jueves, 31 de mayo de 2012







 
   DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

El próximo Domingo, día 3,  honramos a la Santísima Trinidad, a Dios que a la vez es un solo Dios y tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
 Así le invocamos a diario. Cuando nos santiguamos, lo hacemos en el nombre del Padre , del Hijo y del Espíritu Santo. Y cuando terminamos las oraciones, lo hacemos diciendo Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Fue Jesucristo el que nos  reveló este misterio en distintas ocasiones. Por ejemplo, cuaqndo  dijo: “Si me amais, guardareis mis mandamientos; y  Y0 le pediré al  PADRE y os dará otro CONSOLADOR,  para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la Verdad”.
 En otra ocasión, afirmó:  “Al que me ama, mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él”.-
  
 Si nos preguntamos :   ¿Quién conoce a Dios? ¿Cómo podemos conocerlo?. -La respuesta ya la hemos dicho. Sólo Dios conoce a Dios, sólo su Hijo Jesucristo que es Dios de Dios, Dios verdadero, lo conoce. Y El, que está en el seno del Padre en unión con el Espíritu Santo, nos lo ha contado..El nos ha revelado   no sólo lo que Dios es en sí mismo, sino  también lo que Dios es para nosotros: que Dios es el creador del mundo, un Padre que nos ama, al que podemos acudir como hijos, que nos escucha y nos habla interiormente.

  Para los que no  creen en Dios, su realidad  personal profunda puede convertirse en un enigma indescifrable: no saben ni de dónde vienen ni adónde van, qué son y para qué viven. Para los que tenemos fe,  Dios es la realidad fundante, el fundamento de todo.

El Dios de los cristianos no es un Dios sólo pensado, como es el dios de los filósofos,  sino un Dios de rostro humano; es el Dios-con-nosotros, el Dios del amor hasta la cruz, el Dios que nos ama y que nos atrae a amarle nosotros a El, a confiar en El. La  fe nos libera  del aislamiento del yo, porque nos refiere a Dios, en el que vivimos, nos movemos y existimos, y nos abre a los demás, como hermanos.En Él encontramos la suma Verdad y Bondad.

A santa Teresa le resultó una experiencia inefable el caer en la cuenta de que la persona está hecha a “imagen y semejanza de Dios”. Y, por eso, ella se veía ser a la vez madre, hija y fuerza vital. Y esto, nó desde una reflexión poética, sino desde una experiencia vivencial, hasta el punto de llegar a decir que lo que había aprendido por la fe, lo había llegado a ver con los ojos del alma, y con más certeza que las cosas que se ven con los ojos de la cara.

Concretamente, refiriéndose al misterio de la Santísima Trinidad, dejó por escrito que Dios le había regalado la experiencia  íntima de las tres divinas personas por separado y de las tres en un todo. Porque Dios es como se manifiesta. Y nuestra Santa se percibía a sí misma a semejanza de Dios Uno y Trino, a la vez.

“Por bajo que hable uno, cuando se dirija a Dios, está tan cerca que nos oirá; ni ha menester alas para ir a buscarle, sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí ,  y no extrañarse de tan buen huésped; sino con gran humildad hablarle como a Padre, pedirle como a Padre, contarle sus trabajos, y  pedirle remedio para ellos..”. Este era el Dios de santa Teresa.

Adoremos y alabamos a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en este domingo de la Santísima Trinidad. Que nos conceda el gozo de conocerle no sólo por la fe, sino también por propia experiencia vital.
  A El la gloria por los siglos de los siglos. Amen.

lunes, 28 de mayo de 2012





CONTENTO POR EL CAMINO QUE LE LLEVE EL SEÑOR

 En el capítulo 17 de Camino. Madre Teresa propone a sus monjas del Convento de san José que cada una sea feliz aceptando gozosamente ir por el camino en el que el Señor las haya puesto , a cada cual el suyo.

Principios básicos en la vida espiritual son :  “que no a todos lleva Dios por un camino” y  que
que el camino no lo trazamos ni escogemos nosotros sino Dios. Tampoco nos corresponde a nosotros clasificar  esos caminos, trazados por Dios, de mejores o peores, de más altos o más bajos, de más cortos o más largos. La mejor disposición del alma sea aceptar el trazado por Dios.

Como verdadera especialista en las formas de agradar a Dios, nos previene de que en estos ámbitos de la vida espiritual, una monja puede pasarse la vida barriendo la casa, cocinando y lavando la ropa; otra en el coro de la iglesia rezando vocalmente todas las oraciones que encuentre en los devocionarios, otras, de rodillas leyendo fragmentos de las Sagradas Escrituras  y reflexionando mentalmente  sobre ellos como temas de meditación; y otras ponerse en la presencia de Dios recibiendo de El sabrosas e infusas noticias, pasivamente, en contemplación.

