domingo, 23 de diciembre de 2012


 
 
 
 
 
 
 
 
 
                                LA NAVIDAD CON SANTA TERESA

                                              

Veamos a santa Teresa rezando con sus 180 monjas en este Monasterio de la Encarnación por los años de 1571 a 1574 en los que desempeñó el oficio de Priora.

La actividad propia y específica de las monjas  ha sido siempre la de alabar continuamente a Dios, darle gracias y suplicar su misericordia a favor de la humanidad. Las formas concretas de cumplir esta misión se cifra en la asistencia diaria a la Misa y al coro para cantar el Oficio divino en latín (en su tiempo) con las ochos horas: Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas.  Se celebraba con gran solemnidad la Semana Santa ,la fiesta del Corpus, y la Navidad, que entonces se llamaba sencillamente la Pascua.

En tiempos de nuestra Santa, las monjas hacían procesiones con diversos pasos de la Pasión. También  la procesión con su Custodia del Corpus dentro del monasterio, por los claustros, que adornaban con altares, colgaduras y flores.

Como no podía ser menos, hacían solemnes fiestas en la Pascua de Navidad. Entre los rezos, quiero destacar hoy  el canto de  la Calenda en la mañana del día de Nochebuena, antes de rezar Tercia. Ante el atril preparado en el centro del coro, entre dos Hermanas con ciriales encendidos, la cantora comienza el canto de la  Calenda: “El año de la creación del mundo” y va siguiendo por toda la historia de Israel, hasta llegar a “En Belén de Judá”, en que todas las monjas se arrodillan y al oir “Natividad de Nuestro Señor Jesucristo según la carne”,se postran rostro en tierra, quedando así un par de minutos, hasta que la priora da la señal de alzarse. En la noche  cantaban la Misa del Gallo. En la Navidad de 1572, celebró la Misa su capellán San Juan de la Cruz.

Santa Teresa, siendo priora obsequiaba a sus monjas con una cena especial, a base de besugos y sardinas frescas, que le enviaba su hermano Lorenzo, como aguinaldo.

Preparaban su  Belen, grande , con figuras de pastores, ovejas y demás animales domésticos, que recreaban entre el musgo y los ramos verdes que cogían de la huerta. Al son de panderetas y castañuelas cantaban al Niño coplillas y villancicos .A su hermano Lorenzo le escribe el 2 de enero de 1977, refiriéndole que el día de antes “habían tenido gran fiesta en el nombre de Jesús” , y le envía “esos villancicos que hice yo” con los que regocijaba a sus monjas en los días de Navidad .

La bellísima representación, en la imagen, del anuncio del Angel a María, nos recuerda la oración de este  IV Domingo de Advieto:" Concédenos, Señor, tu gracia a los que hemos conocido por la Anunciación  del Angel la Encarnación de tu Hijo, para que por su pasión y cruz seamos llevados a la gloria de la resurrección.
¡MUY FELICES NAVIDADES!, amigos y seguidores de nuestro BLOG- Nicolás González
 

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