CONVERTIOS Y CREED EN EL EVANGELIO
I CUARESMA.
El evangelio de este primer domingo de Cuaresma nos muestra a Jesucristo vencedor de las tentaciones. Ese poder de Jesús para derrotar al maligno y vencer todas sus seducciones, se nos comunica también a los cristianos. De ahí que el mal lo podemos evitar. La psicología de la tentación consiste en acercarse a la zona de peligro, dialogar con la tentación, cuestionar la bondad de los mandamientos de la ley de Dios, y finalmente, ser atraido por el falso bien que la tentación propone.- Jesucristo resistió a las tentaciones y las venció. Jesucristo nos da a conocer , con su propia experiencia, el combate entre el alma que pretende permanecer fiel a Dios y el invasor que la cerca para someterla e inducirla al mal.
Constantemente nos vemos tentados por el maligno- Vivimos en un mundo lleno de asechanzas y turbados por esta enemistad oculta de aquellos que San Pablo llama “factores , autores de tinieblas”. Estamos como rodeados por algo funesto, que excita nuestras pasiones, se aprovecha de nuestras debilidades, viene detrás de nosotros y nos sugiere hacer lo más cómodo, lo más fácil, lo más placentero, aunque sea malo, aunque sea ilícito. La tentación es el encuentro entre la buena conciencia y la atracción del mal, que se vale del engaño por el que el mal asume la máscara del bien. Mucha gente ha perdido el criterio justo para diferenciar el bien del mal, lo que es bueno de lo que es malo . La norma para ese discernimiento es la ley de Dios. Quien no tiene en cuenta la ley del Señor, sus Mandamientos y preceptos y no los siente reflejados en su conciencia, vive en una gran confusión y se convierte en enemigo de sí mismo.
Jesucristo nos enseña con su ejemplo que el auténtico cristiano tiene que ser fuerte, animoso, leal ,coherente con su fe. La vida cristiana es lucha: debemos estar continuamente alerta; debemos ser siempre capaces de distinguir el bien del mal y decidir: yo estoy por el bien, por el deber, por la virtud. No nos engañemos, no ahoguemos la voz de nuestra conciencia, no deformemos nuestra rectitud de juicio. Si queremos hacer lo mejor para nosotros, para nuestro desarrollo humano, social y cristiano, hoy especialmente, tenemos que ser fuertes, para no doblegarnos ante cualquier postura arrivista , para no ser acomodaticios, ni inclinados a contemporizar.
Es preciso renovar, vigorizar nuestra capacidad de juzgar, de discernir el bien del mal. Y obrar en consecuencia : cuando algo es malo, está prohibido, es contrario a la ley de Dios, a las buenas costumbres y al juicio sano de la razón, aunque se presente atractivo, lisonjero, seductor, util, facil, placentero , debemos mostrar valentía y sabiduría, para decir decididamente : nó. El mensaje del evangelio es bien claro: hay que vivir la vida con fortaleza, con conciencia militante; es necesario el esfuerzo, hacer algún sacrificio para vencer nuestra debilidad. La tentación se puede vencer. ¿Cómo y con qué ? Siempre con la ayuda de Dios, con su gracia que no falta nunca a quien la desea y busca.- Señor “ no nos dejes caer en la tentación”.- Fijos los ojos en Jesucristo. El es nuestro compañero de camino y nuestro maestro. Sosténnos siempre, Señor, con la luz y la fuerza de tu palabra.
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