domingo, 30 de enero de 2011

TERESA, COMO CRUCIFICADA ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA



Teresa busca unirse a la existencia de Jesucristo, tambien en la cruz. La cruz, como experiencia existencial, de amor total, conjugando amor y dolor , siguiendo las huellas del Crucificado. Teresa es radical en sus decisiones como cristiana, porque sabe que Jesús llama al hombre a que le siga, a que tome su cruz y a que venza, crucificada, a si misma y al mundo.


Teresa se ve crucificada de una forma muy expresiva: porque ni está en el cielo ni está en la tierra Eso es la cruz. Pero cruz es tambien la noticia de Dios, porque experimenta lo indefinido . Dios está por encima del entendimiento humano y ella recibe de Dios " una noticia admirable". Entiende que no entiende. Goza y pena . Transita por la muerte, y experimenta un contento tan grande en el padecer dolores de muerte, que nunca jamás ha experimentado nada tan sabroso. Lo que ella define un "recio martirio sabroso". Así es el lenguaje de los místicos.La vida nace de la muerte.La escuchamos:


Me acordaba de lo que dice san Pablo, que estaba crucificado al mundo. Me parece que está así el alma, que ni del cielo le viene consuelo ni está en él, ni de la tierra le quiere ni está en ella, sino como crucificada entre el cielo y la tierra, padeciendo sin venir socorro de ningún cabo.


Porque el que le viene del Cielo ( que es ,como he dicho, una noticia de Dios tan admirable, muy sobre todo lo que podemos desear), es para más tormento porque acrecienta el deseo de manera que - a mi parecer. la gran pena algunas veces quita el sentido, sino que dura poco sin él. Parecen unos tránsitos de la muerte, salvo que trae consigo un tan gran contento este padecer, que no sé yo a qué lo comparar.


Ello es un recio martirio sabroso, pues todo lo que se le puede representar de la tierra al alma, aunque sea lo que suele ser mas sabroso, no admite ninguna cosa, y enseguida lo lanza de sí. Bien entiende que no quiere sino a su Dios. Pero no ama ninguna cosa particular de El, sino todo junto le quiere y no sabe lo que quiere.


Todo se me olvida con aquella ansia de ver a Dios, y aquel desierto y soledad le parece mejor que toda la compañía del mundo.


Amigos y hermanos, Teresa nos invita a acercarnos a Dios, a adorarlo y a glorificarlo. Con un cordial saludo. Nicolás González

viernes, 28 de enero de 2011

BIENAVENTURADOS,PORQUE DIOS NOS AMA.Domingo 30 enero





Ciclo A . IV Domingo del tiempo Ordinario
Las bienaventuranzas son el programa que mejor resume el mensaje de Jesucristo. Un programa nuevo, radicalmente distinto del que ofrecían en su tiempo los letrados escribas y fariseos, que fundaban la bienaventuranza del hombre en el mero cumplimiento externo de la ley. El programa que propone Jesucristo para que un hombre alcance su felicidad, es distinto; se basa no en el formalismo de la ley, sino en verse amado por Dios, en la pureza de conciencia, en la paz interior, en la defensa de la justicia, en la sencillez y en la humildad, en la verdad.
La fascinación que este mensaje de las bienaventuranzas ha ejercido y sigue ejerciendo sobre los que buscan ser profundamente felices, es tal que estas ocho bienaventuranzas son consideradas como esas supremas palabras que tienen fuerza y actualidad siempre.-


Se agrupan de cuatro en cuatro. Cuatro se refieren a los que sufren carencias : los pobres,los tristes, los hambrientos y los perseguidos. Y cuatro alaban determinadas actitudes, que garantizan el acceso al Reino de Dios y a sus bienes: los mansos, los misericordiosos, los de corazón abierto, puro y sencillo, y los que buscan la paz.
El Evangelio recoge unas precisiones que dan el verdadero sentido de las bienaventuranzas : no es bienaventurado el que carece de bienes materiales, por el mero hecho de ser pobre, sino el pobre de espíritu, es decir, aquel que estima la posesión de Dios como su mejor riqueza.- Tampoco se llama bienaventurado al que pasa hambre y sed material, sino al que tiene hambre y sed de justicia.
Este programa contenido en las bienaventuranzas está en radical oposición a toda teoría y praxis humanas que traten de realizar un orden terreno mediante esfuerzos meramente racionalistas, es decir, si no se basan en los mandamientos de Dios, sino se concede a Dios el derecho de crear y fundar la paz entre los hombres, que El basa en la justicia y el perdón.-La paz que se busca por la fuerza de las armas, nunca se consigue. La misericordia que practican los escribas y fariseos para ser ensalzados sobre los demás, tampoco es válida. Para eliminar la pobreza, las lágrimas, la injusticia, la violencia no sirve cualquier método. Jesucristo proclama que la construcción de un mundo en paz y con bienes para todos sólo en posible mediante el respeto a la dignidad humana, desde la fraternidad y el amor, inspirado en el amor de generosidad y solidaridad, del que es el máximo exponente Jesucristo.- Los carteles de los hombres dicen otra cosa muy diferente: “Bienaventurados los ricos”, los poderosos, los que pueden comprarse todo lo que les apetece; dichosos los que siempre triunfan,a costa de lo que sea ; los que son aplaudidos..Pero no es más feliz el que mucho tiene, sino el que menos desea.
Es en las bienaventuranzas evangélicas donde destaca la inmensa distancia y oposición que existe entre la sabiduría de los hombres y la sabiduría de Dios.- No se trata tampoco de que quienes ahora están tristes,en la tierra, habrán de reir en un futuro ulterior tras su muerte, ni de que los ahora hambrientos, habrán de ser saciados después...La participación en las bienaventuras es real también en esta vida, aún en medio de las persecuciones y carencias. El mismo Jesucristo fué bienaventurado, identificándose con los pobres, los hambrientos, los que lloran y los perseguidos. El encuentra su felicidad estando expresamente con los más pequeños, cuya carga de pobreza, de hambre, de opresión y lágrimas toma sobre sus hombros, para aliviarlos... Y por eso podrá decir con toda verdad a sus discípulos que le sigan por ese mismo camino. Y por eso añade: “Lo que hagais al más pequeño, a mí me lo haceis”. “Quien acoge a un niño en mi nombre, me acoge a mí”. “Quien a vosotros persigue, me persigue a mí”.”Dichosos vosotros, cuando os insulten y persigan por mi nombre..”.- Detrás de cada persona, por muy miserable que sea, está Dios, para aceptar y premiar lo que por él se haga. Para clamar que la pobreza, y el hambre y la opresión tienen que ser abolidas.Que puede ser feliz quien voluntariamente acepta cumplir las bienaventuranzas, proclamadas por Jesucristo, nuestro Maestro .

