Teresa de Jesús era muy aficionada a la lectura.Un libro nuevo era el mejor regalo que podía recibir. En las páginas de libros espirituales veía retratada su alma. Y cuando no encontraba palabras para describir el estado del alma a su confesor, le llevaba el libro, y le señalaba la página correspondiente-¡Lea esto; eso es lo mismo que a mí me está pasando!
Los libros la formaban en el seguimiento de la vida religiosa, con ellos rezaba y con ellos hacía largas horas de meditación. Pero, sin esperarlo, se encontró con un Decreto emitido por el Inquisidor General Valdés, el 17 de agosto de 1559, por el que se prohibía leer determinados libros escritos en castellano. Teresa le dió sus quejas a Jesucristo. ¿ Y qué le respondió el Señor? La escuchamos:
"Cuando se quitaron muchos libros de romance, que no se leyesen, yo lo sentí mucho, porque algunos me daba recreación leerlos, y yo no podía leer los escritos en latín. El Señor me dijo: ^No tengas pena, que Yo te daré libro vivo^.- Yo no podía entender por qué se me había dicho esto, porque aún no tenía visiones; después, a los pocos dias, lo entendí muy bien, porque he tenido tanto en qué pensar y recogerme, en lo que veía presente, y ha tenido tanto amor el Señor con migo para enseñarme de muchas maneras, que muy poco o casi ninguna necesidad he tenido de libros".
A partir de entonces, el libro de Teresa es Jesús de Nazaret. Va representándo en su interior las
distintas etapas de su vida, como quien va pasando las páginas de un libro. Dialogan mutuamente. ¡Jesús es su libro vivo!
"Su Majestad ha sido el libro verdadero adonde he visto las verdades- ¡Bendito sea tal libro, que deja imprimido lo que se ha de leer y hacer de manera que no se puede olvidar! ¿Quién ve al Señor cubierto de llagas y afligido con persecucionesss que no las abrace y las ame y las desee? ¿Quién ve algo de la gloria que da a los que le sirven, que no conozca es todo nonada cuanto se puede hacer y padecer, pues tal premio esperamos? ¿Quién ve los tormentos que pasan los condenados, que no se le hagan deleites los tormentos de acá en su comparación, y conozcan lo mucho que deben al Señor en haberlos librado tantas veces de aquel lugar?" ( V 26, 6).
La vida de Jesús de Nazaret es como un libro viviente, accesible a todos los lectores, que contiene todas las verdades. Teresa nos invita a leerlo. Con mis mejores saludos.Nicolás González
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