra cuando lee las sagradas Escrituras. A través del Evangelio descubre a Cristo pobre y obediente, y hace de su vida un vivir siguiendo a Cristo, imitándole fielmente.

La primacía de Dios en la vida de Teresa resplandece en todo. Busca su rostro en la oración, y Dios la regala una experiencia singular de sentirle como luz radiante que la transfigura en una persona nueva. La acción de Dios en Teresa lo constata ella con toda certeza, viéndole en Jesucristo, en quien se hizo hombre. Dios humanado.La escuchamos:
Entendí que si el Señor no me mostrara (el camino), yo pudiera aprender poco con los libros, porque no era nada lo que entendía hasta que Su Majstad por experiencia me lo daba a entender, ni sabía lo que hacía. En comenzando a tener algo de oración sobrenatural, me parecía sentir la presencia de Dios, como es así, y procuraba estarme recogida con El.

Es oración sabrosa, si Dios allí ayuda, y el deleite mucho. Había sido yo tan devota toda mi vida de Cristo...,que siempre tornaba a mi costumbre de holgarme con este Señor, en especial cuando comulgaba. Quisiera yo siempre traer delante de los ojos su retrato e imagen, ya que no podía traerle tan esculpido en mi alma como yo quisiera. ¿De dónde me vinieron a mí todos los bienes sino de Vos? ¡Oh Señor de mi alma y bien mio, Jesucristo Crucificado!
¿Quién nos quita estar con El después de resucitado, pues tan cerca le tenemos en el Sacramento, a donde ya está glorificado? Hele aquí sin pena, lleno de gloria, esforzando a los unos, animando a los otros, antes que subiese a los cielos, compañero nuestro en el Santísimo Sacramento, no parece fue en su mano apartarse, un memento, de nosotros.¡ En veros a mi lado, he visto todos los bienes (V,22, 5-6).
En el contexto de esta experiencia de Jesucristo , al que veía Teresa siempre a su lado, ahondemos en la fe, para que nos gocemos en la cercanía de Dios como ella. Con un cordial saludo, Nicolás González

viernes, 18 de febrero de 2011

AMAD A VUESTROS ENEMIGOS.Domingo 20 de febrero




DOMINGO A- VII

“Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian”. Esto es lo que practicó Jesucristo y nos enseñó. Los humanos reaccionamos de otra manera y pensamos lo contrario: que hay que aborrecer al que te hace daño, que hay que aniquilar al enemigo, que si tú me pegas dos yo te devuelvo cuatro. Los hombres maquinan guerras, odios, divisiones, violencias, desprecios. Y por eso sufrimos tontamente y nos hacemos la vida insoportable. Si acogemos y nos dejamos convencer por la sabiduría de Dios, que nos insta al amor a todos, al perdón, a la comprensión, nuestra vida se llena de belleza, de esperanza y de verdad.


Es tan importante esto, que Jesucristo incluyó en la oración del Padre nuestro esta petición:”Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Presupone un mundo en el que existen ofensas: ofensas entre los hombres y ofensas a Dios. Toda ofensa entre los hombres encierra de algún modo una vulneración de la verdad y del amor, y así se opone al plande Dios, que es Verdad y es Amor…. Superar la culpa es una cuestión central de toda la existencia humana. La ofensa provoca represalias; se forma así una cadena de agravios en la que el mal de la culpa crece de continuo y se hace cada vez más difícil superar.. Jesucristo nos dice: la ofensa sólo se puede superar mediante el perdón, nó a través de la venganza. Dios es un Dios que perdona porque ama a sus criaturas; pero el perdón sólo puede penetrar, sólo puede ser efectivo, en quien a su vez perdona.


Dios mismo, sabiendo que los hombres estábamos enfrentados unos con otros y con El como rebeldes, se puso en camino desde su divinidad para venir a nuestro encuentro en Jesucristo su Hijo, para reconciliarnos. La reconciliación de unos con otros, de los esposos entre sí , de los hijos con los padres, entre vecinos, entre compañeros de trabajo es vital para la existencia humana. No es una cosa cualquiera, que dé lo mismo practicar o nó practicar. Escuchemos la oración de Jesús desde la cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.


