viernes, 25 de noviembre de 2011
Y ME VINO UNA AFLICCIÓN Y OSCURIDAD Y TINIEBLAS EN EL ALMA, QUE YO NO SÉ ENCARECER
ESTUVE CON TAN GRAN CONTENTO, QUE ESTABA COMO FUERA DE MI
"Y también me dió gran consuelo de haber hecho lo que tanto el Señor me había mandado, y otra iglesia más en este lugar de mi padre glorioso san José, que no la había. Siempre entiendo lo hacía el Señor, y lo que era de mi parte iba con tantas imperfecciones que antes veo había que culparme, que no que me agradecer); mas érame gran regalo ver que hubiese Su Majestad tomádome por instrumento, siendo tan ruín, para tan gran obra. Así que estuve con tan gran contento, que estaba como fuera de mí, con grande oración"(V 36,6).
Pero esto merece un capítulo aparte. Adios, amigos.Nicolás
miércoles, 23 de noviembre de 2011
CON TODA AUTORIDAD Y FUERZA QUEDÓ HECHO NUESTRO MONASTERIO DE SAN JOSÉ
VIGILAD Y ORAD.¡VEN, SEÑOR JESÚS! Domingo 27 de nov.
ADVIENTO I
Con este domingo primero de Adviento, la iglesia nos invita a prepararnos para las fiestas de la Navidad. La Navidad en la que celebraremos un año más el acontecimiento central de la historia de la humanidad: el nacimiento del Hijo de Dios en Belén, nuestro Señor Jesucristo, nuestro salvador.-
Jesucristo no es cosa del pasado: siempre es alguien presente y alguien futuro. Está con nosotros, pero siempre viene a nuestro encuentro. Camina a nuestro lado, pero siempre es inalcanzable. Jesucristo siempre es mucho más, por eso nos cautiva y nos atrae. Por eso el tiempo de Adviento nos invita a renovar la ilusión mirando al futuro, superarnos, a saber esperar y desear. Y a repetir insistentemente la oración del Adviento: “Ven, Señor Jesús”. La salvación nos viene de Dios. Con ese deseo caminamos hacia la Navidad, porque en ella esperamos de nuevo encontrarnos con nuestro Dios y salvador.-
Para ese encuentro, tenemos que preparar nuestra morada interior, limpiarla de las impurezas de los pecados, quitar estorbos, adornarla y perfumarla con flores de virtudes y aromas del Espíritu. Virtudes como la esperanza, el amor, la humildad, la vigilancia, limpieza espiritual.
Adviento significa “venida”. Es muy importante en nuestras vidas esperar en Dios, en alguien que viene a salvarnos, alguien que no es uno cualquiera, es el Enmanuel, el Dios con nosotros. Alguien que nos ofrece luz y sentido para nuestra existencia.- Lo peor que puede ocurrirnos es vivir como insensibles al bien, como ciegos, embotados, sin ilusiones ni esperanzas.
El Señor nos previene en el Evangelio : “Velad.¡ Vigilad!”. No vivamos como dormidos. No se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y os hagáis insensibles a la verdad.”Estad siempre despiertos, vigilantes.”