De esas dos formas radicalmente  distintas llamadas vida activa y vida pasiva; y de esas tres maneras de orar, vocalmente o con los labios, mentalmente o discurriendo con el entendimiento y aplicando los afectos de la voluntad, y la de contemplación infusa, en la que el alma vive y goza de la vida de Dios, Madre Teresa enseña a sus monjas y a sus lectores que todas son igualmente válidas para agradar a Dios y llegar a la meta de la perfección religiosa. La esuchamos:

 Cumple mucho trateis de entender cómo ejercitaros mucho en humildad. Y este es un gran punto de ella  y muy necesario para todas las personas que se ejercitan en oración: ¿ cómo podrá el verdadero humilde pensar que es él tan bueno como los que llegan a ser contemplativos? Que Dios le puede hacer tal, si, por su bondad y misericordia; mas, de mi consejo, siempre se siente en el más bajo lugar, que así nos dijo el Señor lo hiciésemos y nos lo enseñó por la obra.

Dispóngase para si Dios le quisiere llevar por ese camino; cuando no, para eso es la humildad, para tenerse por dichosa en servir a las siervas del Señor y alabarle. No digo esto sin gran causa, porque es cosa que importa mucho entender que no a todos lleva Dios por un camino; y, por ventura, el que le pareciere va por muy más bajo, está más alto en los ojos del Señor, asi que, no porque en esta casa todas traten de oración, han de ser todas contemplativas. Es imposible. Y será gran desconsolación para la que no lo es no entender esta verdad, porque esto es cosa que lo da Dios. Que por eso no dejará de ser muy perfecta si hace lo que queda dicho. Antes podrá ser tenga mucho más mérito, porque es a más trabajo suyo, y la lleva el Señor como a fuerte y la tiene guardado junto todo lo que aquí no goza.

No por eso desmaye ni deje la oración y de hacer lo que todas, que a las veces viene el Señor muy tarde, y paga tan bien y tan por junto, como en muchos años ha ido dando a otros (CP 17,1-2).

domingo, 27 de mayo de 2012







TODO EL DAÑO NOS VIENE DE NO TENER PUESTOS LOS OJOS EN DIOS

En este capítulo 16 de  Camino, Madre Teresa pone a sus lectores cara a cara con Dios. Dios no se rinde sino a quien se acerca con humildad profunda, reconociendo que todo se lo debemos a él. Humildad es andar en verdad, y la verdad es que Dios nos ama, y por amor nos ha dado la existencia, nos la conserva y nos la llena de bendiciones. Ante esta verdad, tenemos que corresponderle con virtudes grandes: amor, desasimiento de todo lo criado, mortificación y disponibilidad absoluta.

Dios no solo quiere a quien le quiere, sino a todos y no es aceptador de personas. Sus dones son absolutamente gratuito. Según el Evangelio, Jesús buscó a la oveja perdida, aceptó el arrepentimiento de la adúltera, de la Magdalena, e hizo del perseguidor Saulo un apostol fuerte y luminoso hasta dar su vida por Él.. La escuchamos:

Quiero, pues, decir que querrá Dios algunas veces hacer tan gran merced a personas que están en el mal estado, que las suba a perfecta contemplación, para sacarlas por este medio de las manos del demonio.

Digo que no vendrá el Rey el Rey de la gloria a nuestra alma (digo a estar unido con ella) si no nos esforzamos a ganar las virtudes grandes. Hay almas que entiende Dios que  por este medio las puede granjear para sí; ya que las ve del todo perdidas, quiere su Majestad que no quede por él; y, aunque estén en mal estado y faltas de virtudes, dale gustos y regalos y ternura que la comienza a mover los deseos. Y esto, como digo, hace porque las prueba si con aquel favor se querrán disponer a gozarle muchas veces.

Tengo para mí que hay muchos con quien Dios nuestro Señor hace esta prueba, y pocos los que se disponen para gozar de esta merced; que, cuando el Señor la hace y no queda por nosotros, tengo por cierto que nunca cesa de dar hasta llegar a muy alto grado. Cuando no nos damos a su Majestad con la determinación que él se da a nosotros, harto hace de dejarnos en oración mental y visitarnos de cuando en cuando, como a criados que están en su viña.

