lunes, 25 de octubre de 2010

LO DEMÁS ES ACOBARDAR EL ÁNIMO


Campanita, en medio de dos ángeles músicos.
Custodia del Corpus de Ávila.Juan de Arfe,1571

Teresa nos sorprende cuando reconoce que Dios la regala con dones insospechados. Y lo cuenta con toda naturalidad. Los prefiere. Hasta nos da la impresión de que presume de ellos. No se explica cómo puede haber personas que se vean indignas de recibir de Dios tales gracias, y que, por creerse falsamente humildes, no quieran recibirlas. A eso lo llama "acobardar" el ánimo.


¿ Es que puede haber algo más placentero que dejarse querer por el mismo Dios? Teresa defiende verse preferida por Dios, sin ningún escrúpulo. Dios no necesita a Teresa, pero algo verá en ella para visitarla y obsequiarla tan espléndidamente.


Las falsas humildes no se enteran, no ven a Dios. Sólo se ven a sí mismas. La escuchamos a santa Teresa que ha acertado a ver a Dios tal como es:


No cure de unas humildades que hay, que les parece humildad no entender que el Señor les va dando dones-Entendamos bien, bien, cómo ello es, que nos lo da Dios sin ningún merecimiento nuestro, y, agradezcámoslo a Su Majestad.


Porque, si no conocemos que recibimos, no despertamos a amar. Y es cosa muy cierta, que, mientras mas ricos nos veamos, sobre conocer somos pobres, mas aprovechamiento nos viene, y aún más verdadera humildad.


Lo demás es acobardar el ánimo, pensando que no es capaz de grandes bienes, si en comenzando el Señor a dárselos, comienza él a atemorizarse con miedo de vanagloria.- Creamos que, quien nos da los bienes, nos dará gracia para que, en comenzando el demonio a tentarle en este caso, lo entienda, y le dará fortaleza paar resistir. Digo, si andamos con llaneza delante de Dios, pretendiendo contentarle sólo a El, y no a los hombres.


Es cosa muy clara: que amamos más a una persona, cuando mucho se nos acuerda las buenas obras que nos hace.


Teresa de Jesús

1 comentario:

  1. La cobardía no es otra cosa que la incapacidad de amar.
    El temor de perdernos por amar a otro, nos llevará irremediablemente a la perdición.
    Dejar de ser para ser en el otro, es la clave de la salvación.
    Hermosa entrada la de hoy.

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