lunes, 31 de diciembre de 2012














              GRACIAS ,AMIGOS DEL BLOG, Y FELIZ AÑO 2013


Comenzamos este año  2012 con 32.200 seguidores de las páginas dedicadas
al mensaje de salvación de Jesucristo, valiéndonos de lo vivido por Santa Teresa
tal y como ella lo describe en su libro titulado Camino de Perfección.

Comenzamos el año 2013 con 57.000 seguidores de nuestro BLOG. Mil gracias a
todos. Les tengo a todos ustedes en mis oraciones. Les recordaré en la Misa del
1º de enero. Les deseo todas las alegrias de la Navidad y un bienaventurado Año
Nuevo.Dios les dé una fe más profunda, más fuerza y gracia para aceptar y seguir
Su voluntad con mayor paz y seguridad. Que tengan más profunda confianza en El.
Y que Dios los bendiga.Les envio un fuerte abrazo a todos, su Capellán Nicolás González

viernes, 28 de diciembre de 2012


 
 
  
DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA. Dia 30 de diciembre 2012

 Dentro de la octava de Navidad, celebramos hoy la fiesta de la Sagrada Familia. Jesús quiso nacer en el seno de una familia humana. Aunque la familia de Nazaret sea singular, por la santidad que rezuma, no deja de ser el modelo de toda familia humana. Precisamente en un momento histórico, en que la institución familiar sufre tantos ataques y se ve desnaturalizada por políticas que ignoran no sólo la voz de Dios, sino también el orden de la naturaleza, es necesario y urgente afirmar el sentido verdadero de la familia, consolidado a lo largo de los siglos y siglos, como importante e imprescindible en la sociedad..

   El Evangelio de hoy nos muestra a la Sagrada Familia de Nazaret objeto de persecución: Herodes quiere matar al Niño. Al contemplar la huida a Egipto de José y María para salvar al niño, no podemos dejar de pensar en las familias emigrantes por causa del hambre o de la guerra; ni en los padres que luchan por sostener a sus hijos en medio de tantas dificultades e incomprensiones de quienes les rodean. Jesús, en los primeros años de su vida, quiso expresar su solidaridad con todas las familias del mundo para que, en los momentos de prueba, nadie se sintiera desalentado.

    La Sagrada Familia de Nazaret aparece en una casa humilde,  pobre, pequeña. Jesús desde esta experiencia, cuando sea adulto se mostrará al servicio de todos, pero en especial de los pobres, los pequeños, los marginados, prefiriendo que ellos fueran  los primeros en estar a su lado. Viéndole en el seno de una familia, descubrimos que ha venido para hacerse uno de nosotros, borrando toda distancia, todo obstáculo, todo temor ; y enseñándonos, de inmediato, la importancia que tiene la familia como comunidad de vida y amor. En la familia percibimos un soplo celestial de incomparable belleza y de soberana alegría .  En estas humildes señales,del niño que va creciendo en edad, en sabiduría y en gracia, de la madre que lo cuida y guarda todo lo que hace en su corazón, de José que trabaja como carpintero, señales a la vez ordinarias y sublimes, hay ya un preludio de la vida nueva,instaurada por Jesucristo al instituir el sacramento del matrimonio, una lección facil de aprender : la lección de que lo que vale es el amor mutuo, la vida, la bondad, la comprensión,la ternura de un padre y de una madre, la sencillez de la vida en familia.

   Recordamos la Sagrada Familia de Nazaret como modelo de  un hogar de amor bueno y puro, donde percibimos la solución a tantos problemas de esta complicada aventura que es nuestra vida en el tiempo, sobre la tierra. No acertamos a imaginar que se pueda aprender a ser felices si no es el seno de una familia, institución imprescindible en la sociedad.

   Dijo el Papa recientemente que “la iglesia es la cuna en la que María coloca a Jesús y lo entrega a la adoración y contemplación de todos los pueblos”.La Iglesia es como una gran familia de familias. Gracias a la Santa Iglesia permanece viva la memoria de la Sagrada Familia , y del sacramento del matrimonio que han recibido y siguen recibiendo la mayor parte de los que contraen el matrimonio por la Iglesia..- A Jesús,  María y  José encomendamos nuestras familias: que nos guarden y nos protejan siempre. Que su testimonio de fe, de unión,  de fortaleza y de amor entrañable inspire nuestros comportamientos, individuales y familiares.

 

 

 

 

jueves, 27 de diciembre de 2012


                
                                    NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN

 

En el capítulo 38 de Camino santa Teresa comenta esta penúltima petición del Padrenuestro. Y empieza precisando que no le pedimos a Dios que nos libre de las tentaciones, sino que le pedimos “no nos deje caer” en ellas.

Las tentaciones, por si mismas, son ocasiones que se nos presentan para luchar contra ellas, para merecer la victoria o para medir nuestras fuerzas. Y pone el ejemplo de un buen soldado: el soldado quiere verse peleando en una guerra, pues en ella puede enfrentarse al enemigo y vencerle, por lo que hará méritos para ascender en el escalafón: “Son como los soldados, que están más contentos cuando hay más guerra, porque esperan salir con más ganancia; si no la hay, sirven con su sueldo, más ven que no pueden medrar más”. Así sigue santa Teresa su comentario al “no nos dejes caer en la tentación”:

Ahora mirad que tengo por muy cierto los que llegan a la perfección, que no piden al Señor los libre de los trabajos ni de las tentaciones ni persecuciones y peleas, que éste es otro efecto muy cierto y grande de ser espíritu del Señor, y no ilusión, la contemplación y mercedes que su Majestad les diere; antes los desean y los piden y los aman.

