lunes, 30 de agosto de 2010

ERA AFICIONADÍSIMA A LOS SERMONES




El interés de santa Teresa por tener noticias de su Amigo, Jesucristo, le crecía. Se temía a sí misma, adivinándose que podría encontrarle en algún predicador, como su enviado. Y lo iba a buscar en alguna iglesia. Se define aficionadísima a oir sermones, y a la vez llena de miedo. Como si gozándose de oir a sus mensajeros, temiera ser conquistada por El para siempre.

Todos eran anuncios de su verdad, y la preparaban para el reencuentro definitivo. ¡Consuelo la daban, y también tormento¡ Son los contrasentidos del amor verdadero y hondo.

Estas son sua palabras:


Pues el tormento en los sermones, no era pequeño, y era aficionadísima a ellos, de manera que si veía a alguno predicar con espíritu y bien, un amor particular le cobraba - sin procurarle yo- que no sé quién me lo ponía.


Casi nunca me parecía tan mal sermón que no le oyese de buena gana, aunque, al dicho de los que le oían, no predicase bien. Si era bueno, érame muy particular recreación. De hablar de Dios u oir de El casi nunca me cansaba, y esto después que comencé oración.


Por un cabo, tenía gran consuelo en los sermones, por otro me atormentaba; porque allí entendía yo que no era la que debía de ser, con mucha parte. Suplicaba al Señor me ayudase. Más debía faltar - a lo que ahora me parece- de no poner en todo la confianza en su Majestad, y perderla de todo punto en mí.


Todo aprovecha poco, si, quitada de todo punto la confianza en nosotros, no la ponemos en Dios. Deseaba vivir - que bien entendía que no vivía, sino que peleaba con una sombra de muerte; y no había quien me diese vida, y no la podía yo tomar- Y quien me la podía dar (el Señor), tenía razón de no socorrerme, pues tantas veces me había tornado a Sí y yo dejádole.


Teresa de Jesús

viernes, 27 de agosto de 2010

EN TUS ASUNTOS PROCEDE CON HUMILDAD.Domingo 29 agosto

Moisés, hablando con los israelitas
Bajo relive en plata.Custodia del Corpus de Ávila.
Juan de Arfe, 1571
HIJO MIO, EN TUS ASUNTOS PROCEDE CON HUMILDAD


Exactamente ésta es la palabra que nos dirige nuestro Dios,en la Misa del domingo próximo. Y añade: ...y te querrán más que al hombre generoso. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios.


¿Qué me dice esta palabra? ¿He experimentado alguna vez ser humilde? ¿Cómo reacciono cuando alguien me humilla? ¡Haz la prueba! La virtud de la humildad no se entiende en teoría. Y por un momento te ves humillado, y reaccionas callándote, aceptando lo que no te ha gustado que te digan, entonces sabrás lo que es la humildad, y que tiene razón la palabra de Dios antes escuchada: ¡Te sentirás más querido que si fueras generoso, y alcanzarás el favor de Dios-


Ser humilde es muy importante y conveniente para las relaciones con Diosy con los hombres. El humilde se gana el corazón de Dios. Dios descubre sus secretos a los humildes. Al que se reconoce pecador y quiere vaciarse de sus malos deseos y ambiciones mundanas, Dios le muestra su misericordia, le regala su gracia y su perdón. Por el contrario, el que se ve autosuficiente y engreido, se cree bastarse a sí mismo, y no se digna pedirle nada a Dios. ¿Cómo va entrar Dios en un corazón que le cierra la puerta?


Jesucristo enseñó de palabra y con el ejemplo que sus discípulos tenían que ser humildes: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Testimonió con su ejemplo que no vino a ser servido, sino a servir a los demás, haciéndose todo para todos. La verdadera grandeza consiste en realizarse cada uno como es en verdad, y en verdad somos muy poca cosa, y necesitados de Dios y de los demás.


