SEÑOR,
LÍBRANOS DE TODO MAL PARA SIEMPRE
Santa Teresa dedica el capítulo 42 y último de su libro
Camino de Perfección a glosar la
última petición del Padrenuestro : Líbranos del mal.Amen. Decirle a Dios
“líbranos del mal”, y resumir toda la oración dominical, incluso toda oración
cristiana , en la palabra “Amen”, va a ser el eslabón final de la pedagogía de
la oración impartida a lo largo de todo este libro.
Y empieza la Santa diciéndonos que Jesús reza con nosotros a Dios “líbranos del mal”. ¿Cómo nos explica
la Santa que Jesús pida al Padre que lo libre del mal? Según ella, la petición
de Jesús tiene como única fuerza motriz el amor: por amor a los hombres, pide
al Padre que le libre del tormento de ver tanto mal en el mundo, tantos
sufrimientos y calamidades.
Extrañamente, el primer recuerdo que viene a la
pluma de la Santa ante las preguntas que suscita esa petición, es la palabra
con que Jesús inicia su larga despedida en el cenáculo: “Con deseo he deseado
cenar con vosotros”. Y ella subraya: “era la postrera cena de su vida”. Y glosa
la palabra de Jesús: “cuán cansado estaba de su vida”, “ cuán cansado debía
estar ya de vivir”. Es esa la razón por la cual Jesús pide “para sí” que el
Padre le libre del mal. La escuchamos:
Parece tiene razón el
buen Jesús de pedir esto para sí, porque ya vemos cuán cansado estaba de esta
vida cuando dijo en la cena a sus apóstoles: “con deseo he deseado cenar con
vosotros”, que era la postrera cena de su vida. Por donde se ve cuán cansado
debía ya estar de vivir, y ahora no se cansarán los que han cien años, sino
siempre con deseo de vivir más.
A la verdad, no la
pasamos tan mal, ni con tantos trabajos como su Majestad la pasó, ni tan
pobremente. ¿Qué fue toda su vida sino una continua muerte, siempre trayendo,
delante de los ojos, la que le habían de
dar tan cruel? Y esto era lo menos; mas ¡tantas ofensas como se hacían a su
Padre, y tanta multitud de almas como se perdían!...Y ¡qué gran razón tenía de
suplicar al Padre que le librase ya de tantos males y trabajos, y le pusiese en
descanso para siempre en su reino, pues era verdadero heredero de él! ( CP 42,
1).
Muchas gracias por su blog, muy interesante y con ideas muy buenas para profundizar y rezar.
ResponderEliminarUn saludo,