Creed, hermanas, que los soldados de Cristo, que son los que tienen contemplación y tratan de oración, no ven la hora que pelear; nunca temen mucho a los enemigos públicos; ya los conocen y saben que, con la fuerza que en ellos pone el Señor, no tienen fuerza, y que siempre quedan vencedores y con gran ganancia; nunca los vuelven el rostro (CP,38, 1-2).

lunes, 24 de diciembre de 2012














                         SANTA TERESA CANTA Y LLORA EN LA NAVIDAD

     Son deliciosos los villancicos que compuso santa Teresa para cantar con sus monjas al Niño Dios:

¡Ah, pastores que velais
      Por guardar vuestro rebaño,
     Mirad que nos nace un cordero,
     Hijo de Dios soberano.

”Mi gallego, mira quien llama
 ángeles son, que ya viene el alba.
¿Es parienta del alcalde
 u quién esta doncella?
 Ella es hija de Dios Padre,
 relumbra como una estrella”.

Y también para la fiesta de la Epifanía había compuesto este villancico:

“Pues que la estrella
 es ya llegada,
Vaya con los Reyes
La mi manada”.

“Vamos todos juntos
 a ver al Mesias,
 que vemos cumplidas
 ya las profecías;
 pues en nuestros días
 es ya llegada
 vaya con los Reyes
 la mi manada”.
 
De la monja Isabel Dantisco nuestra Santacuenta que “cuando no es hora de recreación, está en su ermita tan embebida en su Niño Jesús y sus pastores y su labor, que es para alabar al Señor”.

Las fiestas navideñas culminan después de la Epifanía, en el domingo del Bautismo de Jesús. Y para este día la Priora les tenía preparada una sorpresa muy original, que han seguido repitiendo hasta el presente. Consistía en que la Priora, después del desayuno de la comunidad, entraba en el refectorio y las decía: Hermanas, el Niño se ha perdido. Todas se ponen a buscar al Niño, representado en una imagen, que ella ha ocultado en el sitio más inverosímil. Cuando la encuentran, todas saltan de alegría.

 Pero  las Navidades le traen a santa Teresa sorpresas un tanto dolorosas.Y algunas la hacen llorar.

Precisamente en la Nochebuena de 1561 le comunican que el Provincial ha ordenado que tiene que salir inmeditamente de la Encarnación para viajar a Toledo reclamada por doña Luisa de la Cerda, que necesitaba el consuelo de nuestra monja, precisamente cuando estaba pendiente de los permisos para fundar su convento de San José, cosa que le sentó fatal. También en Navidades, tropezó en la escalera de su nuevo conventito, y se fracturó un brazo.

 En otras Navidades,1578, recibió la noticia de que su amigo entrañable y provincial de los Descalzos P. Gracian había sido privado de todos los cargos y le habían prohibido comunicarse con las carmelitas descalzas y, máxime,  con su fundadora. Y dice Ana de San Bartolomé, su fiel enfermera, que se pasó los maitines llorando por las noticias que llegaban de las infamias arrojadas contra ella, sus monjas y sus frailes descalzos.

Dicen las carmelitas actuales que hacen lo que haría Ntra. Santa Madre Teresa: Vivimos ahora las costumbres de sus Delcalzas, tan llenas de espíritu de alegría, de entusiasmo, de fervor que se desborda y se hace palpable en mil detalles.Al pasar una y otra vez,- comentan-, deprisita por estos claustros tan evocadores, nos parece que al volver cualquier esquina nos vamos a encontrar con la misma Santa Madre en persona, con aquellos ojos suyos tan llenos de alegría en la Navidad, tarareando villancicos, “porque gusta de estas muestras de amor el  Hijo de María”.

domingo, 23 de diciembre de 2012


 
 
 
 
 
 
 
 
 
                                LA NAVIDAD CON SANTA TERESA

                                              

Veamos a santa Teresa rezando con sus 180 monjas en este Monasterio de la Encarnación por los años de 1571 a 1574 en los que desempeñó el oficio de Priora.

La actividad propia y específica de las monjas  ha sido siempre la de alabar continuamente a Dios, darle gracias y suplicar su misericordia a favor de la humanidad. Las formas concretas de cumplir esta misión se cifra en la asistencia diaria a la Misa y al coro para cantar el Oficio divino en latín (en su tiempo) con las ochos horas: Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas.  Se celebraba con gran solemnidad la Semana Santa ,la fiesta del Corpus, y la Navidad, que entonces se llamaba sencillamente la Pascua.

En tiempos de nuestra Santa, las monjas hacían procesiones con diversos pasos de la Pasión. También  la procesión con su Custodia del Corpus dentro del monasterio, por los claustros, que adornaban con altares, colgaduras y flores.

Como no podía ser menos, hacían solemnes fiestas en la Pascua de Navidad. Entre los rezos, quiero destacar hoy  el canto de  la Calenda en la mañana del día de Nochebuena, antes de rezar Tercia. Ante el atril preparado en el centro del coro, entre dos Hermanas con ciriales encendidos, la cantora comienza el canto de la  Calenda: “El año de la creación del mundo” y va siguiendo por toda la historia de Israel, hasta llegar a “En Belén de Judá”, en que todas las monjas se arrodillan y al oir “Natividad de Nuestro Señor Jesucristo según la carne”,se postran rostro en tierra, quedando así un par de minutos, hasta que la priora da la señal de alzarse. En la noche  cantaban la Misa del Gallo. En la Navidad de 1572, celebró la Misa su capellán San Juan de la Cruz.