¿Pero qué es el perdón? El perdón es algo más que olvidar al prójimo que nos ha ofendido. La ofensa tiene que ser suibsanada, reparada y así superada. El perdón es algo que cuesta al que perdona, tiene que superar en su interior el daño recibido, debe como cauterizarlo dentro de sí, y con ello renovarse a sí mismo, de modo que luego este proceso de transformación, de purificación interior, alcance también al otro, al culpable. Y así ambos, sufriendo hasta el fondo el mal y superándolo, salgan renovados.

Pensemos también que nos encontramos con los límites de nuestra fuerza para curarnos, para superar el mal. Nos enfrentamos con la prepotencia del mal, a la que no conseguimos dominar sólo con nuestras fuerzas. Invoquemos entonces a Jesucristo que cargó con nuestros dolores, con todas nuestras culpas y entregó su vida por nosotros. Y El vendrá en nuestra ayuda para superar el mal que hay en nosotros, enmendar con El el mal mediante el amor.


Con un cordial saludo y ¡Feliz Domingo.! Nicolás González

miércoles, 16 de febrero de 2011

TODO OS LO HE DADO, SEÑOR, VUESTRA SOY




Teresa de Jesús ha experimentado el amor de Dios hacia ella, y le ha dado un vuelco la vida. En adelante, no se fiará de ella, ni buscará su provecho propio, sino que pondrá su apoyo, su certeza en Dios. En su experiencia mística tiene un valor determinante el confiarse, o abandonarse a Dios. Su actitud radical consiste en agarrarse firmemente a Dios.

Teresa descubre que la única forma de realizarse en plenitud es darse por completo a la voluntad de Dios. Renuncia a crearse un futuro por sí misma. Lo pone en las manos de Dios.Con esta orientación radical, Teresa experimenta una fuerza arrolladora nueva, que no procede de ella, sino que la recibe de Dios. Y prorrumpe en cantos de gratitud, porque lo que ha recibido precede a todo lo que es y pueda hacer sola. Amar es darse al otro, y recibir el amor del otro. La escuchamos:

Cueste lo que costare, Señor, no querais que vaya delante de Vos tan vacias las manos, pues conforme a las obras se ha de dar el premio. Aquí está mi vida, aquí está mi honra y mi voluntad. Todo os lo he dado, vuestra soy, disponed de mi conforme a la vuestra. Bien veo yo, mi Señor, lo poco que puedo; mas llegada a Vos, subida en esta atalaya adonde se ven verdades, no os apartando de mí, todo lo podré.

Anda como vendida en tierra ajena, y lo que más la fatiga es no hallar muchos que se quejen con ella y pidan esto, sino lo más ordinario es desear vivir.¡ Oh; si no estuviésemos asidos a nada, ni tuviésemos puesto nuestro contento en cosa de la tierra, cómo la pena que nos daría vivir siempre sin él templaría el miedo de la muerte con el deseo de gozar de la vida verdadera!

Sin ningún trabajo nuestro, obra el Señor aquí, y determinadamente saca el alma de la tierra y le da señorío sobre lo que hay en ella, sin ningún merecimiento. El por qué lo hace Su Majestad, es porque quiere; y,como quiere, hácelo. Y aunque no haya en ella disposición, la dispone para recibir el bien que Su Majestad le da. Tiene el pensamiento tan habituado a entender lo que es verdadera verdad, que todo lo demás le parece juego de niños.

En llegando mi alma a que Dios la hiciese esta gran merced, cesaron mis males y me dió el Señor fortaleza para salir de ellos, y me daba igual estar en las ocasiones y con gente que me solía distraer como si no estuviera; mas bien me ayuda lo que antes me solía dañar. Todo me era medios para conocer más a Dios y amarle y ver lo que le debía y pesarme de lo había sido (V.21, 5-10).

Amigos del BLOG, quisiera que estas páginas sirvieran de medios para conocer más a Dios y amarle y ver lo que cada uno le debe, Con un cordial saludo. Nicolás

domingo, 13 de febrero de 2011

¡BIENAVENTURADA EL ALMA A LA QUE TRAE EL SEÑOR A ENTENDER VERDADES



Leyendo este pensamiento de santa Teresa, lo he confrontado con el lema de Benedicto XVI desde sus años de profesor: Cooperadores de la verdad. Y efectivamente, nuestra santa desde niña busca la verdad, como fundamento de su vida. Verdad que viene de Dios, y que se contrapone a la mentira, como la luz a la oscuridad. Dios es la verdad. Y nos ha enseñado la verdad a través de su Hijo encarnado en Jesús de Nazaret.