Poderoso es Dios para libraros de todo, que una vez que mandó hacer el mundo fue hecho. Su querer es obrar. Pues no hayáis miedo, que si no es para más bien del que le ama, consienta hablar contra vos
; no quiere tan poco a quien le quiere. Mirad que es hermoso trueco dar nuestro amor por el suyo. Mirad que lo puede todo y acá no podemos nada sino  lo que él nos hace poder. Pues, ¿ qué es esto que hacemos por vos, Señor, Hacedor nuestro? Que es tanto como nada: una determinacioncilla. Pues si lo que no es nada, quiere su majestad que merezcamos por ello  el todo, no seamos desatinadas. ¡Oh Señor!, que todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en vos, que, si no mirásemos otra cosa sino al camino, presto llegaríamos (CP 16, 1-6)


jueves, 24 de mayo de 2012




DOMINGO DE PENTECOSTES         ¡Ven, Espíritu Divino!
Hoy es la fiesta del  Espíritu Santo, persona divina en la que creemos. En el Credo, que es el compendio de nuestra fe, confesamos expresamente:” Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de Vida”. Hacemos estas dos afirmaciones: Señor y dador de vida.-Profesamos que el Espíritu Santo es Señor, es decir Dios en cuanto espíritu creador, creador de la vida. Es Dios vuelto hacia nosotros, que suscita en nosotros la adoración.- Pero confesamos en el Credo que el Espíritu Santo es “dador de vida”, aliento vital que Dios infunde en nosotros, al creer en Jesucristo.-“Si creéis  que Jesucristo es el hijo de Dios, recibiréis  el don del Espíritu”. Por eso le invocamos con toda verdad ,”dulce huésped del alma”. Y le decimos “Cuán manso y amoroso recuerdas en mi seno donde secretamente  solo moras”.

Espíritu Santo como dador de vida, es fuerza  de Dios, por el que Jesucristo glorificado sigue presente en la historia del mundo, como principio de una historia y de un  mundo nuevo.-Por el Espíritu, Jesucristo el Señor sigue presente, cumpliendo su promesa:” No estaréis solos; yo estaré con  vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. La persona se hace cristiana, cuando por el bautismo recibe la infusión de la vida del espíritu de Cristo, cuando se cambia el modo de vivir simplemente humano y se convierte en espiritual, en una criatura abierta a la transcendencia, sabiendo por la fe que el hombre jamás  llega a ser él mismo si se deja llevar pura y simplemente por sus inclinaciones naturales. Para ser hombre de verdad, tiene que hacer frente a sus pasiones, a sus inclinaciones naturales. Ayudado por la fuerza del Espíritu llegará a ser un hombre nuevo.

  Hemos escuchado en las Sagradas Escrituras seleccionadas para esta Misa, que el Espíritu Santo irrumpió en la sala donde estaban reunidos en oración con María los primeros discípulos .Lo hizo en forma de llamas de fuego sobre sus cabezas, para significar la llama de amor viva, la manifestación de Dios que es Amor. “Y en esto entró Jesús,-dice el Evangelio-, y les dijo:”Paz a vosotros..Como el Padre me ha enviado, así también os  envío yo. Y dicho esto, exaló su aliento sobre ellos y les dijo :”Id al mundo entero, proclamad el Evangelio, y haced discípulos míos”.
  Y tenemos las dos imágenes con que se designa el Espíritu Santo; el fuego y el soplo o viento suave. Lámparas de fuego, en cuyos resplandores ,las profundas cavernas interiores de aquellos primeros discípulos reunidos  con las puertas cerradas por miedo a los judíos, recibieron luz y calor .Lámparas de fuego sigue siendo el Espíritu para nosotros también, para los hombres de todos los tiempos, para que las profundas cavernas de nuestro seno , oscuras y frías, reciban luz y calor.

miércoles, 23 de mayo de 2012





 
PUES TODAS HEMOS DE PROCURAR SER PREDICADORAS DE OBRAS

Obras son amores y no buenas razones. Teresa apela a que es mejor agradar a Dios que a las criaturas. Igualmente advierte que la mejor lección que podemos dar a la persona que difama a otra, sin razón, es que vea su propia sinrazón. Una obra de estas produce más efecto que diez sermones. La escuchamos:

¿Qué es esto, mi Dios ¿ ¿Qué pensamos sacar de contentar a las criaturas? ¿Qué nos va en ser muy culpadas de todas ellas, si delante del Señor estamos sin culpa?¡Oh hermanas mias, que nunca acabamos de entender esta verdad!, y así nunca acabaremos de estar perfectas, si mucho no lo andamos considerando y pensando qué es lo que es y qué lo que no es.

Pues cuando no hubiese otra ganancia sino la confusión que le quedará a la persona que os hubiere culpado de ver que vos sin ella  os dejais condenar, es grandísimo. Más levanta una cosa de éstas, a veces, al alma que diez sermones. Pues todas hemos de procurar de ser predicadoras de obras, pues el Apóstol y nuestra inhabilidad nos quita que lo seamos en las palabras.

