SEÑOR,
SIEMPRE ES MENESTER PEDIROS REMEDIO
En
este capítulo 39 de Camino Santa
Teresa interrumpe su narración que viene a ser como una conversación con sus
lectores sobre lo que ocurre al alma que llega a la contemplación, y se pone a
hablar directamente con Dios en oración de contemplación- Recemos nosotros con
ella:
Pues, Padre eterno, ¿
qué hemos de hacer sino acudir a vos y suplicaros no nos traigan estos
contrarios nuestros en tentación? Cosas públicas vengan, que, con vuestro
favor, mejor nos libraremos; mas estas traiciones, ¿ quién las entenderá, Dios
mío?
Siempre hemos menester
pediros remedio. De cidnos, Señor, alguna cosa para que nos entendamos y
aseguremos; ya sabeis; ya sabéis que por
este camino no van los muchos; y si han de ir con tantos miedos, irán muy
menos.
Cosa extraña es ésta,¡
como si para los que no van por camino de oración, no tentase el demonio!, y
que se espanten más todos de uno que engaña de los que van más llegados a
perfección que de cien mil que ven en engaños y pecados públicos, que no hay de
andar a mirar si es bueno o malo, porque a mil leguas se entiende es Satanás. A
la verdad, tienen razón, porque son tan poquísimos a los que engaña el demonio
de los que rezaren el Paternoster, como queda dicho, que como cosa nueva y no
usada, da admiración. Por eso pedimos al
Señor “No nos dejes caer en la tentación” (CP. 39, 6-7).
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