martes, 25 de enero de 2011

TERESA, COMO PÁJARO SOLITARIO EN EL TEJADO



Pie de un caliz, en plata dorada, con esmaltes
siglo XIII

La imagen es suya. EsCursiva un dato, que nos revela cómo Teresa es una mujer tan humana, que le pasa de todo. La Teresa en éxtasis como la escupió Bernini, en marmol blanco, acosada por el Angel del dardo, inflamada en amor grande Dios, es también una mujer que masca la soledad, y el abandono, que se ve sencillamente " como pájaro solitario en el tejado".

En el capítulo 20 del Libro de la Vida, pasa de situaciones en que está sumergida en una absorción tal de regalos y gustos celestiales, que se ve como envuelta en una nube de felicidad comparable a estar en el cielo: "Coge el Señor el alma, a manera que las nubes cogen los vapores de la tierra, y levántala toda ella ,- lo he oido así esto, de que cogen las nubes los vapores o el sol-, y sube la nube al cielo, y la lleva consigo, y comienza a mostrarla cosas del reino que le tiene aparejado".

Mas adelante, a la misma Teresa le parece que está lejísimo Dios, ...y crece el deseo y el extremo de soledad, en que se ve con una pena tan delgada y penetrativa que, aunque el alma se estaba puesta en aquel desierto. que, al pie de la letra, me parece se puede entonces decir lo que por ventura dijo el Profeta, estando en la misma soledad, "estoy desvelado,como pájaro solitario en el tejado". Y así se me representa este verso entonces, que me parece lo veo yo en mí, y me consuela ver que han sentido otras personas tan gran extremo de soledad. Así parece que está el alma, no en sí, sino en el tejado o techo de sí misma (V.20, 2 y 10).

Amigos del BLOG, cuando nos veamos en situaciones parecidas, reaccionemos como lo hacía nuestra Santa: con mucha paz y sosiego, "venga lo que viniere, y dejarse en las manos de Dios, e ir a donde nos llevare". Con un cordial saludo, Nicolás González.

domingo, 23 de enero de 2011

DIOS NO SE ACUERDA DE NUESTRA INGRATITUD


Nos sorprende leer en el Evangelio que Jesucristo sienta más alegría al encontrar un pecador que a noventa y nueve justos, poniéndonos el ejemplo del pastor, que deja las noventa y nueve y va en busca de una, que se le había perdido.Tal es la condescendencia de Dios, que siente más alegría por la conversión del pecador que había buscado que por los noventa y nueve justos que no tuvo que buscar.


Ese es el Dios en el que nosotros creemos. Dios en Jesucristo es un Dios que tiene sentimientos como un hombre, que se alegra, que espera, que sale al encuentro. Nuestro Dios tiene corazón, y está ahí como amante, con todas las extravagancias de un amante, que busca, espera y perdona siempre.


En santa Teresa su experiencia de Dios es esa. Asegura que nosotros nos cansamos antes de ofender a Dios que El de perdonarnos. Por si misma fue descubriendo que el demonio la tentaba a dejar la oración, poniénla el pretexto de que era una pecadora, y por ser tal, Dios no la iba a escuchar en la oración. Que no perdiera más tiempo haciendo oración. Que ofendiendo a Dios, y siéndole infiel a sus gracias, sería una vanidosa y una presumida querer disimular sus faltas haciendo oración. Que eso era propio de almas justas, buenas y santas.

Teresa tardó en caer en la cuenta de que esto era una falsa humildad. ¿Cúándo cayó en la cuenta de su error? Cuando tuvo conciencia de que Dios la seguía regalando con su amor en porfía con ella: cuanto más ruín y pecadora se veía, más buscada por Jesucristo, su Amante. La esuchamos:


¡Qué humildad tan soberbia inventaba inventaba en mí el demonio, apartarme de estar arrimada a la columna y báculo, que me ha de sustentar para no dar tan gran caida! Ahora me santiguo , y no me parece que he pasado peligro tan peligroso como esta invención que el demonio me enseñaba por via de humildad...Quw mw bastaba con rezar lo que debía como todas.


