sábado, 30 de marzo de 2013



                                                    PASCUA DE RESURRECCIÓN

   Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. Este misterio de la resurrección lo  expresamos con tres signos sacramentales: el pan de la eucaristía, la luz del Cirio y el agua bendita.- Para expresar la relación de la eucaristía con la resurrección, nos valemos de  la palabra de Jesús:”En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da mucho fruto”. Jesús es el grano de trigo que muere. Del grano de trigo enterrado comienza a salir el tallo, y crece la espiga. Eso mismo pasó  con Jesucristo: no podía permanecer en el sepulcro. El sepulcro queda vacio, porque el Padre no lo “entregó a la muerte, ni su carne conoció la corrupción”. Puesto que ha consumado su muerte como ofrecimiento de sí, como acto de amor, su cuerpo ha sido transformado en la nueva vida de la resurrección. Por eso él,  el Verbo encarnado , es ahora nuestro alimento, que lleva a la auténtica vida ,a la vida eterna. El Verbo eterno –la fuerza creadora de la vida – ha bajado del cielo, convirtiéndose así en el verdadero maná, en el pan que se ofrece al hombre en la fe y en el sacramento. Ha resucitado y ha abierto el corazón de Dios a la carne transformada. Del grano de trigo enterrado comienza  la gran multiplicación del pan de vida que dura hasta el fin de los tiempos: El es el Pan de vida capaz de saciar sobreabundantemente a toda la humanidad y de darle el sustento vital, la vida nueva de la fe y del espíritu: el Hijo de Dios eterno, que se hizo hombre, para ser también pan para nosotros,a través de la cruz y la resurrección. Sobre el sepulcro de Jesús, resplandece el misterio de la Eucaristía, que celebramos en esta noche santa.

 Señor Jesucristo, al ser puesto en el sepulcro has hecho tuya la muerte del grano de trigo, te has convertido en el grano de trigo que muere y produce fruto con el paso del tiempo, hasta la eternidad. Desde el sepulcro iluminas para siempre la promesa del grano de trigo del que procede  el verdadero pan de vida en el cual te ofreces a ti mismo. La Palabra eterna, a través de la encarnación y la muerte, se ha hecho Palabra cercana; te pones en nuestras manos y entras en nuestros corazones para que tu Palabra crezca en nosotros y produzca fruto. Te das a ti mismo a través de la muerte del grano de trigo, para que también nosotros tengamos el valor de perder nuestra vida para encontrarla. Ayúdanos a amar cada vez más tu misterio eucarístico y a venerarlo,a vivir verdaderamente de Ti, Pan del cielo. Ayúdanos a ser tu “perfume” y a hacer visible la huella de tu vida en este mundo. Haz que podamos alegrarnos de que una vez resucitado del sepulcro estás siempre vivo entre nosotros hasta el fin del mundo. Que llevemos esta certeza y este gozo al mundo,para ser de este modo testigos de tu resurrección.

   Jesucristo resucitado es luz, simbolizado por el cirio. Nos apoyamos también en la palabra de Jesús:” Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.- Cristo es la luz que ilumina la inteligencia por ser la plenitud de la revelación divina; y es también luz que inflama la voluntad para que pueda aceptar esa misma revelación y hacerla vida suya. Nosotros hemos seguido el cirio con sus luces en la mano, para expresar que Jesús nos pide que le sigamos para llegar a ser hijos de la luz..”Caminad mientras teneis la luz, para que las tinieblas no os sorprendan; porque el que camina en tinieblas no sabe a dónde va.Mientras teneis la luz, creed en la luz para que seais hijos de la luz”.

   El tercer signo sacramental de Cristo resucitado es el agua. La vida nueva que recibimos con el agua del bautismo, y la fuerza que infundió en sus apóstoles, para ir por todo el mundo anunciando su mensaje de salvación, lo expresamos también esta noche con el agua, que vamos a bendecir y derramar después sobre nuestras cabezas. Al vernos rociados por el agua bendita, sintámonos como hijos de Dios renacidos por el bautismo, renovados en el espíritu, como rociados por la gracia de Cristo resucitado, que al igual que el agua, reconforta, alivia, purifica y da vida.- La Pascua es un revivir  la muerte y  la resurrección del Señor,para apropiárnosla. Es una actualización siempre nueva de ponernos en comunión con Cristo viviente en la Iglesia.

