lunes, 5 de marzo de 2012

PERDERÍA MIL VIDAS POR HACER UN PEQUEÑO BIEN A OTRO





PERDERÍA MIL VIDAS POR HACER UN PEQUEÑO BIEN AL OTRO

Cuando al amar a una persona descubre que la puede hacer algún bien a su alma, el verdadero amor no escatimará esfuerzos para lograrlo. Madre Teresa lo explica con una imagen muy elocuente y expresiva: si intuye una mina en la persona amada , empleará todos los trabajos y no descansará hasta llegar a descubrirla.

El amor puro espiritual se caracteriza por hacer bien espiritual a las almas. Madre Teresa vuelve a centrar el origen de este bien, como don de Dios. Lo practica aquel a quien el Señor ha infundido verdadera sabiduría. La escuchamos:

“Estos, si aman, pasan por los cuerpos y ponen los ojos en las almas y miran si hay qué amar. Y si no lo hay y ven algún principio o disposición para que, si cavan, hallarán oro en esta mina, si la tienen amor, no les duele el trabajo;ninguna cosa se les pone delante que de buena gana no la hiciesen por el bien de aquel alma, porque desean durar en amarla.

“Y este amor que sólo acá dura, alma de éstas, a quien el Señor ya ha infundido verdadera sabiduría, no le estima en más de lo que vale, ni en tanto, porque para los que gustan de gustar de cosas del mundo, deleites y honras y riquezas, algo valdrá si es rico, o tiene partes para dar pasatiempo y recreación; mas quien todo esto aborrece ya, poco o nonada se le dará de aquello. Ahora, pues, aquí, si tiene amor, es la pasión para hacer que esta alma ame a Dios para ser amada de él; porque, como digo, sabe que no ha de durar en quererla. Es amor muy a su costa; no deja de poner todo lo que puede porque se aproveche; perdería mil vidas por un pequeño bien suyo.

“¡Oh precioso amor, que va imitando al capitan del amor, Jesús, nuestro bien!” (CP 6,8-9).

No hay comentarios:

Publicar un comentario