Seguimos a Teresa hablándonos del primer grado de oración- La oración, como un estilo de vida, se desarrolla en un proceso que tiene cuatro estadios sucesivos: meditativo, de quietud, de elevación, y de unión.
El primer agua, la que sacamos del pozo hondo con gran esfuerzo, puede estar turbia y ser escasa. O que el pozo esté seco. Lo mismo puede ocurrir ql iniciar una vida de oración. Nos vendrá la desolación y el desánimo. También lo experimentó santa Teresa. ¿ Qué le ocurrió? ¿ Cómo reaccionó? ¿ Qué nos aconseja ? Que en tales situaciones, no hay por qué afligirse; al contrario, alabar por ello a Dios, fiarse de su bondad, porque todo es para nuestro bien. Teresa contagia siempre optimismo. La escuchamos:
Para bien nuestro creo nos quiere Su Majestad llevar por aquí, para que entendamos bien lo poco que somos; porque son de gran dignidad las merecedes de después, que quiere que por experiencia veamos antes nuestra miseria, primero que nos las dé.
¿Qué haceis Vos, Señor mio, que no sea para mayor bien del alma que entendeis que es ya vuestra, y que se pone en vuestro poder para seguiros por donde fuéreis hasta muerte de cruz, y que está determinada a ayudaros a llevarla, y a no dejaros solo con ella? Quien viere en sí esta determinación, nó, no hay que temer; gente espiritual, no hay por qué afligirse. Puesto ya en tal alto grado como es querer tratar a solas con Dios, y dejar los pasatiempos del mundo, lo más está hecho.
Alabad por ello a Su Maajestad y fiad de su bondad, que nunca faltó a sus amigos. Taparos los ojos de pensar por qué da a aquel, en tan pocos dias, devoción, y a mí nó, en tantos años; creamos es todo para más bien nuestro. Nos guie su Majestad por donde quisiere : ya no somos nuestros, sino suyos.
Harta merced nos hace en querer que queramo regar su huerto, y estarnos cabe el Señor de él, que cierto está con nosotros.
Teresa de Jesús
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