FUNDACIÓN DEL CONVENTO
DE SAN JOSÉ, DE ÁVILA
A todos les parecía grandísimo disparate (3)
A pesar del
secreto con que se llevaba la construcción del nuevo convento, poco a poco se
fue sabiendo que Dª. Teresa de Ahumada, monja en la Encarnación, quería fundar
otro en la ciudad de Ávila. La noticia levantó a todos en contra de la
Fundadora, empezando por sus compañeras de la Encarnación. Parece insufrible lo
que tuvo que oir la Santa, oponiéndose todos a que fundase el convento de San José.
Ella no podía decir que “se lo había mandado Dios que lo hiciese”, porque
algunos la habrían culpado de iluminismo, y se exponía a que la acusasen como
tal ante la Inquisición, y no pudiera de ninguna manera hacer la proyectada
fundación. La Escuchamos:
No se hubo comenzado a sabe por el lugar, cuando no se podrá
escribir en breve la gran persecución
que vino sobre nosotras, los dichos, las risas, que era disparate. A mí, que
bien me estaba en mi monasterio, a la mi compañera( la viuda doña Guiomar de
Ulloa) tanta persecución, que la traían fatigada. Yo no sabía qué me hacer, en
parte me parecía que tenían razón.
Estando así muy fatigada, encomendándome a Dios, comenzó Su Majestad a
consolarme y a animarme. Díjome que aquí vería lo que habían pasado los santos
que habían fundado las religiones, que mucha más persecución tenía por pasar de
las que yo podía pensar; que no se nos diese nada. Y es así que de gente de
oración, y todo en fin el lugar no había casi persona que entonces no fuese
contra nosotras y le parecía grandísimo disparate( Vida 32,14).
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