Miren esto, por amor de Dios, todos los que tratan oración. Sepan que el tiempo que yo estuve sin ella, era mucho más perdida mi vida..., me venía en mi un desasosiego grande, Y ,¿cómo había de sosegar mi alma? Para tornar a la oración, esperaba estar muy limpia de pecad0-¡Oh, qué mal encaminada iba con esta esperanza! Esto fue lo que a mí me destryó. Cuando uno cayere, mire, mire, por amor de Dios, no la engañe en que deje la oración, como hacía a mí con humildad falsa.


Fie de la bondad de Dios, que es mayor que todos los males que podemos hacer: no se acuerda de nuestra ingratitud cuando nosotros, conociéndonos, queremos tornar a su amistad, ni de las mercedes que nos ha hecho para castigarnos por ellas. Mas bien, antes ayudan a perdonarnos más presto, como a gente que ya era de su casa y ha comido, como dicen, de su pan (V.20,10-17).


Volvamos a la parábola de la oveja perdida. Jesucristo nos busca a cada uno en particular, con cariño, "como a gente que ya era de su casa y ha comido de su pan" Sí. Aunque parezca absurdo que el Dios omnipotente se ocupe de un diminuto grano de arena,que es cada hombre, visto como un diminuto punto en unas coordenas cósmicas, así es, porque Dios es Dios. Teresa experimentó que para Dios nada es demasiado pequeño. Para Dios, el corazón de un hombre capaz de amar, es mucho mayor que todas las galaxias juntas.


Adios, amigos.Hasta pronto. Nicolás González

viernes, 21 de enero de 2011

CONVERTIOS Y CREED EN EL EVANGELIO.DOMINGO 23 enero


En el Evangelio de este domingo, escuchamos lo que Jesucristo predicaba en Galilea: “El reino de Dios está cerca; convertios y creed esta Buena Noticia”. Y luego dijo a algunos hombres que eran pescadores :”Venid conmigo y seguidme”. La palabra de Jesús tuvo efecto poaitivo en personas como Simón, Andrés, Santiago y Juan que se pusieron a su disposición total.



También a nosotros nos dirige Jesucristo el mismo mensaje, la misma buena noticia:Convertios...,seguidme, porque está cerca el reino de los cielos.



En su predicación Jesucristo demostró tener una autoridad especial : deslumbraba por la autoridad con que predica y por la eficacia de su palabra. A la llamada de Dios, siempre benefactora, no cabe otra respuesta que la aceptación y el consentimiento, porque Dios nos ama y no puede querer nada más que lo mejor para cada uno de nosotros. Su palabra, si la acogemos como una semilla en el alma, se convertirá en fuente de paz, de gozo, de consuelo, porque nos enseña la verdad y los valores de la vida.




Ante el mensaje de Jesucristo no cabe la indiferencia, porque ante El nos jugamos el sentido de nuestra vida y nuestro destino. Jesucristo nos proporciona un contenido vivencial, una dirección y una unidad interior, que sólo El puede darnos.No es su palabra una de tantas que se oyen sin ningún contenido ni ninguna trascendencia para nosotros. Su palabra es la verdad en la que necesitamos apoyarnos, para estar fundados en sólido fundamento, para poder vivir en gozo y en paz.- La sociedad necesita de unos mínimos morales, sin los cuales los hombres se destruirían, como vemos que ha ocurrido en tantas partes y sigue ocurriendo en nuestro tiempo. Así lo entendieron sus discípulos; y por eso aceptaron su mensaje, creyeron en él y empezaron a obrar en conformidad con lo que él les decía y obraba. Y después se convirtieron ellos mismos en sus mensajeros y testigos fuera de Galilea, recorriendo los caminos del mundo hasta donde pudieron llegar. La palabra de Jesucristo ha ido impregnando la cultura de los pueblos, desde oriente hasta occidente, porque es una palabra que interesa a los hombres, y de la que depende la salvación de los hombres y la paz de las naciones.

Como luz de la verdad en medio de las tinieblas del error, no cede ante las condiciones adversas. Ante sus enemigos, que lo odian y tratan de ocultarle y marginarle, Jesucristo resiste proyectando el perdón, la comprensión, la luz de su amor, hacer el bien a todos por igual, incluso a sus enemigos.

Aprendamos del evangelio la palabra que Dios nos dirige, convertios, perdonaos los unos a los otros, amaos mutuamente...Resistid al mal, que encontreis a vuestro alrededor; también a vosotros os debe estimular para ser mejores, para reaccionar más activamente, sin dejaros vencer por el desaliento. Repitamos la oración que hemos dicho en el salmo: “Señor, instrúyeme en tus sendas” Enséñame el camino de la salvación”. Levantemos los ojos hacia Dios , del que nos viene la salvación. Dios nos lleva a veces por caminos extraños; sin embargo, estamos seguros de que El nos ama, nos busca y sólo puede querer nuestra felicidad.

Con mi cordial saludo, Nicolás González

miércoles, 19 de enero de 2011

COMENZANDO LA SALVE, VI BAJAR LA MADRE DE DIOS Y PONERSE ALLÍ

Imagen de la Virgen de la Clemencia,de la que se habla en el texto-.
Coro alto. Monasterio de la Encarnación.Ávila

Hoy, 19 de enero, a las seis de la tarde, las Carmelitas de la Encarnación de Ávila recrean el acontecimiento que Santa Teresa describe como una aparición de la Santísima Virgen. ¡Así como suena! Lo mismo que en Loudes o en Fátima, también en Ávila la Santísima Virgen bajó del cielo y se apareció, nó a unos niños, ni a una joven, no en el campo, ni sobre una encina o en una cueva, sino a una monja , en el coro, mientras ella y la comunidad de carmelitas cantaban la Salve.