Teresa busca ser verdadera, que la verdad sea la expresión vivencial de su historia y de su experiencia humana y religiosa. La mentira, por el contrario, es el pecado, el demonio mismo. La antítesis verdad-mentira simboliza la oposición de dos mundos enfrentados gracia-pecado, que en el fondo plantea una oposición existencias entre vida-muerte, porque para santa Teresa Dios es fuente de luz y de vida, y alejarse de él equivale a morir.Seguimos reflexionando en el capítulo 21 del Libro de la Vida:


Por un punto de aumento en la fe y de haber dado luz en algo a los herejes, perdería mil reinos, y con razón. Otro ganar es un reino que no se acaba; que con sola una gota que gusta un alma de esta agua de él, parece asco todo lo de acá...Paréceme que tuviera en poco la vida por dar a entender una sola verdad de éstas.

Llegada un alma aquí, no es sólo deseos los que tiene por Dios. Su Majestad la da fuerzas para ponerlos por obra. No se le pone cosa delante en que piense le sirve, a que no se abalance. Y no hace nada, porque -como digo- ve claro que todo es nada sino contentar a Dios. Sed Vos, Bien mio, servido venga algún tiempo en que yo pueda pagar algún poquito de lo mucho que os debo. Ordenad Vos , Señor, como fuéreis servido, cómo esta vuestra sierva os sirva en algo.

Mujeres eran otras y han hecho cosas heroicas por amor de Vos. Yo no soy para más que parlar, y así no quereis Vos, Dios mio, ponerme en obras. Todo se va en palabras y deseos cuanto he de servir , porque por ventura faltara en todo.

viernes, 11 de febrero de 2011

SER HOMBRE SIGNIFICA ESENCIALMENTE RELACIÓN CON DIOS


DOMINGO ORDINARIO A-VI , 13 de febrero

Hemos escuchado en la primera lectura: “Es inmensa la sabiduría del Señor , es grande su poder y lo ve todo; los ojos de Dios ven las acciones. El conoce todas las obras del hombre”. Y en el Evangelio nos encontramos con palabras no menos sorprendentes, y que aclaran de modo inequívoco la fidelidad de Dios a sí mismo y la lealdad de Jesús a la fe del pueblo de Israel al que él mismo pertenece:” No creáis que he venido a abolir la Ley o los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley…Quien cumpla estos preceptos y los enseñe será grande en el reino de los cielos”.

No se trata de abolir los mandamientos dados por Dios a Moisés, sino de llevarlos a cumplimiento, y este cumplimiento exige algo más y no algo menos de justicia, como Jesús dice a continuación: “ Os lo aseguro, si no sois mejores que los letrados y los fariseos, no entrareis en el reino de los cielos”. Pero dice más :” A los antiguos se les ha dicho, pero yo os digo”. El Yo de Jesús destaca de un modo como ningún maestro de la Ley antigua se lo puede permitir. La multitud lo nota : El pueblo estaba espantado de la forma de enseñar de Jesucristo. Decían que hablaba como alguien que tiene autoridad, que habla con la autoridad de Dios. Y así es. Jesús es la palabra de Dios en persona. Dios no es alguien desconocido y lejano, nos muestra su rostro en Jesús, en su obrar. Y en su voluntad reconocemos los pensamientos y la voluntad de Dios mismo.

