sábado, 29 de junio de 2013


 
 
 
 
 
 

      FUNDACION DE PASTRANA. VIAJE Y LLEGADA (2)

Madre Teresa sale de  Toledo el 30 de mayo de 1569 en coche con dirección a Pastrana. Se detiene en Madrid unos diez días,  hospedada en las Descalzas Reales,monasterio de franciscas, fundado por doña Leonor de Mascarenas, aya que fue del rey. El 28 de junio funda su convento de monjas en Pastrana y quince días después el convento de carmelitas descalzos, con dos ermitaños italianos que le habían presentado en Madrid, Mariano Azzaro y Juanduch.

Los territorios de Pastrana son propiedad de los príncipes doña Ana de Mendoza y de la Cerda, y de su marido don Ruy Gómez.
Con tales anfitriones Madre Teresa tenía resuelto todos los problemas sociales y económicos.Pero la Princesa de Éboli acostumbrada a mandar, también pretendió hacer su voluntad disponiendo las obras del nuevo convento y el gobierno monacal a su gusto.Madre Teresa le para los pies a la  Princesa, y no se vuelve con sus monjas a Toledo, por no poner en peligro la segunda fundación de los  Descalzos en Pastrana y la colaboración de Ruy Gómez en ambas fundaciones de monjas y frailes.

Cuatro años después muere el Príncipe y a la Éboli se le ocurre pedir el hábito de descalza, sin discusión posible.Sueña con ser la priora perpetua de esa fundación, que había pedido a  Madre Teresa fundarla sin rentas, para de esa manera obligar a los monjas a que estuvieran pendientes de sus limosnas. Madre Teresa no accede a los caprichos de la señora, con todos los respetos y con total decisión.

“En lo que toca a las monjas ,-escribe la fundadora-, estuvo el monasterio allí de ellas en mucha gracia de estos señores y con gran cuidado de la princesa en regalarlas y tratarlas bien, hasta que murió el príncipe Ruy Gómez, que el demonio, o por ventura porque el Señor lo permitió Su Majestad sabe por qué con la acelerada pasión de su muerte entró la princesa allí monja . Con la pena que tenía, no le podían caer en mucho gusto las cosas a que no estaba usada de encerramiento, y por el santo concilio la priora no podía dar las libertades que quería”.

La solución que dio la Fundadora fue cerrar el convento de Descalzas y trasladar las monjas a Segovia.

Más detalles los leemos directamente  en el capítulo que nuestra cronista dedica a estas fundaciónes.
 Salí de Toledo segundo día de Pascua de Espíritu Santo. Era el camino por Madrid, y fuímonos a posar mis compañeras y yo a un monasterio de franciscas con una señora que le hizo y estaba en él, llamada doña Leonor Mascareñas, aya que fue del rey, muy sierva de nuestro Señor, adonde yo había posado otras veces por algunas ocasiones que se había ofrecido pasar por allí, y siempre me hacía mucha merced .
 Esta señora me dijo que se holgaba viniese a tal tiempo, porque estaba allí un ermitaño que me deseaba mucho conocer, y que le parecía que la vida que hacían él y sus compañeros conformaba mucho con nuestra Regla. Yo, como tenía solos dos frailes, vínome el pensamiento, que si pudiese que éste lo fuese, que sería gran cosa; y así la supliqué procurase que nos hablásemos. El posaba en un aposento que esta señora le tenía dado, con otro hermano mancebo, llamado fray Juan de la Miseria, gran siervo de Dios y muy simple en las cosas del mundo .

 Pues como me dijo la manera de su vida, yo le mostré nuestra Regla primitiva y le dije que sin tanto trabajo podía guardar todo aquello, pues era lo mismo, en especial de vivir de la labor de sus manos, que era a lo que él mucho se inclinaba, diciéndome que estaba el mundo perdido de codicia y que esto hacía no tener en nada a los religiosos. Como yo estaba en lo mismo, en esto presto nos concertamos y aun en todo; que, dándole yo razones de lo mucho que podía servir a Dios en este hábito, me dijo que pensaría en ello aquella noche. Ya yo le vi casi determinado, y entendí que lo que yo había entendido en oración "que iba a más que al monasterio de las monjas", era aquélla. Diome grandísimo contento, pareciendo se había mucho de servir el Señor, si él entraba en la Orden. Su Majestad, que lo quería, le movió de manera aquella noche, que otro día me llamó ya muy determinado y aun espantado de verse mudado tan presto, en especial por una mujer, que aun ahora algunas veces me lo dice, como si fuera eso la causa, sino el Señor que puede mudar los corazones .