Esa monja era la priora,Teresa de Jesús, nuestra Santa. La Virgen no le pidió, como a los pastorcitos de F´tima, que lo divulgara, ni que hicieran una capilla e el lugar de la aparición. Por eso, esta aparición pasó desapercibida. Fue un regalo íntimo, personal, que Teresa guardó celosamente en su memoria, pero que años después escribió de su puño y letra, y lo describe así:

La víspera de san Sebastián, el primer año que vine a ser priora en la Encarnación, comenzando la Salve, vi en la silla prioral, a donde está Nuestra Señora, bajar, con gran multitud de ángeles, la Madre de Dios y ponerse allí. A mi parecer, no vi la imagen entonces, sino esta Señora que digo...Parecíame ,encima de las comas de las sillas y sobre los antepechos, ángeles, aunque no con forma corporal, que era visión intelectual. Estuvo así toda la Salve, y díjome: "Bien acertaste en ponerme aquí, yo estaré presente a las albanzas que se hicieren a mi Hijo, y se las presentaré".

Después de esto, quedeme yo en la oración que traigo de estar el alma con la Santísima Trinidad, y parecíame que la persona del Padre me llegaba a Sí, y me decía palabras muy agradables. Entre ellas, me dijo, mostrándome lo que me quería: Yo te dí a mi Hijo y al Espíritu Santo y a esta Virgen, ¿qué me puedes tú dar a Mí?

Amigos del BLOG, esta tarde os tendré presentes ante la misma imagen de la Virgen, mientras las actuales monjas carmelitas canten de nuevo la Salve, y pedi´r por vuestras intenciones y necesidades, para que todos crezcamos en el Amor a Dios y a nuestra santísima Madre. Nicolás González

lunes, 17 de enero de 2011

TERESA SIENTE CASI DESFALLECER CON UN DELEITE GRANDÍSIMO Y SUAVE




La felicidad que Teresa buscaba, como cualquier persona, la encontró en su vida terrena. Nosotros, pobres pecadores, esperamos adquirirla, por la misericordia de Dios, en el cielo. Lo asombroso de esta mujer es que se sintió plenamente feliz en determinados momentos de su estancia en la tierra. Dice con toda naturalidad, desde su virginidad y pudor, que ella es como una avecita a la que el mismo Dios,viéndola casada de volar de una parte a otra, la pone en el nido de su corazón para que descanse.¡Un ave, que tiene nido, eso es Teresa! La escuchamos:


Verdad es que, a los principios, casi siempre es después de larga oración mental, que de un grado en otro viene el Señor a tomar esta avecita y ponerla en el nido para que descanse. Como la ha visto volar mucho rato, procurando con el entendimiento y voluntad y con todas sus fuerzas buscar a Dios y contentarle, la quiere dar el premio aún en esta vida. ¡ Y qué gran premio, que basta un memento para quedar pagados todos los trabajos que en ella puede haber!

Por unos instantes, un memento, Teresa se ve como transfigurada, transparente. Es que el amor ha mezclado dos seres, Dios y ella, en una unidad sagrada. Teresa es feliz. Ha encontrado la felicidad en el amor de Dios. Sigamos viéndola desfallecer en el Amor:

Estando así el alma, buscando a Dios, siente con un deleite grandísimo y suave desfallecer toda con una manera de desmayo, que le va faltando el huelgo y todas las fuerzas corporales, de manera que, si no es con mucha pena, no puede aún menear las manos. Los ojos se le cierran, sin quererlos cerrar; o, si los tiene abiertos, no ve casi nada.Oye, mas no entiende lo que oye. Hablar, no atina a formar palabras.

Teresa fue tocada por el Amor, y le bastó para ser plenamente feliz. ¡El amor la suspendió en éxtasis!

Amigos del BLOG, Santa Teresa es testigo vivo de Dios Amor.¡ Dios nos ama!Con un cordial saludo. Nicolás González


viernes, 14 de enero de 2011

CORDERO DE DIOS, JESUCRISTO.Domingo 16 enero



Carnero, que Abraham sacrificó (Gn.22,1-13).

Custodia del Corpus de Ávila, Juan de Arfe. 1571


DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre para nuestra salvación, es designado por varios nombres en la Sagrada Escritura. Los textos de la Misa de ESTE DOMINGO hablan de Jesucristo como "siervo de Dios" y como "cordero de Dios". Reflexionemos en Jesucristo, nuestro Maestro y Señor, a través de estas imágenes.
1º como Siervo de Dios.- En la Sagrada Escritura se llama siervo de Dios a cualquiera que es su servidor, a cualquiera que colabora a realizar los planes de Dios: en este sentido, los profetas son llamados siervos de Dios, porque comunican a los hombres lo que Dios les manda.
Con toda razón Jesucristo es el gran servidor de Dios, porque realiza en la tierra el programa de redención de los hombres que Dios Padre le había encomendado.- Como buen servidor se caracteriza por su paciencia, por su humildad, por el ofrecimiento total de su vida en bien de los demás, por la obediencia o sometimiento total a los designios de Dios,a su voluntad.
Es a la vez servidor de los hombres : a pesar de ser el Señor y el Maestro, aparece en medio de sus discípulos “ como el que sirve” y va hasta el extremo de las exigencias del amor a los demás, que es aceptar la muerte de cruz, a que le lleva la voluntad de los hombres.- Así fué su vida: un humilde servicio a Dios, y un generoso servicio a los hombres.- Ese fué el ejemplo que nos dejó a nosotros indóciles y egoistas.-. Ejemplo actual para todos nosotros, que por ser cristianos, también tenemos una vocación de servidores, servidores de Dios y servidores de los hombres. Ejemplo para nosotros que tantas veces buscamos servirnos de los demás, o hacer que los demás nos sirvan a nosotros.
2º. A Jesucristo le llama Juan el Bautista y le llamamos nosotros en la Misa Cordero de Dios.
A Jesucristo se le identifica, en imagen, con un cordero. También este símbolo proviene de los libros del Antiguo Testamento. Al profeta, que se veía perseguido por sus enemigos, se le comparaba con un cordero, al que se lleva al matadero. Y esa misma imagen se aplicó a Jesucristo, que muriendo para expiar los pecados de los hombres, aparece así como si fuera un cordero mudo, que es llevado al matadero.










