lunes, 9 de agosto de 2010

HOY, SANTA EDITH STEIN



FIESTA DE SANTA EDITH STEIN, O TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ


Una santa de nuestro tiempo. Alemana, judía, profesora de filosofía. Un buen día cayó en sus manos el libro de La vida, escrito por santa Teresa de Jesús. Empieza a leerlo con gusto, y, página a página, se fue encariñando con la autora, hasta ese momento desconocida para la profesora. Quedó tan impresionada, que cuando terminó de leerlo, se dijo a sí misma: Esta es la verdad.


Este libro le cambió la vida a la profesora de filosofía, buscadora de la verdad en sus incursiones por los filósofos modernos de reconocido prestigio en el mundo y por la historia de los grandes pensadores europeos. Un libro escrito por una monja, nacida hace ya quinientos años, autodidacta, que lo escribe por obedecer a un fraile que intuye la genialidad natural de esta castellana, a quien sus admiradores la llaman santa y sus detractores una iluminada inquieta y engreida.

Esta humilde y calladita monja, se sienta en el santo suelo de su celda en el Monasterio de la Encarnación de Ávila, y empieza a escribir en unos pliegos de papel, con una pluma de ave, mojada en un tintero casero . ¡Cómo iba a imaginar que, cuatrocientos años después, su libro traducido al alemán, que reposaba en la estantería de una familia amiga, lo iba a desempolvar una joven judía, que esa tarde estaba allí de visita y, curioseando los libros de sus amigos, escogió el escrito por Teresa de Ávila!

Teresa de Ávila, por lo bajito, pidiendo a ese fraile que lo leyera él sólo, y que nadie más lo leyera, empezó a contar las misericordias que Dios tenía con ella, porque viéndose ruín, sin letras, la última, como un gusanito , resulta que el creador del universo, el todopoderoso, el rey de reyes, le acariciaba a ella, precisamente a ella, como con unas manos bellísimas y la miraba con ojos hermosisimos. Y escribió esta su vida, como sin querer.

La doctora Stein quedó fascinada de esa joven, mujer como ella, que le abría su alma de par en par, con toda sencillez y sin ninguna pretensión de ser leida. Y encontró lo más buscado por ella, lo que más ansiaba encontrar desde siempre, la Verdad. En las páginas del libro escrito por Teresa de Ávila estaba la Verdad. Stein lo había descubierto.
Era hija de padres judios.Nació en Breslau el 12 de octubre de 1891.Realizó estudios de Filosofía, y, tras dedicarse durante un largo periodo de tiempo a su cátedra, el libro de Teresa de Ávila le cambió la vida. Recibió el don de la fe y se convirtió a la iglesia católica, en la que fue bautizada el 1 de enero de 1922. Desde ese momento, sirvió a Dios ejerciendo su oficio de profesora y publicando obras filosóficas. En el año 1933 quiso imitar a santa Teresa, ingresando en la Orden Carmelitana en Colonia, y pidió para ella hasta su mismo nombre Teresa Benedicta de la Cruz.

Impelida a ausentarse de su patria a causa de la persecución de los judios, fue acogida en el convento de las Carmelitas de Echt (Holanda) el 31 de diciembre de 1938. Durante la terrible dominación alemana, fue detenida el 2 de agosto de 1942, y deportada al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau (Polonia), destinado a la extinción del pueblo judio, donde murió el 9 de agosto, cruelmente asesinada con gas letal.

Dios santo y fuerte, concédenos, por mediación de santa Teresa Benedicta de la Cruz, reconocer la Verdad en Cristo Jesús y gozar de ella creciendo en la fe, la esperanza y el amor. Amen.





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