DIOS DA CONFORME AL AMOR QUE NOS TIENE
Para santa Teresa, decir a Dios en el Paternoster “hágase tu voluntad” equivale a ofrecerle la nuestra. Implica no sólo el rendimiento de la propia voluntad, sino la totalidad del don de sí mismo. Lo que dijo Jesús en Getsemaní al Padre: “Que se haga tu voluntad y no la mía".
La Santa entiende que decir esto ante el Señor es cosa de gran envergadura. Que equivale a jugárselo todo a una carta. Por eso no es extraño que orar esa petición de verdad cueste.Pero advierte que “sabe el Señor lo que puede sufrir cada uno, y a quien ve con fuerza no se detiene en cumplir en él su voluntad” y se pregunta “¿Es verdad que no nos da primero para que se la demos?”. Dios es mejor que todos los padres del mundo juntos, y por tanto nada debemos temer ni dudar de su generosidad si le entregamos nuestra voluntad. La escuchamos:
Dios da conforme al amor que nos tiene: a los que ama más, da de estos dones más; a los que menos, menos, y conforme al ánimo que ve en cada uno y el amor que tiene a su Majestad. A quien le amare mucho, verá que puede padecer mucho por él; al que amare poco, poco. Tengo yo para mí que la medida de poder llevar gran cruz o pequeña, es la del amor.
Démosle ya de una vez la joya del todo, porque, si de otra manera dais la voluntad, es mostrar la joya e irla a dar y rogar que la tomen y, cuando extienden la mano para tomarla, tornarla vos a guardar muy bien.
Todo lo que os he avisado en este libro va dirigido a este punto de darnos del todo al Criador, y poner nuestra voluntad en la suya y desasirnos de las criaturas, y tendréis ya entendido lo mucho que importa (CP 32, 5-8).
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