El Adviento es anhelar: no podemos conformarnos con la rutina y la mediocridad. Nuestra capacidad es grande, ilimitada.. Adviento es esperar: esperar es trabajar para que nuestros deseos se realicen. Esperar es poner en movimiento todas las capacidades personales al futuro. Y porque lo que deseamos y esperamos nos sobrepasa, por eso necesitamos orar, suplicar a Dios: Ven Señor, venga a nosotros tu reino, Señor. Sólo Dios tiene palabras de vida eterna. Sólo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. Lo dijo claramente:” Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Caminamos al encuentro con Dios, a la unión de amor con Dios. Y cómo se verifica esta su llegada a nosotros y éste nuestro recibimiento : mediante la fe.- Señor, en este tiempo de adviento, auméntanos la fe. ..- Esta adhesión vital al Dios encarnado en Jesucristo, que llamamos fe, tiene grados: puede ser una fe inerte y pasiva, puede ser dudosa, puede estar fatigada, o casi muerta...Danos, Señor, una fe viva, personal, auténtica, eficaz, plena. El encuentro con Cristo se realiza en un “sí” a su palabra, a su evangelio, a sus mandamientos, aceptándole como Maestro,, como salvador, tal y como él mismo se ha definido, y como nosotros en la Navidad queremos reconocerlo y en cierta medida experimentarlo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”
Escuchemos de nuevo lo que nos dice el Apostol San Pablo en la carta que antes hemos escuchado: “ Que el Señor os fortalezca interiormente, para que cuando el Señor vuelva os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre. Proceded para agradar a Dios. Pensad en la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por El habéis sido enriquecidos en todo : en el hablar y en el saber...Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor Nuestro.¡ Y él es fiel ! “- A cuantos lo aceptan , lo reciben , los asocia a sí mismo, los da el poder de llegar a ser hijos de Dios.Como nos recuerda la primera lectura: Dios es nuestro Padre; nosotros somos como la arcilla en manos del alfarero. El es el alfarero; y si nos ponemos en sus manos y nos dejamos moldear por El, seremos obra perfecta salida de sus manos. Si prescindimos de El, seremos unos cacharros rotos e inútiles
lunes, 21 de noviembre de 2011
TERESA PROMETE HACER ESO POQUITO QUE ERA EN MÍ
jueves, 17 de noviembre de 2011
EL TIEMPO QUE ESTUVE EN AQUELLA CASA,LAS PERSONAS DE ELLA SE MEJORABAN EN SERVIR A DIOS
Pero no paró ahí su influencia. Un día, asistiendo a Misa, le dijo a Jesús Sacramentado que el cura celebrante podía ser un buen sujeto para amigo común. Y se fue derecho a él para saber en qué disposición estaba para darse del todo a la oración y a la penitencia, en definitiva, para ser un santo. La escuchamos:
Fue el Señor servido, que el tiempo que estuve en aquella casa se mejoraban en servir a Su Majestad las personas de ella, aunque no estuve libre de trabajos y algunas envidias que tenían algunas personas del mucho amor que aquella señora me tenía. Debían, por ventura, pensar que pretendía algún interés.
Estando allí, acertó a venir un religioso, persona muy principal y con quien yo muchos años había tratado algunas veces. Y, estando en misa en un monasterio de su Orden, que estaba cerca de donde yo estaba, me dió deseo de saber en qué disposición estaba aquella alma, que deseaba yo fuese muy siervo de Dios; y me levanté para irle a hablar. Fuíle a llamar y vino a hablarme a un confesonario. Le comencé a preguntar, y él a mí de nuestras vidas. Yo le comencé a decir que había sido la mia de muchos trabajos de alma.
Díjeselo debajo de confesión. Miré los grandes talentos y partes que tenía para aprovechar mucho, si del todo se diese a Dios; porque esto tengo yo de unos años acá, que no veo persona que mucho me contente, que luego querría verla del todo dar a Dios, con unas ansias que algunas veces no me puedo valer. Y aunque deseo que todos le sirvan, estas personas que me contentan es con un gran ímpetu, y así importuno mucho al Señor por ellas. Con el religioso que digo, me acaeció así. Aunque yo le tenía por bueno, no me contentaba, pues le quería muy bueno- Y así le dije: Señor, no me habeis de negar esta merced; mirad que es bueno este sujeto para nuestro amigo (V 34,5-8).
JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO. Domingo 20 nov.
