DOMINGO DE CUARESMA, I C- DIA 17 DE FEBRERO
Durante este tiempo de Cuaresma, la iglesia
nos propone “avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en
plenitud”.
Durante la cuaresma estamos llamados a mirar
con fe viva a Cristo, a mirarlo con amor
más intenso, con esperanza más firme, para sentir su mirada que se posa sobre
nuestra conciencia, sobre nuestra vida: es la mirada del Amigo, la mirada del
Maestro, la mirada del Hermano”.Mirar a Jesucristo en la Cruz”. “Mirar al que
traspasaron”. Mirarle cómo dio su vida por nosotros, siendo en quien se cumplió
la justicia de Dios.
Esto
es precisamente lo que nos ha propuesto el Papa Benedicto XVI en el Mensaje cuaresmal
este año 2013: “Partiendo de la afirmación fundamental del apóstol Juan ,Hemos
conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él, os he recordado
que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino
por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona (Jesucristo), que da un
nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. Por tanto con una atención más viva, dirijamos
nuestra mirada interior a Cristo crucificado que muriendo en el Calvario, nos
ha revelado plenamente, de la manera más impresionante,el amor de Dios.
Nos da su amor, y ,a la vez, mendiga nuestro
amor. El tiene sed del amor de cada uno de nosotros. En verdad, sólo el amor en
el que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de ser amado
en reciprocidad, infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los
sacrificios más duros.- Jesús había dicho:”Yo cuando sea elevado de la tierra,
atraeré a todos hacia mí”. Esa es la respuesta que el Señor desea y espera de
nosotros: Que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por El.- Aceptar su amor
es lo primero, pero eso sólo no es suficiente: hay que amarle nosotros a El, correspondiendo
a su amor con nuestro amor, y luego comprometernos a comunicarlo a los demás:
Cristo “me atrae hacia sí”, para unirse a mí , y para que aprenda a amar a los
demás con su mismo amor.
“Mirarán al que traspasaron”.¡ Miremos con
confianza al costado traspasado de
Jesús, del que salió “sangre y agua”. La Iglesia ha considerado estos elementos
como símbolos de los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. Con el agua
del Bautismo, gracias a la acción interior del Espíritu Santo, se nos revela la
intimidad del amor de Dios. En el camino cuaresmal, recordando nuestro
Bautismo, revivamos la intimidad de Dios en nuestras vidas y sintamos el abrazo
misericordioso de Dios nuestro Padre.- La sangre que salió del costado de
Cristo, es el símbolo del amor de Jesucristo Buen Pastor, que instituyó la
Eucaristía ,memorial de su sacrificio en la Cruz.- Vivamos ,pues, la Cuaresma
como un tiempo “eucarístico”, en el que aceptando el amor de Jesús, aprendamos
a difundirlo a nuestro alrededor de palabra y con obras de caridad. De ese modo
contemplar “ al que traspasaron” nos llevará abrir nuestro corazón hacia los demás, reconociendo las heridas
infligidas a la dignidad del ser humano, y a
aliviar los dramas de la soledad y del abandono de muchas personas. Que
la cuaresma sea para cada uno de nosotros una experiencia renovada del amor de
Dios que se nos ha dado en Cristo, amor que por nuestra parte cada día debemos
“ volver a dar” al prójimo, especialmente al que sufre y al necesitado. Que la
Virgen María, la Madre delAmor Hermoso, nos guie en este itinerario cuaresmal,
camino de auténtica conversión al amor de Cristo.
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