 
      La resurrección de Cristo de entre los muertos es el fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza. Saliendo victorioso de la muerte, fué entronizado en la historia como el Señor. Sólo en El está la salvación. Por su Espíritu sigue vivo en la Iglesia y en el corazón de los creen en El.Digámosle de corazón: “Tú eres mi luz y mi salvación”.

 

jueves, 28 de marzo de 2013








 

FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA

  El Provincial la envió a Toledo, donde residió seis meses (7)

 

Lo que más temía nuestra Fundadora era que le llegasen noticias al Provincial de cómo ella, a pesar de la prohibición de este su superior, seguía ocupándose del proyectado convento, hasta el punto de  que ya disponía de una casa y que poco a poco la iba disponiendo para ser un monasterio.

Y resultó que el día 24 de diciembre de 1561, la muy magnífica Priora de la Encarnación le anticipó que tenía que comunicarle un mandato urgente del Provincial. Pero ¡oh sorpresa! La mandaba que se desplazase a la ciudad de Toledo para consolar a doña Luisa de la Cerda, señora de la alta sociedad, que acababa de enviudar, y le había pedido la compañía de una monja que tenía fama de ser muy espiritual, y que había pensado en doña Teresa de Ahumada. Y aquí tenemos a nuestra monja, con las manos en la masa, que tiene que abandonar su proyecto, sin saber cómo ni cuándo podría volver a retomarlo. La escuchamos:
Pues por mucho cuidado que yo traía para que no se entendiese, no podía hacerse tan secreto toda esta obra que no se entendiese mucho en algunas personas: unas lo creían y otras no.-Yo temía harto que venido el Provincial, si algo le dijeses de ello, me había de mandar no entender  en ello, y luego era todo cesado.
 
Proveyólo el Señor de esta manera: que se ofreció en un lugar grande, más de veinte leguas de éste, que estaba una señora muy afligida a causa de habérsele muerto su marido. Estábalo en tal extremo, que se temía su salud. Tubo noticia de esta pecadorcilla, que lo ordenó el Señor así que la dijesen bien de mí, para otros bienes que de aquí sucedieron. Conocía esta señora mucho al Provincial; y como era persona principal y supo que yo estaba en monasterio que salían, pónele el Señor tan gran deseo de verme, pareciéndole que se consolaría conmigo, que no debía ser en su mano, sino luego procuró por todas las vías que pudo llevarme allá, enviando al Provincial que estaba bien lejos. El me envió  un mandamiento con precepto de obediencia, que luego fuese con otra compañera. Yo lo supe la noche de Navidad.

Hízome algún alboroto y mucha pena ver que, por pensar que había en mí algún bien, me quería llevar; que, como yo me veía tan ruín, no podía sufrir esto. Encomendándome mucho a Dios, estuve todos los maitines, o gran parte de ellos, en gran arrobamiento. Díjome el Señor que no dejase de ir…, y que para este negocio del monasterio convenía ausentarme hasta ser venido el Breve; porque el demonio tenía armada una gran trama venido el Provincial; que no temiese de nada, que él me ayudaría allá ( Vida, 34, 1-2)

 ¡FELICIDADES,MADRE TERESA, tal dia como  hoy, 28 de marzo de 1515 naciste en Avila!

domingo, 24 de marzo de 2013






FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA

 Sobre la reacción del monasterio de la Encarnación (6)

 

Santa Teresa había ingresado en el Monasterio de la Encarnación en 1535 y era monja profesa de velo negro. Formaba parte de una comunidad  compuesta de unas ciento cincuenta monjas. Cuando se enteraron, por la calle, que su compañera Dª Teresa de Ahumada quería fundar un convento nuevo, se opusieron frontalmente a semejante proyecto.

 Algunas hasta llegaron a pedir que la metiesen en la “carcelilla”.  Era ésta una habitación destinada a recluir a personas incorregibles, o que hubieran cometido faltas calificadas como muy graves, según las Constituciones de la Orden del Carmen. La escuchamos a nuestra Santa:

Estaba muy malquista en todo mi monasterio porque quería hacer monasterio   más encerrado. Decían que las afrentaba, que allí podía también servir a Dios, pues había  otras mejores que yo; que no tenía amor a la casa; que mejor era procurar renta para ella, que para otra parte. Unas decían que me echasen en la cárcel; otras, bien pocas, tornaban algo de mí. Como no había de decir lo principal, que era mandármelo el Señor, no sabía qué hacer, y así callaba.

