miércoles, 8 de febrero de 2012

HACEDLO TODO PARA GLORIA DE DIOS.Domingo 12 febr.



DOMINGO VI B
Tres consejos o normas prácticas de conducta nos da el apostol San Pablo en la carta a los Corintios que acabamos de escuchar: 1ª Impregnar vuestra vida de sentido cristiano; 2ª no deis motivo de escándalo a nadie ; 3ª seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
1ª norma: “Cuando comais o bebais, o hagais cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios” Tanto con nuestras obras importantes, como en las cosas más sencillas, cumpliendo con nuestro deber, podemos dar gloria a Dios. Nuestra santa lo expresó en aquel célebre consejo que les dió a sus monjas: “Hijas mías, cuando la obediencia os trajere empleadas en cosas exteriores, entended que, si es en la cocina, entre los pucheros anda el Señor.” A Dios se le puede servir unas veces rezando en la iglesia, cantando salmos e himnos inspirados, y otras cocinando o trabajando al servicio de los demás. Lo importante es cumplir con el deber y hacer lo mejor que uno sabe hacer las cosas. Y de ese modo se agrada al Señor.

Dice más todavía: Que cuando uno trata de agradar a Dios, de glorificarle, de contentar en todo a Dios, le resulta más fácil y hace mejor las cosas que se trae entre manos.- Toda la actividad humana, individual y colectiva de los creyentes, debe estar orientada a Dios, reconociendo a Dios como creador de todo, de manera que el sometimiento de todas las cosas a los planes de Dios, es como Dios es glorificado en el mundo. En el trabajo, aunque sea en los quehaceres más sencillos y ordinarios, el hombre no se aparta de Dios. Al contrario, por el trabajo puede aproximarse a Dios, porque Dios le impone como deber el hacerlo y haciéndolo bien cumple su voluntad.-

Obra también con sentido cristiano el que habla con rectitud y sinceridad, el que con fe fuerte resiste las contrariedades y las dificultades, de las que está llena la experiencia de nuestra vida; y se deja también impregnar del sentido cristiano el que busca ante todo la verdad y resiste infatigablemente el mal.

2ª norma :”No deis motivo de escándalo”.- Da motivo de escándalo en que con sus palabras o con sus obras brinda a otros ocasión de ruina espiritual, es causa de que otros obren mal, pequen, o de que se deforme su conciencia.- No inciteis a otros al mal, nos recuerda San Pablo, siguiendo las enseñanzas de Jesucristo. Jesucristo había dicho que si alguien escandaliza a cualquiera de los pequeños que creen en él, más le valiera que le atasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mal (Mt.18,7) . El apóstol hace una invitación a rechazar tajantemente toda complicidad con el mal...Si tanta gente hoy conociese o al menos sospechase las consecuencias nefasta de sus actuaciones, quedarían espantados de su responsabilidad, por el daño que hacen a la sociedad. Hay en el que escandaliza una falta de respeto a los demás, que tienen el derecho a no ser inducidos al mal.- Por otro lado , esta norma del Evangelio conlleva la obligación de vigilar para no ser escandalizado, para no dejarse arrastrar al mal. El que sabe vigilar, sabe defenderse; se forma, se controla, se domina, y evita muchas caídas.
3ª norma: Por último, San Pablo se pone como ejemplo a seguir en el sentido de que no busca su propio bien, sino el de los demás, para que todos lleguen al conocimiento de la verdad y se salven. Y esto es lo que nos pide que hagamos nosotros también, con nuestras obras. El valor del testimonio personal es muy grande. Obras son amores y no buenas razones. Convencen màs los hechos que las palabras. El creyente ha de comportarse como un hombre convencido ,en el que ha entrado el mensaje de Jesucristo, dando una nueva orientación a su vida, y busca que los demás encuentren en Cristo la salvación y el gozo que él ha encontrado. Es lo que dijo Jesucristo a sus discípulos: “ Vosotros sois la luz del mundo...; brillen vuestras buenas obras de suerte que los hombres glorifiquen a Dios”.

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