Segundo, el humilde se gana el aprecio de los otros. Socialmente está comprobado, que el que se enaltece es despreciado, y el humilde es ensalzado. El soberbio, el orgulloso, el autosuficiente, el que se da autobombo, no hay quien lo aguante. Una persona así es insoportable.


Decía santa Teresa que humildad es andar en verdad. El humilde reconoce sus propias limitaciones, Y reconocer los propios límites es fundamento indispensable del equilibrio psicológico y de madurez humana. Humildad equivale a autenticidad, a la autoestima de lo que uno es verdad.


Nuestra Santa elogia la humildad y el desasimiento propio en términos superlativos: ¡Oh soberanas virtudes, señoras de todo lo criado, emperadoras del mundo, libradoras de todos los lazos y enredos que pone el demonio, tan amadas de nuestro enseñador Cristo, que nunca un punto se vió sin ellas!. Quien las tuviere, bien puede salir y pelear con todo el infierno junto y contra todo el mundo y sus ocasiones; no haya miedo de nadie, que suyo es el reino de los cielos; no tiene a quien temer, nada se le da de perderlo todo, ni lo tiene por pérdida. Sólo teme descontentar a Dios, y suplicarle le sustente en ellas , por que no las pierda por su culpa.


El verdaderamente humilde no se presena alborotando, llamando la atención, sino queriendo pasar desapercibido, con quietud, con suavidad, con luz, con paz. La humildad siempre labra, como la abeja en la colmena, la miel de la vida.


¡Hijo mio, en tus asuntos procede con humildad, y te querrán más que al hombre generoso! ¡Hazte pequeño, y alcanzarás el favor de Dios!


Rezo por vosotros, por intercesión de santa Teresa en este su monasterio de la Encarnación de Ávila, vuestro Capellán Nicolás González

miércoles, 25 de agosto de 2010

VEÍA UN ANGEL,CABE MI, AL LADO IZQUIERDO

I Santa Teresa Transverberada.
Talla en madera policromada,s.XVIII.
Monasterio de la Encarnación de Ávila.
LA TRANSVERBERACIÓN DEL CORAZÓN DE SANTA TERESA


En este monasterio de la Encarnación de Ávila se celebra hoy, 26 de agosto, esta fiesta de la Transverberación del Corazón de santa Teresa , por ser el lugar dónde ella recibió algunas veces este regalo extraordinario de Dios. Y se hace con la máxima solemnidad. A las 8 de la tarde tiene lugar una concelebración eucarística que preside siempre un Cardenal, y en la que participan unos 25 sacerdotes junto al altar, y asisten tantos fieles que llenan por completo la iglesia. Las Carmelitas cantan desde el coro, " como si fuesen ángeles".

La misma santa Teresa dejó por escrito lo que le ocurría, de vez en cuando, en su oratorio.Que veía con los ojos del alma bajar del cielo un angel con un dardo de oro, que le traspasaba el corazón y la dejaba arrobada en amor gran de Dios. Y vivía con tal emoción e intensidad esta merced del dardo, que se quedaba como arrobada, en éxtasis.


Copiamos el texto del capítulo 29 del Libro de la Vida, escrito por santa Teresa:


Quiso el Señor que viese algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla...El angel no era grande sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan...Veía en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tenía un poco de fuego.

Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y que me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos gemidos. y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios.
No es dolor corporal, sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aún harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento.
Los dias que duraba esto, andaba como embobada; no quisiera ver ni hablar, sino abrazarme con mi pena, que para mí era mayor gloria que cuantas hay en todo lo criado.


Teresa de Jesús












lunes, 23 de agosto de 2010

ERA NECESARIO AYUDARME DE TODO MI ÁNIMO


ERA NECESARIO AYUDARME DE TODO MI ÁNIMO PARA HACER UN RATO DE ORACION MENTAL


Santa Teresa con toda razón es Maestra de Oración. El hacer oración interior, u oración mental, le costó una lucha frontal consigo misma, con los teólogos y con el demonio. Consigo misma, porque se lo impedían las potencias del alma, a las que poco a poco fue reconduciendo al abandono en la voluntad de Dios hasta llegar a la unión. Batalla que le llevó veinte años.


