Amigos del Blog : ¿Os imaginais a qué jugaba Santa Teresa cuando era niña? Podeis imaginaros lo que querais. Era una niña como otra cualquiera.A las bolas, a la tanga, a saltar a la cuerda, a la peonza.
Pero a los cincuenta años se propuso escribir el Libro de su Vida. Y en el contexto de verse Carmelita, en una situación en que experimenta su existencia propia como monja de verdad y rodeada de sus monjas, recuerda su niñez. Y es el momento en que la vienen a la memoria esas vivencias experienciales, que no se olvidad nunca. Entre ellas, dos juegos: jugar a ser monja con otras niñas y jugar a ser ermitaña. La escuchamos.
"De que vi que era imposible ir a donde me matasen por Dios, ordenábamos ser ermitaños, y
en una huerta que había en casa procurábamos, como podíamos, hacer ermitas, poniendo
unas piedrecillas, que luego se nos caían. Y así no hallábamos remedio en nada para nuestro
deseo; que ahora me pone devoción ver cómo me daba Dios tan presto lo que yo perdí por mi
culpa. Hacía limosna como podía, y podía poco. Procuraba soledad para rezar mis devociones,
que eran hartas, en especial el rosario, de que mi madre era muy devota, y ansí nos hacía serlo.
Gustaba mucho, cuando jugaba con otras niñas, hacer monasterios, como que éramos monjas; y
yo me parece deseaba serlo, aunque no tanto como las cosas que he dicho".
Al aproximarnos a este texto autobiográfico, tenemos que empezar situándonos en el mundo cultural y religioso del siglo XVI. Y , luego, en quienes eran los destinatarios del libro que escribe. Y ahora ya nos preguntamos ¿que ha querido comunicar la priora Madre Teresa a sus monjas del convento de San José y a los confesores que le han pedido que escriba lo que le ha ido ocurriendo en lo más íntimo de su espíritu, a lo largo de su vida?
A primera vista, no se deduce de este texto que la niña Teresa no jugara a los bolos o a la comba. La niña Teresa fue una niña como las demás de su tiempo. Pero en su historia personal, al tener que escribir sus experiencias religiosas, recurre a lo que ella vivió experiencialmente. Eso que nadie puede olvidar, si lo ha vivido en el espíritu a solas o con otros, aunque hayan pasado cuarenta o más años.
El genio nace genio y, el que es fiel a sí mismo, termina siendo un genio. Santa Teresa nació siendo un genio en el arte de la intronspección, de la vida interior, de la contemplación, de la unión amorosa con Dios.
Ha empezado a recordar su niñez y le suena , enseguida, la voz del espíritu propio y el eco del Dios que le habla :..."que ahora me pone devoción ver cómo me daba Dios tan presto lo que yo perdí por mi culpa". Hace muchos años, jugaba a ser ermitaña y a ser monja con otras niñas. Ahora vive con otras monjas de verdad, a las que tambien ella misma ha convocado recientemente, como ,entonces, reunió a otras niñas.
" Me daba Dios"...En tres palabras, nos enseña el nucleo vivencial de su historia personal, que es el verse iluminada, guiada, regida por Otro, al que ella corresponde. Ella vuelve profundamente a si misma para contarnos, nó lo que hace ella, sino lo que recibe de Dios. Maestra del amor, Teresa sabe que el amor se recibe primero y se espera siempre." Mi madre , tan devota, nos hacía serlo". Y "me daba Dios".
Siempre termina diciendo que le corresponde malísimamente, que es la más grande pecadora, indignísima de las gracias que Dios le otorga. Dios y ella. En medio, un abismo insondable. Estamos empezando a asomarnos a él.
Hemos abierto el Libro de la Vida, escrito por Santa Teresa de Jesús. Desde la primera página, la vemos gozando de la vida. Se estremece al verse cogida de la mano de Dios. No entiende por qué Dios la busca, precisamente a ella, que se ve ruin, inutil...¡Verse inutil! Ella, que ha conquistado las cimas del espíritu. La que dice no saber escribir, y ha entrado en la historia de la literatura como creadora de un estilo nuevo. La Santa más conocida en el mundo entero.
Santa Teresa va a estar encantada de que leamos sus escritos. Estamos en la primera página. Nos quedan muchos cientos de folios, por transcribir en este BLOG. Si ya nos ha cautivado desde su niñez, estamos deseando conocerla mejor. Seguiremos escuchando su mensaje, su revelación de Dios. Teresa es más que una mujer. Es una Santa. Y santo es el que siendo cristiano, se hace realmente hombre. O mujer, en nuestro caso. Santo es el que se ha ido liberando de lo terrenal y caduco en pos de la bondad sencilla y plena, haciéndose cada vez un poco más espiritual.
Hoy os quería proponer una cosa, interrumpir la lectura de los escritos de nuestra Santa, para rezarla una Novena. Nueve dias seguidos, como preparación a su gran fiesta del 15 de octubre, empezando el próximo día seis.
Adios.No me falteis. Con un saludo de vuestro Capellán.
