jueves, 6 de mayo de 2010

SANTA TERESA, UN ABISMO DE FEMINIDAD



LAUDATIO DE JUAN PABLO I A SANTA TERESA (2)

Seguimos con la carta que el llorado, Papa por un mes, dedicó a santa Teresa

Para mí, eres un caso notable de un fenómeno que se repite regularmente en la vida de la Iglesia católica.

Las mujeres, de por sí, no gobiernan – esto corresponde a la jerarquía- , pero, con mucha frecuencia, inspiran, promueven y a veces dirigen.

En efecto, por una parte, el Espíritu inspira donde quiere, y, por otra, la mujer es más sensible a la religión y más capaz de darse generosamente a las grandes causas. De aquí la interminable hilera de santas, de místicas y de fundadoras que han surgido en la Iglesia católica-

Junto a éstas habría que situar también a las mujeres quehan promovido movimientos ascético-teológicos, que influyeron posteriormente sobre amplísimos sectores.

La noble Marcela, que dirigió en el monte Aventino una especia de convento integrado por patricias ricas y cultas, colaboró con San Jeronimo en la traducción de la Biblia.

Madame Acarie influyó sobre ilustres personajes,como en Jesuita Coton, el capuchino De Canfelt, el mismísimo Francisco de Sales y muchos otros, y a través de ellos, en toda la espiritualidad francesa de la primera mitad del siglo XVII.

La princesa Amalia de Gallitzin, desde su “Círculo de Münster” tenido en gran estima incluso por Goethe, difundió por toda la Alemania sptentrional una corriente de vida intensamente espiritual. Sofía Swetchine, rusa convertidaal catolicismo, llegó a ser en Francia, a comienzos del siglo XIX, la “directora espiritual” de los seglares y de los sacerdotes más representativos.

Podría citar otros muchos casos. Pero vuelvo a ti, más que hija, fuiste madre espiritual de San Juan de la Cruz y de los primeros carmelitas reformados. Hoy está todo completamente claro a este respecto, pero en tu tiempo se produjo el choque. De una parte estabas tú, rica en carismas, fuerzas ardientes y luminosas para bien de la Iglesia de Dios. De la otra se encontraba el Nuncio, es decir, la jerarquía, a la cual correspondía juzgar la autenticidad de tus carismas. Y al principio el juicio del Nuncio fue negativo…Examinadas mejor las cosas, éstas se esclarecieron: la jerarquía dio su aprobación y tus dones pudieron difundirse en en beneficio de la Iglesia”.

lunes, 3 de mayo de 2010

SANTA TERESA, PATRONA DE ESPAÑA


SANTA TERESA DE JESUS, PATRONA DE ESPAÑA

Me ha llenado de inmensa satisfacción descubrir que santa Teresa de Jesús comparte con Santiago Apostol, el patronazgo de España. Y me ha dolido, como abulense y español, por la culpa que me corresponde por no haber reivindicado, a tiempo, este título de Santa Teresa como Patrona de España. Ahora quiero quitarme esa espina, y proclamar a todos los vientos que las Cortes soberanas, el Rey mismo y el Papa he han conferido ese honor, pocos años después de su muerte.

Estos son los datos históricos. Felipe III, llevado por el amor y confianza que tenía en tan insigne protectora, trató por si mismo en las Cortes de Castilla y León, en 25 de octubre de 1617, de elegir a Teresa de Ávila, entonces todavía sin canonizar, Patrona de las Españas, y el 16 de noviembre de ese año dictó el correspondiente decreto real.
Pero no faltaron jerarcas que se opusieron por no haber sido aún declarada santa. Por lo que el decreto quedó en suspenso. Pero tan pronto como fue canonizada, Felipe IV, en 1626, escribió desde Zaragoza al presidente de las Cortes generales, para que de nuevo se tratase de elegir a santa Teresa de Jesús por Patrona de las Españas. Los diputados accedieron gustosos a los deseos del Rey, el cual, para que esta resolución tuviese más firmeza, alcanzó de Urbano VIII, en 21 de julio de 1627, un Breve papal con la declaración oficial para perpetua memoria.

