en la Custodia del Corpus de Ávila.
Juan de Arfe, 1571.
RÍASE ENTRE SÍ VER PERSONAS CON PUNTOS DE HONRA
En el proceso espiritual de santa Teresa, hay una evolución manifiesta desde su juventud hasta la edad adulta. Durante su juventud, cuidaba mucho de parecer bien y de ser estimada. Como hija de su tiempo, tiene en mucho el pertener a una buena familia, estar bien educada, guardar los comportamientos propios de chicas virtuosas, y, ademas de ser buena, parecer bien.
Ese ámbito de estimación social, se denominaba honra. La joven Teresa defendía su honra, tanto como la vida. Era esclava de su honra. Pero poco a poco se fue liberando de esa esclavitud. Hasta llegar a conquistar un señorío sobre todo lo creado, de manera que ya le daba lo mismo que dijeran de ella o dejaran de decir. Puntos de honra podían ser llevar el hábito bien planchado, los puños blancos en las mangas, recibir y dar el trato de muy magnífico señor, ascender en la escala social de subprior a prior y de prior a provincial.
Cuando Teresa llegó a un cierto grado de madurez humana y religiosa, le provocaba la risa el fraile o la monja que defendía los puntos de honra. Le parecían sujetos que se apoyaban en palillos de romero, que con cualquier cosita se cascaban. A estas situaciones alude en este texto que copiamos a continuación:
Tiene el pensamiento tan habituado a entender lo que es verdadera verdad, que todo lo demás le parece juego de niños. Ríese entre sí algunas veces cuando ve a personas graves, de oración y religión, hacer mucho caso de unos puntos de honra, que esta alma ( ella misma ) tiene ya debajo de los pies.
Dicen que es discreción y autoridad de su estado, para más aprovechar. Sabe ella muy bien que aprovecharía más en un día que pospusiese aquella autoridad de estado por amor de Dios, que con ella en diez años.
La verdadera honra es servir al Señor. Son ya almas fuertes que escoge el Señor para aprovechar a otras, aunque esta fortaleza no viene de sí (Vida 21, 10-13).
Teresa de Jesús
Que la honra no nos petrifique, que seamos capaces de amar y servir a nuestro Señor, por sobre todos los miramientos sociales.
ResponderEliminarGracias por ayudarme a comprender los pensamentos de Santa Teresa.
Dios lo bendiga.