En este domingo celebramos la fiesta de Cristo Rey. En esta fiesta avivamos nuestra fe en Jesucristo como rey y señor nuestro, como señor de nuestra vida, creador del universo, fundador y rey de este pueblo universal que es la Iglesia, a la que llamamos el Reino de Dios en este mundo.-
La iglesia, o reino de Dios. no es una fundación humana: nace de una iniciativa divina, de un plan divino: mostrar y realizar su amor a los hombres. Se entra a formar parte del reino de Dios por la llamada interior de Dios, que el hombre escucha y responde por la fe y el amor. Comenzando por los apóstoles y los primeros discípulos, ese primer grupo que se asocia a Jesucristo, resulta de la llamada que a cada uno de ellos le dirigió Jesús:”Ven y sígueme”. Se lo dice expresamente,como nos lo dice a nosotros los creyentes:” No me habeis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros”. Y eso lo ha ido repitiendo a lo largo de la historia. De esta forma, la llamada de Dios dibuja la trayectoria de la palabra invitadora de Dios, que llama a cada conciencia. Cuantos la reciben y la aceptan por la fe, forman la iglesia, el pueblo de Dios, el reino de los llamados por Jesucristo a formar parte de él.-
Esta fiesta de Cristo Rey nos ayuda a descubrir que los hombres y mujeres que pertenecemos al reino de Dios, nos hemos encontrado con Jesucristo. Este encuentro cambia realmente la existencia de las personas , porque da un nuevo sentido a la vida y al destino último. Da una nueva razón de ser en el mundo, una conciencia de un deber moral y de una esperanza distintos de los que no tienen fe. La fe en Jesucristo como nuestro Rey y Señor da confianza y valor para vivir, buscar, amar, trabajar, sufrir y morir.
martes, 15 de noviembre de 2011
TERESA EN EL PALACIO DE DOÑA LUISA DE LA CERDA EN TOLEDO
domingo, 13 de noviembre de 2011
TERESA TIENE QUE AUSENTARSE DE ÁVILA POR ORDEN DEL PROVINCIAL
martes, 8 de noviembre de 2011
NUESTRA SEÑORA Y SAN JOSÉ ME VISTIERON UNA ROPA DE MUCHA BLANCURA Y CLARIDAD
lunes, 7 de noviembre de 2011
CADA UNO OBRE SEGÚN SUS CAPACIDADES O TALENTOS. Domingo del 13 noviembre
Domingo 33 A
En Evangelio que leemos en nuestras misas de los domingos siempre nos hablan de Dios, porque a El le venimos a rezar; pero también nos hablan de nosotros, de nuestro origen , de nuestro fin último; de las virtudes, que tenemos que practicar, de los pecados que tenemos que evitar, de las buenas cualidades, de los vicios y de nuestras posibilidades ; de toda la existencia humana.- En este domingo el Evangelio nos habla de nuestras posibilidades. Y lo hace valíendose de unos ejemplos, de una parábola, la parábola de los talentos. A través de las parábola, el Evangelio nos da nociones sencillas de comportamiento, pero son instrucciones profundas, verdades divinas expresadas y explicadas con toda claridad.
En esta parábola de los talentos el Señor apela a nuestra responsabilidad ante la vida, porque podemos dejar pasar la vida inutilmente, o podemos hacer mucho bien. Apela nuestra responsabilidad individual, porque cada uno tiene la suya, porque cada cual es cada cual: unos tienen más capacidad que otros. Cada uno tiene que desarrollar sus cualidades, sus talentos. Este evangelio nos advierte y estimula a no ser pasotas, perezosos, indiferentes, pasivos. Al contrario, todos debemos llevar a cabo una actividad positiva, hacer las cosas bien, a hacer todo el bien que podamos. No ser como una masa amorfa, como a los que les da igual todo, sino como buen fermento en la masa. Es preciso plantearse las propias posibilidades de acción en el contexto que uno vive, e injertarse en los mecanismos de acción, para rendir más, para ser mejor, para hacer más el bien.
También tenemos que acusarnos del pecado de omisión. No basta el minimalismo : “Yo no robo ni mato; no hago mal a nadie”. Hay omisiones que pueden desembocar en unos consecuencias descomunales. El riesgo está en no advertir o en despreciar las consecuencias. Si un niño no estudia, ya sabe a lo que se expone; si un médico descuida al enfermo, o un funcionario no resuelve los asuntos, o lo hace mal...puede tener consecuencias fatales. Es tremenda la responsabilidad humana, es decir , la necesidad imperiosa que tenemos de amar, de hacer rendir nuestras posibilidades, los dones recibidos.
