MEDITACION:¡ TU SEAS,SEÑOR, EL MENSAJERO Y LOS MENSAJES!
Los mensajes de las criaturas son huella de Dios, pero no son su Palabra.Tampoco
son su presencia.
Los deleites del mundo son deleites. Dan gusto a los sentidos y suavidad al espíritu. Pero lo dan sólo a medias, sin saciar del todo. Son como el agua salada.
Sólo ansío, mi Dios, tu vista y tu presencia.- No quieras que de aquí adelante te conozca tan a la tasa por estos mensajeros de las noticias y sentimientos que se me dan de Tí, tan remotos y ajenos de lo que de Tí desea mi alma, porque los mensajeros, a quien pena por la presencia, bien sabes tú, Esposo mío, que aumentan el dolor: lo uno porque renuevan la llaga con la noticia que dan; lo otro, porque parecen dilaciones de ese deseado encuentro.
Quisiera el alma que Dios no se le mostrase como por resquicios, sino que acabase de mostrársele a las claras. No por intermediarios, sino por si mismo.
Quisiera el alma tenerle no en parte, sino del todo..
Por eso hacemos nuestra la súplica del poeta Juan de la Cruz: ¡No quieras enviarme ya más mensajeros, que no saben decirme lo que quiero. Tú seas, Señor el mensajero y los mensajes!
jueves, 10 de diciembre de 2009
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