 

lunes, 17 de junio de 2013












             LA FUNDACIÓN DE PASTRANA .INSPIRACIÓN DIVINA Y CONSEJO DEL CONFESOR (1)

A mediados de 1569 Santa Teresa se sentía feliz de haber podido concluir la fundación de Toledo.Le parecía que le había llegado el momento de descansar físicamente y también poder hacer una pausa en sus andanzas fundacionales, ponerse en soledad y disfrutar del Espíritu en las fiestas de Pentecostés,Corpus y Santísima Trinidad.
Pero a la puerta le esperaba un coche para ir a fundar a Pastrana.Lo dice la cronista con estas palabras:

 Pues habiendo luego que se fundó la casa de Toledo, desde a quince días, víspera de Pascua del Espíritu Santo  de acomodar la iglesia y poner redes y cosas, que había habido harto que hacer (porque, como he dicho, casi un año estuvimos en esta casa), y cansada aquellos días de andar con oficiales, había acabádose todo. Aquella mañana, sentándonos en refectorio a comer, me dio tan gran consuelo de ver que ya no tenía qué hacer y que aquella Pascua podía gozarme con nuestro Señor algún rato, que casi no podía comer, según se sentía mi alma regalada.

 No merecí mucho este consuelo, porque, estando en esto, me vienen a decir que está allí un criado de la princesa de Eboli, mujer de Ruy Gómez de Silva. Yo fui allá, y era que enviaba por mí, porque había mucho que estaba tratado entre ella y mí de fundar un monasterio en Pastrana. Yo no pensé que fuera tan presto. A mí me dio pena, porque tan recién fundado el monasterio y con contradicción, era mucho peligro dejarle, y así me determiné luego a no ir y se lo dije. El díjome que no se sufría, porque la princesa estaba ya allá y no iba a otra cosa, que era hacerle afrenta. Con todo eso, no me pasaba por pensamiento de ir, y así le dije que se fuese a comer y que yo escribiría a la princesa y se iría. El era hombre muy honrado y, aunque se le hacía de mal, como yo le dije las razones que había, pasaba por ello.

 Las monjas para estar en el monasterio acababan de venir. En ninguna manera veía cómo se poder dejar tan presto. Fuime delante del Santísimo Sacramento para pedir al Señor escribiese de suerte que no se enojase, porque nos estaba muy mal, a causa de comenzar entonces los frailes, y para todo era bueno tener a Ruy Gómez , que tanta cabida tenía con el Rey y con todos; aunque de esto no me acuerdo si se me acordaba, mas bien sé que no la quería disgustar.

 Estando en esto, fueme dicho de parte de nuestro Señor que no dejase de ir, que a más iba que a aquella fundación, y que llevase la Regla y Constituciones. Yo, como esto entendí, aunque veía grandes razones para no ir, no osé sino hacer lo que solía en semejantes cosas, que era regirme , por el consejo del confesor. Y así le envié a llamar, sin decirle lo que había entendido en la oración (porque con esto quedo más satisfecha siempre), sino suplicando al Señor les dé luz, conforme a lo que naturalmente pueden conocer; y Su Majestad, cuando quiere se haga una cosa, se lo pone en corazón. Esto me ha acaecido muchas veces. Así fue en esto, que, mirándolo todo, le pareció fuese, y con eso me determiné a ir.

   Pero a Madre Teresa le quedó en suspenso lo que el Señor le acabada de decir “que a más iba que a aquella  fundación”. Efectivamente, a los cuatro días descifró que iba también a fundar el segundo convento de carmelitas frailes descalzos.
 
                                                        AMIGOS DEL BLOC: INTERRUMPO ESTAS  PÁGINAS HASTA EL PRÓXIMO MES DE JUNIO.Feliz verano.
 