También una batalla campal contra algunos teólogos, que no consentían tal tipo de oración a las mujeres, ni siquiera a las monjas, por miedo a que cayeran en los "recogidos " o "alumbrados, aconsejándolas que rezaran oraciones por ellos compuestas.


Y batalla contra el demonio, que sabía de antemano que tenía todas las de perder con un alma que practicase la oración interior. De estas zozobras por las que pasó nuestra Santa, copiamos los párrafos siguientes del Libro de su Vida:


Algunos años tenía más cuenta con desear se acabase la hora que tenía por mí de estar en oración, y escuchar cuando daba el reloj, que nó en otras cosas buenas. Y hartas veces, no sé qué penitencia grave se me pusiera delante, que no la acometiera de mejor gana que recogerme a tener oración.


Y es cierto que era tan incomparable la fuerza que el demonio me hacía, o mi ruín costumbre, para que no fuese a la oración, y la tristeza que me daba entrando en el oratorio, que era menester ayudarme de todo mi ánimo ( que dicen no le tengo pequeño, y se ha visto me lo ha dado Dios harto más que de mujer, sino que lo he empleado mal), para forzarme, y ,en fin, me ayudaba el Señor.


Y, después que me había hecho esta fuerza (para hacer oración), me hallaba con más quietud y regalo, que algunas veces que tenía deseo de rezar.


Pues, si a cosa tan ruín como yo, tanto tiempo sufrió el Señor -, y se ve claro que por aquí se se remediaron todos mis males,- qué persona, por mala que sea, podrá temer? Porque, por mucho que lo sea, no lo será tantos años, después de haber recibido tantas mercedes del Señor.


¿ Ni quién podrá desconfiar, pues a mí tanto me sufrió, sólo porque deseaba y procuraba algún lugar y tiempo para que estuviese conmigo?; y esto, muchas veces sin voluntad, por gran fuerza que me hacía, o me la hacía el mismo Señor. Pues, si a los que no le sirven, sino que le ofenden, les es tan necesaria, y no puede nadie hallar con verdad daño que pueda hacer, que no fuera mayor el no tenerla, los que sirven a Dios y le quieren servir ¿por qué lo han de dejar?


Teresa de Jesús

viernes, 20 de agosto de 2010

DOMINGO 21 C. 22 AGOSTO

Abraham,Lot, su mujer y sus hijos-Bajo relieve en plata
Custodia del Corpus.Juan de Arfe 1571

DOMINGO XXI C. ACEPTAD LA CORRECCIÓN



La segunda lectura, que oimos en la Misa de este domingo, nos resulta algo chocante para la mentalidad de hoy. Nos dice clara y abiertamente:” Aceptad la corrección...,pues ¿ qué padre no corrige a sus hijos ? “.- ¿Y qué efectos positivos tiene para uno el someterse a la corrección, a que otros nos corrijan ? - Lo hemos escuchado también en la misma carta a los Hebreos:” Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz”.

Efectivamente, como primera reacción a nadie le gusta que le corrijan.Pero la corrección viene bien a todos, para caer en la cuenta de lo que hace mal. Pero de manera singular ,los padres deben corregir a sus hijos, porque la persona tiene un proceso de desarrollo día a día, y la madurez psicológica y ética no es un don, es una conquista, para la que los niños necesitan la ayuda de los padres, maestros, catequistas y demás personas mayores.