Nunca penséis que ha de estar secreto el mal o el bien que hiciéreis, por encerradas que esteis. ¿Y pensais que aunque vos, hija, no os disculpeis, ha de faltar quien torne de vos. Su Majestad moverá a quien torne por vosotras, y cuando no, no será menester. Esto yo lo he visto y es así. Y el provecho que vereis en vuestra alma, el tiempo os doy por testigo; porque se comienza a ganar libertad y no se da m´s que digan mal que bien, antes parece que es negocio ajena; y es como cuando están hablando dos personas, y como no es con nosotras mismas, estamos descuidadas de la respuesta. Así es acá: con la costumbre que está hecha de que no hemos d responder, no parece hablan con nosotras.

Al principio es dificultoso. Mas yo sé que se puede alcanzar esta libertad y negación y desasimiento de nosotros mismos con el favor de Dios (CP 15,-6-7)



domingo, 20 de mayo de 2012






ESTAS VIRTUDES INTERIORES FORTALECEN EL ALMA

Madre Teresa pone el silencio interior entre las grandes virtudes. Y aquí no caben exageraciones que perjudiquen a la persona, como podía suceder haciendo penitencias corporales sin límites ni control.

Llama bienaventurados a los perseguidos. Pero no los perseguidos por acoso violento. Sino por la aceptación silenciosa cuando se está de baja en el aprecio ajeno: “desear con verdad ser tenido en poco”. Acoger en silencio todo por amor a la verdad profunda: “considerando y pensando qué es lo que es y qué es lo que no es”. Y para alcanzar la libertad, hasta colocarse por encima de los juicios humanos y no depender de ellos: “porque se comienza a ganar libertad, y no se nos da más que digan mal que bien”. La escuchamos:

Estas virtudes grandes, hermanas mias, querría yo estudiáemos mucho e hiciésemos penitencia, que en demasiadas penitencias ya sabéis  os voy a la mano, porque pueden hacer daño a la salud, si son sin discreción. En esto otro no hay que temer, porque por grandes que sean las virtudes interiores, no quitan las fuerzas del cuerpo para servir la religión, sino fortalecen el alma; y de cosas muy pequeñas se pueden acostumbrar para salir con victoria de las grantes.

Ayuda mucho traer consideración de lo mucho que se gana por todas estas vías, y cómo nunca –bien mirado- nunca nos culpan sin culpas, que siempre andamos llenas de ellas, pues cae siete veces al día el justo, y sería mentira decir no tenemos pecado. Asi que, aunque no sea en lo mismo que nos culpan, nunca estamos sin culpa del todo, como lo estaba e buen Jesús.

¡Oh Señor  mio!, cuando pienso por qué de maneras padecísteis y cómo por ninguna lo merecíais, no sé qué me diga de mí, ni donde tuve el seso cuando no deseaba padecer, ni a dónde estoy cuando me disculpo. Ya sabeis vos, Bien mío, que, si tengo  algún bien, que no es dado por otras manos sino por las vuestras; pues ¿ qué os va, Señor, en dar mucho que poco? Si es por no lo merecer yo, tampoco merecía las mercedes que me habeis hecho (CP 15,4-5).


jueves, 17 de mayo de 2012

DOMINGO DE LA ASCENSIÓN:

  Acabamos de escuchar las palabras con las que Jesús se despidió de los apóstoles:”Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo. Que vendrá sobre vosotros, y sereis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra” Y, dicho esto, “fue elevado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos”.
El verbo “elevar” tiene un  significado propio en los libros del Antiguo Testamento. Se emplea en la toma de posesión de la realeza, por ejemplo, cuando David es elevado al trono de rey. Por tanto, la Ascensión de Cristo significa, en primer lugar, la toma de posesión del Hijo del hombre, crucificado y resucitado, de la realeza de Dios sobre el mundo.
Fue elevado al cielo. La palabra “cielo” no indica un lugar sobre las estrellas, sino algo sublime. “Cielo” es estar con Dios. El cielo se encuentra donde está Dios: donde Dios y el hombre están inseparablemente unidos para siempre. El estar el hombre en Dios es el cielo.- Y nosotros nos acercamos al cielo, más aún, entramos en el cielo en la medida en que nos acercamos a Jesús y entramos en comunión con él. Por tanto la fiesta de la Ascensión nos invita a una comunión profunda con Jesús muerto y resucitado, invisiblemente presente en la vida de cada uno de nosotros.
Los apóstoles se volvieron a Jerusalén “con gran gozo”. ¿Cuál era la causa de su alegría? La causa de su gozo radica en que lo que había acontecido no había sido, en realidad, una separación, una ausencia permanente del Señor;  sino en la certeza de que el crucificado-Resucitado estaba vivo, y en él se habían abierto las puertas de Dios para estar con los hombres.
Este es el misterio de la Ascensión de Jesús, que hoy celebramos: no implicaba su ausencia temporal del mundo, sino que más bien inauguraba la forma nueva, definitiva y perenne de su presencia. En virtud de su  participación en el poder regio de Dios.
A partir de aquel momento, sus discípulos, llenos  de intrepidez por la fuerza del Espíritu Santo, empezaron a difundir la presencia de Jesucristo Viviente, con el testimonio y el anuncio con su mensaje.- También a nosotros la solemnidad de la Ascensión del Señor debería colmarnos de serenidad y entusiasmo, como sucedió a los Apóstoles, que del monte de los Olivos se marcharon “con gran gozo”.-Nos acompañan y consuelan sus mismas palabras, con las que concluye el Evangelio según San Marcos: “ He aquí que yo estoy con vosotros todos los dÍas hasta el fin del mundo”.
Esta es la misión de la Iglesia. La iglesia encuentra la razón de su ser y de su misión en manifestar  la presencia permanente, aunque invisible, de Jesús, una presencia que actúa con la fuerza de su Espíritu.-La solemnidad de este día nos exhorta a fortalecer nuestra fe en la presencia real de Jesús en la historia, en la propia vida de cada uno de nosotros;  fiesta que nos conduce directamente al corazón de Dios.

