lunes, 1 de marzo de 2010

EL EVANGELIO, SEGÚN SANTA TERESA

La Transfiguración del Señor.
Imagen en plata. A nuestra derecha San Pedro.
A la izquierda el Profeta. Juan de Arfe.1571.

EVANGELIO, SEGÚN SANTA TERESA.VIII

Santa Teresa valoraba a Cristo como el bien más precioso que los hombres y mujeres tienen derecho a conocer y amar. Por eso leía con frecuencia las Sagradas Escrituras, y buscaba libros en los que fundamentar la belleza de la verdad sobre Dios, y escuchar a predicadores coherentes con lo que anunciaban

Por eso, la doctrina de Santa Teresa, inspirada en la Biblia, ha enriquecido su vida y la de cuantos la leen con devoción. Seguimos entresacando algunos fragmentos de sus obras, para alimento de nuestra fe.

¡Oh esperanza mía! Cuando considero en como decís, que son vuestros deleites estar con los hijos de los hombres..¡Qué palabras estas para no desconfiar ningún pecador!

El ciego de nacimiento deseaba ver la luz, y no podía. Ahora, Señor, en el mundo no se quiere ver. ¡Oh qué mal tan incurable! Aquí se ha de mostrar vuestro poder y vuestra misericordia.

¿Cómo siguen los hombres al que es tan pobre, como el demonio, que lo echaron de las riquezas celestiales? ¿Qué puede dar el que no tiene nada para sí, sino mucha desventura?

¿Qué ha de hacer por nosotros quien fue tan traidor contra Dios?
Espera, alma mía, que no sabes cuando vendrá el día ni la hora de tu fin: vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad.

Más quiero vivir y morir en pretender y esperar la vida eterna, que poseer todas las criaturas, y todos los bienes, que se han de acabar.
Amigos del BLOG: comparen la imagen de ayer ,pintura sobre tabla, y ésta de hoy cincelada en plata. La misma imagen del Jesucristo, la misma belleza, dificilmente superable. Sólo las separan sesenta años. Ambas del siglo XVI-

No hay comentarios:

Publicar un comentario