Libro Camino de Perfección en el 2012
En este último día del año acabo también con la última página del Libro de la Vida, escrito por santa Teresa de Jesús, que hemos venido transcribiendo y comentando durante dos años.
Cualquiera de sus páginas nos ha ido recreando por la elegancia de su composición literaria, pero sobre todo por habernos contagiado su fervoroso espíritu de amor a Dios y a los hombres.
Alguno de los visitadores del BLOG me habeis comentado que os ha ayudado a descubrir el sentido de la oración, a gozar de vuestra consagración a Dios en el sacerdocio o en la vida religiosa, o como homilía para la Misa del domingo, entre otros comentarios. Hice bien servirme del Libro de la Vida para difundir el mensaje cristiano por este medio . Efectivamente, Teresa de Ávila es un testigo de lujo de lo que es un creyente. En las páginas del libro hemos respirado aire fresco, hemos disfrutado de la dulce intimidad de una santa, y nos ha salvado, a ratos, de caer en el desaliento avivando nuestra esperanza.
¡Tanta experiencia del espíritu¡ Qué necesidad hemos tenido de pasar una página y otra hasta llegar a ésta última. ¡Qué horas hemos pasado con santa Teresa contándonos su Vida ! La escuchamos un minuto más:
"Estando una noche tan mala que quería excusarme de hener oración...,me recogí en un oratorio. Y vínome un arrebatamiento de espíritu con tanto ímpetu que no hubo poder resistirle. Parecíame estar metida en el cielo, y las primeras personas que allá ví fue a mi padre y a mi madre" ( V 38,1).
Hemos aprendido mucho ayer y anteayer. Pero hoy con estas cuatrolineas, Teresa nos transporta al cielo donde ella mora eternamente, y a donde cada uno espera encontrar a su padre y a su madre. Y con esos tres párrafos, damos por concluido este primer libro, que escribió en 1562 en este Monasterio de la Encarnación de Ávila.
Ahora estoy pensando dedicar el 2012 al libro titulado Camino de Perfección, que santa Teresa escribió en su nuevo convento de san José de Ávila. Pido a su autora que me ilumine para acertar con su camino y andar por él, sin demasiados tropiezos, hasta llegar al final. Si me retraso o me pierdo, ya me disculpareis.¡ Veremos que hay un camino por el que Teresa llegó a la cima de la perfección como mujer y como creyente, y que nos va a invitar a caminar por él.
Adios, amigos. Hasta el año que viene. Un fuerte abrazo y mis mejores parabienes para vosotros y para vuestras familias. Vuestro Capellán, Nicolás.