martes, 31 de mayo de 2011

VISIONES DE LA HUMANIDAD DE JESÚS MUCHO MÁS PERFECTAS QUE LAS QUE SE VEN CON LOS OJOS CORPORALES










Seguimos sobrecogidos con las visiones que Teresa de Ávila tenía de la sacratísima Humanidad de Jesucristo.No se podía creer que fuera El, cuando le veía con los ojos del alma. Llegó a pensar que podían ser antojos, meras fantasias. Le daba verguenza decírselo al confesor, porque podía pensar de ella que le estaba engañando. ¡Era verdad! ¡No podía ser Otro! ¿En qué se fundaba para tener certeza, en medio del estupor de tales apariciones, de que era Jesucristo en persona ?







Primer argumento: "Porque, si estuviera muchos años imaginando cómo figurar cosa tan hermosa, no pudiera ni supiera, porque excede a todo lo que acá se puede imaginar, aun sola la blancura y resplandor"¡ Oh Hermosura que excedeis a todas las hermosuras! " En fin, es de suerte que, por gran entendimiento que una persona tuviese, en todos los dias de su vida podría imaginar cómo es".







En la visión, la inunda una claridad mayor que la del sol :"No es resplandor que deslumbre, sino una blancura suave, y el resplandor infuso, que da deleite grandísimo a la vista y no la cansa, ni la claridad que se ve para ver esta hermosura tan divina. Es una luz tan diferente de la de acá, que parece una cosa tan deslustrosa la claridad del sol que vemos, en comparación de aquella claridad y luz que se representa a la vista, que no se querrían abrir los ojos después".







Es una visión tan diferente de las visiones que se adquieren con los ojos corporales, como ver un agua clara deslizarse sobre un cristál limpísimo en el que reverberan los rayos del sol, y ver otra agua turbia correr sobre la tierra en un día nublado. Así lo describe nuestra Santa: " Es como ver un agua muy clara que corre sobre cristal y reverbera en ello el sol, a ver una muy turbia y con gran nublado y corre por encima de la tierra. Es luz que no tiene noche, sino que, como siempre es luz, no la turba nada".







Entonces, ¿quién es el autor de semejantes visiones? Teresa nos dice que era Dios, el que de repente, sin ella desearlo ni esperarlo, le ponía delante la sacratísima Humanidad de su Hijo Jesucristo: "Pónela Dios delante tan presto, que aún no hubiera lugar para abrir los ojos si fuera menester abrirlos; mas no hace más estar abiertos que cerrados, cuando el Señor quiere; que aunque no queramos, se ve".







Lo que ve con los ojos del alma es una realidad tan profunda y sublime, que la percibe como más real que lo que se alcanza a ver con los ojos del cuerpo: "Esta visión nunca la vi con los ojos corporales, sino con los ojos del alma. Dicen los que lo saben mejor que yo, que es más perfecta y mucho más que las que se ven con los ojos corporales. Esto lo tengo yo bien experimentado" (V 28, 3-5).









Santa Teresa nos descubre la naturaleza del misterio de la fe en Cristo: consiste en un encuentro personal experimentado en modo concreto, comprensible, razonable, convincente y conveniente. como certeza experimentada en la vida, en su bondad, en su belleza, en su verdad, y nó como un discurso abstracto y formal. Este es el mensaje teresiano al hombre y a la mujer de hoy.Cuando decimos "creo en Jesucristo", no lo decimos en sentido simbólico o retórico, sino desde todo su realismo ontológico. Con mis saludos, Nicolás González

lunes, 30 de mayo de 2011

TERESA VEÍA QUE JESÚSLA ESTABA HABLANDO Y ELLA MIRANDO AQUELLA GRAN HERMOSURA






En cualquier página del libro de su VIDA al que venimos dedicándo breves comentarios, Jesucristo ocupa más extensión que la propia Teresa, hasta el punto de que el libro es, más bien, la historia de Jesús en Teresa. El protagonista principal es El, no ella. Por eso nos está ayudando a redescubrir el sentido, la belleza, el gozo de nuestro ser cristiano, o ser en Cristo Jesús.



Teresa testifica la significación de Cristo resucitado en la vida de un creyente, que ha optado por El, y se percibe como receptor de un amor misericordioso absoluto, que ha salido a su encuentro, y le ha cambiado la vida, hasta el punto de no poder vivir ya sin referencia existencial a El.



De lo que esta vivencia tiene de novedad en la biografía de Teresa, es que uno no se cansa de leerla. En cada párrafo nos sorprende con un acontecimiento nuevo en ese encuentro mutuo de Amado con Amada. La Teresa que se postra ante el Cristo muy llagado, con derramamiento de lágrimas, o lo ve atado a la columna en la portería del convento, hoy es la Teresa que descubre la belleza y majestad de Jesús resucitado. La escuchamos:



"Un día de san Pablo, estando en misa, se me representó toda esta Humanidad sacratísima como se pinta resucitado, con tanta hermosura y majestad como particularmente escribí"(V 28,3).



