FUNDACIÓN DEL CONVENTO
DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA
Me lo mandó
Dios (1)
Como ya
anunciamos días pasados, vamos a ocuparnos, desde ahora en adelante, de las Fundaciones que realizó santa Teresa
a partir del año 1562 hasta su fallecimiento en 1582.
El primer
convento lo fundó en Ávila el 24 de agosto
de 1562. La Santa nos confiesa que la iniciativa le vino por inspiración
directa de Dios, a la que al principio trató de resistir, pero terminó
aceptándola cuando llegó al convencimiento de que se lo mandaba Dios. Situamos
estos datos en 1560, siendo santa Teresa monja en el Monasterio de la
Encarnación. La escuchamos:
Ofreciose una vez, estando con una persona, decirme a mí y a otras que
posible era hacer un monasterio. Mas yo, como tenía un grandísimo contento en
la casa que estaba, porque era muy a mi gusto y la celda en que estaba, hecha
muy a mi propósito, todavía me detenía. Con todo, concertamos de encomendarlo
mucho a Dios.
Habiendo un día comulgado, mandóme mucho Su Majestad lo procurase con
todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas de que no se dejaría de hacer el
monasterio, y que se serviría mucho en él, y que se llamase San José, y que a
la una puerta nos guardaría él y nuestra Señora la otra, y que Cristo andaría
con nosotras, y que sería una estrella que diese de sí gran resplandor. Que
dijese a mi confesor esto que me mandaba y que le rogaba Él que no fuese contra
ello ni me lo estorbase.
Era esta visión con tan grandes efectos y de tal manera esta habla que me
hacía el Señor, que yo no podía dudar que era Él. Aquí parecía se me ponía
apremio y como que se haría; mas fueron muchas veces las que el Señor me tornó
a hablar en ello, poniéndome delante tantas causas y razones que yo veía ser
claras y que era su voluntad, que ya no osé hacer otra cosa sino decirlo a mi
confesor, y dile por escrito todo lo que pasaba ( Vida 32, 10-12).
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