En plata. Custoria del Corpues, de Ávila
Juan de Arfe, 1571
NI FALTA DIOS JAMÁS A QUIEN LE SIRVE
Cuando santa Teresa decide fundar la Orden de Carmelitas Descalzas, está dudando si será mejor que el convento tenga medios suficientes para que las monjas no estén preocupadas de lo que han de comer. y puedan dedicarse por entero a la oración y a la caridad y demás quehaceres de su oficio ,o , por el contrario,que el convento no tenga medios y las monjas vivan de limosnas .
Y opta por la última solución. Vivivir en pobreza conlleva: una mejor imitación de la vida de Jesucristo que voluntariamente se hizo pobre; y una mayor confianza en Dios, con la certeza de que dejándolo todo por servirle a El, Dios corresponderá como sea para que no muera de hambre su servidor.
Teresa se fundamenta en principios contundentes. Y uno es el que encabeza esta página: Ni falta Dios jamás a quien le sirve.
Con esta fe en la providencia de Dios, fundó sus conventos. Y afrontó el riesgo , no sólo para ella sino para las demás monjas que habitasen en ellos. De ello era consciente, y sus consejeros la invitaban a pensar bien lo que hacía: ...temí que no me lo habían de consentir, sino decir que hacía desatinos y que no hiciese cosa que padeciesen otrras por mí; que ,al ser yo sola, poco ni mucho me detuviera; antes me era gran regalo pensar de guardar los consejos de Cristo Señor nuestro; porque grandes deseos de pobreza ya me los había dado su Majestad. Por eso para mí no dudaba ser lo mejor; porque había dias que deseaba fuera posible a mi estado andar pidiendo por amor de Dios y no tener casa ni otra cosa.Mas temía que, si a las demás no daba el Señor estos deseos, vivirían descontentas y también no fuese causa de alguna distracción, porque veía algunos monasterios pobres no muy recogidos, y no miraba que el no serlo era causa de ser pobres, y nó la pobreza causa de la distracción, porque ésta no hace más ricas, ni falta Dios jamás a quien le sirve(Vida. 35,2).
El buen maestro recompensa inmediatamente el pequeño esfuerzo que realiza el discípulo. No hayais miedo , que un alzar los ojos con acuerdo suyo deje sin pagar, pues he visto claro no dejar sin pagarme, aun en esta vida, ningún deseo bueno...No haya miedo que se pierda el trabajo; a buen amo sirve.
Y, al fin, fundó sus conventos en pobreza, y propuso que ninguna monja tuviera nada propio. Y nunca les faltó lo necesario.¡ No podía fallar, sirviendo a tal Amo!
Teresa de Jesús
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