Distingue lo que es una "visión", en la que la persona no pone nada ni con el entendimiento ni con la imaginación, pues Jesús se le representa, a otro género de representaciones mentales, obra propia del sujeto pensante. La visión que ella "padece" es toda obra de Dios, por eso sobrepasa todo lo que se puede pensar y decir. Así se defiende:



"¿Cómo podríamos representar con estudio la Humanidad de Cristo, y ordenando con la imaginación su hermosura? Esto ¿ quién se lo quita, pues con el entendimiento la puede fabricar? Pero en lo que tratamos, ningún remedio hay de esto, sino que la hemos de mirar cuando el Señor lo quiere representar y como quiere y lo que quiere. Y no hay quitar ni poner, ni modo para ello, aunque más hagamos, ni para verlo cuando queramos, ni para dejarlo de ver.Muy ordinario me hacia Dios esta merced : ver que me estaba hablando y yo mirando aquella gran hermosura y la suavidad con que habla aquellas palabras por aquella hermosísima y divina boca, y otras veces con rigor".



"Y deseara yo, en extremo, entender el color de sus ojos y del tamaño que era, para que lo supiese decir, jamás lo he merecido ver, ni me basta procurarlo, pues se me pierde la visión del todo. Algunas veces veo mirarme con piedad; mas tiene tanta fuerza esta vista, que el alma no la puede sufrir, y queda en tan subido arrobamiento, que para más gozarlo todo, pierde esta hermosa vista"(V 29,1-3).



Acojamos el testimonio, que nos da nuestra Santa, de la Presencia de Dios, encontrada y percibida, a sus cuarenta y cinco años, cuando oraba en este monasterio de la Encarnación de Ávila, y que nos demuestra que la fe en Jesús colma los anhelos de felicidad y de verdad de un corazón que le abre las puertas, de par en par. Con mis mejores saludos, Nicolás González

miércoles, 25 de mayo de 2011

VEÍA SER JESÚS EL QUE ME HABLABA









Teresa de Ávila habla con toda naturalidad de que ha visto a Jesucristo, un ángel e incluso a personas conocidas, estando a cientos de kilómetros de distancia.


Jesucristo, hombre verdadero, ocupa el centro de todos los afectos y pensamientos de nuestra Santa, y a El le dedica toda su vida. El Señor la premió con "aparecerse" ante ella, en varias ocasiones.¿ Qué veía? ¿Con qué ojos? Nó veía la persona de Jesús, como le veían sus contemporáneos, ni tampoco con los ojos de la cara. A ella se le aparecía Jesús con una entidad que trascendía lo sensible, pero que producía en ella un impacto de no menos evidencia y certeza que el que se percibe con un beso o con un apretón de manos.



A ella se refiere en el número 1 de capítulo 28 de Vida. Le ve en persona, le ve sus manos , sus ojos, su rostro:" Pasé algunos dias, pocos con esta visión de Cristo muy continua , y hacíame tanto provecho, que no salía de oración, y aun cuanto hacía, procuraba fuese de suerte que no descontentase al que claramente veía estaba por testigo".



"Estando un día en oración, quiso el Señor mostrarme solas las manos con grandísima hermosura, que no lo podría yo encarecer. Desde a pocos dias, vi también aquel divino rostro, que del todo me parece me dejó absorta"-



"No podía yo entener por qué el Señor se mostraba así poco a poco. Pero después he entendido que me iba Su Majestad llevando conforme a mi flaqueza natural.



Pero Teresa cuenta, como si no tuviera ninguna importancia, que supo cuándo iba a morir su amigo y confesor fray Pedro de Alcánzara, y le avisó con un año de antelación, y que un buen día se vió en Ávila, aunque estaba en otro lugar a varias leguas de distancia. Más asombro todavía: supo que había muerto, sin que nadie se lo dijese, y así se lo contó a las monjas, y efectivamente a los ocho dias de haber sucedido el óbito, vino la noticia precisando que había ocurrido el fallecimiento el mismo día y a la misma hora que lo había vaticinado la Madre Teresa.


"Un año antes que muriese, me apareció estando ausente, y supe se había de morir, y se lo avisé, estando algunas leguas de aquí. Cuando expiró, se me apareció y dijo cómo se iba a descansar. Yo lo no creí, y díjelo a algunas personas, y desde a ocho dias, vino la nueva de cómo había muerto o comenzado a vivir para siempre, por mejor decir" (V 27,19).


¡Sea el Señor bendito por siempre.Amen! ¡Qué santaza es Teresa de Ávila! Con mis mejores saludos. Nicolás González