Santa Teresa, siendo priora obsequiaba a sus monjas con una cena especial, a base de besugos y sardinas frescas, que le enviaba su hermano Lorenzo, como aguinaldo.

Preparaban su  Belen, grande , con figuras de pastores, ovejas y demás animales domésticos, que recreaban entre el musgo y los ramos verdes que cogían de la huerta. Al son de panderetas y castañuelas cantaban al Niño coplillas y villancicos .A su hermano Lorenzo le escribe el 2 de enero de 1977, refiriéndole que el día de antes “habían tenido gran fiesta en el nombre de Jesús” , y le envía “esos villancicos que hice yo” con los que regocijaba a sus monjas en los días de Navidad .

La bellísima representación, en la imagen, del anuncio del Angel a María, nos recuerda la oración de este  IV Domingo de Advieto:" Concédenos, Señor, tu gracia a los que hemos conocido por la Anunciación  del Angel la Encarnación de tu Hijo, para que por su pasión y cruz seamos llevados a la gloria de la resurrección.
¡MUY FELICES NAVIDADES!, amigos y seguidores de nuestro BLOG- Nicolás González
 

jueves, 20 de diciembre de 2012



                                   
                                      DOMINGO IV DE ADVIENTO C . Dia 23 de dic-2012

 

, En las vísperas de la Navidad, nos mantenemos a la escucha de la palabra de Dios que nos ha ofrecido el evangelio evocando a la santísima Virgen. Debería ayudarnos a contemplar nuestro mundo con una mirada diferente; a interpretar cada acontecimiento de la vida como palabra que Dios nos dirige; como signo de su amor que nos asegura su cercanía en toda situación , y a prepararnos a recibirle cuando venga en la humildad de un Niño recién nacido. Desde esta perspectiva, toda nuestra vida es  adviento, es decir, un tiempo de expectación y de esperanza, un tiempo de escucha y reflexión. Dejándonos guiar por la liturgia que nos invita y nos prepara  para el encuentro con nuestro Señor. Es Dios amor quien tuvo piedad de nosotros,   y  decidió  salir a nuestro encuentro,enviando a su Hijo como nuestro Redentor. Ante tan gran misterio de amor, surge espontaneo nuestro agradecimiento,a imitación de la Virgen María, y a gozarnos como ella en el Señor.

Volvamos al evangelio   Al saludo de María, su prima Isabel le contesta;”Bendita tu entre las mujeres…: dichosa tú,que has creido, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”. La respuesta de la Virgen al angel había sido también una respuesta de fe::”Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. “María nos dice: ¡Ten la valentía de atreverte a decir si a Dios! Inténtalo.No tengas miedo de El.¡Atrévete a apostar por la fe!.¡Ten la valentía de apostar por la bondad.¡Ten la valentía de arriesgar con el corazón puro!¡ Comprométete con Dios, y, entonces, verás que tu vida se hace grande e iluminada, llena de infinitas sorpresas, pues la bondad infinita de Dios no se agota nunca. Sólo el hombre que se confía totalmente a Dios encuentra la verdadera libertad, la grandeza creativa de la libertad para el bien. El hombre que se orienta hacia Dios no se hace más pequeño, sino más grande, pues gracias a Dios, grande y poderoso, y junto a El crece, se hace divino,se convierte verdaderamente en si mismo”.

Disponibilidad total a la voluntad de Dios, que quiere siempre lo mejor para nosotros.
Si miramos al mundo que nos rodea, a los que no tienen fe,  podemos ver que al independizarse de Dios,  se cae en la esclavitud, que el mal envenena siempre, no eleva al hombre, sino que lo rebaja y lo humilla, no le hace más grande , más puro , sino que le perjudica y le hace ser más pequeño.

La respuesta de la Virgen fué absoluta :”Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.- Aprendemos de ella su testimonio de disponibilidad total, de entrega, de abandono pleno a la voluntad de Dios. Mujer de fe, de silencio y de escucha.

 

lunes, 17 de diciembre de 2012








     PERDÓNANOS, SEÑOR, PORQUE NOSOTROS PERDONAMOS

Santa Teresa dedica el capítulo 36 de Camino a comentar esta petición del Paternoster. Después de orar sobre el cumplimiento de la voluntad de Dios y en el misterio de la Eucaristía, aborda el problema del perdón.

Le parece que Dios se conforma con muy poco por nuestra parte para otorgarnos la inmensa grandeza del don de su perdón. Máxime cuando uno sólo ha necesitado perdonar unos pequeños agravios que otros nos hayan hecho, como el quitarnos un poco de honra o hacernos algo de menos; e incluso ninguna ofensa, como a Teresa se le ocurre decirle a Dios: a mí nadie me ha ofendido, por eso no he tenido necesidad de perdonar a nadie, asique, Tú Señor tendrás que perdonarme mis pecados absolutamente gratis.

Lo más impresionante en la petición, tal como Jesús la formuló, es su radicalismo evangélico, al emparejar el perdón de Dios con el nuestro: el que El nos da y el que ofrecemos nosotros. He aquí la expresión de esos sentimientos de Teresa, en unas pinceladas selectas:

“Que una cosa tan grave y de tanta importancia como que nos perdone nuestro Señor nuestras culpas…se nos perdonen con tan baja cosa como es que perdonemos”.

“¿Qué hará una pobre como yo, que tan poco ha tenido que perdonar y tanto que se me perdone?” .”De balde me habéis, Señor, de perdonar”.

