lunes, 5 de agosto de 2013






DOMINGO XIX C-Dia 11 de agosto
“Estad preparados”.Las distintas recomendaciones que nos hace el Señor en el Evangelio de hoy se pueden resumir en estas dos  palabras: estad preparados. La preparación para el encuentro con el Señor en la eucaristía o en el interior de nosotros mismos, ha de evitar, por una parte el vivir angustiados y, por otra, el vivir despreocupados. ¿Cómo vivir entonces, de forma ordenada este tiempo de preparación? Hemos de vivir esperanzados.
Vivir esperanzados significa en primer lugar, mirar con paz el pasado. Grave tentación es mirar el pasado dejándose acosar por el remordimiento. El remordimiento es destructivo, y eso no lo puede querer el Señor. Otra cosa distinta es el arrepentimiento ante el Señor misericordioso, que nos ha tendido continuamente su mano para levantarnos de nuestras caidas. Al mirar a nuestro pasado, al primero que hemos de descubrir es al Señor y su amor misericordioso:la experiencia de la misericordia del perdón de Dios en Jesucrito. ¡Misericordia y perdón! El Señor siempre nos perdona, tiene misericordia, tiene un corazón misericordioso y nos espera siempre.
Vivir esperanzados significa, en segundo lugar, mirar con responsabilidad el presente. La esperanza cristiana no da un salto al futuro por encima del presente, sino que da un nuevo contenido al presente. La esperanza cristiana hace que seamos responsables  y que demos valor de eternidad a nuestros deberes actuales y concretos en el aquí y ahora de nuestra existencia cristiana,- Vivir esperanzados significa ,en tercer lugar, vivir con confianza el futuro, poner nuestras vidas en las manos del Señor. No son nuestros merecimientos los que principalmente nos han de salvar sino los de nuestro Salvador Jesucristo. No mires a tus fuerzas, que te pueden desmayar, sino mira a ese mediador >Jesucristo y el te dará fuerzas.¡ Mi fuerza y mi poder es el Señor!


No hay comentarios:

Publicar un comentario