martes, 24 de mayo de 2011

VOSOTROS LO CONOCEIS PORQUE VIVE CON VOSOTROS. Domingo 29 mayo






DOMINGO VI DE PASCUA .A

Jesucristo dialoga con sus apóstoles sobre la necesidad que tiene de ascender al cielo, de donde bajó a la tierra.- Pensando que eso puede entristecerlos, les previene dándoles confianza y fortaleza: “ Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde “. Y en qué se funda para alentarles de esa manera ? Se funda en que aunque desaparezca físicamente , que aunque no les acompañe con su corporeidad tangible, como lo ha hecho hasta entonces, seguirá estando con ellos porque volverá en el Espíritu para vivir con ellos, mejor, pra vivir en ellos. Se lo promete: “El Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho”.- De lo que trata es de convencerles, para que estén seguros de que se cumplirá lo que les había prometido reiteradamente: “ Yo estaré con vosotros todos los dias hasta el fin del mundo”. Esa va a ser la realidad nueva : aunque el mundo no me verá, aunque nadie podrá verme con los ojos de la cara, “ vosotros me vereis y vivireis porque sigo viviendo con vosotros”.- Y cómo les será posible percibir esa nueva presencia ? Por la fe y el amor.- Es decir con los ojos del alma y con el corazón. El amor tiene su propia manera de ver y de descubrir la compañía de Dios. El que me ama, guardará mi palabra...El que me ama, se dará cuenta de que para que su amor sea auténtico y sincero, tiene que guardas los mandamientos dados por Dios.
Jesucristo invita a los que creen en El a amarle, a referirse a El, a estar unido a El con una intimidad fuerte. No basta con creer en El con palabras, sino con obras, porque obras son amores y no buenas razones. Es preciso compartir su vida e imitarle en una actitud de amor a los demás, de cumplir lo que El ha mandado, de ser de verdad amigos suyos. Y porque hacer eso humanamente no es facil y a veces imposible, les promete enviarles el espíritu consolador, el espíritu de fortaleza, el Espíritu Santo al que podrán recurrir en cualquier momento,que será para ellos el protector, el guia, el defensor, el consolador. El Espíritu les sugerirá lo que tienen que hacer y decir, les alentará moralmente, les dará coraje ante las dificultades, iluminará sus mentes, les dará consejos y ánimo desde el interior de su conciencia. Será en medio del mundo, en medio de las apariencias y mentiras de los hombres, el “espíritu de la verdad”. Y como sólo Dios es la pura verdad, la verdad total, ese espíritu se llama el espíritu de Dios. Y les sigue diciendo:Por elEspíritu, lo mismo que yo estoy con mi Padre del cielo, vosotros estareis conmigo y yo con vosotros. “Vosotros vivireis porque yo seguiré viviendo con vosotros”.
Esta experiencia interior e invisible que les promete a ellos y a cuantos creemos en El, desmonta los criterios puramente humanos de ambiciones y medros. "El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve, ni lo conoce.Vosotros, en cambio, lo conoceis, porque vive con vosotros". Su reinado, el reino de Dios será un reinado de amor, su civilización será la civilización del amor, y se realizará en el interior de los hombres, no en los tronos, ni en dominaciones, ni con armas ni con tanques...
Que “no tiemble vuestro corazón ni se acobarde”. Abrid las puertas del corazón a Cristo, porque los fundamentos de vuestra vida tienen que cimentarse en la compañía de Dios. en la fuerza de su espíritu, que habita en vosotros.















lunes, 23 de mayo de 2011

QUÉ CONTENTO TENDRÁN EN EL CIELO AQUELLOS A LOS QUE NO LES QUEDÓ COSA POR HACER POR DIOS DE LAS QUE LES FUE POSIBLE







Fue una constante de Teresa de Ávila procurar hacer las cosas lo mejor que sabía y podía. Hasta tal punto que prometió ante Dios haber lo más perfecto, entre las distintas alternativas que se le ofrecían en cada momento.



Por eso no oculta sus elogios a quienes, según su parecer, gozan en el cielo de un plus de felicidad por haber sido generosos en su entrega al Señor en vida terrenal.¡"Qué gloria accidental será y qué contento de los bienaventurados que ya gozan de esto; cuando vieren que -aunque tarde- no les quedó cosa por hacer por Dios de las que les fue posible, ni dejaron cosa por darle de todas las maneras que pudieron, conforme a sus fuerzas y estado; y el que más, más"!



¡ Qué rico se hallará el que todas las riquezas dejó por Cristo! ¡Qué honrado el que no quiso honra por El, sino que gustaba de verse muy abatido! ¡Qué sabio el que se holgó de que le tuviesen por loco, pues lo llamaron a la misma Sabiduria!"-



Y Teresa irrumpe solemnemente en una constatación de lo que ve a su alrededor. Constata que lo vulgar y corriente son las medianías, que lo que se lleva y estila es lo "políticamente correcto"- Y echa de menos el escándalo de los santos, la falta de hechos provocativos que interroguen sobre una vida de fe auténtica. Los santos son los que cambian el mundo. Desafía a cuantos "obran con discreción", y los enfrenta con Jesucristo que si se hubiera guiado por "la discreción" no se hubiera sometido a la crueldad de la pasión y crucifixión. Con una fina ironía se dice a sí misma y a sus contemporaneos:



Ahora pensamos se sirve ya más Dios de que nos tengan por sabios y por discretos! Luego nos parece es poca edificación no andar con mucha compostura y autoridad cada uno en su estado. Hasta nos parecerá que el fraile y el clérigo y la monja si lleva cosa vieja y remendada será novedad y servirá de escándalo a los flacos. Y aún estar muy recogidos y tener oración -según está el mundo y tan olvidadas las cosas de perfección de grandes ímpetus que tenían los santos-. que pienso hace más daño a las desventuras que pasan en estos tiempos; que no harían escándalo a nadie dar a entender los religiosos por obras lo que dicen por palabras; en lo poco que se ha de tener el mundo, que de estos escándalos el Señor saca de ellos grandes provechos".




¡ Siquiera que hubiese un dibujo de lo que pasó Cristo y sus apóstoles!, pues ahora más que nunca es menester"(V27. 14-16).


¿Cómo no se va a asombrar Teresa de verse rodeada de gente conformista,"discreta"? Ella ha nacido para dar lo mejor de sí misma, lo más perfecto, sin importarle que la vean como es.Sea el Señor bendito por siempre.Amen- Con mis saludos Nicolás González




viernes, 20 de mayo de 2011

VOSOTROS SOIS PIEDRAS VIVAS EN EL TEMPLO DEL ESPÍRITU-Domingo 22 mayo



Vº DOMINGO DE PASCUA





Hermanos, veámonos foemando parte de la Iglesia santa de Sios, eztendida por todo el mundo, En ella ingresamos por el bautismo y seguidos conectados a ella por los scramentos y el don de la fe. San Pedro, en la segunda lectura, califica a la Iglesia como una "raza elegida, un sacerdocio real, una nación consahrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que nos llamó a salir de las tinieblas y a entrar en su luz maravillosa". Esta es la Iglesia fundada por Jesucristo, en la que el mismo es como el alma en un cuerpo, principio de vida.


