jueves, 27 de diciembre de 2012


                
                                    NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN

 

En el capítulo 38 de Camino santa Teresa comenta esta penúltima petición del Padrenuestro. Y empieza precisando que no le pedimos a Dios que nos libre de las tentaciones, sino que le pedimos “no nos deje caer” en ellas.

Las tentaciones, por si mismas, son ocasiones que se nos presentan para luchar contra ellas, para merecer la victoria o para medir nuestras fuerzas. Y pone el ejemplo de un buen soldado: el soldado quiere verse peleando en una guerra, pues en ella puede enfrentarse al enemigo y vencerle, por lo que hará méritos para ascender en el escalafón: “Son como los soldados, que están más contentos cuando hay más guerra, porque esperan salir con más ganancia; si no la hay, sirven con su sueldo, más ven que no pueden medrar más”. Así sigue santa Teresa su comentario al “no nos dejes caer en la tentación”:

Ahora mirad que tengo por muy cierto los que llegan a la perfección, que no piden al Señor los libre de los trabajos ni de las tentaciones ni persecuciones y peleas, que éste es otro efecto muy cierto y grande de ser espíritu del Señor, y no ilusión, la contemplación y mercedes que su Majestad les diere; antes los desean y los piden y los aman.

Creed, hermanas, que los soldados de Cristo, que son los que tienen contemplación y tratan de oración, no ven la hora que pelear; nunca temen mucho a los enemigos públicos; ya los conocen y saben que, con la fuerza que en ellos pone el Señor, no tienen fuerza, y que siempre quedan vencedores y con gran ganancia; nunca los vuelven el rostro (CP,38, 1-2).

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