martes, 15 de mayo de 2012




NO DISCULPARSE, AUNQUE SE VEAN CULPADAS SIN CULPA

En el capítulo 15 de su libro titulado Camino de Perfección Madre Teresa muestra un señorío tal que no se inmuta ni cuando hablan mal de ella sin tener culpa.

También aquí su modelo es Jesucristo, el hombre perfecto en todo. Cuando le acusan de intentar derrotar al Cesar, o de sublevar al pueblo, calla y guarda un silencio sacrosanto. Ese comportamiento y rostro de Jesús reafloran constantemente en este capítulo, tratando ella de imitarle y proponiendo a sus monjas y lectores que tengan esos mismos sentimiento.

Cuando se vean envueltas en tan azarosas y desagradables situaciones de ser culpadas sin culpa, piensen que siempre habrá alguien que salga en su defensa. Eso fue lo que le ocurrió al mismo Jesucristo, cuando llevado a la cruz como un malhechor a juicio de los  tribunales, el buen ladrón salió en defensa de la verdad, de que era un santo que iba derecho al cielo, y le pidió que lo llevara consigo. A Teresa  le viene, como a cualquiera, el impulso primero de defenderse ante inculpaciones falsas, pero rápidamente reacciona y  calla. Admite excepciones, cuando sería escandaloso no defenderse diciendo la verdad. La escuchamos:

Jamás me parece me falta una causa para parecerne mayor virtud dar disculpa. Como algunas veces es lícito y sería mal no lo hacer, no tengo discreción , o por mejor decir, humildad, para hacerlo cuando conviene. Porque verdaderamente, es de gran humildad verse condenar sin culpa y callar, y es gran imitación del Señor, que nos quitó todas las culpas.

Y así os ruego mucho traigáis en esto gran estudio, porque trae consigo grandes ganancias; y en procurar nosotras mismas librarnos de culpa, ninguna, ninguna veo, si no es, como digo, en algunos casos que podría causar enojo o escándalo no decir la verdad.

Creo va mucho en acostumbrarse a esta virtud o en procurar alcanzar del Señor verdadera hunildd, que de aquí debe venir; porque el verdadero humilde ha de desear con verdad ser tenido en poco y perseguido y condenado sin culpa, aún en cosas graves. Porque, si quiere imitar al Señor, ¿en qué mejor puede que en esto? Que aquí no son menester fuerzas corporales ni ayuda de nadie, sino de Dios (CP 15, 1-2).


domingo, 13 de mayo de 2012





UN BUEN ENTENDIMIENTO ES LO MÁS ACERTADO

En el capítulo 14 de Camino Madre Teresa  indica qué cualidades se deben tener en cuenta a la hora de admitir una candidata a la vida de carmelita descalza. Propone lo que se llama reclutamiento  e vocaciones: que en la vida religiosa en el Carmelo,por ella fundado, entre únicamente gente vocacionada. No puede admitirse a cualquiera que lo solicite.

Sitúa el tema en el panorama que ha observado en su antiguo monasterio de la Encarnación y en otros de la ciudad y del entorno social. Son monasterios en los que se han admitido prácticamente a todas las niñas y jóvenes que lo han solicitado, unas con vocación para la vida religiosa y otras por no quedarse en la casa paterna solas, al tener que marcharse sus padres y hermanos a la guerra o a ola conquista del nuevo mundo. Teresa quiere una vida religiosa con un nuevo estilo, de autenticidad y perfección en el seguimiento de Cristo pobre, y abrazado a la cruz, aceptando libremente que no se haga su voluntad sino la de Dios.

