miércoles, 16 de febrero de 2011

TODO OS LO HE DADO, SEÑOR, VUESTRA SOY




Teresa de Jesús ha experimentado el amor de Dios hacia ella, y le ha dado un vuelco la vida. En adelante, no se fiará de ella, ni buscará su provecho propio, sino que pondrá su apoyo, su certeza en Dios. En su experiencia mística tiene un valor determinante el confiarse, o abandonarse a Dios. Su actitud radical consiste en agarrarse firmemente a Dios.

Teresa descubre que la única forma de realizarse en plenitud es darse por completo a la voluntad de Dios. Renuncia a crearse un futuro por sí misma. Lo pone en las manos de Dios.Con esta orientación radical, Teresa experimenta una fuerza arrolladora nueva, que no procede de ella, sino que la recibe de Dios. Y prorrumpe en cantos de gratitud, porque lo que ha recibido precede a todo lo que es y pueda hacer sola. Amar es darse al otro, y recibir el amor del otro. La escuchamos:

Cueste lo que costare, Señor, no querais que vaya delante de Vos tan vacias las manos, pues conforme a las obras se ha de dar el premio. Aquí está mi vida, aquí está mi honra y mi voluntad. Todo os lo he dado, vuestra soy, disponed de mi conforme a la vuestra. Bien veo yo, mi Señor, lo poco que puedo; mas llegada a Vos, subida en esta atalaya adonde se ven verdades, no os apartando de mí, todo lo podré.

Anda como vendida en tierra ajena, y lo que más la fatiga es no hallar muchos que se quejen con ella y pidan esto, sino lo más ordinario es desear vivir.¡ Oh; si no estuviésemos asidos a nada, ni tuviésemos puesto nuestro contento en cosa de la tierra, cómo la pena que nos daría vivir siempre sin él templaría el miedo de la muerte con el deseo de gozar de la vida verdadera!

Sin ningún trabajo nuestro, obra el Señor aquí, y determinadamente saca el alma de la tierra y le da señorío sobre lo que hay en ella, sin ningún merecimiento. El por qué lo hace Su Majestad, es porque quiere; y,como quiere, hácelo. Y aunque no haya en ella disposición, la dispone para recibir el bien que Su Majestad le da. Tiene el pensamiento tan habituado a entender lo que es verdadera verdad, que todo lo demás le parece juego de niños.

En llegando mi alma a que Dios la hiciese esta gran merced, cesaron mis males y me dió el Señor fortaleza para salir de ellos, y me daba igual estar en las ocasiones y con gente que me solía distraer como si no estuviera; mas bien me ayuda lo que antes me solía dañar. Todo me era medios para conocer más a Dios y amarle y ver lo que le debía y pesarme de lo había sido (V.21, 5-10).

Amigos del BLOG, quisiera que estas páginas sirvieran de medios para conocer más a Dios y amarle y ver lo que cada uno le debe, Con un cordial saludo. Nicolás

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