 

Lo que mucho me fatigó fue una vez que mi confesor,- en esta multitud de persecuciones-, me escribió que ya vería que era todo sueño en lo que había sucedido, que enmendase de allí adelante en no querer salir con nada ni hablar más de ello, pues veía el escándalo que había sucedido; y otras cosas, todas para dar pena (Vida 33, 2-3).

 
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jueves, 21 de marzo de 2013

miércoles, 20 de marzo de 2013








DOMINGO DE RAMOS.Dia 24 de marzo 2013

  En este domingo comenzamos la semana santa. En la liturgia, y con las procesiones, vamos a revivir interiormente el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo por nuestra salvación.

   He ahí la cuestión, el reto ante el que nos encontramos como creyentes. Nuestra posición personal frente al misterio, que este drama de Jesucristo contiene, significa y renueva, el misterio de nuestra salvación. Misterio profundo, ante el que nos posicionamos creyendo y amando a Jesucristo, superando las insondables razones que nos puedan asaltar cuando nos preguntamos ¿ por qué aceptó Jesús sufrir tanto dolor? ; ¿por qué  tenemos que cargar cada uno con su cruz?; ¿ por qué tanto dolor en el mundo?

       Misterio, en el cual el dolor, que parece enemigo inútil de nuestra existencia, se transforma en valor precioso de nuestro rescate del pecado. Misterio de la muerte victoriosa de Jesús, que derrotó la muerte con el triunfo de adquirir, por su resurrección, una forma de vida nueva y superior, que perdura en el tiempo, y que nos transmite a los creyentes por la fe y los sacramentos que recibimos de la Iglesia.¡ La cruz es el arbol de la vida!

        La multitud según el Evangelio de este domingo de Ramos, aclamó a Jesús diciendo: “Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor”. También nosotros, participando en la liturgia, le aclamamos con ramos en las manos, porque vemos en Jesús aquel que viene  en nombre de Dios para salvarnos del pecado, del mal, y de la muerte eterna. En Jesús reconocemos que nos trae la presencia de Dios, la compañía de Dios, la amistad de Dios.

         Esta aclamación a Jesús, el dia de los Ramos, ha llegado a ser con razón en la Iglesia la aclamación a Aquel que, en la Eucaristía, viene a nuestro encuentro en un modo nuevo. Aclamamos a Aquel que, en carne y sangre, se nos da siempre que le deseamos con fe y amor, y le recibimos en la Eucaristía.

          ¡Bendito el que viene, para fundar un reino de paz en este mundo desgarrado con tantas guerras y calamidades, de los que somos culpables los mortales! Seguimos padeciendo los mismos males que Jesucristo vino a desarraigar: la impiedad, la hipocresía, la maldad, la delincuencia, la crueldad, la vileza, la debilidad humana. ¡Sin Dios todo puede llegar a ser lícito, cuando  los humanos no saben distinguir el bien del mal!

            Por eso aceptamos con inefable alegría el encuentro con Cristo en esta Semana Santa.

 

miércoles, 13 de marzo de 2013


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

    
                                  DOMINGO DE CUARESMA V-C Dia 17  marzo

 

     Este evangelio nos describe el encuentro de Jesucristo con unos fariseos que le  ponen delante a una mujer, a la que acusan de ser adúltera. Según ellos, esa mujer tenía que ser apedreada hasta morir aplastada por un montón de piedras. Argüian que eso era lo que estaba mandado en la ley antigua. Y le hacen a Jesucristo esta pregunta a bocajarro:” Maestro,la ley nos manda apedrear a las adúlteras; tú,¿qué dices?”.

    Lo que buscan aquellos fariseos realmente no es sólo la muerte de la adúltera, sino cazarle a  Jesús en una respuesta, por la que pudieran acusarle ante los tribunales.- Y Jesucristo se quedó pensativo, se inclinó mirando al suelo, y empezó a escribir con el dedo en la tierra.- Un tanto molestos, le repiten la pregunta. Y les contesta lo que no se esperaban. No acusa a la mujer. Los acusa a ellos, por no tener piedad con esa mujer.  Su respuesta fue desconcertante: “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra”. Si esta mujer es culpable, si esta mujer merece un castigo, ¿ a ver, quien de vosotros está limpio de culpa, a ver, quién de vosotros tiene las manos limpias ?.-

 Y Jesucristo, horrorizado de la sangre fría y de la maldad asesina de aquellos hombres, que refugiándose en un precepto antiguo, querían matar a una mujer indefensa, volvió otra vez a mirar al suelo,y siguió escribiendo en la tierra, a ver si comprendían de una vez que él no había venido a condenar a un pecador arrepentido sino a salvarlo.- Y poco a poco fueron marchándose del corro, y dejaron sola a la mujer. Cuando se incorporó y levantó la vista , le preguntó: “ Mujer, ¿dónde están sus acusadores?; ¿Ninguno te ha condenado ?”. Ella contestó :”Ninguno, Señor”. Jesús dijo :” Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”.