Jesús predicó un mensaje nuevo, válido no solo para el pueblo de Israel, sino para todos los pueblos:fundó una nueva familia universal, cuya única condición previa es la comunión con Jesús, la comunión con la voluntad de Dios: “El que cumple la voluntad de mi Padre, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre”. La comunión con Dios es comunión filial con Dios Padre, unión entre los hombres como hermanos con Jesús que podemos rezar a Dios diciendo Padre Nuestro.
“Habeis sido llamados a la libertad de los hijos de Dios. Pero no tomeis la libertad como pretexto para vuestros apetitos desordenados, antes bien haceos esclavos unos de otros por amor”. La libertad de los discípulos de Jesús es libertad para el bien, libertad que se deja guiar por el Espíritu de Dios. La ley de Cristo es la libertad. Libertad que tiene un contenido, una orientación nueva, y por eso está en contradicción con todo con lo que aparentemente libera al hombre, que en realidad lo esclaviza. Una libertad iluminada, que tiene su fundamento en la comunión de voluntad con Jesús, y, por tanto, con Dios mismo. Para el creyente, Jesucristo es el punto decisivo de referencia hacia el que siempre dirige la mirada; para él la búsqueda de la voluntad de la voluntad de Dios en la comunión con Jesús sigue siendo como una señal de orientación para su razón, sin la cual corre siempre el peligro de quedar ofuscado , ciego.

Sólo viviendo en relación con Dios, nuestra vida tendrá sentido, será verdadera. Porque ser hombre significa esencialmente relación con Dios, que incluye hablar con Dios y escuchar a Dios.

QUE DIOS OS BENDIGA. Con mis cordiales saludos, Nicolás

miércoles, 9 de febrero de 2011

TERESA, CUANDO MIRA ESTE DIVINO SOL, LE DESLUMBRA LA CLARIDAD



Explorando la personalidad de Teresa de Jesús, nos hemos encontrado con una persona equilibrada, anclada en la realidad, y que ha ido madurando día día. Y, siguiendo este proceso de maduración humana, nos hemos preguntado en qué medida ha podido influir su fe en Dios y su trato amoroso con Jesucristo.

Tenemos que responder que Teresa es impensable sin su experiencia vital de Dios, como centro y fuente de su ser y de su actuar. El espíritu divino la ha ayudado a comprenderse a sí misma , como criatura formada a imagen y semejanza de Dios, y a proyectar y realizar una hermosa función en el mundo, la de innovar un estilo de vida fundado en humildad y verdad.

Caminó muchos años en la niebla de la bulgaridad, hasta que un día quedó deslumbrada por el Sol de Justicia y empezó a ver las cosas de otra manera. Que lo que la gente estima como honra es una mentira; que los que tienen el algo los dineros están equivocados, porque con ellos no se puede comprar el bien, que es lo que más importa; que el mundo andaría mejor concertado si faltase el interés de la honra y de los dineros. La escuchamos:

Se fatiga el alma del tiempo en que miró puntos de honra, y en el engaño que traía de creer que era honra lo que el mundo llama honra. Ve que es grandísima mentira y que todos andamos en ella. Entiende que la verdadera honra no es mentirosa sino verdadera, teniendo en algo lo que es algo; y lo que no es nada, tenerlo en nonada, pues todo es nada y menos que nada lo que se acaba y no contenta a Dios.

Ríese de sí, del tiempo que tenía en algo los dineros y codicia de ellos...Si con ellos se pudiera comprar el bien, que ahora veo en mí, tuviéralos en mucho; mas veo que este bien se gana con dejarlo todo...¡Oh, si todos diesen en tenerlos por tierra sin provecho, qué concertado andaría el mundo, qué sin tráfagos! ¡ Con qué amistad se tratarían todos si faltase interés de honra y de dineros! Tengo para mí que se remediaría todo.

Por mucho que trabaje un alma en perfeccionarse, si de veras la coge este Sol, toda se ve muy turbia. Es como el agua que está en un vaso, que , si no le da el sol, está muy claro; si da en él, vése que está todo lleno de motas. Al pie de la letra es esta comparación. Antes de estar el alma en este éxtasis, le parece que trae cuidado de no ofender a Dios y que conforme a sus fuerzas hace lo que puede. Mas, llegada aquí, que le da este Sol de Justicia, que le hace abrir los ojos, ve tantas motas que los querría volver a cerrar.

Cuando mira este divino Sol, deslúmbrale la claridad. Cuando se mira a sí, el barro la tapa los ojos. Aquí se gana la verdadera humildad, para que no se le dé nada de decir bienes de sí, ni que lo digan otros. Todo el bien que tiene va guiado a Dios. Se los hace cerrar a las cosas del mundo, y que los tenga abiertos para entender verdades.