También el Apostol nos compara la Iglesia a un templo. La Iglesia es como un gran templo, edificado sobre la piedra angular que es Cristo y los cimientos de los Apóstoles y de sus sucesores el Papa y los Obispos, y en el que nosotros los cristianos somos como piedras vivas,ensambladas con la argamasa de la gracia. Veámonos como piedras vivas de este gran templo , levantado para dar gloria y alabanza a Dios. Todos unidos por nuestra amistad mutua y sobre todo a Jesucristo, nuestro camino, verdad y vida.

En la Iglesia pueblos de Dios, reinado de Cristo nuestro Rey y Señor, la ley suprema es el amor, y el criterio para dicernir lo bueno de lo malo, lo que está bien hecho y lo que está mal, no es el propio yo ni lo que nos venga en gana, ni lo que está de moda o se estile en cada momento, sino los mandamientos de Dios y el Evangelio de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, El es la medida del verdadero humanismo, y del verdadero progreso. Nuestra fidelidad a Jesucristo nos compromete a tener y a actuar conuna fe adulta y madura. Adulta y madura es una fe profundamente arraigada en la amistad personal con Cristo. Esta amistad nos abre a todo lo que es bueno, y nos da la medida para dicernir entre el engaño y la verdad. En Cristo coinciden verdad y caridad. En la medida en que nos acercamos a Cristo, también en nuestra vida seremos consecuentes con la verdad y la caridad y maduraremos día a día en la fe y en el amor- Comprometernos con la verdad en la caridad, es la fórmula fundamental de nuestra existencia cristiana.LA FE EN CRISTO Y EL AMOR ES LO QUE MÁS PROFUNDAMENTE NOS CARACTERIZA.


Firmes en la fe y arraigados en Cristo. Nuestra fe personal en Cristo, nacida del diálogo con El, está vinculada a la fe de la Iglesia-Feliz Domingo, amigos en Cristo. Nicolás Gonzçalez


jueves, 19 de mayo de 2011

DIOS SE DA A SÍ A LOS QUE TODO LO DEJAN POR EL






Teresa ha experimentado en la mirada de Dios, que ella no es digna de tal mirada divina. Alaba a Dios por "dejarse mirar de unos ojos que tan mal han mirado como los de mi alma". Y sigue con una oración: "Queden ya, Señor, de esta vista acostumbrados a no mirar cosas bajas, ni que les contente ninguna fuera de Vos".



Lo que dice, lo dice por experiencia. Dios y Teresa se han cruzado en la mirada,"como se miran dos amantes". La seguimos escuchando:



"Sé yo por experiencia que es verdad esto que digo, y que es lo menos, que se puede decir, de lo que Vos hacéis con un alma que traéis a tales términos-¡Oh almas que habeis comenzado a tener oración y las que teneis verdadera fe! Miradque es así cierto, que se da Dios a sí a los que todo lo dejan por El"-



"No es aceptador de personas: a todos ama, NO TIENE NADIE EXCUSA POR RUIN QUE SEA, PUES ASÍ LO HACE CONMIGO TRAYÉNDOME A TAL ESTADO.Mirad que es bien poco lo que digo de lo que se puede decir; sólo va dicho lo que es menester para darse a entender esta manera de visión y merced que hace Dios al alma, mas no puedo decir lo que se siente cuando el Señor la da a entender secretos y grandezas suyas, el deleite tan superior a cuantos acá se pueden entender, que bien con razón hace aborrecer los deleites de la vida, que son basura todos juntos. Es asco traerlos a ninguna comparación aquí, aunque sea para gozarlos sin fin, y de éstos que da el Señor sola una gota de agua del gran rio caudaloso que nos está aparejado"(V 27,11-12).


Dios nos ama a todos.Nadie tiene excusa para no corresponder a Dios con amor. Con un cordial saludo.Nicolás Gonzále<





lunes, 16 de mayo de 2011

DIOS Y TERESA SE ENTIENDEN CON SÓLO MIRARSE






Teresa se asombra de cómo llega al conocimiento de algunas cosas, que nadie de este mundo le ha enseñado, ni ha captado por los sentidos corporales. Ve cosas sin verlas, oye palabras sin oirlas. A veces le pasa que se lo dan todo guisado y comido, y le basta con saborear y gozar.



Le ocurren cosas tan insólitas, como a aquel que sin haberse molestado siquiera en aprender el abecedario, y menos todavía sin haber asistido a ninguna clase, de repente se pone a hablar con todo acierto de verdades científicas, sin saber cómo ni por dónde lo sabe.



Hemos entrado en el campo de las "visiones" y de los "arrobamientos", que tiene Teresa de Ávila, y que ella califica de regalos que Dios le hace, sin ni siquiera pedirlos ni desearlos. Habla de Dios, como uno puede hablar del amigo con el que se fue a esquiar- Tiene de Dios la misma certeza , la misma evidencia. La escuchamos:



"Queda con una gran certidumbre que Dios enseña al alma y la habla sin hablar. Es un lenguage tan del cielo, que acá se puede mal dar a entender aunque más queramos decir, si el Señor por experiencia no lo enseña. Pone el Señor lo que quiere que el alma entienda, en lo muy interior del alma, y allí lo representa sin imagen ni forma de palabras, sino a manera de esta visión".