Esta imagen, además, se aplica a Jesucristo en virtud de aquel acontecimiento del pueblo hebreo, al que ,para liberarlo de la exclavitud de los egipcios, Dios ordenó un día que cada familia hebrea inmolara un cordero sin mancha, lo comieran al anochecer y marcaran con su sangre el dintel de las puertas. A la noche, vino un angel y fue casa por casa dando muerte a todos los primogénitos de los egipcios, pero respetó las casas marcadas de sangre, que eran las casas de los hebreos. Y se pudo decir que fueron redimidos gracias a la sangre del cordero, porque a partir de entonces fueron rescatados de la esclavitud de Egipto y pudieron ser un pueblo independiente y libre.-






A Jesucristo se le aplica este acontecimiento, por ser un hombre sin mancha, es decir, sin pecado, que rescata a los hombres al precio de su sangre. Porque con su sangre nos ha liberado del mal, del enemigo, a fin de que podamos formar un “nuevo reino”, la verdadera nación consagrada, un pueblo de su propiedad, que ofrezca a Dios un culto agradable.-






Este nombre de “cordero” referido a Cristo, evoca dos aspectos, que para nosotros son también dignos de imitar : la mansedumbre de su condición y la limpieza de vida.- La “mansedumbre de condición” evoca la paciencia, la firmeza sin provocaciones, la prudencia.- La mansedumbre de Jesucristo en el trato con los pecadores impertinentes, como la mujer adúltera, como la samaritana, como sus mismos apóstoles, nos revela que supo reprender sin pasión, castigar sin enojo, y fué aún en reprender un ejemplo de amor.- Mansedumbre en soportar el atrevimiento injurioso de los que le llevaron a la cruz, sus bofetadas, azotes, espinas, clavos y cruz.- Busca a los que huyen de él; abraza a los que le aborrecen, y a los que le afrentan y dan dolorosa muerte, con esa misma muerte los santifica y los lava con la misma sangre que enemigamente le sacan.- La medida de su mansedumbre es la da su amor sin medida. El que ama a otro, lo sufre mansamente. Y porque es sin medida el amor que Cristo nos tiene, por eso mismo la mansedumbre en él es también sin medida.-

Jesucristo es como un cordero sin mancha. Le caracteriza la pureza e inocencia de vida. Todo él es sencillez pura, rectitud sencilla, una mirada limpia, una bondad perfecta. Un cuerpo hecho para instrumento de todo bien, y un alma con natural habilidad para ser ejecutora de toda grandeza.-










Meditemos en estas imágenes que definen la forma de ser y de actuar de nuestro Maestro y Señor, para imitarle en beneficio personal y en bien de los demás. Con mi bendición en comunión de oraciones, Nicolás González

jueves, 13 de enero de 2011

ES MI INTENCIÓN ENGOLOSINAR LAS ALMAS DE UN BIEN TAN GRANDE




¿ Cual es el bien que Teresa ha gustado? ¿Cual es el placer que Teresa ha saboreado? Pura y simplemente el amor de Dios.

Teresa amada por Dios se disuelve en Dios, como el azucarillo en el agua, y su alma se vuelve transparente. Sólo se ve el agua. Otra imagen es aún más expresiva de lo que es el amor divino: la del fuego que enviste el hierro, y lo funde y disuelve en fuego. El amor de Dios ha fundido el alma de Teresa, en una llama. La escuchamos:

En un fuego pequeño, primero que un hiero pequeño se hace ascua, pasa mucho espacio. Mas, si el fuego es grande, aunque sea mayor el hierro, en muy poquito pierde del todo su ser, al parecer. Así me parece es en estas dos maneras de mercedes del Señor, y sé que quien hubiere llegado a arrobamientos lo entenderá bien. No diré cosa que no haya experimentado mucho.

El amor identifica a los amantes. Ya no es Teresa la que habla, es Dios por ella. Expresamente manifiesta que cuando trató de escribir sobre los efectos del amor de Dios y de la transformación que había experimentado en su alma, le parecía imposible saber tratar de eso, no encontraba palabras, le parecía tan dificil como hablar en griego. Hasta que Dios le regaló no sólo el amor sino también las palabras del amor.
Cuando empecé a escribir sobre esta postrera agua , me parecía imposible saber tratar cosa , más que hablar en griego, que así es ello dificultoso. Con esto lo dejé, y fuí a comulgar...Aclaró Dios mi entendimiento, unas veces con palabras y otras poniéndome delante cómo lo había de decir. Su Majestad parece quiere decir lo que yo no puedo ni sé. Esto que digo es entera verdad, y así lo que fuere bueno es suya la doctrina (V.18,7-8).