Pues que el Señor nos alumbre con el Sol de Justicia, y nos tenga abiertos los ojos para entender verdades. Con un cordial saludo, Nicolás González

domingo, 6 de febrero de 2011

TERESA SE SIENTE IMPULSADA POR DIOS A HACER COSAS GRANDES



Esta experiencia de Dios no la empequeñece en una soledad cerrada, ni en una mediocridad esteril. Todo lo contrario, la impulsa a lo nuevo, a lo grande, a dirigir su mirada hacia horizontes inmensos. Tampoco la importa sobresalir en la comunidad, en la que vive.


Es que este impulso de ir más allá de lo habitual no le viene de ella misma, sino de Dios. Esa es la cuestión. Es Dios el que la saca de ella misma y la abre a la inmensidad. Una vez que Teresa le ha dado a Dios las llaves de su voluntad, se ve otra, con un poderío capaz de innovar y de vencer, venga lo que viniere, digan lo que quieran, pase lo que pase.


Por eso se ve incomprendida. Nadie puede explicarse las ideas que propone ni las desconcertantes decisiones que toma, alegando que lo hace para mayor gloria de Dios. ¿Por qué? Porque hay experiencias que no hay quien lo crea si no ha pasado por ello.La escuchamos:


He visto por experiencia quedar el alma señora de todo...No hay quien lo crea , si no ha pasado por ello. Y así no creen a la pobre alma, a la han visto ruin , luego tan presto la ven pretender cosas tan animosas. Es que la da en no contentarse con servir en poco al Señor, sino en lo más que ella puede. Piensan que es tentación y disparate. Si entendiesen que no nace de ella, sino del Señor, a quien ya ha dado las llaves de su voluntad, no se espantarían.


Tengo para mí que un alma que llega a este estado, ya ella no habla ni hace cosa por sí, sino que de todo lo que ha de hacer, tiene cuidado este soberano Rey.¡Oh, válgame Dios, que claro se ve aquí la declaración del Salmo,54,7 "Quién me diera alas como de paloma, y volaría y descansaría". Se entiende que tiene razón, y la tendrán todos de pedir alas de paloma!


Se entiende claro que es vuelo el que da el espíritu, para levantarse de todo lo criado, y de sí mismo el primero; mas es vuelo suave, es vuelo deleitoso, vuelo sin ruido.


¡Qué señorío tiene un alma, que el Señor lleva hasta aquí, que lo mire todo sin estar enredada en ello! Le llueven en la cabeza mil persecuciones; la tienen por poco humilde, y que quiere enseñar a quien había de aprender, en especial si es mujer. Aquí es el condenar - y con razón- porque no saben el ímpetu que la mueve (V.21 24-25).


Pues ya lo sabemos. Quien se arrima a Dios que es grande, se hace grande a su lado- Con un cordial abrazo. Nicolás Gonzalez

viernes, 4 de febrero de 2011

VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO.Domingo, 7 febrero

Presentación del Niño en el templo.
La Virgen María con manto azul. San José ofrece, en una cesta, dos pichones

CICLO DEL TIEMPO ORDINARIO ,A – V

“ Vosotros sois la luz del mundo”.- Se lo dice Jesucristo a sus discípulos, y a cuantos creen en El. Nos lo dice, por tanto, tambien a nosotros: “ Vosotros sois la luz del mundo”.-

¿Y cómo puede uno ser luz para los demás? “Sed luz con vuestras obras”, con el testimonio de nuestra vida, siendo coherentes con la fe que profesamos. El profeta Isaias nos recomienda lo mismo, pero de una manera concreta: “ Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que veas desnudo…, y entonces romperá tu luz como la aurora, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”.

También proyecta luz, cuando uno calla ante una inculpación que otro le hace sin motivo, Cuando uno reacciona con buenos modales y con educación ante otro que le ofende con ira o venganza, cuando un padre acoge con cariño a un hijo que llega alborotado, cuando un amigo se niega a participar en la litron o en el porro que le ofrecen sus compañeros…, de muchas maneras puede uno ser luz para los demás.