“¡Qué estimado del Señor debe ser este amarnos unos a otros! Como nos conoce por tan amigos de esta negra honra, y como cosa más dificultosa de alcanzar de nosotros…la dijo y se la ofrece al Padre de nuestra parte”.

“Vendremos a pensar que hemos hecho mucho si perdonamos una cosita de éstas, que ni era agravio ni injuria ni nada; y muy como quien ha hecho algo vendremos a que nos perdone el Señor, pues hemos perdonado. Danos, mi Dios, a entender que no nos entendemos y que venímos vacías las manos, y perdónanos vos por vuestra misericordia”(CP 36, 1-6)



 
 
 
 
 
EL QUE CONOCE LO MUCHO QUE LE HA PERDONADO DIOS, PERDONA CON TODA FACILIDAD

Santa Teresa relaciona la oración con el perdón, hasta el punto de concluir que si uno se cree que hace oración de verdad, y no acierta a perdonar automáticamente al que le ha ofendido, es que su oración es todavía imperfecta. Se pregunta y nos pregunta: la oración verdadera ¿ es o no es un generador de perdón incondicional y de amor a ultranza? ¿ Qué capacidad y qué facilidad de perdón real produce la oración en el orante?

 

Y Teresa no se refiere precisamente a aquellas “cositas que llaman agravios, con las que parece hacemos casas de pajitas, como niños”, sino a los casos importantes, a los pisotones en el amor propio, a las calumnias, a las situaciones extremas de humillación…¿qué capacidad de encajar golpes ha adquirido el orante que dice al Padre una y otra vez ”perdóname, que perdono”?

 

El verdadero y perfecto orante no anda en titubeos y reticencias a la hora de perdonar. Conoce bien la trascendencia del perdón vivido por Cristo. Sabe por experiencia que cada ocasión solemne de perdonar injurias u ofensas  aporta “oro” y “joyas”, y como tales la aprecia “porque tiene entendido que estos tesoros les han de hacer ricos”. Ha de “allanarse hasta quedar muy bien con quien le injurió”. La escuchamos:

 

A estos buenos orantes pésales les tengan por más de lo que son, y sin ninguna pena desengañan, sino con gusto…Mas lo primero, que es estar determinados a sufrir injurias y sufrirlas aunque sea recibiendo pena, digo que muy en breve lo tiene quien tiene ya esta merced del Señor de tener oración hasta llegar a unión; y que si no tiene estos efectos y sale muy fuerte en ellos de la oración, crea que no era la merced de Dios, sino alguna ilusión y regalo del demonio, porque nos tengamos por más honrados.

 

En breve tiempo se hace con fortaleza, y ya que no la tenga en otras virtudes, en esto de perdonar, sí. No puedo yo creer que alma que tan junto llega de la misma misericordia donde conoce la que es y lo mucho que le ha perdonado Dios, deje de perdonar luego con toda facilidad y quede allanada en quedar muy bien con quien la injurió (CP 36, 8-12).

 










                                                   DOMINGO DE    ADVIENTO B IV

 En las vísperas de la Navidad, nos mantenemos a la escucha de la palabra de Dios que nos ha ofrecido el evangelio evocando a la santísima Virgen. Debería ayudarnos a contemplar nuestro mundo con una mirada diferente; a interpretar cada acontecimiento de la vida como palabra que Dios nos dirige; como signo de su amor que nos asegura su cercanía en toda situación , y a prepararnos a recibirle cuando venga en la majestad de su gloria al encuentro de cada uno de nosotros. Desde esta perspectiva, toda nuestra vida es  adviento, es decir, un tiempo de expectación y de esperanza, un tiempo de escucha y reflexión. Dejándonos guiar por la liturgia que nos invita y nos prepara  para el encuentro con nuestro Señor. Es Dios amor quien tuvo piedad de nosotros,   y  decidió  salir a nuestro encuentro,enviando a su Hijo como nuestro Redentor. Ante tan gran misterio de amor, surge espontaneo nuestro agradecimiento,a imitación de la Virgen María, y a gozarnos como ella en el Señor.

Volvamos al evangelio   Al saludo de María, su prima Isabel le contesta;”Bendita tu entre las mujeres…: dichosa tú,que has creido, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”. La respuesta de la Virgen al angel había sido también una respuesta de fe::”Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. “María nos dice: ¡Ten la valentía para atreverte a decir si a Dios! Inténtalo.No tengas miedo de El.¡Atrévete a apostar por la fe!.¡Ten la valentía de apostar por la bondad.¡Ten la valentía de arriesgar con el corazón puro!¡ Comprométete con Dios, y, entonces, verás que tu vida se hace grande e iluminada,  sino llena de infinitas sorpresas, pues la bondad infinita de Dios no se agota nunca. Sólo el hombre que se confía totalmente a Dios encuentra la verdadera libertad, la grandeza creativa de la libertad para el bien. El hombre que se orienta hacia Dios no se hace más pequeño, sino más grande, pues gracias a Dios, grande y poderoso, y junto a El crece, se hace divino,se convierte verdaderamente en si mismo”.

Disponibilidad total a la voluntad de Dios, que quiere siempre lo mejor para nosotros.

Si miramos al mundo que nos rodea, a los que no tienen fe,  podemos ver que al independizarse de Dios,  se cae en la esclavitud, que el mal envenena siempre, no eleva al hombre, sino que lo rebaja y lo humilla, no le hace más grande , más puro , sino que le perjudica y le hace ser más pequeño.