Gozar del amor divino es gozar del cielo en la tierra. De ese misterio de Amor es de lo que Santa Teresa quiere engolosinarnos, provocarnos a que lo deseemos, lo busquemos y se lo pidamos a Dios. Con mis cordiales saludos, Nicolás González

lunes, 10 de enero de 2011

ES COMO UNAS FONTECICAS QUE YO HE VISTO MANAR




Teresa de Jesús, cuando llega al cuarto grado de oración, se ve como henchida de amor de Dios. Y para narrar ese estado de vida, que vive como una experiencia inefable, se sirve de diversas imágenes.

Para explicar la abundancia de gracias que su alma recibe del cielo, lo compara al agua de lluvia:

Agua que viene del cielo, para con su abundancia henchir y hartar todo este huerto de agua.
En esta oración contemplativa, la acción de Dios es total, y conlleva una absoluta pasividad en la persona. En esta oración, la unión de sentidos y potencias con Dios es total, y el alma "siente con un deleite grandísimo".
Al declarar el " vuelo del espíritu" o arrobamiento, Teresa se ve bajo la acción irresistible de Dios, y vuelve a la imagen inicial del agua y la mezcla con la nube:

Esta agua postrera es tan copiosa que podemos creer que se está con nosotros esta nube de la gran Majestad acá en esta tierra (V.20,2).Dios coge al alma, como una madre levanta en brazos a su hijo: a manera que las nubes cogen los vapores de la tierra y levántala toda de ella y llévala consigo (V.20,2).

Cuando le hierve la sangre en deseos ardientes de servir a Dios, la imagen del agua es otra. La del manantial, a ras del suelo, cuando el agua brota en borbollones. La metáfora es bellísima y la poesía, con que la expresa, es sublime:

Es como unas fontecicas que yo he visto manar, que nunca cesa de hacer movimiento el arena hacia arriba (V.30,19).Al natural me parece este ejemplo o comparación de las almas que aquí llegan : siempre está bullendo el amor y pensando qué hará; no cabe en sí, como en la tierra parece no cabe aquel agua, sino que la echa de sí, así está el alma...que no sosiega ni cabe en sí con el amor que tiene; ya la tiene a ella empapada en sí; querría bebiesen los otros, pues a ella no la hace falta, para que la ayudasen a alabar a Dios. ¡Oh, qué de veces me acuerdo del agua viva que dijo el Señor a la Samaritana, y ansí soy muy aficionada a aquel evangelio...,desde muy niña lo era, y suplicaba muchas veces al Señor me diese aquel agua" (V.30,19).

Pues terminemos, uniéndonos a la oración de nuestra Santa: ¡Señor, danos esa agua! Con mis saludos. Nicolas González

viernes, 7 de enero de 2011

4º Grado de oración:TODO ES GOZAR SIN ENTENDER QUE SE GOZA




Teresa experimenta que Dios ha tomado posesión plena de su alma y de su cuerpo, y que ella, a su vez, posee a Dios. Es una experiencia profunda. No puede dudar de que es así, aunque a nosotros nos parezca increible.

Dios la envuelve sus pensamientos, sus deseos, sus sueños, su soledad, sus quehaceres. Había entregado su voluntad a Dios. Lo adoraba en silencio, en el silencio de todas sus facultades y potencias. Lo que Teresa llama divina unión, en contemplación pura.Felicidad plena. Estarse amando al Amado, dueño absoluto de lo que ella es. Siente necesidad de expresarlo, y se ve sin palabras. Todo es inefable, indesifrable. La escuchamos:

El Señor me enseñe palabras cómo se pueda decir algo de la "cuarta agua"(la que cae en lluvia y riega el huerto, a placer). Bien es menester su favor, pues en estas postreras va el trabajo acompañado de tanta gloria y consuelo del alma, que jamás querría salir de él, y así no se siente por trabajo, sino por gloria. Acá no hay sentir, sino gozar sin entender lo que se goza.
Se entiende que se goza un bien, a donde junto se encierran todos los bienes; mas no se comprende este bien. Ocúpanse todos los sentidos en este gozo, de manera que no queda ninguno desocupado para poder en otra cosa exterior ni interior.

El alma alguna vez sale de sí misma, a manera de un fuego que está ardiendo y hecho llama, y algunas veces crece este fuego con ímpetu. Aláben os, Dios mio, todas las cosas, que así nos amásteis, de manera que con verdad podamos hablar de esta comunicación,que aún en este destierro teneis con las almas.¡ Que dáis, como quien sois. Oh larqueza infinita, cuán magníficas son vuestras obras!

Santa Teresa nos enseña un grado de comunicación recíproca entre Dios y ella, que nos invita a la adoración y a la albanza. Dios es más que una idea, Dios es un acontecimiento real en nuestra vida, que infunde dulzura, esperanza, gozo, y puede llegar, como en Teresa, a una unión de amor, a una embriaguez inefable.

Con un cordial saludo.Nicolás González


ESTE ES MI HIJO, EL AMADO, MI PREDILECTO


DOMINGO, 9 ENERO, EL BAUTISMO DE JESUS


Después de llevar treinta años de vida escondida en Nazaret, Jesús deja su pueblo y su casa y se encamina hacia el Jordán. Va a inaugurar una etapa nueva de su vida: el ejercicio de su ministerio público. Y, fijémonos, que lo va a hacer, lo hace por el camino de la humillación, uniéndose a todos los que, desde cualquier rincón de Palestina, acuden a Juan Bautista para confesar sus pecados y a que él los bautice. Es, ciertamente, un misterio de humillación. Jesús se coloca sin más en la fila de los pecadores, siendo él santo, y se somete al bautismo de penitencia.