Y lo primero que exige a una candidata es “un buen entendimiento” y “una determinada determinación”. La escuchamos:

Bien creo que favorece el Señor much a quien bien se determina, y por eso se ha de mirar qué intento tiene la que entra, no sea sólo por remediarse, como acaecerá a muchas, puesto que el Señor puede perfeccionar este intento, si es persona de buen entendimiento; que, si no, en ninguna manera se tome; porque ni ella se entenderá cómo entra, ni después a las que la quisieren poner en lo mejor.

Porque, por la mayor parte, quien esta falta tiene siempre siempre les parece atinan más lo que les conviene que los más sabios. Es mal que le tengo por incurable, porque por maravilla deja de traer consigo malicia. Adonde hay muchas, podráse tolerar; y entre tan pocas no se podrá sufrir.

Un buen entendimiento, si se comienza a aficionar al bien, ásese a él con fortaleza, porque ve es lo más acertado; y cuando no aproveche para mucho espíritu, aprovechará para buen consejo y pasara hartas cosas, sin cansar a nadie. Cuando éste falta, yo no sé para qué puede aprovechar en comunidad, y podrá dañar harto. Esta falta no se ve muy en breve, porque  muchas hablan bien y entienden mal. Y otras hablan corto y no muy cortado, y tienen entendimiento para mucho bien (CP 14, 1-2).









jueves, 10 de mayo de 2012





 
 DOMINGO DE PASCUA VI B



   El Evangelio nos recuerda el principal, el más grande mandamiento dado por Jesucristo a los hombres, el mismo que Dios había dado a los profetas: “Ama a Dios con toda tú alma, con todas tus fuerzas, con todo tú ser, y al prójimo como a tí mismo”. Jesucristo puntualiza un poco más la segunda parte:”Este es mi mandamiento, que os ameis unos a otros como yo os he amado”.- San Juan lo expresa así:”En esto consiste el amor: nó en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero”.

Veámonos, en primer lugar, amados por Dios gratuita y amorosamente. Amados por Dios a dos niveles: uno general, como formando parte de esta Humanidad creada y redimida por su Hijo Jesucristo, Dios y hombre, y otro particular, haciendo nuestra aquella expresión de San Pablo: “Cristo me amó y se entregó por mí”.- Nuestra existencia personal es la primera razón del amor que Dios nos tiene, porque la creación tiene su fuente en la sabiduría y el amor de Dios.- A Dios le debemos nuestra fe, la pertenencia a la iglesia por el bautismo, nuestra vocación..como nos recuerda el Evangelio de hoy, con palabras que cada uno debemos escuchar a Jesucristo como dichas a nosotros:” No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os  he destinado para que vayais y deis fruto y vuestro fruto dure”..”A vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oido a mi Padre os lo he dado a conocer”

Pero hay otra manifestación más fuerte del amor que Dios nos tiene: la pasión y muerte de Jesucristo por nosotros.” Tanto amó Dios al mundo, que le dió a su unigénito Hijo, que se entregó por nosotros a la muerte y una muerte de Cruz”. Murió como propiciación por nuestros pecados. Con  su vida entera, con su vida ofrecida en la Cruz como víctima de propiciación por nuestros pecados, con su fidelidad a la verdad, con sus milagros en favor de los que más sufrían...dió constantes testimonios del amor de Dios a los hombres. Un amor universal, y enteramente desinteresado y gratuito. Si Dios nos ama, el provecho no es para El, sino para nosotros; y si nosotros le amamos a Dios, el provecho es para nosotros también, nó para El, que es absolutamente perfecto y omnipotente.“Este es mi m,andamiento: Que os ameis unos a otros como yo os he amado”:


martes, 8 de mayo de 2012




 

ESTA CASA ES UN CIELO, SI LE PUEDE HABER EN LA TERRA

Teresa y sus monjas del convento de san José de Ávila se perciben íntimamente como esposas del Rey del cielo e hijas de la Virgen María, Madre del Carmelo. La evocación del monte Carmelo, le lleva a pensar en la vida que hacían los primeros carmelitas, vida de ermitaños, para proponer su ejemplo a sus monjas para que también ellas vivan como ermitañas.

“Estilo ermitaño” que es, ante todo” estilo de ser y de vivir”:”Acordémonos de nuestros Padres santos pasados, ermitaños, cuya vida pretendemos imitar: ¡ qué pasarían de dolores, y qué a solas, y de frios y hambre, y sol y calor, sin tener a quién se quejar sino a Dios. ¿Pensais que eran de hierro?, Pues tan delicados eran como nosotras!”.

Madre Teresa explica que ser ermitaña es “desasirse de todo lo criado”, no el vivir aislada, sino la purificación de los afectos y sentimientos posesivos, que la Santa ha condensado en la palabra “desasimiento”: “desasirse de todo para darnos del todo al Todo”. Teresa construyó en la huerta de su convento unas pequeñas ermitas “para apartarse a orar”, pero es sólo el marco externo de la vida ermitaña. Lo que interesa es tener ermitaño el corazón. La escuchamos:

Parezcámonos hijas mias, en algo a la gran humildad de la Virgen sacratísima, cuyo hábito traemos, que es confusión nombrarnos monjas suyas, que por mucho que nos parezca que nos humillamos, quedamos bien cortas para ser hijas de tal Madre y esposas de tal Esposo.

