Meditación para el día 8º: Humildad de Santa Teresa
Humildad es andar en verdad, decía. La humildad es el conocimiento de nuestra miseria junto a la confianza grande en el Señor, que todo lo puede y nos quiere ayudar. La verdadera humildad no inquieta, ni turba, ni acongoja el alma, sino la dilata y hace más habil para servir a Dios. Comunica paz y sosiego. Engendra la generosidad y la confianza en Dios. Porque no puede haber humildad sin amor, ni amor verdadero sin humildad. Santa Teresa entendió de verdad que sólo los pecados eran hierba de su huerto, y que al Señor debía todo el bien que obraba.
¿Somos humildes? ¿Estamos convecidos de que no podemos nada por nosotros mismos, pero que podemos cosas grandes apoyados en Dios? Imitemos a santa Teresa que supo aceptar la verdad de las palabras de Cristo: "Sin Mi nada podeis hacer", junto con aquello de san Pablo: "Todo lo puedo en Dios que me conforta"
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