Cualquiera que lo viera bajar al agua del Jordán y pedirle a Juan el Batista que le bautizase, pensaría que era también un pecador.- Cuando se da cuenta Juan el Bautista de que tenía delante a Jesucristo, el Mesias , el Salvador de los hombres, le dice :” Pero,¿cómo? Yo debo ser bautizado por tí, ¿y tú vienes a mí ?.- Entonces, ¿ Cuál es el sentido de este gesto de Jesucristo? El sentido profundo lo encontramos en la respuesta que Jesús le da : ¡Déjame ahora, pues es necesario que se cumpla así toda justicia!.-


“Es necesario”: Es la palabra que emplean habitualmente los evangelios para referirse al cumplimiento de la función mesiánica anunciada por los profetas, y al cumplimiento del designio de Dios. También aparece en los labios de Jesús muchas veces, particularmente al anunciar su pasión y su muerte:”Es necesario que el hijo del hombre sea entregado en manos de sus enemigos”. Y también cuando dialoga con los que van camino de Emaus les replica:” ¿ No era necesario que el Mesias padeciese eso para entrar en su gloria ?”.


Por tanto, la respuesta de Jesús a Juan el Bautista coloca el hecho de su bautismo en el Jordán en el contexto de la realización del designio de Dios,que culminará en la cruz. La respuesta de Jesús vendría a significar algo así como :” Es verdad, yo soy inocente - le dice al Bautista-, y tú deberías ser bautizado por mí. Pero yo soy el Servidor, cargado con el pecado de todos; yo soy como Isaac, el cordero que el Padre ofrece como sacrificio de holocausto para redención de los hombres."

Por lo tanto, en este gesto de Jesucristo pidiendole a Juan el Bautista que derramara agua del Jordán sobre su cabeza, lo que nos manifiesta es la entrega y solidaridad con nosotros, por la que se hace como si fuera pecador con nosotros. No porque El haya pecado, sino porque por esa solidaridad, a quien no conoció pecado, Dios lo asimiló en todo con nosotros, para que viníeramos a ser justicia de Dios en Jesucristo. Así baja ahora a las aguas del Jordán, y así subirá más tarde al patíbulo de la cruz. También allí aparecerá,ante los ojos de los hombres, como un malhechor. Son nuestras desgracias, calamidades, miserias y pecados la cruz que El ha querido libre y voluntariamente cargar sobre sus hombros. Siendo inocente, toma sobre sí los pecados de la Humanidad para librarnos de ellos. Esto se le queda tan grabado a Juan Bautista que para él Jesús será ya en adelante “ el cordero de Dios que lleva el pecado del mundo”.

Esta escena se corona con la oración de Jesús y la bajada del Espíritu Santo, los cielos abiertos y la voz del Padre:”Este es mi Hijo amado, mi predilecto”.- En esos momentos, mientras El se humilla, Dios lo ensalza. Descendiendo el Espíritu Santo sobre su cabeza, Dios quiere significar ante los hombres que ese es el Mesias, ungido, capacitado para predicar en nombre de Dios, para fundar su reino. Un reino no de terror, sino de amor, de sabiduría, de fortaleza, de paz, de solidaridad.- Por eso esta manifestación del Espíritu es anticipo de la glorificación que experimentará Jesucristo tras la humillación de la cruz. El Espíritu desciende no sólo sobre El, sino también sobre la Iglesia, porque El es como la cabeza de un gran cuerpo que es la Iglesia. Y por eso tenemos que pensar que no sólo a El le dice Dios, “tú eres mi Hijo amado”, nos lo dice a todos y a cada uno de nosotros los cristianos : tú eres mi hijo amado, vosotros sois mis hijos amados.

Escuchemos, con los oidos del alma, estas palabras dichas por Dios nuestro Padre a cada uno
de nosotros:”tú eres mi hijo amado” .Es una invitación a vivir en la familiaridad con Dios, en coloquio amoroso con Dios.

En esa común fraternidad de los hijos de Dios, os abraza vuestro capellán Nicolás González

martes, 4 de enero de 2011

EPIFANÍA, UN CAMINO INTERIOR A LA BÚSQUEDA DE DIOS

Adoración de los Sabios de Oriente.
Pintura sobre tabla.Escuela de Berruguete,
a.1510-Retablo Capilla Mayor Catedral de Ávila


FIESTA DE EPIFANIA.UN CAMINO INTERIOR EN BUSCA DE DIOS

En la fiesta deL 6 de enero , Epifanía, se muestra la grandeza del corazón de Dios. Jesús no se ha encarnado para darse a conocer a unos cuantos, sino para encontrarse con todos los hombres. En la figura de los Magos de oriente vemos el cumplimiento del deseo inscrito en el corazón humano: encontrar a Dios.-

Esos tres hombres sabios de Oriente habían oído que los profetas de Israel habían anunciado que vendría un Rey, que estaría en íntima armonía con Dios y que, en su nombre y de parte suya, restablecería el orden y la paz en el mundo. Y se pusieron en camino para encontrar ese Rey. En lo más hondo de su ser buscaban que en el mundo se restableciera el derecho, la justicia que debía venir de Dios. Y ellos estaban dispuestos a servir a ese Rey, ponerse a su disposición y colaborar con él a la renovación del mundo. Eran de esas personas que tienen hambre y sed de justicia.-

Y fueron a buscarlo a donde ellos creían que tenía que estar , en la gran ciudad de Jerusalén y en un palacio.-Pero allí no estaba. Resultó que el nuevo Rey era muy diferente de lo que se esperaban. Debían, pues, empezar a aprender que Dios es diferente de como acostumbramos a imaginarlo. Y así comenzaron a recorrer un camino interior. Una estrella los guió a un pequeño pueblo llamado Belén, hasta que encontraron a un Niño envuelto en pañales, se postraron ante El y lo reconocieron como el Rey anunciado por los profetas.