Créanme en esto ( y si no, el tiempo les doy por testigo), porque el estilo que pretendemos llevar es no sólo de ser monjas, sino ermitañas, y así se desasen de todo lo criado, y a quien el Señor ha escogido para aquí particularmente, veo la hace esta merced. Aunque ahora no sea en toda perfección, vese que va ya a ella por el gran contentamiento que le da y alegría: ver que no ha de tornar a tratar con cosa de la vida y el sabor en todas las de la religión.Esta casa es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta sólo de contentar a Dios y no hace caso de contento suyo.


domingo, 6 de mayo de 2012

Pensaientos de santa Teresa




¡DE MALAS RAZONES NOS LIBRE DIOS!


En el capítulo 13 de Camino Madre Teresa propone a sus monjas un estilo de vida propio, específico, diferente de otros estilos de vida, como puede ser el mundano. Un estilo de ser o de vivir. Y también, un estilo de hablar, de tratarse entre ellas. Lo que ella llama “el estilo de hermanas y recreación”, que rige en el Carmelo..

Ese estilo lo han de plasmar en diversas facetas: en lo eclesial. En la pobreza, en lo femenino, en vigor y fortaleza, en amor y libertad santa. Todo ello ha de configurar cómo vivir, no sólo como opción y vocación personal, sino de suerte que ponga en marcha un estilo de ser y de vivir en el grupo.

Empieza desenmascarando e sofisma de “las  razones”. Reivindica los propios derechos. Y entrevé lúcidamente el sofisma que sirve d soporte a ese fuego cruzado de razones y sinrazones.¡Fuera esa hojarasca de razones! ¿Dónde está la verdadera razón?. Necesidad acuciante de “andar en verdad”. Y descubrimiento de la verdad de la cruz. La escuchamos :

Muchas veces os lo digo, hermanas, y ahora lo quiero lo quiero dejar escrito aquí, porque no se os olvide: que en esta casa ( y aun toda persona que quisiere ser perfecta) huya mil leguas de “ razón tuve”, “hiciéronme sin razón”, “no tuvo razón quien esto hizo conmigo”,¡ De malas razones nos libre Dios!

¿Parece que había razón para que nuestro buen Jesús sufriese tantas injurias y se las hiciesen, y tantas sinrazones? La que no quisiere llevar cruz, sino la que le dieren muy puesta en razón, no sé yo para qué está en el monasterio, tórnese al mundo, adonde aún no le guardarán esas razones. ¿Por ventura podéis pasar tanto que no debáis más? ¿Qué razón es ésta?. Por cierto, yo no la entiendo.

Cuando nos hicieren alguna honra o regalo o buen tratamiento, saquemos esas razones, que, cierto, es contra razón nos le hagan en esta vida. Mas cuando agravios ( que así los nombran sin hacernos agravio), yo no sé qué hay que hablar. O s omos esposas de tan gran Rey, o no. Si lo somos, ¿qué mujer honrada hay que no participe de las deshonras que a su esposo hacen? CP 13, 1.2).




jueves, 3 de mayo de 2012






DOMINGO DE PASCUA V B            

El tema dominante de este domingo es la realidad de la vida de gracia en nosotros, la vida de fe, de caridad, la vida divina en nosotros. Y esta realidad sobrenatural de la gracia y nuestra unión interior con Dios se expresa con una imagen bien expresiva: la unión que hay en una vid entre el tronco y los sarmientos. Mientras los sarmientos estén unidos al tronco de la vid, correrá por ellos la misma sabia que en el tronco, y estarán verdes y darán frutos. Pues esta imagen se la aplica Jesucristo para explicar la unión que hay entre él y los creyentes que permanecen unidos a El por la gracia: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante”.  Sirviéndonos de esta imagen, vemos los vínculos que unen a los creyentes entre sí, con Dios y con Jesúcristo. Jesús es la vid auténtica que produce los frutos esperados por el viñador, su Padre. Nosotros somos los sarmientos. La existencia del cristiano es una continuación e irradiación de la de Jesucristo. Aunque son dos existencias distintas, por ambas circula l misma vida. Como los sarmientos son de la misma naturaleza del tronco de la vid, así los fieles poseen el mismo ser o existencia de Cristo Jesús y de Dios. Los creyentes son auténdicos sarmientos de la única vid de Dios que es Jesús, el Señor. La Iglesia es un grupo compuesto por hombres muy diversos, pero así mismo es la familia humana de Dios. Sus miembros son llamados y son ,por la gracia del espíritu, verdaderos hijos de Dios, y como tales tienen que cimentar sus vidas en la verdad y la caridad y ser conducidos por el Espíritu.