La respuesta de la Virgen fué absoluta :”Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.- Aprendemos de ella su testimonio de disponibilidad total, de entrega, de abandono pleno a la voluntad de Dios. Mujer de fe, de silencio y de escucha.

viernes, 14 de diciembre de 2012



                              ¿ QUÉ ESTO, MI SEÑOR Y MI DIOS?

Santa Teresa en el capítulo 35 de Camino dirige una oración al Padre eterno, por Jesucristo su Hijo, en pro de la Iglesia.Interrumpe la narración y asocia a los lectores para dirigirse con ellos a Dios en alabanza, impetración y propiciación por los pecados cometidos.

Por otra parte, Teresa concibe la oración y su fe en la Eucaristía no como momentos puntuales desconectados de lla vida y de lo cotidiano. De ahí su preocupación por hacer posible la oración continua y por prolongar la Eucaristía en la vida. Que ambas impregnen la vida y la vayan modelando. Que nos eduquen a “acompañar y seguir a Cristo en los trabajos” y “a querernos estar con El”. La escuchamos:

Acordaos que hay pocas almas que le acompañen y le sigan en los trabajos; pasemos por el Señor algo, que su Majestad os lo pagará. Y acordaos también qué de personas habrá que no sólo quieran no estar con él, sino que con descomedimiento le echen de sí; pues algo hemos de pasar para que entienda le tenemos deseo de ver. Y pues todo lo sufre y sufrirá por hallar sola un alma que le reciba y tenga en sí con amor, sea ésta la vuestra.

Pues, Padre santo que estás en los cielos, ya que lo quereis y lo aceptáis y claro está no habíais de negar cosa que  tan bien nos está a nosotros, alguien ha de haber que hable por vuestro Hijo, pues él nunca tornó de sí. Seamos nosotras, hijas, aunque es atrevimiento, siendo las que somos; mas confiadas en que nos manda el Señor que pidamos, en nombre del buen Jesús, supliquemos a su Majestad… que quiera su piedad y se sirva de poner remedio para que no sea tan maltratado, y que pues su santo Hijo puso tan buen medio para que en sacrificio le podamos ofrecer muchas veces, que valga tan precioso don para que no vaya adelante tan grandísimo mal y desacatos como se hacen en los lugares adonde estaba este Santísimo Sacramento entre estos luteranos,  deshechas las iglesias, perdidos tantos sacerdotes, quitados los sacramnentos.

Pues, ¿qué es esto, mi Señor y mi Dios? O dad fin al mundo, o poned remedio en tan gravísimos males, que no hay corazón que lo sufra (CP 35,   1-4).

miércoles, 12 de diciembre de 2012




                                   DOMINGO III DE ADVIENTO C.- 16 diciembre 2012

                                        ESTAD SIEMPRE ALEGRES EN EL SEÑOR

En este tercer domingo de Adviento el Señor ,desde las primeras palabras de la primera lectura, el Señor nos invita a cambiar la tristeza en gozo, el desierto de nuestro corazón en un jardín de virtudes. Lo expresa con imágenes simbólicas tomadas de la naturaleza, para situarnos ante las fiestas jubilosas de la Navidad :” El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo  y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría”. Y en el mismo texto añade : “Sed fuertes, no temáis...Mirad a vuestro Dios”. Si somos constantes en pensar en Dios, en mirarle con los ojos de la fe, en rezar, en darle gracias en cualquier ocasión, experimentaremos el gozo interior, alegría y paz, incluso en medio de las adversidades y contradicciones..

 

¿Será posible estar siempre alegres, de verdad ? ¿Puede estar alegre el enfermo, el que pierde a un ser querido, el que es calumniado, el que padece injusticias, el que envejece ?-Desde la experiencia cristiana, la respuesta no ofrece ninguna duda: “Siempre es posible estar alegres , si uno confía en el Señor”. Ahí está el secreto, la fuente de la verdadera y permanente alegría. Vivir referidos a Dios, en comunión con él, bajo su mirada,  es vivir en la alegría.”La mirada de Dios viste de alegría al mundo y todo viviente, que cree en El”.  Vivir cerrados a Dios, alejados de El, es quedar presos de la tristeza, y del desánimo.

 

La sagrada Escritura está llena de estas consideraciones para vivir la alegría cristiana : “El Señor tu Dios, en medio de tí, es un guerrero que salva. El se goza y se complace en tí, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta”. El profeta Isaias, en medio de tantas persecuciones contra él, exclamaba :” Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios”. La Virgen María en su precioso cántico del M;agníficat exclama: “ Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su exclaba y ha hecho obras grandes por mí”.

 

Vivimos nuestra fe en medio de frecuentes contradicciones y dificultades, en medio de tanta miseria humana y tantos sufrimientos. También sentimos la tentación de buscar la alegría en el placer, en el dinero, en el confort, en la seguridad material...Pero ahí no se encuentra la verdadera alegría, sino tantas veces la aflicción, el tedio, la desilusión , la angustia e incluso la desesperación.- En cualquier situación, nada ni nadie nos puede impedir esperar la alegría, si ponemos nuestra confianza en el Señor. Tenemos que descubrirla en múltiples ocasiones que Dios nos pone en el camino: la alegría de la existencia y de la vida; la alegría de la amistad; la alegría tranquilizadora de la naturaleza; la alegría del trabajo bien hecho; la alegría del deber cumplido, del sacrificio por los demás... Pero sobre todo la alegría de nuestra fe en el amor misericordioso de Dios, la alegría de sentirnos hijos de Dios, la de vivir con Dios y para Dios.- Por eso podemos decir con toda verdad :” Mi fuerza y mi poder es el Señor”.”Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”-. Se alegra el alma poseida por el espíritu que procede del Padre, comunicado por la gracia a todo aquel que la invoca y se muestra disponible a su acción íntima. Es el espíritu el que suscita en el corazón humano una plegaria filial impregnada de acción de gracias, que brota de lo íntimo del alma, en la oración y se expresa en la alabanza...”Manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca”.

