lunes, 11 de enero de 2010

SANTA TERESA, ENAMORADA DE JESUCRISTO

Apostolado, entre columnas.Juan de Arfe.1571.En plata-

SANTA TERESA, ENAMORADA DE JESUCRISTO
La joven Doña Teresa de Ahumada se metió monja porque estaba enamorada de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado. Quería identificarse totalmente con El. Pero hasta llegar a esta identificación, tuvo que pasar por una transformación de tal naturaleza que el Evangelio la compara a un segundo nacimiento. Teresa tuvo que “nacer de nuevo”.

Esta es la fascinante aventura que corrió nuestra querida monja, por los claustros del Monasterio de la Encarnación de Ávila, Doña Teresa de Ahumada, hasta llegar a ser Santa Teresa de Jesús.
Este proceso de transformación pasa dentro de ella. Podemos decir algo sobre ello, porque nuestra monja escribió el diario de su alma, conocido como el “Libro de su Vida”.

Pues ya tenemos a Teresa de Ahumada saliendo al encuentro de Jesucristo. ¿Pero de qué Jesucristo trata en el Libro de la Vida? De Jesucristo se puede escribir de dos maneras: del Jesucristo histórico, y del Jesucristo presente. Los historiadores han dedicado obras extensas narrando detalladamente la vida del hijo de José y de María, desde la cuna en Belén hasta su muerte en el Gólgota.
Cuando Teresa habla de Jesucristo se refiere al Viviente, a Alguien que le habita en su alma. Para ella, Jesucristo es una persona que la invita a dejarse amar por El, a dejarse vivificar por su gracia. Con el que puede hablar de tú a tú ,como los Ápóstoles, tal y como los vemos en la imagen, en actitud de diálogo con Jesucristo, que les ha invitado a seguirle.

Su experiencia es “ procurar soledad para dar lugar al Señor y dejar que El obre como en cosa suya”. Verse “delante de Cristo, y sin cansancio del entendimiento estarse hablando y regalando con El, sin cansarse en componer razones, sino representarle necesidades…,descuidarse de todo y de todos y tener cuenta consigo y con contentar a Dios”.
Santa Teresa nos va describiendo la esencia de su oficio de monja. Seguir a Jesucristo e imitar su vida.

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