   Dentro de este marco general,los textos nos hacen reflexionar también sobre otros puntos. Uno primero es la fidelidad: “permaneced en mí...,porque sin mí no podeis hacer nada. El sarmiento que está separado de la vid, se seca; y luego lo recogen y los echan al fuego, y arden”..A la fidelidad de Dios y de Cristo a sus promesas tenemos que responder nosotros con la fidelidad a los compromisos adquiridos por la fe, por el bautismo, es decir por nuestra pertenencia a la Iglesia... Es necesaria la fidelidad para construir y progresar auténticamente, para multiplicarse y ser fecundos en el Espíritu. Unión de amor con Dios que nos ama, al que tenemos que corresponder con nuestro amor. Unión de voluntad, haciendo que nuestra voluntad esté conforme con la suya.-    Un segundo acento en estas lecturas es la paz: “La iglesia gozaba de paz”, de la paz en Cristo Jesús, reconciliada con El.  La paz a que aspira la Iglesia es una paz diversa de la que nos puede venir del aislamiento y de la inmobilidad. El Evangelio nos desea y promete la paz, pero nos envia a una misión en que tenemos que construir la paz, promoviendo la justicia , el respeto a los derechos humanos,la comprensión mutua, el perdón, y sobre todo la civilización del amor.
    Repasando las lecturas de este quinto domingo de Pascua,. meditemos en el sentido de nuestra nueva condición como cristianos, poseedores de la vida divina por el nuevo nacimiento por el bautismo, y la vida de la gracia que se nos comunica por los sacramentos, permaneciendo unidos a Dios por la fe y la caridad, como sarmientos a la vid.- Estar unidos a El con una intimidad mayor que la de la simple fe. No basta con creer en El; es preciso compartir también de alguna manera su vida en actitud de amor a los demás, de cumplir lo que ha mandado, de ser de verdad amigos suyos, y amigos unos de otros

martes, 1 de mayo de 2012





TENER EN POCO LA VIDA Y LA HONRA

El tema de la honra ha sido largamente tratado por Teresa en sus escritos. Porque la honra, es decir, estar pendientes de la estimación de los demás, o considerarse uno como un personajillo al que los demás han de valorar y ensalzar, es una forma de esclavitud personal, de la que hay que liberarse, para crecer en la vida espiritual.

A la honra dedica este capítulo de Camino, en el que trata de lo importante que es no hacer ningún caso del linaje, los que de veras quieren ser hijos de Dios. Linaje y honra se entrecruzan, lo mismo que honra y dineros.

Teresa ausculta lo que pasa en la sociedad castellana de su tiempo. Y una de las lacras más profundas y que más condicionaba la vida social, era el culto  a la honra. Sus mismos hermanos defendieron en pleito su condición de hidalgos. “El demonio –piensa la Santa- también inventa sus honras en los monasterios, y pone sus leyes, que bajan y suben como las del mundo. Y ¿ cómo nó? Teresa también hubo un tiempo en que se preció de ser honrada, sin entender qué cosa era, y así se iba al hilo de la gente. Pero después llegó a descubrir la inmensa mentira enmascarada tras el código del “punto de honor”:” el engaño que traía de creer que era honra lo que el mundo llama honra; ve que es grandísima mentira y que todos andamos en ella; entiende que la verdadera honra no es mentirosa, sino verdadera, teniendo en algo lo que es algo, y lo que no es nada tenerlo en nonada, pues todo es nada y menos que nada lo que acaba y no contenta a Dios”. La escuchamos:

Dios nos libre , por su pasión, de decir ni pensar para detenerse en ello; “ si soy más antigua”; “ si he más años”, “ si he trabajado más”, “ si tratan a la otra mejor”. Estos pensamientos, si vinieren, es menester atajarlos con presteza; que si se detienen en ellos, o lo ponen en plática, es pestilencia y de donde nacen grandes males.

Podrá ser que digan que para qué pongo tanto en esto y que va con rigor, que regalos hace Dios a quien no está tan desasido. Yo lo creo, que con su sabiduría infinita ve que conviene para traerlos a que lo dejen todo por él. Mas créanme una cosa, que si hay punto de honra o de hacienda, que, aunque tengan muchos años de oración, que nunca medrarán mucho ni llegarán a gozar el verdadero fruto de la oración. Mirad si os va algo, hermanas, en estas cosas, pues no estáis aquí a otra cosa. Vosotras no quedáis más honradas y el provecho perdido para lo que podríais más ganar;  así que deshonra y pérdida cabe aquí junto (CP 12, 4-6).