Y empezaron a cambiar su idea sobre el poder, sobre Dios y sobre el hombre y, con ello, a cambiar también ellos mismos. Ahora habían visto que el poder de Dios es diferente al poder de los grandes del mundo. Su modo de actuar es distinto de como lo imaginamos, y de como quisiéramos imponerle que fuera. En este mundo, Dios no le hace competencia a las formas terrenales del poder. No contrapone unos ejércitos a otros ejércitos.

”Al poder estridente y pomposo de este mundo, -dice Benedicto XVI-, Dios contrapone el poder inerme del amor, que en la Cruz sucumbe y, sin embargo, constituye la nueva realidad divina, que se opone a la injusticia e instaura el Reino de Dios, que es diferente del reino de los hombres. Aquellos hombres venidos de Oriente comprendieron que eso de instaurar la causa de la justicia y del bien en el mundo no se puede conseguir simplemente a través de órdenes impartidas desde lo alto de un trono, ni por las armas, ni por la fuerza...Aprenden que su vida debe acomodarse a este modo divino de ejercer el poder, y que para ello deben convertirse en hombres de la verdad, del derecho, de la bondad, del perdón, de la misericordia, del amor y del servicio a los demás.- El poder humano, si prescinde de Dios, se convierte en totalitarismo, que no sirve a la libertad del hombre, sino que lo priva de su dignidad y lo esclaviza. No son las ideologías las que salvan el mundo, sino saber dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante de lo que es realmente bueno y auténtico, La revolución verdadera consiste en mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno. Y ¿ qué puede salvarnos, si no es el amor?.- Aquellos hombres “entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron”


Queridos hermanos, ésta no es una historia lejana, de hace mucho tiempo. Es una presencia. Y en la Eucaristía, en la Hostia consagrada, El está ante nosotros y entre nosotros. Como entonces ,se oculta misteriosamente en un santo silencio y, como entonces, desvela precisamente así el verdadero rostro de Dios. Por nosotros se ha hecho grano de trigo que cae en tierra y muere y da fruto hasta el fin del mundo. El está presente aquí como entonces en Belén. Y nos invita a adorarle, a hacer ese camino interior que se llama adoración.Y pidámosle a El que nos guíe en el camino. Amen.


Vuestro Capellán, Nicolás González

lunes, 3 de enero de 2011

LO QUE MÁS LE SATISFASE SON LOS CONTENTOS DE DIOS

El anciano Simeón contempla al Niño Jesús, en sus manos,
sobre el altar del Templo.Pintura sobre tabla, escuela de Berruguete.

Teresa, en su experiencia vital, le contentan muchas cosas. Disfruta con la naturaleza, con sus compañeras de celda con las que comparte el pan, la lumbre, la lectura, la oración y el sueño. Disfruta con todo. Nada le llena tanto de satisfacción como las mercedes que recibe de Dios. Lo dice con total sinceridad, porque está segura de nadie va a leer lo que está escribiendo confidencialmente a su confesor.


Es consciente de que le pasan cosas asombrosas en su trato con Dios. Sabe muy bien que si llegaran a leerse por cualquiera, la tratarían de "visionaria". Pero ¿cómo convencer a su confesor de que a ella le ha ocurrido lo infable, lo que no se puede expresar con lenguaje humano?. Pues asegurándole que Dios no sólo le ha regalado la visión, sino que le ha dicho de qué visión se trata, se la ha dado a entender y le ha dictado cómo contarla. Cuando Teresa experimenta que su alma es atraida por Dios, en unión de amor, y que debe contar esa experiencia a su confesor, intuye que Dios le ha hecho cuatro mercedes juntas:


Le pasa al alma como si estuviese en otro mundo. No le satisface ni querría, entonces, contento del mundo, porque en sí tiene el que le satisface más: mayores contentos de Dios, deseos de satisfacer su deseo, de gozar más, de estar con El. Esto es lo que quiere.


Acaece muchas veces esta manera de unión, que quiero decir, en especial a mí, que coge Dios la voluntad, y aún el entendimiento, porque,- a mi parecer-, no discurre, sino que está ocupado gozando de Dios. Y es cosa que se siente muy claro y da mucha satisfacción y contento cuando se tiene, por lo que viene el alma a muy sosegada quietud.


Le gustará mucho hallar escrito y entender lo que es esto: una merced es dar el Señor la merced, y otra es entender qué merced es y qué gracia, otra es saber decirla y dar a entender cómo es. Pues aunque pueda parecer que bastaría con la primera, para no andar el alma confusa y medrosa, e ir con más ánimo por el camino del Señor, llevando debajo de lso pies todas las cosas del mundo, es gran provecho entenderlo y merced. Que por cada una es razón alabe mucho al Señor quien la tiene y quien no, porque la dió Su Majestad a alguno e los que viven, para que nos aprovechase a nosotros.


Es tan grande la gloria y descanso del alma, que muy conocidamente aquel gozo y deleite participa de él el cuerpo.


Dios nos dé la gracia de gozar de su compañía, para entender lo que Santa Teresa nos narra en el capítulo 17 del Libro de la VIDA. Quedaos con Dios. Nicolás González