 

domingo, 16 de junio de 2013


 
 
 
 
 
 
 
 

FUNDACIÓN DE TOLEDO- TOMA DE POSESIÓN  (4)

 El estudiante de veinte  años había encontrado la  casa en la calle Santo Tomé, y le pidió a la Fundadora que fuese a verla, porque tenía las llaves en la mano, La rapidez y el ojo certero del estudiante asombró a las monjas. Ignoraban que era el momento preciso para encontrar casa en alquiler en Toledo, pues varias habían quedado desabitadas ,por haberse ido a la guerra de Granada muchos habitantes.
La casa le gustó a las carmelitas y la Madre alquiló también otra contigua, Cuando Andrada se ofreció para llevar los muebles y otros enseres desde la casa de doña Luisa de la Cerda, cuál sería su desconcierto cuando solo tenían dos jergones y una manta. Ese era el  ajuar de las tres monjas. También necesitaron los ornamentos y enseres para la celebración de la Misa, que les cedió la señora.

Preparada la capilla, acudió a celebrar la primera misa el prior del convento de carmelitas calzados, llamado el Carmen. Con una campanita tocaron a misa, a la que asistió doña Luisa y el personal de su casa.Un notario  tomaba nota de cada suceso, para levantar acta de la fundación que recibió el título de  San José, sábado, 14 de mayo de 1569. La escuchamos a la Fundadora:

. Y así le envié a llamar al joven estudiante y le conté con todo el secreto que yo le pude encargar, lo que pasaba, y que para este fin le rogaba me buscase una casa, que yo daría fiador para el alquiler. Este era el buen Alonso de Avila, que he dicho  que me cayó malo. A él se le hizo muy fácil y me dijo que la buscaría. Luego, otro día de mañana, estando en misa en la Compañía de Jesús, me vino a hablar y dijo que ya tenía la casa, que allí traía las llaves, que cerca estaba, que la fuésemos a ver, y así lo hicimos; y era tan buena, que estuvimos en ella un año casi .

 Muchas veces, cuando considero en esta fundación, me espantan las trazas de Dios; que había casi tres meses al menos más de dos, que no me acuerdo bien que habían andado dando vuelta a Toledo para buscarla personas tan ricas y, como si no hubiera casas en él, nunca la pudieron hallar, y vino luego este mancebo, que no lo era, sino harto pobre, y quiere el Señor que luego la halla; y que pudiéndose fundar sin trabajo estando concertada con Alonso Alvarez, que no lo estuviese, sino bien fuera de serlo, para que fuese la fundación con pobreza y trabajo.

9. Pues como nos contentó la casa, luego di orden para que se tomase la posesión antes que en ella se hiciese ninguna cosa, porque no hubiese algún estorbo; y bien en breve me vino a decir el dicho Andrada que aquel día se desembarazaba la casa, que llevásemos nuestro ajuar. Yo le dije que poco había que hacer, que ninguna cosa teníamos sino dos jergones y una manta. El se debía espantar. A mis compañeras les pesó de que se lo dije, y me dijeron que cómo lo había dicho, que de que nos viese tan pobres no nos querría ayudar. Yo no advertí en eso y a él le hizo poco al caso; porque quien le daba aquella voluntad, había de llevarla adelante hasta hacer su obra; y es así que con la que él anduvo en acomodar la casa y traer oficiales, no me parece le hacíamos ventaja. Buscamos prestado aderezo para decir misa, y con un oficial nos fuimos, a boca de noche, con una campanilla, para tomar la posesión, de las que se tañen para alzar, que no teníamos otra; y con harto miedo mío anduvimos toda la noche aliñándolo, y no hubo adónde hacer la iglesia, sino en una pieza, que la entrada era por otra casilla, que estaba junto, que tenían unas mujeres, y su dueño también nos la había alquilado.

 

jueves, 13 de junio de 2013


 
 
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO XI C

  El Evangelio de este domingo comienza con un episodio muy hermoso, pero lleno de significado. El Señor va a casa de un fariseo. Y estando allí sentado a la mesa, llega una mujer, pecadora pública, se postra de rodillas ante los pies de Jesús, y llorando, se pone a regarle los pies con sus lágrimas, mientras insistentemente le pide perdón por sus pecados. Jesús le dijo: “Tus pecados están  perdonados.-.Tu fe te ha salvado. Vete en paz”.- Y lo que hizo entonces, lo ha seguido haciendo en todos los siglos. Nos escucha, nos consuela con su palabra, y así disipa la niebla de las ideologías, de las idolatrias.
 