   Jesús libera a la pecadora de su pasado y le anima a mirar hacia adelante. La insta a detestar el pecado que la destruye, y a que comience a ser buena ,a que sea una mujer nueva. Lo viejo son el pecado y las piedras justicieras; la ira y la venganza. Lo nuevo es la misericordia y el perdón.

     Jesucristo se comporta de distinta manera que los demás. No insulta a la mujer, ni la avergüenza. La respeta. Ve en ella una persona debil, una persona humillada, una persona que sufre. No sólo la respeta, sino que la mira con amor misericordioso.- La mujer temblaría al ver al Maestro escribiendo en la tierra. Pensaría que estaría escribiendo la sentencia de muerte. Pero cuando Jesús se enderezó y miró fijamente a la mujer, se sintió salvada. En aquellos ojos misericordiosos leyó la dulce sentencia de ser perdonada.

     En esa mujer pecadora nos vemos representados todos los pecadores. Ella reconoce que ha obrado mal, que ha sido infiel . Es sincera consigo misma, y se reconoce pecadora.- Entremos dentro de nosotros mismos, veámonos como somos. Repudiemos el mal que hayamos hecho. El pecado es un mal. El pecado te hace daño, te rebaja y te encadena. El pecado te destruye y no permite que seas tú mismo. El pecado te hace mal a tí mismo, y piensa el daño que puedas hacer a los demás. Piénsalo a solas delante de Dios. Pídele perdón a Dios. Y Dios te dará a gustar la ternura infinita de sentir su perdón, su bondad inmensa. Cómo dentro de uno mismo ,con el perdón y la misericordia, renace la vida nueva de la gracia que vuelve a animar nuestra existencia.     “Perdonad, y sereis perdonados”. La medida que useis con los demás , la usarán con vosotros. “Señor, perdona nuestras ofensas ,  como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”.

 

martes, 12 de marzo de 2013










                     
                               FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA

                                      El provincial mudó parecer y el confesor la mandó olvidarlo (4)

Pues estando los negocios en este estado y tan al punto de acabarse, que otro día se habían de hacer las escrituras, fue cuando el padre provincial  mudó parecer y la prohibió fundar. Como él no lo quiso admitir, luego el confesor la impuso como penitencia que no volviese a hablar del asunto de su fundación, y hasta su mismo monasterio de la Encarnación seguía obstinado en contra de la fundación  que pretendía llevar a efecto su monja Doña Teresa de Ahumada. La escuchamos:

Fueron tantos los dichos y el alboroto de mi mismo monasterio, que al provincial le pareció recio ponerse contra todos, y así mudó el parecer y no la quiso admitir. Dijo que la renta no era segura, y que era poca y que era mucha la contradicción, y en todo parece tenía razón; y, en fin, lo dejó y no lo quiso admitir. Nosotras ( la Santa y Dª Guiomar de Ulloa), que ya parecía teníamos recibidos los primeros golpes, dionos muy gran pena; en especial me la dio a mí de ver al provincial contario, que, por quererlo él, tenía yo disculpa con todos. A mi compañera ya no la querían absolver si no lo dejaba, porque decían era obligada a quitar el escándalo.

El confesor me mandó no entendiese más en  ello, con que sabe el Señor los grandes trabajos y aflicciones que hasta traerlo a aquel estado me había costado. Como se dejó y quedó así, confirmose más ser todo disparate de mujeres y a crecer la murmuración sobre mi con habérmelo mandado antes mi provincial (Vida 32, 15).

viernes, 8 de marzo de 2013











FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA
 A todos les parecía grandísimo disparate (3)

  A pesar del secreto con que se llevaba la construcción del nuevo convento, poco a poco se fue sabiendo que Dª. Teresa de Ahumada, monja en la Encarnación, quería fundar otro en la ciudad de Ávila. La noticia levantó a todos en contra de la Fundadora, empezando por sus compañeras de la Encarnación. Parece insufrible lo que tuvo que oir la Santa, oponiéndose todos a que fundase el convento de San José. Ella no podía decir que “se lo había mandado Dios que lo hiciese”, porque algunos la habrían culpado de iluminismo, y se exponía a que la acusasen como tal ante la Inquisición, y no pudiera de ninguna manera hacer la proyectada fundación. La Escuchamos:

No se hubo comenzado a sabe por el lugar, cuando no se podrá escribir  en breve la gran persecución que vino sobre nosotras, los dichos, las risas, que era disparate. A mí, que bien me estaba en mi monasterio, a la mi compañera( la viuda doña Guiomar de Ulloa) tanta persecución, que la traían fatigada. Yo no sabía qué me hacer, en parte me parecía que tenían razón.

