Oraciones inicial y final como el día primero
Meditación para el día 2º
Santa Teresa, maestra de oración
Orar es tratar con Dios como con un amigo, que nos ama. Es entender qué hablamos y con quién. Pensar lo poco que le hemos servido y lo que le debemos servir. La oración es el medio de alcanzar todas las virtudes y lo más necesario para nosotros. La vida de santa Teresa fue una oración continua. Procuraba lo más posible traer a Jesucristo dentro de sí.Orando, venció las tentaciones y fortaleció su fe, esperanza y caridad.
Nosotros nos excusamos con que no sabemos hacer oración. Y, sin embargo, nada hay más facil. Ora todo el que levanta los ojos del alma al cielo y mira con humildad a Dios. Si hablamos con otras personas, ¿por qué nos han de faltar palabras para hablar con Dios?. Acostumbremos a andar en compañía de Cristo y tratarle con amor y confianza. Hagamos el propósito de dejarlo todo antes que la oración. Es muy poco lo que se nos pide, para el cielo eterno que se nos promete.
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