Dice el Papa en su Bula: “ Inclinándonos a los ruegos, que de nuevo humildemente se nos han propuesto, así en nombre de nuestro amado, hijo en Cristo, Filipo, católico rey de las Españas, como de las dichas Cortes, de consejo de nuestros venerables hermanos los Cardenales de la Santa Iglesia de Roma, deputados para los Sacros Ritos, aprobamos, y confirmamos con autoridad Apostólica, la dicha elección y decreto sobre ella hecho, y le damos fuerza de firmeza apostólica..y estatuimos, y con precepto mandamos, que de aquí adelante, para siempre jamás, todas las personas de los dichos reinos, así seglares y eclesiásticos, como regulares, tengan y reputen la dicha santa Teresa por Patrona…sin perjuicio o innovación alguna del Patronato de Santiago Apóstol en todos los reinos de España.
Cincuenta ciudades de España respondieron, inmediatamente, adhiriéndose al Patronazgo de santa Teresa. Carlos II declaró que “ habiendo deseado toda mi vida tenga el compatronato de mis reinos de España la gloriosa santa Teresa de Jesús; por la especial devoción que la tengo, encargo a mi sucesor , y a mis reinos lo dispongan, como tan importante para sus mayores beneficios que debe esperar por la intercesión de esta Santa”.
Por último, las Cortes de Cádiz, el 28 de junio de 1812, aprobaron por unanimidad decretar el patronato de santa Teresa de Jesús en España, decreto que fue confirmado por la regencia del reino en nombre de Fernando VII.
En consonancia con tales decretos oficiales de la Iglesia y del Estado, es público y notorio el arraigo de la devoción a santa Teresa en toda España y muchos países del mundo, a la que la invocan como especial intercesora en el cielo. Os invito a suplicar ante Dios, por intercesión de santa Teresa de Jesús, ayude a nuestra patria para que encuentre el camino que necesitamos todos para alcanzar el mejor bien común.

sábado, 1 de mayo de 2010

V DOMINGO DE PASCUA





NUESTRO SIGNO DISTINTIVO: EL AMOR
La señal por la que conocerán que sois discípulos mios será que os amais unos a otros”.-Antes había proclamado el mandamiento nuevo:”Que os ameis unos a otros como yo os he amado”.


Todo el mensaje de Jesucristo, toda su enseñanza se condensa en estas dos frases citadas.- Aunque no tuviéramos conocimiento de las demás palabras de Jesús, estas dos frases contienen toda su enseñanza, que se resume en el mandamiento nuevo.- Sin la novedad de la palabra del mandamiento del amor no habría novedad en las demás palabras o mandamientos de Jesucristo. Todas las palabras, todos los hechos acaecidos en la vida de Jesucristo son eco y expresión o testimonio de una palabra: amaos. El primer mandamientp es “amarás a Dios sobre todas las cosas”.


Dios es lo primero y, a partir de El, se ilumina toda la realidad.. La entrega total a Dios es necesaria para que el seguimiento de Cristo no acabe en fracaso. Empezar una casa sin disponer de lo necesario para completarla, o lanzarse a una batalla imposible, indican la actitud de aquellos que pretender ser cristianos a medias. El resultado es un tremendo fracaso. La vida cristiana no consiste en el intento, sino en la realización. Tampoco hay que olvidar que todos los bienes proceden de Dios y que deben ser utilizados en su servicio

Por consiguiente, cualquiera otras señales de identificación cristiana, valen en cuanto dan paso a la señal por antonomasia : el amor.- Y no valen para nada, e incluso se convierten en señales en contra del discípulo, si no encuentran su sentido en el amor.- San Pablo lo expone rotundamente: “ Aunque hablara varias lenguas..., aunque tuviera el don de profetizar lo que va a venir..., aunque tuviera el poder de hacer milagros...,aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me sirve, nada me aprovecha”.


Para el discípulo de Jesucristo, las demás señales de nada le sirven sin la señal del amor. Todos los mandamientos de la ley se reducen a uno: el mandamiento, ése, “ el nuevo”.Pues el que ama al prójimo ha cumplido la ley. La caridad es por tanto, la ley en plenitud.

Pero no estamos ante el mandato de un amor cualquiera. Es el mandamiento del amor “como yo os he amado”. Amor libre, sincero, total, sin reservas, a todos, incluso al enemigo.- El amor cristiano, el mandamiento nuevo del amor, tiene un modo y una medida: ser como el amor de Jesucristo.- Este es el amor que nos renueva , y nos hace ser hombres nuevos, intérpretes de un cántico nuevo.


El amor, el mandamiento nuevo del amor es el que hace de todo el género humano, extendido por el universo entero, un único pueblo nuevo, el reino de Dios.- Porque , en la Iglesia, el pueblo de Dios, los miembros se preocupan unos por otros; y si padece uno de ellos, se compadecen todos los demás, y si uno de ellos se ve glorificado, todos los otros se congratulan... No como se aman quienes viven en la corrupción de la carne, ni como se aman las personas simplemente porque son hombres o mujeres; no por filantropía, sino como se quieren todos los que se estiman ser hijos de Dios, por la fe y el bautismo ,y hermanos de su único Hijo, amándose unos a otros con aquel mismo amor con que él los amó, para conducirlos a todos a aquel fin que les satisfaga, donde su anhelo de bienes y de felicidad se encuentren colmados.


Y al final de la vida, nos examinarán del amor, del amor con que hayamos hecho las cosas. Esto es lo único necesario y siempre nuevo, el amor. Todo lo demás pasa y se hace viejo.

AMEN, ALLELUIA .