 Nos levanta con su mano a través de los sacramentos, nos cura de nuestras pasiones y de nuestros pecados mediante la absolución en el sacramento de la Reconciliación. Nos da la capacidad de levantarnos, de estar de pie delante de Dios y de los hombres. Y precisamente esto mismo puede acontecernos en la Misa de cada domingo, si acudimos con fe, y pedimos de corazón perdón al Señor: el Señor se encuentra con nosotros, nos escucha,nos toma de la mano, nos levanta y nos perdona siempre de nuevo con el don de su palabra y con el don de sí mismo en la Eucaristía.

Ante la sorpresa de los que allí estaban viendo aquella escena insólita, les dice :” “Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor,pero al que poco se le perdona, poco ama”.- El amor de Dios a los hombres y el amor de los hombres a Dios: ahí está la clave y el centro de todas las actividades de Jesús; vemos cómo su predicación, las curaciones, los milagros y ,por último, la Pasión salen de este centro, de su corazón, de su amor. Y aquella pecadora obtuvo el perdón, la paz, su transformación interior, porque demostró su amor a Jesucristo, el Hijo de Dios, como su salvador. Y así este evangelio nos enseña el centro de la fe y de nuestra vida, es decir la primacía del amor de Dios.

   Sigue diciendo el evangelio: “Después de esto iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios”. Para eso vino al mundo; para anunciar a Dios y expulsar los demonios, las fuerzas del mal, los pecados. Jesús no vino para traer las comodidades de la vida, sino para traer la condición fundamental de nuestra dignidad, para traernos el anuncio de Dios, la presencia de Dios, y de esa forma vencer las fuerzas del mal. Con gran claridad nos indica esta prioridad de Dios: ha venido para reconciliarnos con Dios. Dios es nuestro creador, Dios nos ha dado la vida, nuestra dignidad :a él sobre todo, debemos dirigirnos. Donde no se respeta a Dios, tampoco se respeta al hombre, ni a la naturaleza. Sólo si descubrimos el esplendor de Dios reflejado en el rostro del hombre, el hombre, imagen de Dios, está protegido con su dignidad, que luego nadie puede violar.

   Que podamos decir al Señor cuando rezamos el Padre nuestro, de todo corazón y de verdad:” Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.- Yo quiero, Señor, aguantar a los demás como tú me aguantas a mí...; yo quiero soportar a los demás como tú me soportas a mí”.. Tener misericordia con todos, peroen especial con el prójimo que sufre, con el que nos ha ofendido. El perdón es una actitud típicamente cristiana. Lo propio del cristiano es saber dominarse, saber perdonar, saber esperar. Imitando a Jesucristo.

 

 

 

martes, 11 de junio de 2013










 

LA FUNDACION DE TOLEDO .EN BUSCA DE UNA CASA PARA CONVENTO (3).
Despues de tener en la mano las licencias real y eclesiástica para poder fundar en Toledo, Teresa necesita una casa., grande o pequeña, en el centro o a las  afueras, en propiedad o en alquiler.

Otra vez los confesores y amigos de Teresa empiezan a buscar una casa. Peinan palmo a palmo las calles y plazas de Toledo, y no encuentran nada.Ellos, que se movían en el mundo de los inmuebles, no han visto ni oído que hubiera una casa nen venta o en alquiler.
Fue un pobre estudiante, llamado Andrada, quien la encontró en dos días. Así son las trazas de Dios que escoge lo débil del mundo para confundir a los fuertes. La escuchamos a nuestra Santa Fundadora:

De casa no había memoria. Con Alonso Alvarez ya estaba desconcertada. Un mercader, amigo mío, del mismo lugar, que nunca se ha querido casar, ni entiende sino en hacer buenas obras con los presos de la cárcel, y otras muchas obras buenas que hace, y me había dicho que no tuviese pena, que él me buscaría casa (llámase Alonso de Avila), cayóme malo.

