martes, 6 de abril de 2010

JESUCRISTO RESUCITADO




JESUCRISTO RESUCITADO

En el desarrollo de la experiencia religiosa de Santa Teresa, ocupa un puesto preferido la representación vivencial de Cristo resucitado. Declara que se le ha representado en su interior Cristo vivo. tal y como salió del sepulcro, poderoso y refulgente.


Lo central, en su experiencia mística, es que Jesús, efectivamente ya vivo, viene a su encuentro. También la Santa lo experimenta tal y como lo cruficaron y murió el viernes.Pero la impacta más el Resucitado.


Otra imagen que personaliza es el relato de la aparición de Jesús a los discípulos de Emaus. Y nos invita a entrar nosotros tambén en el diálogo. En este recorrido por nuestra vida el “desconocido”, el Señor, se acerca a nosotros. La Escritura es una palabra que está viva, y al escucharla, nos interpela.

Se pueden marcar cuatro momentos en la historia de Emaus :

1º. Los discípulos de Emaus vuelven tristes a su pueblo.
2º. Desde el momento en que entra en escena el "desconocido", no le reconocen con los ojos de la carne, pero les da una catequesis sobre el sentido de su muerte.

3º .Llegan al pueblo, y le piden que,como es tarde, se quede con ellos para cenar . Y en la cena ocurre el punto culminante: el Señor se les manifiesta.
4º. Los de Emaus se vuelven a Jerusalen para hacer partícipes a otros de su experiencia con el resucitado.-

Detallemos cada uno de esos momentos:

Primero, los de Emaus, como cual quiera de nosotros, ellos bajan tristes, porque la muerte de Jesús los ha descolocado. La muerte ha producido la disgregación de la comunidad: “esperábamos”...pero ya va por el tercer día y sigue muerto. La ilusión ha quedado rota. Lo bueno es que, en medio de las desilusiones y frustraciones de nuestra vida, dejemos al Señor que nos acompañe.

En segundo lugar, Jesús les da una catequesis. Y va entrando en escena y se encara con ellos para decirles que son tardos de corazón para entender lo que dice la Escritura. La pesadumbre y tristeza se deben a un desconocimiento. Y se les hizo la luz. Nosotros creemos que la única verdad es la que nosotros sabemos y hemos experimentado. Y no es verdad. El centro de esa catequesis, es preguntarse ¿ es que no era necesario que Cristo padeciera ?”. Y pregúntate tu mismo a tí :¿No era necesario que tú hayas padecido esa experiencia dolorosa en tu vida ? El “ser necesario” se refiere al designio de Dios... Los de Emaus se habían confundido con la muerte de Jesús, y Jesús les “interpreta” el misterio de la cruz.- ¿Quién nos interpreta a nosotros nuestra historia ?. El maligno trata de interpretar nuestra vida torcidamente. Jesús se convierte en intérprete de lo q1ue había acaecido en Jerusalen esos dias. Y los de Emaus empiezan a decir :¡Pues puede ser verdad!. Y lo mismo nos puede pasar a nosotros: en la medida en que ponemos nuestra vida a la luz de Dios, podemos reaccionar lo mismo :¡ Pues puede ser verdad!.

Por fin, llega el momento del encuentro y del reconocimiento. Los discípulos de Emaus, por hospitalidad, le van a decir que se quede...Y ahí va a saltar la chispa de la luz: sentados a la mesa, parte el pan..Y entonces se les abrieron los ojos. Esta fracción del pan es la Eucaristía. Nosotros, al celebrar la Eucaristía, pidamos que se nos caigan las vendas de los ojos... Y justamente entonces el Señor desaparece: cuando se ha dado a conocer, y les ha dado la interpretación de la vida. No deduzcamos nunca que una enfermedad, o un accidente que hayamos tenido es un castigo de Dios. Esa interpretación no vale. Podemos tener momentos en que nos asalten esas interpretaciones. Lo que más nos cuesta interpretar es lo oscuro de nuestra vida. A la noche sigue el día.

Una vez que se les han abierto los ojos, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalen a contárselo a los demás. Después del encuentro con el Resucitado, viene la misión. Así obró también santa Teresa, que, siendo una mujer contemplativa, les contagió a los demás lo que había contemplado.
FELIZ PASCUA FLORIDA.

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