miércoles, 23 de septiembre de 2009

La Encarnación, en obras

Amigos del Bloc: Hoy les invito a visitar nuestro Monasterio de la Encarnación de Avila. Entramos en el patio, y nos dirigimos a la puerta de entrada del Monasterio,enfrete a la izquierda. Llamamos al torno.
- Hermana Tornera, ¿Cómo está?. Le agradecería que me informara de cuándo se efectuó el cambio de la portería del convento, pues hace años se entraba por donde hoy está la puerta del Museo Teresiano, y este patio estaba de tierra, con regueros cuando llovía y todo algo destartalado.

Pues llega Vd. en un día muy significativo para las Carmelitas y para este inmueble de la Encarnación. Mañana, exactamente, se cumplen cuarenta y tres años de la entrada en este convento de ocho monjas carmelitas, reclutadas en diversos monasterios. Les voy a explicar por qué y para qué.

Vinieron, porque el antiguo Obispo de Avila, Don Santos Moro Briz, le había expuesto a nuestra santa Madre Maravillas de Jesús, por entonces priora en La Aldehuela (Madrid), que la Encarnación estaba pasando muchas necesidades de personal y de acondicionar esta casa de Santa Teresa, porque estaba en ruinas, y que viera la solución más adecuada.-En respuesta, la Priora de La Aldehuela reclutó ocho monjas, de los conventos por ella fundados en pleno siglo XX, y dispuso dos coches y un camión para que vinieran el 24 de septiembre de 1566. Yo vine en este grupo. Y al frente de todas Madre Magdalena de Jesús, que ejerció el cargo de priora de esta casa desde esa fecha hasta 1992, en que elegimos a la actual M.Carmen de Jesús. Entre las monjas que había dentro, muy mayores y achacosas y nosotras ocho la comunidad se revitalizó y comenzó una nueva etapa.

Encontramos un edificio con un verdadero bosque de puntales, que sostenían el claustro alto y las cubiertas. Por todas partes había goteras y humedades. Urgía poner mano a las obras. Madre Magdalena empezó a localizar arquitectos y organismos por los que pudieran venir los medios necesarios para obras de tanta embergadura y pulcritud. Todo lo que tenía relación con la estancia de Santa Teresa en la casa, había que conservarlo fielmente.

Las obras comenzaron en octubre de 1968, según proyectos de las Direcciones Generales de Arquitectura y Bellas Artes, a cargo de los prestigiosos arquitectos Pon Sorolla y Ramiro Moya. Se consolidaron paredes, techos y cubiertas. Preciosos arcos conopiales en el interior de la claustra y otros de piedra y ladrillo en el exterior fueron entonces descubiertos, igual que la cocina de la celda primitiva de Santa Teresa y la primera sacristía. Fue entonces cuando se apartaron de la clausura algunas habitaciones y quedaron convertidas en Museo Teresiano: la portería, la celda contigua a la escalera principal, la sala del campanario y la celda prioral. Duraron estas obras más de dos años.

- Hermana, gracias por esta información tan detallada. Pero, con toda reverencia, perdóneme si le hago otra pregunta comprometida :¿ qué venía en ese camión que Vd. mencionó al principio ?

Le respondo sin tapujos. Venían cajas con mantas, colchones de paja para las nuevas y una vaca lechera. Sí, también traíamos una vaca lechera. Porque sabíamos que dentro había una huerta grande con pastizales, y que necesitábamos comprar leche, sobre todo para las ancianas. Y nuestra santa Madre Maravillas dispuso que el mejor regalo que podíamos ofrecer a las monjas que con tanto afecto nos recibían, era ese. Y así fue.

- Estoy intrigado con la Priora Madre Magdalena, porque dirigió una empresa gigantesca desde la clausura y sin una blanca en el bolsillo.

Efectivamente. Es una monja de mucha categoría. Nacida en Cabezón de la Sal (Cantabria), hija de los Condes de San Diego, en plena juventud ingresó en el Convento de Duruelo, en el que María Maravillas era priora por los años 1947. Tiene el don de gentes. Tuteaba al alcalde de Madrid y de ahí para arriba y para abajo, a cualquiera que se pusiese en su camino. Nadie podía resistirse a sus demandas, cuando ponía por delante que se trataba de una casa en la que Santa Teresa había vivido durante treinta años.

Nuestro Monasterio de la Encarnación se lo merecía. Ya saben, que por él y por Santa Teresa abrimos este blog. Pues, amigos, ya conocemos un poco más de los dos.Adios. Vuestro Capellán.

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