"Y nótese mucho esta manera de hacer Dios que entienda el alma lo que El quiere, y grandes verdades y misterios; porque esto es así, lo que muchas veces entiendo , cuando el Señor me declara alguna visión que quiere Su Majestad representarme. Es una cosa tan de espíritu esta manera de visión y de lenguaje, que ningún bullicio hay en las potencias ni en los sentidos...No obramos nosotros nada ni hacemos nada, todo parece obra del Señor".



"Es como cuando ya está el manjar en el estómago sin comerlo, ni saber nosotros cómo se puso allí, más entiende bien que está. En esta habla, hace Dios al entendimiento que advierta, aunque le pese, a entender lo que se dice, que allá parece tiene el alma otros oídos con que oye, y que la hace escuchar y que no se distraiga; como a uno que oyese bien y no le consienten que se tape los oidos y le hablasen cerca a voces, aunque no quisiese , lo oiría. Todo lo halla guisado y comido; no hay que hacer más que gozar. Como uno que sin deprender ni haber trabajado nada para saber leer ni tampoco hubiese estudiado nada, hallase toda la ciencia sabida ya en sí, sin saber cómo ni dónde, pues aún nunca había trabajado, aún para deprender el abecé".


"Esta comparación postrera me parece declara algo de este don celestial, porque se ve el alma en un punto sabia, y tan declarado el misterio de la Santísima Trinidad y de otras cosas muy subidas, que no hay teólogo con quien no se atreviese a disputar la verdad de estas grandezas. Quédase tan espantada que basta una merced de éstas para trocar toda un alma y hacerla no amar cosa, sino a quien ve que, sin trabajo ninguno suyo, la hace capaz de tan grandes bienes y le comunica secretos y trata con ella con tanta amistad y amor, que no se sufre escribir. Basta con que Dios quiera que el alma lo entienda, para darse a entender el amor que se tienen estos dos amigos".



"Como acá, si dos personas se quieren mucho, y tienen buen entendimiento, aún sin señas parece que se entienden con sólo mirarse"(V27,6-10).



Sí, este diálogo de amor entre Jesucristo y santa Teresa marcó toda su vida. Testigo transparente y creible de Dios, que nos lleva a El. Con mis saludos. Nicolás González

miércoles, 11 de mayo de 2011

JESÚS SE APARECE A TERESA CON MÁS CLARIDAD QUE SI LO VIESE






A Teresa de Ávila se le apareció Jesucristo. Y de su aparición estaba más segura que si lo viese en persona. Ella misma se hace las preguntas que cualquiera podía hacerle: ¿Cómo sabía yo que era Cristo, si no lo veía? Porque si digo que ni con los ojos del cuerpo ni del alma no lo veo, porque no es visión imaginaria ¿ cómo entiendo y me afirmo ´que está a mi lado con más claridad que si lo viese?



El primer confesor a quien le comentó que había visto a Jesucristo, no se lo podía creer. Pero acudió a un fraile franciscano, que Teresa tenía como un hombre santo y de gran espíritu, san Pedro de Alcántara, y la tranquilizó. Si lo aseguraba Teresa de Ahumada, era verdad tal y como lo decía.



La mística carmelita se esforzaba en buscar alguna comparación para darse a entender a los incrédulos: se puede "parecer que es como una persona que está a oscuras. que no ve a la otra que tiene de frente, o si es ciega, aunque no va bien (la comparación)- Alguna semejanza tiene, mas no mucha, porque siente con los sentidos, o la iyer hablar, o menear, o la toca. Acá no hay nada de esto, ni se ve oscuridad, sino que se representa por una noticia al alma más clara que el sol. No digo que se ve el son, ni claridad, sino una luz, que sin ver luz, alumbra el entendimiento, para que goce el alma de tan gran bien- Trae consigo grandes bienes".



Y Teresa puntualiza aún más. Defiende que es una visión real de Jesucristo, que se le aparece, como se le apareció a Saulo o a las mujeres que fueron al sepulcro. Que es distinta a lo que le había ocurrido otras veces haciendo oración, en que se siente la presencia de Dios y halla con quien hablar y entiende el alma que la oye por los efectos y sentimientos espirituales que sentimos de gran amor y fe y otras determinaciones. Eso es una oración muy alta y un verdadero regalo de Dios, que quiere hacer sentir su presencia en el alma, pero no es una "visión". Cuando el Señor se aparece a Teresa, " se ve claro que está aquí Jesucristo, Hijo de la Virgen, y se ve nos acompaña y quiere hacer mercedes también la Humanidad Sacratísima".



"Y me preguntó el confesor ¿quién dijo que era Jesucristo?. Y respondí yo: El me lo dice muchas veces; mas, antes que me lo dijese, se imprimió en mi entendimiento que era El. Sin verse, se imprime con una notia tan clara que no parece se puede dudar. Queda gran certidumbre, que no tiene fuerza la duda".


Santa Teresa es testigo del resplandor de la luz de Dios, que es Jesús resucitado, el Viviente. A El le decimos:¡ Señor mio y Dios mio! Con mis saludos. Nicolás González.

EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA.Domingo 15 de mayo

El Buen Pastor con la oveja a cuestas

Escultura en marfil


DOMINGO IV DE PASCUA


En este 4º domingo de Pascua, Jesucristo se presenta como el buen Pastor. “Yo soy el buen Pastor”. En esta imagen del pastor, vamos a reflexionar en tres elementos fundamentales: El primero es que el buen pastor se diferencia del malo, en que el bueno da la vida por sus ovejas, y el malo le quita la vida a las ovejas: se aprovecha de ellas, las posee como cosa que le pertenece hasta matarlas. Al contrario, el verdadero pastor no quita la vida, sino que la da : “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”, dice Jesús.¿Qué vida y qué pastos abundantes nos promete Jesús? El pasto de su palabra y de su amor. El hombre vive de la verdad y de ser amado, de ser amado por la Verdad, que es Dios. El hombre necesita a Dios, a Dios que se acerca y que le muestra el sentido de su vida, indicándole así el camino de la vida, que es Jesucristo. Ciertamente el hombre necesita pan, necesita el alimento del cuerpo, pero en lo más profundo necesita sobre todo la Palabra, el Amor, a Dios mismo. Y eso es Jesús para nosotros: Palabra de Dios hecha carne, que no es solo el pastor, sino también el alimento, el verdadero pastor nos da la vida entregándose a sí mismo, que es la Vida, dándola libremente en la cruz para nosotros. Y cuando instituye la Eucaristía no nos entrega algo, sino que se entrega a sí mismo. Así, El da la Vida en abundancia.

Un segundo elemento sobre la imagen del pastor es el conocimiento mutuo entre el pastor y el rebaño:” Yo soy el buen pastor que conozco a mis ovejas y las mías me conocen”.¿Qué significa ese conocer?. “Conocer” equivale a “pertenecer”. El pastor conoce a las ovejas porque éstas le pertenecen; y ellas lo conocen precisamente porque son suyas. Se pertenecen mutuamente, como un hijo pertenece a su padre, o una esposa a su esposo. No se pertenecen como posesión de una cosa, sino en la responsabilidad, aceptando el uno la libertad del otro. Y se sostienen el uno al otro en el conocerse y en el amarse. Son libres y al mismo tiempo el conocimiento y el amor mutuo termina uniéndolos en una comunión de amor. Un pastor dictador ve a las personas sólo como cosas que posee para aprovecharse de ellas. Pero para el verdadero pastor, por el contrario, las personas somos seres libres en vista de alcanzar la verdad y el amor, y quiere que vivamos en la libertad de la verdad. No se aprovecha de ellas, sino que entrega su vida por ellas.

Como tercer elemento, pensemos que el sermón sobre el buen pastor concluye con esta promesa:” Tengo además otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor”. Aquí se nos muestra con claridad la razón interna de la misión universal de la Iglesia: hay un solo pastor. Dios que se ha hecho hombre en Jesús, para ser pastor de todos los hombres.La humanidad dispersa por el mundo puede alcanzar la unidad a partir del Pastor verdadero, que entregó su vida por todos.-

Reconozcamos hoy en Cristo Jesús al buen pastor que nos guía a través de los valles oscuros de la vida; al pastor que,incluso, ha atravesado personalmente el tenebroso valle de la muerte. Y que no nos abandona ni siquiera en esta última soledad, sacándonos de ese valle de zarzas hacia los verdes pastos de la vida, al lugar del consuelo, de la luz y de la paz. Es el pastor que nos sigue por los desiertos de nuestra vida, en busca de la oveja perdida, la carga sobre sus hombros y la trae de vuelta a casa con todo su amor.

Recemos con el salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los dias de mi vida, y habiaré en la casa del Señor por años sin término”.

lunes, 9 de mayo de 2011

VI A CRISTO JUNTO A MI Y QUE ME HABLABA






Jesucristo resucitado se apareció a sus apóstoles, a los dos de Emaús, y por último a san Pablo en el camino de Damasco. Se aparece, les habla, come con ellos, y ellos le ven a su lado y le oyen. Jesús ya no tiene la corporeidad física como antes de morir, pero es una persona real, viviente, aunque no sometida a las leyes de la gravedad, del espacio ni del tiempo.




A Teresa de Ahumada se le aparece también Jesús resucitado. Vamos a transcribir la primera Visión de Jesucristo que tuvo santa Teresa, el día 29 de junio de 1560. Le ve a su lado, le oye, le siente, pero no acierta a explicarlo cómo fue. De lo que sí está absolutamente segura es que Jesucristo se le apareció, y su conciencia tuvo una noticia de ello más clara que el sol. Lo veía claro.Lo sentía muy cloaro. La escuchamos:



"Estando un día del glorioso San Pedro en oración, ví cabe mi, o sentí -por mejor decir- que con los ojos del cuerpo ni del alma no vi nada, más pareciome estaba junto cabe mi Cristo y veía ser El el que me hablaba, a mi parecer. Yo, como estaba ignorantísima de que podía haber semejante visión, dióme gran temor al prncipio y no hacía sino llorar, aunque en diciéndome una palabra sola de asegurarme, quedaba como spolía, quieta y con regalo y sin ningún temor"-



"Parecíame andar siempre a mi lado Jesucristo, y como no era visión imaginaria, no veía en qué forma; más estar siempre al lado derecho, sentíalo muy claro, y que era testigo de todo lo que yo hacía, y que ninguna vez que me recogiese un poco, o no estuviese muy divertida, podía ignorar que estaba cabe mí...El confesor me dijo que cómo sabía yo que era Cristo. Yo le dije que no sabía cómo, mas que no podía dejar de entender estaba cabe mi y lo veía claro y sentía, y que el recogimiento del alma era muy mayor en oración de quietud y muy continua, y los efectos que eran muy otros que solía tener y que era cosa muy clara"(V27, 2-3).