Pensemos qué hubiese pasado si Santa Teresa se hubiese conformado con ser una monja cualquiera, o Teresa de Calcuta...Se hubiese quedada privada la humanidad de unos valores culturales y religiosos enormes.- Nuestra responsabilidad es cosa muy seria, la vida sólo se vive una vez. Preguntémonos cada uno ¿ Qué estoy haciendo del talento de mi vida , de mi trabajo, de mi profesión, de la gracia, de mi vocación humana y cristiana?
Estar dispuestos todos los dias a realizar el bien, a ser fieles cumplidores de nuestros deberes, a esforzarnos. Es la energía que el cristiano ha de encontrar en sí mismo, y que el Evangelio nos invita a todos a poner entre las costumbres de vida, después de haberlas alimentado en el corazón.
Dice San Pablo en la segunda lectura :”Sabeis perfectamente que el Dia del Señor llegará como un ladrón en la noche...Estemos vigilantes y vivamos sobriamente”.- Nadie puede sustraerse al Dia del Señor y a su juicio. Todos seremos iluminados para valorar la calidad de nuestras vidas, lo positivo o negativo de nuestro paso por la historia. Esto da una seriedad muy grande a nuestras acciones y a nuestras omisiones presentes, porque lo que hagamos o dejemos de hacer quedará definitivamente hecho u omitido.
sábado, 5 de noviembre de 2011
SE ME HACÍA LA CASA MUY CHICA
miércoles, 2 de noviembre de 2011
SEÑOR MIO ¿CÓMO ME MANDAIS COSAS QUE PARECEN IMPOSIBLES?
VELAD Y ORAD PARA NO CAER EN LA TENTACIÓN.Domingo 6 nov
También, este domingo, el Evangelio nos refiere por medio de una parábola, un mensaje que tenemos que aprendernos de memoria y recordarlo frecuentemente: “Velad, porque no sabeis ni el día ni la hora”. Digámoslo con otras palabras : No viváis distraídos, vivid atentos ; mirad que el mundo, las costumbres de la vida en las que estáis envueltos, son una asechanza para vivir a vuestro antojo; velad, porque hay acciones malas, que son verdaderamente pecado; que somos seres dañados y enfermos. Esta es la lección de siempre, que impone atención, seriedad, penitencia.
Pero “velad”, no sólo para no caer en la tentación que lleva al mal, sino también “velad” para descubrir cuánta gente buena hay a nuestro alrededor, cuanta belleza hay en el mundo. Y preguntarnos ¿Por qué?.- Porque el mundo es criatura de Dios, porque ha salido de sus manos. Los progresos, los trabajos, las técnicas son emanaciones de la eterna sabiduría y armonía con la que Dios creó el mundo. No dejemos que se nos apague la luz del corazón, como aquellas doncellas del evangelio, que dejaron apagar sus lámparas de aceite, y se quedaron a ciegas en la noche. El mensaje del Evangelio de hoy es bien claro: sed capaces de abrir los ojos y de fijaros en todas las partes donde hay una huella de Dios, descubriendo la armonía del universo, de la materia, de las energias de la vida, del valor del trajo humano, de la bondad de los hombres.
“Velad”, “vigilad” para no caer en la rutina, en la mediocridad, en la imprudencia. Luchad contra la temeridad y la negligencia. Evitad los pecados de omisión. Por no estar atentos, podemos dejar de hacer el bien: podemos perder oportunidades que ya nunca se volverán a presentar.
El Evangelio nos invita también a estar atentos a la palabra que Dios nos dirige a través de nuestra conciencia, o de la lectura de las sagradas escrituras, o en la oración, o del Papa y de nuestros obispos. Dios nos dirige constantemente palabras de aliento, de verdad, de esperanza. De luz. Es lo mismo que nos recuerda San Pablo en la 2ª lectura: “ no os aflijais como los hombres sin esperanza”.- “Velad, porque no sabeis qué día ha de venir nuestro Señor”..
La vigilancia caracteriza, por tanto, la actitud del cristiano. El cristiano es hijo de la luz, no de las tinieblas del pecao, por eso debe estar despierto y resistir a las tinieblas de la desesperación, y
del mal.