MEDITACION: ¡ POR TI, MI DIOS, ADOLEZCO, PENO Y MUERO!
Los textos del Cántico Espiritual, escrito por San Juan de la Cruz, nos despiertan de la monotonía de la vida diaria y nos conducen a salir de nosotros mismos y volar hacia arriba, hacia lo alto. Nos ayudan a descubrir nuestras dolencias más íntimas y nos hacen sentir la necesidad de Dios.
Este fragmento, escogido como punto de meditación para este día, nos invita a dirigir a nuestro Dios esta bella y sentida oración:
¡POR TÍ, MI DIOS, ADOLESCO, PENO Y MUERO!
Preciosa oración la que dedicamos a dar cuenta de nuestro dolor y pena a nuestro Dios y Señor. Es una forma de descargar nuestros pesares, expresándole el deseo de que venga a consolarnos.
Digámosle a Dios, sobre todo, nuestro dolor y pena de su ausencia.Digámoselo con deseos,afectos y gemidos.
¡Por Tí,mi Dios, adolezco,peno y muero !
Nuestro entendimiento adolece ,porque no ve a Dios, que es salud del entendimiento. Nuestra voluntad tantas veces pena porque no posee a Dios, que es el refrigerio y deleite de la voluntad. Y nuestra memoria se ve morir porque echa de ver que carece de la cierta y perfecta posesión de Dios, el cual es vida del alma.
Deseos y afectos mios,¡ángeles de mi alma! decid a mi Amado que, pues adolezco y El es mi salud, que me de mi salud; y que,pues peno, y El sólo es mi gozo, que me de mi gozo; y que, pues muero y El solo es mi vida, que me dé mi vida.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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Bendito el vientre que te llevó...
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