lunes, 28 de mayo de 2012





CONTENTO POR EL CAMINO QUE LE LLEVE EL SEÑOR

 En el capítulo 17 de Camino. Madre Teresa propone a sus monjas del Convento de san José que cada una sea feliz aceptando gozosamente ir por el camino en el que el Señor las haya puesto , a cada cual el suyo.

Principios básicos en la vida espiritual son :  “que no a todos lleva Dios por un camino” y  que
que el camino no lo trazamos ni escogemos nosotros sino Dios. Tampoco nos corresponde a nosotros clasificar  esos caminos, trazados por Dios, de mejores o peores, de más altos o más bajos, de más cortos o más largos. La mejor disposición del alma sea aceptar el trazado por Dios.

Como verdadera especialista en las formas de agradar a Dios, nos previene de que en estos ámbitos de la vida espiritual, una monja puede pasarse la vida barriendo la casa, cocinando y lavando la ropa; otra en el coro de la iglesia rezando vocalmente todas las oraciones que encuentre en los devocionarios, otras, de rodillas leyendo fragmentos de las Sagradas Escrituras  y reflexionando mentalmente  sobre ellos como temas de meditación; y otras ponerse en la presencia de Dios recibiendo de El sabrosas e infusas noticias, pasivamente, en contemplación.

De esas dos formas radicalmente  distintas llamadas vida activa y vida pasiva; y de esas tres maneras de orar, vocalmente o con los labios, mentalmente o discurriendo con el entendimiento y aplicando los afectos de la voluntad, y la de contemplación infusa, en la que el alma vive y goza de la vida de Dios, Madre Teresa enseña a sus monjas y a sus lectores que todas son igualmente válidas para agradar a Dios y llegar a la meta de la perfección religiosa. La esuchamos:

 Cumple mucho trateis de entender cómo ejercitaros mucho en humildad. Y este es un gran punto de ella  y muy necesario para todas las personas que se ejercitan en oración: ¿ cómo podrá el verdadero humilde pensar que es él tan bueno como los que llegan a ser contemplativos? Que Dios le puede hacer tal, si, por su bondad y misericordia; mas, de mi consejo, siempre se siente en el más bajo lugar, que así nos dijo el Señor lo hiciésemos y nos lo enseñó por la obra.

Dispóngase para si Dios le quisiere llevar por ese camino; cuando no, para eso es la humildad, para tenerse por dichosa en servir a las siervas del Señor y alabarle. No digo esto sin gran causa, porque es cosa que importa mucho entender que no a todos lleva Dios por un camino; y, por ventura, el que le pareciere va por muy más bajo, está más alto en los ojos del Señor, asi que, no porque en esta casa todas traten de oración, han de ser todas contemplativas. Es imposible. Y será gran desconsolación para la que no lo es no entender esta verdad, porque esto es cosa que lo da Dios. Que por eso no dejará de ser muy perfecta si hace lo que queda dicho. Antes podrá ser tenga mucho más mérito, porque es a más trabajo suyo, y la lleva el Señor como a fuerte y la tiene guardado junto todo lo que aquí no goza.

No por eso desmaye ni deje la oración y de hacer lo que todas, que a las veces viene el Señor muy tarde, y paga tan bien y tan por junto, como en muchos años ha ido dando a otros (CP 17,1-2).

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