PEDID AL SEÑOR OS LIBRE DE UNOS
DEMONIOS QUE SE TRANSFIGURAN EN ÁNGEL DE LUZ
Santa Teresa, con la agudeza que la caracteriza, advierte al orante que
puede caer en una tentación muy peligrosa, por parecerle que no es una
“tentación”. Y aquí sí que tiene que pedir al Señor que le libre de la
tentación. Ocurre cuando en el interior del orante se incuba el riesgo de
mentira o de iluminismo, amor propio, orgullo y vanidad.
“A los que hay que temer, y es
razón teman y siempre pidan los libre el Señor de ellos, son unos enemigos que
hay traidores, unos demonios que se transfiguran en ángel de luz, que vienen
disfrazados. Hasta que han hecho mucho daño en el alma no se dejan conocer,
sino que nos andan bebiendo la sangre y acabando las virtudes y andamos en la
misma tentación y no lo entendemos. De éstos pidamos, hijas, y supliquemos
muchas veces en el Paternoster que nos libre el Señor y que no consienta
andemos en tentación. Que nos traigan engañadas, que se descubra la ponzoña,
que no se escondan la luz y la verdad.”
Procurad ,hermanas, siempre
humildad, y ver que no sois dignas de estas mercedes y no las procuréis. Bien
es andar con aviso no haga quiebra en la humildad o engendrar alguna
vanagloria”(CP 38,3-5).
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