domingo, 24 de febrero de 2013





                          SEÑOR, LÍBRANOS DE TODO MAL PARA SIEMPRE

Santa Teresa dedica el capítulo 42 y último de su libro Camino de Perfección a glosar la última petición del Padrenuestro : Líbranos del mal.Amen. Decirle a Dios “líbranos del mal”, y resumir toda la oración dominical, incluso toda oración cristiana , en la palabra “Amen”, va a ser el eslabón final de la pedagogía de la oración impartida a lo largo de todo este libro.

Y empieza la Santa diciéndonos  que Jesús reza con nosotros  a Dios “líbranos del mal”. ¿Cómo nos explica la Santa que Jesús pida al Padre que lo libre del mal? Según ella, la petición de Jesús tiene como única fuerza motriz el amor: por amor a los hombres, pide al Padre que le libre del tormento de ver tanto mal en el mundo, tantos sufrimientos y calamidades.

Extrañamente, el primer recuerdo que viene a la pluma de la Santa ante las preguntas que suscita esa petición, es la palabra con que Jesús inicia su larga despedida en el cenáculo: “Con deseo he deseado cenar con vosotros”. Y ella subraya: “era la postrera cena de su vida”. Y glosa la palabra de Jesús: “cuán cansado estaba de su vida”, “ cuán cansado debía estar ya de vivir”. Es esa la razón por la cual Jesús pide “para sí” que el Padre le libre del mal. La escuchamos:

Parece tiene razón el buen Jesús de pedir esto para sí, porque ya vemos cuán cansado estaba de esta vida cuando dijo en la cena a sus apóstoles: “con deseo he deseado cenar con vosotros”, que era la postrera cena de su vida. Por donde se ve cuán cansado debía ya estar de vivir, y ahora no se cansarán los que han cien años, sino siempre con deseo de vivir más.

A la verdad, no la pasamos tan mal, ni con tantos trabajos como su Majestad la pasó, ni tan pobremente. ¿Qué fue toda su vida sino una continua muerte, siempre trayendo, delante de los ojos,  la que le habían de dar tan cruel? Y esto era lo menos; mas ¡tantas ofensas como se hacían a su Padre, y tanta multitud de almas como se perdían!...Y ¡qué gran razón tenía de suplicar al Padre que le librase ya de tantos males y trabajos, y le pusiese en descanso para siempre en su reino, pues era verdadero heredero de él! ( CP 42, 1).

1 comentario:

  1. Muchas gracias por su blog, muy interesante y con ideas muy buenas para profundizar y rezar.
    Un saludo,

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