MIÉRCOLES DE CENIZA
En este Miércoles de Ceniza comienza el
tiempo de Cuaresma. La Cuaresma ha sido el tiempo litúrgico más característico
del cristianismo. Un tiempo en el que la Iglesia nos invita a escuchar con más
frecuencia la Palabra de Dios, rumiarla, rezarla, meditarla, abrirnos a ella y
confrontar nuestra existencia a la luz de la Palabra de Dios.
La liturgia de la Cuaresma está transida de
símbolos y de actos que ayudan y hacen visible el camino cristiano de la
conversión, tales como la imposición de la ceniza, el ayuno y la abstinencia,
la mortificación, la confesión de los pecados, la limosna y la cruz. Pero, ante
todo y sobre todo, en este tiempo cuaresmal nuestra oración personal debe ser
más frecuente y habitual, más pausada, cordial, humilde, seria y profunda, para
seguir de cerca el misterio de Cristo, camino de la Cruz y de su resurrección.
Así nos lo ha recordado Benedicto XVI en su reciente Mensaje: “En
este tiempo de Cuaresma, durante el cual nos preparamos a celebrar el
acontecimiento de la cruz y la resurrección, mediante el cual el amor de Dios
redimió al mundo e iluminó la historia, os deseo a todos que viváis este tiempo
precioso reavivando la fe en Jesucristo, para entrar en su mismo torrente de
amor por el Padre y por cada hermano y hermana que encontremos en nuestra vida”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario