MANJAR Y GRAN MEDICINA AÚN PARA LOS MALES CORPORALES
Santa Teresa nos hace una confesión personal: lo que ha significado el pan eucarístico para la salud de su alma y de su cuerpo. Nos asegura con total certeza que para ella el pan de la Eucaristía ha sido mantenimiento e incluso medicina para el cuerpo.
También testifica su fe incondicional y total con que ella vivía el encuentro personal con el Señor cada vez que comulgaba, “ni más ni menos que si viera con los ojos corporales entrar en su posada el Señor”. La escuchamos:
¿Pensais que no es mantenimiento aun para estos cuerpos este santísimo manjar y gran medicina aun para los males corporales? Yo sé que lo es, y conozco una persona de grandes enfermedades ( ella misma) que estando muchas veces con grandes dolores, como con la mano se le quitaban y quedaba buena del todo. Esto muy ordinario, y de males muy conocidos que no podían fingir, a mi parecer.
Y porque de las maravillas que hace este este santísimo pan en los que dignamente le reciben son muy nororias, no digo muchas que pudiera decir de esta persona que he dicho, que no podía yo saber y sé que no es mentira. Mas a ésta le había el Señor dado tan viva fe, que cuando oía a algunas personas decir que quisieran ser en el tiempo que andaba Cristo nuestro Bien en el mundo, se reía entre sí, paraciéndole que, teniéndole tan verdaderamente en el Santísimo Sacramento como entonces, que ¿qué más se les daba? CP 34. 6).
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