Estando así muy fatigada, encomendándome a Dios, comenzó Su Majestad a consolarme y a animarme. Díjome que aquí vería lo que habían pasado los santos que habían fundado las religiones, que mucha más persecución tenía por pasar de las que yo podía pensar; que no se nos diese nada. Y es así que de gente de oración, y todo en fin el lugar no había casi persona que entonces no fuese contra nosotras y le parecía grandísimo disparate( Vida 32,14).


miércoles, 6 de marzo de 2013







                           DOMINGO IV DE CUARESMA C. Día 10 de marzo 2013

Este texto que acabamos de escuchar, es una de las paginas más bellas  y estremecedoras que contienen los Evangelios. Se conoce como la historia del hijo pródigo. La historia de aquel muchacho que un día le pide a su padre la parte que le pueda corresponder en la futura herencia, y se va de casa con ello, a vivir su vida. Al poco tiempo se le acaba, se da cuenta de que se muere de asco, y decide volver a casa, y a pedirle a su padre que le de algún trabajo y al menos le de de comer como a cualquiera de los criados. Y se vuelve para casa, con los pies descalzos, sus vestidos hechos girones, andrajoso y muerto de hambre.- Y se encontró con lo que no había ni sospechado, que su padre le estaba esperando con los brazos abiertos.

Un padre, ejemplo de toda bondad y generosidad. El corazón de un padre así atrae al hijo como un imán. Un padre paciente, que no lleva cuentas del mal que le ha hecho el hijo al marcharse de casa. No pregunta ni indaga. Lo ha perdonado de antemano. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. Su amor es mucho más grande que la culpa del hijo. Su misericordia supera a la miseria del hijo ,que lo había abandonado.. Y por eso, el hijo reflexiona y decide volverse a casa, porque sabe que le espera un padre que le va a abrir las puertas sin condiciones.

  Así es Dios para con nosotros. El amor misericordioso de Dios es más fuerte que todas nuestras miserias. El no espera a que volvamos...Sale en busca nuestra tratando de atraernos con su gracia, con inspiraciones interiores,  atraernos hacia El.

Sintámonos cada uno de nosotros, como hijos, siempre amados por nuestro Padre Dios, dispuesto a perdonarnos en cualquier circunstancia.- Esta es la primera lección que debemos aprender de esta parábola. Nada mueve tanto como el saber que siempre, siempre, pase lo que pase, alguien nos estima, nos valora, y nos espera. Y ese alguien siempre es Dios.

 Un ejemplo de conducta es para todos nosotros este padre del Evangelio. El padre debe ser el hombre del respeto, de la espera vigilante, del olvido  generoso ante los prontos con que reaccionan los hijos, del perdón espontaneo, del amor incondicional, del abrazo, de los regalos..
Así es nuestro Padre Dios, un padre entrañable que no nos ajusta las cuentas, que se emociona cuando retornamos del mal, que nos abraza y nos besa como a hijos.- Para que aprendamos de El a amarnos nosotros también de la misma manera, incondicionalmente, sin preguntar ,ante las ofensas, cómo ni por qué.  Que a nuestro lado cualquiera se sienta ilimitadamente acogido y comprendido.

  San Agustín, comentando esta página del evangelio, se veía a sí mismo como un hijo pródigo y escribió así :” Yo era el que estaba alejado de Dios, y me veía como el hijo pródigo.¡Pobre infeliz de mí ¡. Por qué grados fuí cayendo hasta dar en el profundo abismo en que me veía...Yo me aparte de Vos, Dios mío, y anduve errante y descaminado muy lejos de vuestra firmeza y estabilidad durante mi juventud; y de este modo llegué a hacerme a mí mismo una región solitaria y un país desértico, donde reinan la pobreza y la necesidad. Pero yo, Dios mío, con mucha fatiga y ansia os buscaba, siendo así que Vos estabais más dentro de mí que lo más interior que hay en mi mismo, y más elevado y superior que lo más elevado y sumo de mi alma”.
  Si Dios está en lo íntimo del corazón y nuestro corazón se ha extraviado de él, no nos queda más remedio que volver a entrar en nuestro corazón, por el recogimiento y la oración y pedirle misericordia y perdón.
Señor, habiéndome convencido de que debo volver a mí mismo y penetrar en mi interior, para encontrarte a Tí, te pido que seas tú mi guia, porque presiento que no me será posible volver a mí mismo, si no me socorres con tu gracia y tu amor misericordioso.