Por eso, Benedicto XVI acaba de escribir "que hay modalidades de la venida de Cristo que hacen época (en la historia del Cristianismo). El impacto de dos grandes figuras -Francisco y Domingo- entre los siglos XII y XIII, ha sido un modo en que Cristo ha entrado de nuevo en la historia, haciendo valer de nuevo su palabra y su amor. Algo parecido podemos decir de las juguras de los santos del siglo XVI: Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, llevan consigo nuevas irrupciones del Señor en la historia confusa de ese siglo.



Amigos, que santa Teresa nos aproxime a Jesucristo para que El nos haga sentir el gozo y la luz de su compañía en nuestra vida, con un cordial saludo. P.Nicolás González

jueves, 5 de mayo de 2011

ME DIJO EL SSEÑOR:YO TE DARÉ LIBRO VIVO



Teresa de Jesús era muy aficionada a la lectura.Un libro nuevo era el mejor regalo que podía recibir. En las páginas de libros espirituales veía retratada su alma. Y cuando no encontraba palabras para describir el estado del alma a su confesor, le llevaba el libro, y le señalaba la página correspondiente-¡Lea esto; eso es lo mismo que a mí me está pasando!



Los libros la formaban en el seguimiento de la vida religiosa, con ellos rezaba y con ellos hacía largas horas de meditación. Pero, sin esperarlo, se encontró con un Decreto emitido por el Inquisidor General Valdés, el 17 de agosto de 1559, por el que se prohibía leer determinados libros escritos en castellano. Teresa le dió sus quejas a Jesucristo. ¿ Y qué le respondió el Señor? La escuchamos:



"Cuando se quitaron muchos libros de romance, que no se leyesen, yo lo sentí mucho, porque algunos me daba recreación leerlos, y yo no podía leer los escritos en latín. El Señor me dijo: ^No tengas pena, que Yo te daré libro vivo^.- Yo no podía entender por qué se me había dicho esto, porque aún no tenía visiones; después, a los pocos dias, lo entendí muy bien, porque he tenido tanto en qué pensar y recogerme, en lo que veía presente, y ha tenido tanto amor el Señor con migo para enseñarme de muchas maneras, que muy poco o casi ninguna necesidad he tenido de libros".



A partir de entonces, el libro de Teresa es Jesús de Nazaret. Va representándo en su interior las

distintas etapas de su vida, como quien va pasando las páginas de un libro. Dialogan mutuamente. ¡Jesús es su libro vivo!



"Su Majestad ha sido el libro verdadero adonde he visto las verdades- ¡Bendito sea tal libro, que deja imprimido lo que se ha de leer y hacer de manera que no se puede olvidar! ¿Quién ve al Señor cubierto de llagas y afligido con persecucionesss que no las abrace y las ame y las desee? ¿Quién ve algo de la gloria que da a los que le sirven, que no conozca es todo nonada cuanto se puede hacer y padecer, pues tal premio esperamos? ¿Quién ve los tormentos que pasan los condenados, que no se le hagan deleites los tormentos de acá en su comparación, y conozcan lo mucho que deben al Señor en haberlos librado tantas veces de aquel lugar?" ( V 26, 6).


La vida de Jesús de Nazaret es como un libro viviente, accesible a todos los lectores, que contiene todas las verdades. Teresa nos invita a leerlo. Con mis mejores saludos.Nicolás González

EL RESUCITADO ACOMPAÑA A LOS DOS DE EMAÚS. Domingo 8 mayo




DOMINGO III PASCUA

En el Evangelio hemos escuchado otra aparición de Jesucristo resucitado. Se aparece a dos discípulos suyos, que en la tarde de un domingo regresan desde Jerusalén a su pueblo natal llamado Emaus. Estos discípulos no creían en lo que el Señor les había prometido en diversas ocasiones: que, después de muerto, resucitaría. No esperaban nada detrás de la muerte de nadie. Como pesimistas, siempre les parece lógico que las cosas acaben mal siempre. Por eso iban tristes por el camino. Lo mismo les ocurría a otros discípulos.

Y de pronto, les sale un caminante que se une a ellos en el camino. No le reconocieron, ni podían reconocerle. Y no le reconocieron, porque tenían los ojos velados por la tristeza. La tristeza surge del pesimismo, de la ceguera para ver lo bueno de la vida. No es que estemos tristes porque no vemos; es que no vemos porque , antes, estamos tristes. El optimista cree que los hombres son buenos, e infunde alegría. El pesimista cree que los hombres son malos, y siempre está triste.
El caminante se lo reprocha claramente ¿ De qué vais hablando, que estais tristes? Y ellos le contestan, con toda incredulidad: “Nosotros esperábamos que Jesucristo sería quien rescataría Israel. Pero ya van tres dias desde que murió, y con ello se acabó todo”.


Ellos saben que unas mujeres habían ido al sepulcro y lo habían encontrado vacío…,pero a eso no habían hecho caso, porque pensaron que era “cosa de mujeres”. Algo habían oido también a algunos compañeros, pero tampoco lo creían. Como a ellos no se les había aparecido, deducían que no había resucitado. Eran unos orgullosos: tenían que ser ellos los que marcaran las condiciones y a quién y cómo tenía que manifestarse el Resucitado.

