jueves, 21 de noviembre de 2013


 

LAS MORADAS o CASTILLO INTERIOR(2)

 Santa Teresa, en el Señor del Castillo reconoce un porte majestuoso, regio.”Su divina Majestad”. Viéndole morar en su interior, Teresa se emociona y queda como inmovilizada. Lo contempla de cerca y se inclina profundamente ante El, su Rey y Señor.Escribe el libro para que sus Descalzas tengan un manual de vida espiritual y de cómo alabar a Dios.
Harta merced me hará nuestro Señor, -escribe-,, si alguna de ellas se aprovechare para alabarle algún poquito más: bien sabe Su Majestad que yo no pretendo otra cosa; y está muy claro que, cuando algo se atinare a decir, entenderán no es mío, pues no hay causa para ello,  habilidad para cosas semejantes, si el Señor por su misericordia no la da”.

Teresa acaba de descubrirnos sus secretos.Ha sido Su Majestad quien le ha mandado escribir este libro. No es ella la autora del libro, sino su Majestad.  “ Estando hoy suplicando al Señor hablase por mí”.Estamos, pues, ante un libro “divino”.


“Por amor de Dios,- decía Teresa a sus amigos-,que me dejen hilar mi rueca, y seguir mi coro y oficios de religión, como las demás hermanas, que no soy para escribir, ni tengo salud ni cabeza para ello”.

Y con esta disposición escribe el libro más profundo y luminoso de vida espiritual.

 

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