 Algunos días antes había venido a aquel lugar un fraile francisco, llamado fray Martín de la Cruz, muy santo. Estuvo algunos días y cuando se fue, envióme un mancebo que él confesaba, llamado Andrada, nonada rico, sino harto pobre, a quien él rogó hiciese todo lo que yo le dijese. El, estando un día en una iglesia en misa, me fue a hablar y a decir lo que le había dicho aquel bendito, y que estuviese cierta que en todo lo que él podía que lo haría por mí, aunque sólo con su persona podía ayudarnos. Yo se lo agradecí, y me cayó harto en gracia y a mis compañeras más ver el ayuda que el santo nos enviaba, porque su traje no era para tratar con Descalzas.

7. Pues como yo me vi con la licencia y sin ninguna persona que me ayudase, no sabía qué hacer ni a quién encomendar que me buscase una casa alquilada. Acordóseme del mancebo que me había enviado fray Martín de la Cruz y díjelo a mis compañeras. Ellas se rieron mucho de mí y dijeron que no hiciese tal, que no serviría de más de descubrirlo . Yo no las quise oír, que, por ser enviado de aquel siervo de Dios, confiaba había de hacer algo y que no había sido sin misterio. Y así le envié a llamar y le conté con todo el secreto que yo le pude encargar, lo que pasaba, y que para este fin le rogaba me buscase una casa, que yo daría fiador para el alquiler. Este era el buen Alonso de Avila, que he dicho . que me cayó malo. A él se le hizo muy fácil y me dijo que la buscaría. Luego, otro día de mañana, estando en misa en la Compañía de Jesús, me vino a hablar y dijo que ya tenía la casa, que allí traía las llaves, que cerca estaba, que la fuésemos a ver, y así lo hicimos; y era tan buena, que estuvimos en ella un año casi .

8. Muchas veces, cuando considero en esta fundación, me espantan las trazas de Dios; que había casi tres meses al menos más de dos, que no me acuerdo bien que habían andado dando vuelta a Toledo para buscarla personas tan ricas y, como si no hubiera casas en él, nunca la pudieron hallar, y vino luego este mancebo, que no lo era, sino harto pobre, y quiere el Señor que luego la halla; y que pudiéndose fundar sin trabajo estando concertada con Alonso Alvarez, que no lo estuviese, sino bien fuera de serlo, para que fuese la fundación con pobreza y trabajo.

9. Pues como nos contentó la casa, luego di orden para que se tomase la posesión antes que en ella se hiciese ninguna cosa, porque no hubiese algún estorbo; y bien en breve me vino a decir el dicho Andrada que aquel día se desembarazaba la casa, que llevásemos nuestro ajuar. Yo le dije que poco había que hacer, que ninguna cosa teníamos sino dos jergones y una manta.

domingo, 9 de junio de 2013











LA FUNDACIÓN DE TOLEDO ( EN BUSCA DE LA LICENCIA ECLESÁSTICA .2)
En Toledo la dulce y recatada Madre Teresa, cansada de intermediarios para conseguir la preceptiva licencia , que tenía que otorgar el gobernador eclesiástico, un día se remangó sus brazos y le esperó a la puerta de la iglesia donde iba a celebrar Misa.Gobernaba la archidiócesis en sustitución del Arzobispo Carranza.

¡Quién lo iba a decir! Por las calles de Toledo nuestra monja carmelita atraía a más admiradores y la buscaban más que si fuera la reina de España. Pero a la hora de la verdad nadie apostaba por convencer a don Gómez Tello Girón.

El anterior Arzobispo Cardenal Mendoza había dispuesto no permitir en sus días la erección de nuevos conventos- Había 24 de monjas, y algunos con 140 dominicas, 150 benedictinas, entre todas 1200 religiosas en total. Esa disposición la daban por caducada. A Madre Teresa le hacía tanta falta esa licencia como el comer. Cansada de tanto esperarla, un día Madre Teresa se plantó a la puerta de la iglesia a donde iba diariamente a celebrar Misa y le espetó que siendo rico, bien vestido y con toda autoridad, no cabía esperar que se compadeciera de unas pobres monjas, descalzas y mal vestidas,que sólo buscaban permiso para hacer un convento de no más de veinte monjas de clausura.