 

lunes, 10 de diciembre de 2012


                    OS PIDO LE SUPLIQUEIS NO SE VAYA DE CON VOS

Santa Teresa nos enseña que el Señor está presente en la Eucaristía para revelarse a nosotros. Y tiene muchas formas de manifestarse al que comulga. Y culminando la posibilidad de mutua comunicación, Teresa percibe la invitación del Señor a “tratar” y “negociar” con Él.

Nos ha dicho también la Santa que en el Sacramento, el Señor de la Majestad está “tratable”. Disponible para “ conservar con El sin tantos miramientos”, como trataría el siervo con el rey disfrazado, ateniéndose a la lógica del disfraz.Ya sabemos la trascendencia que tiene para santa Teresa el término “tratar”, pues lo emplea como típico exponente de la oración personal como “ tratar  de  amistad están tratando con quien sabemos nos ama”. La escuchamos:

A los que se han de aprovechar de su presencia, él se les descubre; que, aunque no le vean con los ojos corporales, muchos modos tiene de mostrarse al alma por grandes sentimientos interiores y por diferentes vías. Estaos vos con él de buena gana; no perdáis tan buena razón de negociar como es la hora, después de haber comulgado.

Pues si luego lleváis el pensamiento a otra cosa y no hacéis caso ni tenéis cuenta con que está dentro de vos ¿cómo se os ha de dar a conocer? Éste, pues, es buen tiempo para que os enseñe nuestro Maestro, y que le oigamos y besemos los pies porque nos quiso enseñar, y le supliquéis no se vaya de con vos.

Mas, acabando de recibir al Señor, pues tenéis la misma persona delante, procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma, y miraros al corazón; que yo os digo que no viene tan disfrazado, que, como he dicho, de muchas maneras no se dé a conocer conforme al deseo que tenemos de verle, y tanto lo podéis desear, que se os descubra del todo (CP 34, 10-12).

viernes, 7 de diciembre de 2012





                  LA FE LE DECÍA QUE ESTABA BIEN ALLÍ

Santa Teresa profesa una fe absoluta en la presencia de Cristo en el pan y el vino consagrados por el sacerdote en la santa Misa. Tenía la misma certeza que si lo viera con los ojos de la cara. Y Cristo se hace presente para entrar en comunión directa y personal con el creyente.

Cristo está ahí para que nos lleguemos a El. Para invitarle a entrar “dentro de mí”. En segundo lugar, está ahí, no sólo para comunicar sus grandezas, sino para comunicarse Él de persona a persona. La clave y el parámetro de esa comunicación entre las personas se halla en el grado de fe y amor con que se le recibe, y el deseo de poseerle: “no viene tan disfrazado, que…de muchas maneras no se dé a conocer conforme al deseo que tenemos de verle; y tanto lo podéis desear, que  se os descubra del todo”. La escuchamos. Teresa dice:

Que cuando comulgaba, ni más ni menos que si le viera con los ojos corporales entrar en su posada el Señor, y procuraba esforzar la fe, para que ( como creía verdaderamente entraba este Señor en su pobre posada) desocupábase de todas las cosas exteriores cuando le era posible y entrábase con él. Procuraba recoger los sentidos para que todos entendiesen tan gran bien; digo, no embarazasen al alma para conocerle.

Considerábase a sus pies y lloraba con la Magdalena, ni más ni menos que si con los ojos corporales le viera en casa del fariseo, y aunque no sintiese devoción, la fe le decía que estaba bien allí.

Esto pasa ahora y es entera verdad, y no hay para qué irle a buscar en otra parte más lejos; sino que, pues sabemos que mientras no consume el calor natural los accidentes de pan, que está con nosotros el buen Jesús, que nos lleguemos a él. Pues si, cuando andaba en el mundo, de sólo tocar sus ropas sanaba los enfermos, ¿qué hay que dudar que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos fe, y nos dará lo que le pidiéremos pues está  en nuestra casa? Y no suele su Majestad pagar mal la posada si le hacen buen hospedaje (CP 34, 7-8).

jueves, 6 de diciembre de 2012


 DOMINGO II DE ADVIENTO,C-. Dia 9 dic. 2012

En este segundo domingo de Adviento,las lecturas nos invitan a reflexionar en dos frases, dichas por el Señor a cada uno de nosotros: la primera,” Preparad los caminos del Señor”. La segunta,”Que vuestra comunidad de amor siga creciendo más y más”.