Nuestra fe en Dios, nuestra adhesión a Jesucristo que es la verdadera luz con su palabra y con su testimonio, nos contagia la luz de la verdad, que nosotros debemos proyectar a nuestro alrededor, como cristianos convencidos. Nacer es “venir a la luz”. Decimos que una madre da a luz a su hijo, cuando nace. Luz y vida se identifican.
Con las palabras del salmo hemos ratificado esta certeza: “ El justo brilla en las tinieblas como una luz”. El que es justo, clemente y compasivo; el que no vacila, porque su corazón está firme en el Señor , ese brilla como una luz en las tinieblas del error y del pecado”. Pidamos a Dios que nos descubra su rostro radiante, luminoso; y que su luz nos inunde, nos transforme; le pedimos que sus mandamientos iluminen nuestros pasos en el camino de la vida; que su evangelio sea una lámpara que disipe las tinieblas de nuestras dudas y de nuestras increencias. Jesucristo, Dios hecho hombre, hizo visible el amor misericordioso, para ser luz de las conciencias y de los pueblos. Así se presentó en el mundo: “Yo soy la luz del mundo”.”El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Vine al mundo, para que quien creyere en mí, no camine en tinieblas”.
La luz y la oscuridad son realidades contrapuestas, como el día y la noche. Del hombre bueno y justo, se predica que le conduce la luz de Dios, y que su fe en Dios le guia y le inunda de claridad , dando sentido a su vida.- Del pecador, al contrario, se dice que habita en las tinieblas del error, y que prefiere las tinieblas a la luz, cuando sus obras son malas, para que nadie las vea. La fe en Dios es una opción por vivir en la luz, por eso los creyentes son llamados hijos de la luz. “ "Vosotros sois la luz del mundo”.-


Recemos unos por otros.Que Dios os bendiga. Nicolás González

miércoles, 2 de febrero de 2011

TERESA, CON SU ESPÍRITU SANA SU CUERPO

Hoy,2 de febrero, fiesta de la Presentación
del Niño en el templo. Pintura sobre tabla.Escuela de Berruguete

En santa Teresa se realiza una interacción entre cuerpo y espíritu. Hace cuatrocientos cincuenta años, Teresa experimentó la fuerza curativa de su mente sobre su cuerpo enfermo.

Hoy técnicas modernas de relajación enseñan que la mente es la fuente o el motor de energías para el bien o para el mal. Quien sea capaz de controlar la mente, podrá cambiar los pensamientos negativos en positivos, y liberarse del miedo, de la angustia, de la ansiedad o de la tristeza.


También hoy se manejan conceptos de receptores y transmisores de energía para curar enfermedades psíquicas o somáticas.


Exactamente, esa transferencia curativa desde el espíritu al cuerpo enfermo hasta sanarlo, lo experimentó santa Teresa. Esó fue su confidencia al P. Bañez, tan como lo dejó escrito en el Libro de la Vida:
Quizá yo no se lo que digo. Vuestra merced lo entenderá, si atino en algo, pues el Señor le ha dado experiencia de ello, aunque como no es de mucho tiempo, quizá no había mirado tanto como yo. Así que, aunque mucho lo procuro, por buenos ratos no hay fuerza en el cuerpo para poderse menear. Todas las llevó el alma consigo.
Muchas veces queda sano el cuerpo, que estaba bien enfermo y lleno de grandes dolores, y con más habilidad, porque es cosa grande lo que allí se da. Y quiere el Señor algunas veces - como digo- lo goce el cuerpo, pues ya obedece a lo que quiere el alma.

Esto entiendo yo y he visto por experiencia quedar aquí el alma señora de todo y con libertad en una hora y menos , que ella no se puede conocer( V.20.21 y 23).

Así podemos explicarnos como Teresa vivió sesenta y siete años, cuando entonces la media de edad eran los cincuenta. Una mujer, con múltiples enfermedades, que recorrió cientos de kilómetros a lomo de mulo o en carretas para llevar a cabo sus fundaciones, pasando frios y calor, que soportó serenamente contradicciones y persecuciones de toda índole. Sólo la fuerza del espíritu puede explicar lo que humanamente era inexplicable.


Esta es su lección. Nuestra mente es fuente de energías. Si somos capaces de autocontrolarnos, de dominar nuestra mente, podremos poner a raya los pensamientos negativos y situar los positivos, con lo que mejoraremos nuestra calidad de vida. Mejor todavía, si nos mantenemos fuertes en la fe, y firmes en la confianza en Dios nuestro Padre todopoderoso. Con un saludo, Nicolás González