 Impresionado por el desafio de Madre Teresa, le concedió al instante la licencia eclesiástica para fundar en Toledo. La escuchamos:

Yo tampoco podía acabar con el gobernador que me diese la licencia (que en este tiempo no había Arzobispo) , aunque esta señora adonde estaba lo procuraba mucho y un caballero que era canónigo en esta iglesia, llamado don Pedro Manrique, hijo del Adelantado de Castilla: era muy siervo de Dios, y lo es, que aún es vivo, y con tener bien poca salud, unos años después que se fundó esta casa se entró en la Compañía de Jesús, adonde está ahora;  era mucha cosa en este lugar, porque tiene mucho entendimiento y valor; con todo, no podía acabar que me diesen esta licencia, porque cuando tenía un poco blando el Gobernador, no lo estaban los del Consejo . Por otra parte, no nos acabábamos de concertar Alonso Alvarez y yo, a causa de su yerno, a quien él daba mucha mano . En fin, vinimos a desconcertarnos del todo.

 Yo no sabía qué me hacer, porque no había venido a otra cosa y veía que había de ser mucha nota irme sin fundar. Con todo, tenía más pena de no me dar la licencia que de lo demás; porque entendía que, tomada la posesión, nuestro Señor lo proveería, como había hecho en otras partes. Y así me determiné de hablar al Gobernador, y fuime a una iglesia que está junto con su casa y enviéle a suplicar que tuviese por bien de hablarme. Había ya más de dos meses que se andaba en procurarlo y cada día era peor. Como me vi con él, díjele que era recia cosa que hubiese mujeres que querían vivir en tanto rigor y perfección y encerramiento, y que los que no pasaban nada de esto, sino que se estaban en regalos, quisiesen estorbar obras de tanto servicio de nuestro Señor. Estas y otras hartas cosas le dije con una determinación grande que me daba el Señor. De manera le movió el corazón, que antes que me quitase de con él, me dio la licencia.

jueves, 6 de junio de 2013









Domingo 10 C del tiempo ordinario. Dia 9 de junio

En la primera lectura se proclama que el profeta Elias se encuentra en casa de la viuda de de Sarepta en un momento dramático para ella. A pesar de su pobreza, aquella viuda  había acogido al profeta. Su hijo había muerto, y le acusa al profeta de la muerte del hijo.Pero el profeta se tiende sobre el niño muerto, como para identificarse con él, invoca a Dioa todo poderoso, y Dios le devuelve la vida. Al recibirlo de manos de Elias, la madre hace una profesión de fe: "Ahora sí que he conocido bien que eres un hombre de Dios, y que la palabra de Dios  en tu boca de profeta es verdad

En el Evangelio se narra  otro hecho prodigioso ocurrido por la intercesión del gran profeta Jesucristo.. Al llegar a la adea de Nazaret, Jesús  con sus discípulos se encuentran con una gran aglomeración de gente. Un gran gentío acompaña el cadaver de un joven, hijo único de la viuda de Naín.Hay aquí una metáfora de la sociedad: en los lugaares más concurridos se cruzan la desesperanza y la esperanza, el silencio humano y la palabra divina. Veamos los gestos de Jesús:Al ver a la viuda del joven muerto, a Jesús se le conmueven las entrañas, como al buen samaritano y al padre del hijo pródigo. Dirige una palabra de consuelo a la madre . y otra de autoridad al muerto. Y se acerca  a tocar el ataud, en contra de las prescripciones de la ley. El joven se levanta y Jesús lo entrega a su madre. Todo el relato nos lleva a comprender que Jesús es el Señor de la Vida, todo misericordioso. El asombro los une a todos. Y todos sobrecogidos dan gloria a Dios diciendo
"Un gran profeta ha surgido entre nosotros". Es una frase muy significativa en aquel momnto. Las gentes de Israel esperaban la aparición de un profeta al llegar los tiempos mesiánios. Las comunidades cristianas primitivas reconocen en Jesús al profeta anunciado. Pero Jesús es más que cualquiera de los antiguos profetas. El profeta  transmite la palabra de Dios. Jesús es la misma palabra de Dios. "Dios ha visitado a su pueblo". El evangelio pone en la boca de la multitud el reconocimiento de  la manifestación de Dios en Jesús de Nazaret.

La cruda realidad de la vida  nos habla de jóvenes arrebatados por la muerte, y del dolor de los padres y las madres que los pierden. Te pedimos, Señor, que tengass compasión de ellos. Los ojos de la fe nos llevan a reconocer tu presencia en la historia. Que toda la humanidad pueda descubrir en tí al Señor de la vida y de la misericordia y del consuelo,

martes, 4 de junio de 2013


EL monasterio del glorioso San José en la ciudad de Toledo,(de los principios (1).

La fundación de carlitas Descalzas, que santa Teresa hizo en la ciudad imperial de Toledo en 1569 reune las características mas propias de una  aventura quijotesca que el itinerario  de un proyecto religioso.
 
En Toledo había vivido Teresa varios meses en casa de Doña Luisa de la Cerda, mujer de la alta aristocracia, con influencia en todos los sectores sociales, administrativos y económicos.Y a su  palacio fue a hospedarse  al llegar a Toledo el 24 de marzo, con sus compañeras monjas. La idea de fundar en Toledo venía de atrás. Por el mes de diciembre, estando la Santa en Valladolid ocupada en esta reciente fundación y en los preparativos de la de Duruelo, recibió carta de Doña Luisa suplicándole hiciese una fundación en Toledo, ofreciéndole toda su valiosísima colaboración . Por otra, un Padre Jesuita le anticipó que un mercader toledano ofrecía sus bienes para que pudiese costearse una fundación religiosa. Cuando le rondó la muerte , lo dejó todo en las manos de un hermano que tenía. El P. Hernández comunicó a la Santa la muerte y los deseos de Martín Ramírez. Pero la Santa , acosada por el trabajo y ,sobre todo, por la enfermedad, no podía desplazarse a Toledo para recibir la herencia prometida. Tampoco podía desplazarse su “procurador” y capellán Julián de Ávila,`porque tambiém había caído enfermo en Valladolid. El 7 de Diciembre envió poderes al P. Hernández, obligándose a cumplir lo que ellos concertaran.Por otra parte, esperaba respuesta de su amiga doña Luisa de la Cerda que se había comprometido a obtener el permiso real, que era preceptivo en esta ciudad- Tampoco podía hacer una fundación sin el permiso del Obispo de la ciudad o su vicario. Pero vayamos ya conociendo la crónica de esta fundación escrita por nuestra Fundadora:

“Estaba en la ciudad de Toledo un hombre honrado y siervo de Dios, mercader, el cual nunca se quiso casar, sino hacía una vida como muy católico, hombre de gran verdad y honestidad. Con trato lícito allegaba su hacienda con intento de hacer de ella una obra que fuese muy agradable al Señor. Diole el mal de la muerte. Llamábase Martín Ramírez. Sabiendo un padre de la Compañía de Jesús, llamado Pablo Hernández, con quien yo estando en este lugar me había confesado cuando estaba concertando la fundación de Malagón, el cual tenía mucho deseo de que se hiciese un monasterio de éstos en este lugar, fuele a hablar, y díjole el servicio que sería de nuestro Señor tan grande, y cómo los capellanes y capellanías que quería hacer las podía dejar en este monasterio, y que se harían en él ciertas fiestas y todo lo demás que él estaba determinado dejar en uFna parroquia de este lugar “.

 El estaba ya tan malo, que para concertar esto vio no había tiempo, y dejólo todo en las manos de un hermano que tenía, llamado Alonso Alvarez Ramírez, y con esto le llevó Dios -. Acertó bien; porque es este Alonso Alvarez hombre harto discreto y temeroso de Dios y de mucha verdad y limosnero y llegado a toda razón, que de él, que le he tratado mucho, como testigo de vista, puedo decir esto con gran verdad.

 Cuando murió Martín Ramírez, aún me estaba yo en la fundación de Valladolid, adonde me escribió el padre Pablo Hernández, de la Compañía, y el mismo Alonso Alvarez, dándome cuenta de lo que pasaba y que si quería aceptar esta fundación me diese prisa a venir; y así me partí poco después que se acabó de acomodar la casa. Llegué a Toledo víspera de nuestra Señora de la Encarnación  fuime en casa de la señora doña Luisa, que es adonde había estado otras veces, y la fundadora de Malagón. Fui recibida con gran alegría, porque es mucho lo que me quiere. Llevaba dos compañeras de San José de Avila, harto siervas de Dios  Diéronnos luego un aposento, como solían, adonde estábamos con el recogimiento que en un monasterio”.