1ª) “Preparad los caminos del Señor”. Visto este tiempo de Adviento como un camino que nos lleva al encuentro con Dios hecho hombre, nuestro Salvador, en la Navidad, preparemos ese camino.- Necesitamos prepararlo con frutos de conversión, que no son otros que los de la misericordia, la caridad, el servicio a los demás, el perdón.- Nuestra mirada y nuestro pensamiento se centran en Jesucristo, Redentor del mundo, Mediador único entre Dios y los hombres, verdadero Dios y verdadero hombre, principio y fin. El es nuestra esperanza y el nuevo comienzo de todo. En El está el cumplimiento del anhelo presente del hombre y de toda la humanidad...Percibimos como si una voz nueva gritara en el desierto de nuestro mundo, que camina en la historia por senderos tortuosos que nos llevan a precipicios de guerras,hambre, dolor y lágrimas por todas partes:” Preparad el camino del Señor”.- Convertios a El, volved hacia El. Dejad que El entre en vuestras vidas, en vuestro corazón, en vuestros pensamientos. Dadle alojamiento en vosotros, en lo íntimo de vuestra conciencia, y entrará la salvación, la alegría, el gozo, el amor, la misericordia y la paz.-

Quien cree está unido a Dios, está abierto a su gracia, a la fuerza de la caridad. La fe es encuentro con Dios que habla y actúa en la historia y que convierte nuestra vida diaria (según nos ha recordado Benedicto XVI hace unos días). Transformando nuestra mentalidad, nuestros juicios de valor y nuestras opciones y acciones concretas.. Muchos tienen hoy una concepción limitada de la fe cristiana porque la identifican con un mero sistema de creencias y de valores, más que con la verdad de un Dios que se reveló en la historia deseoso de comunicarse con el hombre cara a cara, en una relación de amor con él. En la realidad, en la base de toda doctrina o valor está el acontecimiento del encuentro entre el hombre y Dios en Cristo Jesús, que es el mensaje de la Navidad.

2º punto de meditación en este domingo:” Que vuestra comunidad de amor siga creciendo más y más”. No nos pide el señor simplemente que practiquemos la comprensión y el amor mutuo, sino que crezcamos en la compresión y en amor. Creced, ¿cómo? En intensidad y en sensibilidad; en la confianza y en el poder de Dios; en no desalentarnos ante las dificultades; en apetecer con gozo la salvación que nos ofrece el Dueño y Señor de nuestras vidas, Jesucristo nuestro Redentor.
Mantener el entusiasmo para que a  nuestro alrededor haya más amor, más alegría, más bondad, más solidaridad, más acogida a los que sufren. Siempre más de todo lo bueno. Esto es vivir con esperanza y creyendo en Cristo, que viene a salvarnos.


lunes, 3 de diciembre de 2012



MANJAR Y GRAN MEDICINA AÚN PARA LOS MALES CORPORALES

Santa Teresa nos hace una confesión personal: lo que ha significado el pan eucarístico para la salud de su alma y de su cuerpo. Nos asegura con total certeza que para ella el pan de la Eucaristía ha sido mantenimiento e incluso medicina para el cuerpo.

También testifica su fe incondicional y total  con que ella vivía el encuentro personal con el Señor cada vez que comulgaba, “ni más ni menos que si viera con los ojos corporales entrar en su posada el Señor”. La escuchamos:

¿Pensais que no es mantenimiento aun para estos cuerpos este santísimo manjar y gran medicina aun para los males corporales? Yo sé que lo es, y conozco una persona de grandes enfermedades ( ella misma) que estando muchas veces con grandes dolores, como con la mano se le quitaban y quedaba buena del todo. Esto muy ordinario, y de males muy conocidos que no podían fingir, a mi parecer.

Y porque de las maravillas que hace este este santísimo pan en los que dignamente le reciben son muy nororias, no digo muchas que pudiera decir de esta persona que he dicho, que no podía yo saber y sé que no es mentira. Mas a ésta le había el Señor dado tan viva fe, que cuando oía a algunas personas decir que quisieran ser en el tiempo que andaba Cristo nuestro Bien en el mundo, se reía entre sí, paraciéndole que, teniéndole tan verdaderamente en el Santísimo Sacramento como entonces, que ¿qué más se les daba? CP 34. 6).

viernes, 30 de noviembre de 2012






EL ALMA HALLARÁ EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO SABOR Y CONSOLACIÓN

Santa  Teresa dedica este capítulo 34 de su libro Camino de Perfección a motivarnos en la piedad y vivencia del Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Estamos ante una de las páginas más hermosas y densas del libro. Santa Teresa no puede ocultar que está loca por la Eucaristía.

Por eso enseguida va a evocar sus experiencias eucarísticas recientes y estremecedoras. Se siente en la necesidad de testimoniar expresamente su fe viva en la presencia de Jesús en este Sacramento, su felicidad por tener en él a su Señor en persona, no menos feliz que si  hubiera caminado y vivido a su lado por tierras de Galilea.

En presencia de la Eucaristía, nos enseña a interiorizar nuestra oración para simplificar e intensificar su relación con Dios y con Cristo. Suma y realista invitación a entrar dentro de sí con el Señor que entra dentro de nosotros al comulgar. La escuchamos:

Cristo no se queda para otra cosa con nosotros, sino para ayudarnos y animarnos y sustentarnos a hacer esta voluntad (divina) que hemos dicho se cumpla en nosotros. Que, pues su  Majestad ya nos le dio a su Hijo y envió al. mundo por sola su voluntad, él quiere ahora por la suya propia no desampararnos, sino estarse aquí con nosotros para más gloria de sus amigos.

