domingo, 25 de noviembre de 2012







                         DANOS ESTE  PAN CADA DÍA Y HOY

Santa Teresa se admira de que le hagamos a Dios esta petición del Pannuestro por duplicado.  Y la pone en boca de Jesucristo dirigiéndose a Dios Padre. La Santa  nos da una sabia explicación:

He mirado yo cómo en esta petición sola duplica las palabras, porque dice primero y pide que le deis este pan cada día y torna a decir “dádnoslo hoy, Señor”. Pone también delante a su Padre, es como decirle que ya una vez nos le dio para que muriese por nosotros, que ya nuestro es, que no nos le torne a quitar hasta que se acabe el mundo, que le deje servir cada día. 

Esto os enternezca el corazón, hijas mías, para amar a vuestro Esposo; que no hay esclavo que de buena gana diga que lo es, y que el buen Jesús parece se honra de ello.¡ Oh Padre eterno, que mucho merece esta humildad! ¿ Con qué tesoro compramos a vuestro Hijo? Venderle, ya sabemos que por treinta dineros; mas para comprarle, no hay precio que baste. Como se hace aquí una cosa con nosotros por la parte que tiene de nuestra naturaleza, y como Señor de su voluntad lo acuerda con su Padre, que, pues es suya, que nos la puede dar; y así dice: “pan nuestro”. No hace diferencia de él a nosotros; mas hacémosla nosotros de él; porque juntando nuestra oración con la suya, tendrá mérito delante de Dios para alcanzar lo que pidiere (CP. 33, 4-5).



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