Pero a los cincuenta años se propuso escribir el Libro de su Vida. Y en el contexto de verse Carmelita, en una situación en que experimenta su existencia propia como monja de verdad y rodeada de sus monjas, recuerda su niñez. Y es el momento en que la vienen a la memoria esas vivencias experienciales, que no se olvidad nunca. Entre ellas, dos juegos: jugar a ser monja con otras niñas y jugar a ser ermitaña. La escuchamos.
"De que vi que era imposible ir a donde me matasen por Dios, ordenábamos ser ermitaños, y
en una huerta que había en casa procurábamos, como podíamos, hacer ermitas, poniendo
unas piedrecillas, que luego se nos caían. Y así no hallábamos remedio en nada para nuestro
deseo; que ahora me pone devoción ver cómo me daba Dios tan presto lo que yo perdí por mi
culpa. Hacía limosna como podía, y podía poco. Procuraba soledad para rezar mis devociones,
que eran hartas, en especial el rosario, de que mi madre era muy devota, y ansí nos hacía serlo.
Gustaba mucho, cuando jugaba con otras niñas, hacer monasterios, como que éramos monjas; y
yo me parece deseaba serlo, aunque no tanto como las cosas que he dicho".
Al aproximarnos a este texto autobiográfico, tenemos que empezar situándonos en el mundo cultural y religioso del siglo XVI. Y , luego, en quienes eran los destinatarios del libro que escribe. Y ahora ya nos preguntamos ¿que ha querido comunicar la priora Madre Teresa a sus monjas del convento de San José y a los confesores que le han pedido que escriba lo que le ha ido ocurriendo en lo más íntimo de su espíritu, a lo largo de su vida?
A primera vista, no se deduce de este texto que la niña Teresa no jugara a los bolos o a la comba. La niña Teresa fue una niña como las demás de su tiempo. Pero en su historia personal, al tener que escribir sus experiencias religiosas, recurre a lo que ella vivió experiencialmente. Eso que nadie puede olvidar, si lo ha vivido en el espíritu a solas o con otros, aunque hayan pasado cuarenta o más años.
El genio nace genio y, el que es fiel a sí mismo, termina siendo un genio. Santa Teresa nació siendo un genio en el arte de la intronspección, de la vida interior, de la contemplación, de la unión amorosa con Dios.
Ha empezado a recordar su niñez y le suena , enseguida, la voz del espíritu propio y el eco del Dios que le habla :..."que ahora me pone devoción ver cómo me daba Dios tan presto lo que yo perdí por mi culpa". Hace muchos años, jugaba a ser ermitaña y a ser monja con otras niñas. Ahora vive con otras monjas de verdad, a las que tambien ella misma ha convocado recientemente, como ,entonces, reunió a otras niñas.
" Me daba Dios"...En tres palabras, nos enseña el nucleo vivencial de su historia personal, que es el verse iluminada, guiada, regida por Otro, al que ella corresponde. Ella vuelve profundamente a si misma para contarnos, nó lo que hace ella, sino lo que recibe de Dios. Maestra del amor, Teresa sabe que el amor se recibe primero y se espera siempre." Mi madre , tan devota, nos hacía serlo". Y "me daba Dios".
Siempre termina diciendo que le corresponde malísimamente, que es la más grande pecadora, indignísima de las gracias que Dios le otorga. Dios y ella. En medio, un abismo insondable. Estamos empezando a asomarnos a él.
Hemos abierto el Libro de la Vida, escrito por Santa Teresa de Jesús. Desde la primera página, la vemos gozando de la vida. Se estremece al verse cogida de la mano de Dios. No entiende por qué Dios la busca, precisamente a ella, que se ve ruin, inutil...¡Verse inutil! Ella, que ha conquistado las cimas del espíritu. La que dice no saber escribir, y ha entrado en la historia de la literatura como creadora de un estilo nuevo. La Santa más conocida en el mundo entero.
Santa Teresa va a estar encantada de que leamos sus escritos. Estamos en la primera página. Nos quedan muchos cientos de folios, por transcribir en este BLOG. Si ya nos ha cautivado desde su niñez, estamos deseando conocerla mejor. Seguiremos escuchando su mensaje, su revelación de Dios. Teresa es más que una mujer. Es una Santa. Y santo es el que siendo cristiano, se hace realmente hombre. O mujer, en nuestro caso. Santo es el que se ha ido liberando de lo terrenal y caduco en pos de la bondad sencilla y plena, haciéndose cada vez un poco más espiritual.
Hoy os quería proponer una cosa, interrumpir la lectura de los escritos de nuestra Santa, para rezarla una Novena. Nueve dias seguidos, como preparación a su gran fiesta del 15 de octubre, empezando el próximo día seis.
Adios.No me falteis. Con un saludo de vuestro Capellán.
Hace poco estuvimos en la casa de Santa Teresa en Ávila y les acabo de leer a los niños su biografía. Estaba buscando información sobre su infancia cuando he llegado a su blog y me ha gustado mucho la ilustración de esta entrada. ¿Me podría decir a qué libro pertenece? Muchas gracias.
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