DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO C.-DIA 20
Aprendamos de este evangelio, primero, el caracter servicial de la fe
de la Virgen María, y, segundo, su confianza total en Jesucristo, su Hijo.-
Allí están en el pueblo de Caná. Habían ido allí María con Jesucristo y sus
discípulos, para asitir a la boda de unos jóvenes esposos, a la que habían sido
invitados. “ Faltó el vino y la Madre de Jesús le dijo:No les queda vino.
Jesús le contestó: Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo
a los sirvientes: Haced lo que él os diga”.
El primer rasgo que aparece es
la preocupación de María por lo que está pasando: se ha acabado el
vino.Aprendamos este ejemplo de atención a los demás, a las necesidades de los
demás..., porque nuestra fe tiene que ser también servicial.- Un segundo rasgo
en la actitud de la Virgen María es su confianza en Jesucristo, su Hijo. A
pesar de que la respuesta que ha recibido de El es como de querer desentenderse
del problema , porque le ha contestado a su madre: “todavía no ha llegado mi
hora”, la hora de hacer milagros, para manifestar su poder sobrehumano,
María dice a los sirvientes:” Haced lo que El os diga”.- Son palabras
que cada uno de nosotros debemos escuchar de la boca de la Virgen María dichas
también a cada uno de nosotros: “Haced lo que mi Hijo Jesucristo os diga”,
al escuchar sus palabras del Evangelio, o a través de la iglesia, o cada uno a
través de su propia conciencia cristiana,a la luz de la fe.
Y el
milagro se produjo: Jesucristo atendió a la necesidad expuesta por su madre, y
convirtió unos cántaros de agua en cántaros de vino.- La resonancia que tuvo ese milagro en
aquellos comensales no fue el que alguno pensaría que iba a suceder finalmente,
que todos terminaran un tanto o un mucho embriagados.- El efecto que produjo
ese milagro lo recoge también el evangelio: “ Creció la fe de sus
discípulos en él”.
Son
muchas las reflexiones que debemos hacernos: considerar la preocupación de la
Virgen María por las necesidades de los demás, su confianza, la condescendencia
de Jesucristo, el crecimiento de la fe de los discípulos de Jesús, y lo que nos
dice la Virgen María:”Haced lo que El os diga”, siempre, aunque parezca difícil,
porque para El nada hay imposible. Dios puede ayudarnos en todo momento. Sólo
hace falta escucharle, obedecerle y seguir el camino que El nos marque. El
siempre quiere lo mejor para nosotros.¡ Haced lo que El os diga!-
Jesucristo manifiesta su poder y su misericordia no sólo en el templo, o en
momentos solemnes, sino en la vida ordinaria, como fué asistiendo simplemente a
la boda de unos amigos.
En cualquier lugar se nos puede manifestar el
Dios infinito y eterno; en cualquier circunstancia, por muy vulgar que parezca,
podemos invocar la ayuda de Dios y merecerla.- El Dios trascendente, santo e
infinito, se hace cercano a sus criaturas, adaptándose a cualquier espacio y a
cualquier tiempo. Es lo mismo que expresó nuestra Santa con aquella célebre y
genial frase :” Tambien entre los pucheros anda el Señor. Entre
los pucheros, entre los cántaros de agua, entre leprosos, ante un joven ciego
de nacimiento, ante una multitud que no tiene que comer y puede desfallecer en
el camino por el hambre, en la sinagoga, en el templo de Jerusalen, en cualquier
sitio Jesucristo está dispuesto a manifestar la gloria de su divinidad, para
que los hombres crean en El.
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