Y, al fin, se aparece también a ellos. Le tenían delante y no le reconocían, porque estaban tristes y porque eran unos pesimistas. Antes tendrá que calentarse su corazón y su esperanza, para ser dignos de verle. La voz del caminante se hace cálida, persuasiva y afectiva. Ponía toda su alma en lo que decía. Le oían admirados de su sabiduría y de su amor. Y poco a poco se les fue calentando el corazón y se les fueron abriendo los ojos del alma. Y a un mismo tiempo iban sintiéndose avergonzados y felices. Avergonzados, por su falta de fe, por su corta inteligencia y esperanza. Y felices, porque su esperanza iba poco a poco renaciendo. La palabra de Dios les iba transformando.


Y llegaron al pueblo al que iban, y el acompañante se despidió de ellos, dispuesto a seguir su camino, y que ellos se quedaran en sus casas. Pero ellos le ofrecieron alojamiento.El amor y la alegría les conduciría a la fe.

Este diálogo de Jesús con ellos es la manera que tiene de obrar Jesús. No se impone; se propone y se ofrece a sí mismo. El nos deja siempre libres, Dios es humilde. Está en medio de nosotros, como uno que sirve. Dios es como un compañero fiel, que no vocea, sino que sugiere bajito al corazón. Resulta fácil tapar su voz. Dios nos acompaña de buena gana por el camino de la vida, pero le gusta que le invitemos a quedarse con nosotros, a entrar en la casa de nuestra interioridad, de nuestra intimidad. Lo mismo que hicieron aquellos discípulos suyos camino de Emaus.

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Cuando ya había aceptado quedarse con ellos, le invitan a sentarse a la mesa y a cenar con ellos. Fue entonces cuando el desconocido tomó el pan, lo bendijo y lo partió. Hizo lo mismo que hubiera hecho cualquier israelita piadoso. Pero lo hacía de un modo que fue para ellos como el descorrimiento de un velo. Le miraron, se miraron y descubrieron que era El, Jesucristo resucitado que se había aparecido a ellos.Recordaron en un solo relámpago que era verdad lo que les había prometido en sus discursos: que al tercer día resucitaría.- Y de pronto, Jesús desapareció de su vista. Pero la alegría de saberle vivo, era más fuerte que la de verle con los ojos de la cara. A Dios no le gusta ser conocido por miedo o por interés, o a la fuerza. Le gusta ser conocido por amor, por la alegría de creer en El.

Avivemos nuestro amor y nuestra fe en Jesucristo resucitado, que vive en la Iglesia y en cuantos creemos en El y le amamos de verdad, seguros de que experimentaremos la paz y el gozo íntimo, que sólo El puede darnos.

Gozo y paz que oido al Resucitado para mí y para todos cuantos creeis en Él, el que Vive perpetuamente. Nicolás González

martes, 3 de mayo de 2011

ANDANDO EN VERDAD DELANTE DE DIOS Y CON LIMPIA CONCIENCIA



Teresa de Jesús se agarra con frecuencia a este dicho "andar en verdad". Andar en la verdad de cuando niña. Como si la verdad fuese para ella una categoría fundamental, criterio de autenticidad en su pensar y querer.



Con este criterio, nos sorprende Teresa cuando nos dice que ha visto a Jesucristo, o que Cristo le ha dicho tal o cual cosa. Ella se lo cree así, y nosotros no podemos dudarlo, porque ella se rige por el criterio de decir siempre y en todo la verdad. Si Jesús vino al mundo para dar testimonio de la verdad, eso mismo es lo que ocurre en Teresa cuando escribe: dar testimonio de que Dios es la Verdad, y de que Dios ha hecho en ella obras maravillosas, y que eso es verdad. Pero nos dice una xosa todavía más novedosa: que sabía lo que iba a ocurrir dentro de tres o cuatro años, y acertaba. Tenía el don de la profesía. La escuchamos:



"Tengo por una de las grandes mercedes que me ha hecho el Señor este ánimo que me dió contra los demonios. Porque andar un alma acobardada y temerosa de nada sino de ofender a Dios, es grandísimo inconveniente. Pues tenemos Rey todopoderoso y tan gran Señor que todo lo puede y a todos sujeta, y no hay que temer, andando en verdad delante de su Majestad y con limpia conciencia. Dios no obra como las gentes, pues entiende nuestras flaquezas; mas por grandes conjeturas siente el alma en sí si le ama de verdad. Todo cansa, todo fatiga, todo atormenta. Si no es con Dios o por Dios, no hay descanso que no canse, porque se ve ausente de su verdadero descanso".

"Acaecióme otras veces verme con grandes tribulaciones y murmuraciones, sobre cierto negocio, de casi todo el lugar adonde estoy y de mi Orden, y afligida con muchas ocasiones que había para inquietarme y decirme el Señor^¿De qué temes? ¿No sabes que soy todopoderoso? Yo cumpliré lo que te he prometido^ (y así se cumplió bien después ), Y QUEDAR LUEGO CON UNA FORTALEZA QUE DE NUEVO ME PARECE ME PUSIERA A EMPRENDER OTRAS COSAS, AUNQUE ME COSTASEN MAS TRABAJOS PARA SERVIRLE Y ME PUSIERA DE NUEVO A PADECER. Su Majestad da el consejo y el remedio".



Otras veces, avisarme de algunos peligros mios y de otras personas: cosas por venir, tres o cuatro años antes, muchas, y todas se han cumplido. Algunas podía señalar. Asique hay tantas cosas para entender que es Dios, que no se puede ignorar(V 26,1-2).