domingo, 11 de diciembre de 2011

VI A CRISTO QUE CON GRAN AMOR ME PONÍA UNA CORONA





La Virgen ampara bajo su manto a los/las carmelitas.

Santa Teresa tuvo esta visión,rezando en el coro



Quienes hemos asistido a la fundación del convento de san José de Ávila, hemos visto a Teresa de Jesús aguantando la manifesta oposición de todo el pueblo. Y lo más llamativo ha sido que nadie podía explicarnos por qué no querían que Madre Teresa se juntase con doce jóvenes en una casita simplemente a rezar, sin hacer ningún ruido a nadie.



Por fin, para alivio de sus cuatro primeras novicias, la Madre pudo volver a San José, y dirigirlas en el camino de la perfección, la gente se aplacó. La escuchamos:


"Comenzando a hacer mi oficio ( de priora del nuevo convento), era mucha la devoción que el pueblo comenzó a tener con esta casa. Tomáronse más monjas y comenzó el Señor a mover a los que nos habían perseguido para que mucho nos favoreciesen e hiciesen limosna; y así aprobaban lo que tanto habían reprobado, y poco a poco se dejaron de pleito y decían que ya entendían ser obra de Dios, pues con tanta contradicción Su Majestad había querido fuese adelante".





"Y no hay al presente nadie que le parezca fuera acertado dejarse de hacer; y así tienen tanta cuenta con proveernos de limosna, que sin haber demanda ni pedir a nadie, los despierta el Señor para que nos la envien, y pasamos sin que nos falte lo necesario, y espero en el Señor será así siempre".




"Que es para mí grandísimo consuelo de verme aquí metida con almas tan desasidas.Su trato es entender cómo irán adelante en el servicio de Dios. La soledad es su consuelo, y pensar de ver a nadie que no sea para ayudarlas a encender más el amor de su Esposo. Y así no viene nadie a esta casa, sino quien trata de esto, No es su lenguaje otro sino hablar de Dios, y así no entienden ni las entienden sino quien habla el mismo lenguaje".




Teresa concluye volviendo su mirada al divino Cofundador, Jesucristo. ¡Cómo le iba a faltar tener un detalle con ella! Teresa se vió correspondida nada menos que recibiendo sobre su cabeza una corona.¿ Por qué nos confía este secreto? ¿Será porque se ve hermosa como una princesa? ¿Será porque no le falló nunca en el intento de hacer lo que le había pedido? Su Rey divino la prefirió a ella. La esuchamos:





"Estando haciendo oración en la iglesia antes que entrase en el monasterio, estando casi en arrobamiento, vi a Cristo que con grande amor me pareció que me recibía y ponía una corona, y me agradeció lo que había hecho por su Madre. Otra vez, estando todas en el coro en oración, después de Completas, vi a nuestra Señora con grandísima gloria, con manto blanco y debajo de él parecía nos amparaba a todas. Entendí cuán alto grado de gloria daría el Señor a las de esta casa" (V 36, 24-26).




Amigos del BLOG, comprendámoslo: Teresa fue preferida de Jesús, porque Jesús fue preferido de Teresa. Hasta la próxima. Un saludo. Nicolás

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