Al habernos dado este pan sacratísimo para siempre,  su Majestad nos le dio este mantenimiento y maná de la humanidad; que le hallamos como queremos y que, si no es por nuestra culpa, no moriremos de hambre; que de todas cuantas maneras quisiere comer el alma, hallará en el Santísimo Sacramento sabor y consolación. No hay necesidad ni trabajo ni persecución que no sea fácil de pasar, si comenzamos a gustar de los suyos ( CP 34, 1-2).

miércoles, 28 de noviembre de 2012



                                DOMINGOS C.-  ADVIENTO I. Dia 2 diciembre

Con este domingo primero de Adviento, la iglesia nos invita a  prepararnos para la Navidad. La Navidad en la que celebraremos un año más el acontecimiento central de la historia de la humanidad:  el nacimiento del Hijo de Dios en Belén, nuestro Señor Jesucristo, nuestro salvador.- Jesucristo no es cosa del pasado: siempre es alguien presente y alguien futuro. Está con nosotros, pero siempre viene a nuestro encuentro. Camina a nuestro lado, pero es inalcanzable. Jesucristo siempre es mucho más, por eso nos cautiva y nos atrae. Por eso en el tiempo de Adviento estamos invitados a renovar la ilusión mirando al futuro, a superarnos, a saber esperar y a avivar el deseo. Y a repetir insitentemente la oración del Adviente: “Ven, Señor Jesús”.  La salvación nos viene de Dios. Con ese deseo caminamos hacia la Navidad, porque en ella  esperamos de nuevo encontrarnos con nuestro Dios y salvador.-
 Para ese encuentro, tenemos que preparar nuestra morada interior, limpiarla de pecados e impurezas, quitar estorbos, adorlarla y perfumarla con flores de virtudes y aromas del Espíritu. Virtudes como la esperanza, el amor, la fortaleza, la humildad, la vigilancia, limpieza espiritual.
Adviento significa “venida”y espera. Es muy importante en nuestras vidas esperar en Dios, en alguien que viene a salvarnos, alguien que no es uno cualquiera,es el Enmanuel, el Dios con nosotros. Alguien que nos ofrece luz y sentido para nuestra existencia.- 
 Lo peor que puede ocurrirnos es vivir como insensibles al bien, como ciegos, embotados, sin ilusiones ni esperanzas. El Señor nos previene en el Evangelio : “Velad.¡ Vigilad!”. No vivamos dormidos en la rutina.No se os embote la mente con el vicio,  y los agobios de la vida, y os hagais insensibles a la verdad”.. Estad siempre despiertos, vigilantes..” El Adviento es anhelar: no podemos conformarnos con la rutina y lamediocridad. Nuestra capacidad es grande, ilimitada.. Adviento es esperar: esperar es trabajar para que nuestros deseos se realicen. Esperar es poner en movimiento todas las capacidades personales al futuro. Y  porque la felicidad que deseamos y esperamos sobrepasa nuestras fuerzas, por eso necesitamos orar, suplicar a Dios: Ven Señor, venga a nosotros tu reino, Señor. ..Sólo Dios tiene palabras de vida eterna.  Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida Lo dijo claramente:” Yo soy el camino, la verdad  y la vida”.
 Caminamos al encuentro con Dios, a la unión de amor con Dios. Y cómo se verifica esta su llegada a nosotros y éste nuestro recibimiento : mediante la fe.- Señor, en este tiempo de adviento, auméntanos la fe. ..- Esta adhesión vital al Dios encarnado en Jesucristo, que llamamos fe, tiene grados: puede ser una fe inerte y pasiva, puede ser dudosa, puede estar fatigada, o casi muerta...Danos, Señor, una fe viva, personal, auténtica, eficaz, plena. El encuentro con Cristo se realiza en un “sí” a su palabra, a su evangelio, a sus mandamientos, a su persona, aceptándole como Maestro,, como salvador, tal y como él mismo se ha definido, y como nosotros en la Navidad queremos reconocerlo y en cierta medida experimentarlo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”
Escuchemos de nuevo lo que nos dice el Apostol San Pablo : “ Que el Señor os fortalezca interiormente, para que cuando el Señor vuelva os presenteis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre. Proceded para agradar a Dios.Pensad en la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por El habeis sido enriquecidos en todo : en el hablar y en el saber...Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor Nuestro.¡ Y él es fiel ! “- A cuantos lo aceptan , lo reciben , los asocia a sí mismo, los da el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Como nos recuerda la primera lectura: Dios es nuestro Padre; nosotros somos como la arcilla en manos del alfarero. El es el alfarero; y si nos ponemos en sus manos y nos dejamos moldear por El, seremos obra perfecta salida de sus manos. Si prescindimos de El, seremos unos cacharros rotos e inútiles

domingo, 25 de noviembre de 2012







                         DANOS ESTE  PAN CADA DÍA Y HOY

Santa Teresa se admira de que le hagamos a Dios esta petición del Pannuestro por duplicado.  Y la pone en boca de Jesucristo dirigiéndose a Dios Padre. La Santa  nos da una sabia explicación:

He mirado yo cómo en esta petición sola duplica las palabras, porque dice primero y pide que le deis este pan cada día y torna a decir “dádnoslo hoy, Señor”. Pone también delante a su Padre, es como decirle que ya una vez nos le dio para que muriese por nosotros, que ya nuestro es, que no nos le torne a quitar hasta que se acabe el mundo, que le deje servir cada día. 

Esto os enternezca el corazón, hijas mías, para amar a vuestro Esposo; que no hay esclavo que de buena gana diga que lo es, y que el buen Jesús parece se honra de ello.¡ Oh Padre eterno, que mucho merece esta humildad! ¿ Con qué tesoro compramos a vuestro Hijo? Venderle, ya sabemos que por treinta dineros; mas para comprarle, no hay precio que baste. Como se hace aquí una cosa con nosotros por la parte que tiene de nuestra naturaleza, y como Señor de su voluntad lo acuerda con su Padre, que, pues es suya, que nos la puede dar; y así dice: “pan nuestro”. No hace diferencia de él a nosotros; mas hacémosla nosotros de él; porque juntando nuestra oración con la suya, tendrá mérito delante de Dios para alcanzar lo que pidiere (CP. 33, 4-5).