lunes, 4 de marzo de 2013






FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA
     Procuré que una hermana mía comprase la casa(2)   

Con el apoyo de fray Pedro de Alcántara, del dominico P. Pedro Ibáñez , de Dª Guiomar de  y de otros amigos, santa Teresa comenzó a poner en obra su proyecto. Enviaron a Roma unos despachos para obtener la debida autorización, y valiéndose de su hermana compró una casa.

Acordó llevarlo todo en grandísimo secreto, por ser su proyecto tan novedoso, que se temía la oposición de todo el mundo. Hizo venir a sus hermanos Dª Juana de Ahumada y Juan de Ovalle, vecinos de Alba de Tormes, para que comprasen casa en Ávila y se acomodasen allí ellos con los hijos como si fuese propia, y ella procuraría aderezarla para convento. Empezó recibir donativos para acometer las obras, y cuando se le acabó el dinero, lo encomendó a San José, segura de que no la abandonaría. Y sin más, concertó oficiales y ajustó precios, que fueron ochenta ducados, y no tenía una blanca. Los amigos estaban asombrados de tal temeridad. Ella respondía que proveería Dios. Como así fue. Su hermano D. Lorenzo de Cepeda le envió doscientos ducados desde Perú, que ella no esperaba.

La casa le resultaba muy chiquita. Y pensó anexionar otra para iglesia, porque aquello no parece llevaba camino para ser monasterio. Pero, al comulgar, oyó que el Señor la dijo : “Ya te he dicho que entres como pudieres”. Fue bastante. Llegose a la casita, trazola y vio que, aunque pequeña, daba monasterio cabal, y no pensó en comprar más, sino en labrarla. Días después escribía a su hermano :” Aunque pobre y chica, mas lindas vistas y campo”.

Santa Teresa, con permiso, salió de la Encarnación y se fue a vivir a casa de su amiga doña Guiomar, y desde allí vigilaba las obras de su nuevo convento.  El miedo que tenía era que lo descubriera el P. Provincial. Algo le insinuó, y al principio le dio el permiso, pero después se lo negó.

viernes, 1 de marzo de 2013







                      FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA
                                               Me lo mandó Dios (1)   

  Como ya anunciamos días pasados, vamos a ocuparnos, desde ahora en adelante, de las Fundaciones que realizó santa Teresa a partir del año 1562 hasta su fallecimiento en 1582.

  El primer convento lo fundó en Ávila el 24 de agosto  de 1562. La Santa nos confiesa que la iniciativa le vino por inspiración directa de Dios, a la que al principio trató de resistir, pero terminó aceptándola cuando llegó al convencimiento de que se lo mandaba Dios. Situamos estos datos en 1560, siendo santa Teresa monja en el Monasterio de la Encarnación. La escuchamos:

Ofreciose una vez, estando con una persona, decirme a mí y a otras que posible era hacer un monasterio. Mas yo, como tenía un grandísimo contento en la casa que estaba, porque era muy a mi gusto y la celda en que estaba, hecha muy a mi propósito, todavía me detenía. Con todo, concertamos de encomendarlo mucho a Dios.

Habiendo un día comulgado, mandóme mucho Su Majestad lo procurase con todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas de que no se dejaría de hacer el monasterio, y que se serviría mucho en él, y que se llamase San José, y que a la una puerta nos guardaría él y nuestra Señora la otra, y que Cristo andaría con nosotras, y que sería una estrella que diese de sí gran resplandor. Que dijese a mi confesor esto que me mandaba y que le rogaba Él que no fuese contra ello ni me lo estorbase.

Era esta visión con tan grandes efectos y de tal manera esta habla que me hacía el Señor, que yo no podía dudar que era Él. Aquí parecía se me ponía apremio y como que se haría; mas fueron muchas veces las que el Señor me tornó a hablar en ello, poniéndome delante tantas causas y razones que yo veía ser claras y que era su voluntad, que ya no osé hacer otra cosa sino decirlo a mi confesor, y dile por escrito todo lo que pasaba ( Vida 32, 10-12).