domingo, 26 de diciembre de 2010

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET



EL QUE HONRA A SUS PADRES, ACUMULA TESOROS, Y CUANDO RECE SERÁ ESCUCHADO


La frase anterior forma parte de la Palabra de Dios, que hemos escuchado en la Misa de esta fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret. Ante María, José y el Niño hemos encomendado a las familias de los amigos seguidores del BLOG. De una de vuestras famlias me ha llegado un testimonio, que voy a transcribir a continuación:


Dios vino a reconstruir mi vida y mi familia. Después de varios años de estar casados, nos dimos cuenta que podíamos vivir de otra manera, siguiendo el Evangelio de Jesús- Por eso, ahora nos estamos volviendo a conocer, desde el amor sincero, sin ocultarnos nada. Dios quiere matrimonios, dentro de la parroquia, que se amen, porque si nos amamos con amor sinero, otros matrimonios intentarán hacer lo mismo, y esto el mundo lo necesita ver.


Compartimos la amistad con otros matrimonios, y vemos quw viven como vivíamos nosotros antes, corriendo tras de las cosas materiales y con el corazón vacio. Donde no hay un común entendimiento y amor entre los esposos, la familia está dividida .


Nosotros hemos ido comprendiendo que Dios nos llama a sanar nuestro matrimonio desde la gracia de Dios. El contar con Dios nos ha dado la libertad en nuestra vida, pues desde la referencia a Dios, siempre podemos volver a empezar, volver a intentarlo, siempre hay otra posibilidad. Nada está perdido.


El Evangelio nos ha enseñado a reconocer a nuestros vecinos, que aunque vivimos cerca, no nos conocíamos. Yo trabajo con chicos adolescentes dando clase en un Colegio. Al principio los exigía mucho, por mi caracter fuerte.Después he descubierto que Jesús está presente en cada hermano, y empecé a mirar a los chicos de otra manera. Mi esposa me decía "no tengas miedo de amarlos siempre". Esto me implicaba a valorarlos más y a ser humilde.


Había un muchacho en la clase que se portaba muy mal. Una vez me pidió permiso para salir al baño. Descubrí que me engañaba. Volvió, y tiró los libros por el suelo. Aparte, le pregunté ¿Qué te pasa?- Me contestó que hacía tres dias que tenía que dormir en un armario, porque su padre venía cada noche borracho, y tenía que dormir oculto para que no le pegase. Y finalmente me dijo:


- No te preocupes de mí, porque no vuelvo más. Me tengo que dedicar a robar, para poder comer.


Y yo oía a Jesucristo que me decía: No tengas miedo de amarme. Gracias a Dios, el chico reaccionó y ahora estamos empezando a ser buenos amigos. Jesús me ha pedido que haga todo lo que pueda por El. Voy notando que la fe, de verdad, te da otra forma de vivir la realidad del día a día, mirar con otros ojos y vivir con otro amor.


Estos matrimonios así son un signo de esperanza para el mundo- Jesús mendiga nuestro amor en los hermanos que encontramos en el camino de la vida. Gracias, y un cordial abrazo. Nicolás González

No hay comentarios:

Publicar un comentario