Esta lectura nos recuerda las tradicionales obras de misericordia: enseñar al que no sabe, dar un buen consejo al que lo ha de menester, corregir al que yerra. Un padre, una madre no pueden dejar a sus hijos que hagan lo que quieran: tienen que instruirlos, aconsejarlos, exhortarlos, reprenderlos.—En la Sagrada Escritura en varias ocasiones se habla de la corrección como una tarea importante.Recordemos aquel texto de la carta del apostol Santiago: “El que aparta a otro de su mal camino, lo libra de la muerte, y cubre una multitud de pecados”. También leemos en una carta de San Pablo:”Os suplicamos, hermanos, que corrijais a los descarriados, deis ánimo a los cobardes, asistais a los enfermos y tengais paciencia con todos” (I Tes.5,14). En otro lugar se dice:” El Señor también reprende a los que ama, y castiga a sus hijos preferidos”...Nos reprende porque nos ama. Es el amor el que debe inspirar cualquier corrección en el que la hace y en el que la recibe; nunca la ira, la venganza , la envidia ni la soberbia.- Y siempre, hay que buscar el mejor momento, la ocasión más propicia.

Otro punto de reflexión nos lo da Jesucristo ,cuando responde a quien le pregunta ¿Serán pocos lo que se salven?.- Jesús responde: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha”. Todo lo que vale para algo, cuesta. Ante lo que cuesta, la tendencia natural es echarse para atrás, por pereza, por temor, por comodidad, por cobardía, por no querer afrontar el sacrificio que la consecución del bien lleva consigo.- ¡Esforzaos! ¡”Fortaleced las manos débiles; robusteced las rodillas vacilantes!".


La práctica del bien no es nada facil, presenta dificultades y obstáculos que hay que vencer. ¡Esforzaos !. La fortaleza es esa virtud que hace al hombre y a la mujer capaces de afrontar cualquier dificultad, cualquier prueba de la vida, con valor, con entusiasmo...¡La cruz es el arbol de la vida!..Que el Señor venga en ayuda de nuestra debilidad. ¡”La victoria es de nuestro Dios, para quien confía en El”!. Su fuerza se demuestra en nuestra flaqueza.

miércoles, 18 de agosto de 2010

HE VISTO ESTO CLARO POR MI

Virtud de la caridad
En plata.Custodia del Corpus,Juan de Arfe, 1571

HE VISTO ESTO CLARO POR MI

¿Qué ha visto claro santa Teresa? Lo que se gana en tener amistad con Dios.

A uno le impresiona la certeza con que ella habla de su amistad con Dios. Lees párrafos como los que hemos transcrito días pasados y copiaremos hoy y en días sucesivos, y te dices :¡esta mujer tiene algo!

Ve claro que Dios existe, que Dios la ama, y que es insufrible no corresponderle a Dios amándole. Y lo tiene tan claro que no entiende cómo todo el mundo no procura llegar a tener una particular amistad con Dios, porque esa amistad llena de paz y de felicidad.

Son expresiones que te dejan descolocado. Leyendo a santa Teresa, te ves interpelado por ella, como que habla contigo, y te dices ¡Esta mujer tiene algo! ¡Esta mujer tiene a Dios!

Dios la inspira, la coge de la mano con la pluma, y escribe cosas celestiales. Escribe hablando con Dios, contándole sus pecados e infidelidades y cantando las misericordias que ha tenido con ella. Hoy nos dice lo siguiente:

¡OH bondad infinita de mi Dios, que me parece os veo y me veo de esta suerte! ¡Oh regalo de los ángeles, que toda me querría, cuando esto veo, deshacerme en amaros! ¡Cuán cierto es sufrir Vos a quien os sufre que estéis con él!

¡OH qué buen amigo haceis, Señor mio, cómo le vais regalando y sufriendo, y esperáis que se haga a vuestra condición, y, mientras tanto, le sufrís Vos la suya!

Tomais en cuenta, mi Señor, los ratos que os quiere, y con un punto de arrepentimiento, olvidais lo que os ha ofendido. He visto esto claro por mí, y no veo, Criador mio, por qué todo el mundo no se procure llegar a Vos, con esta particular amistad.

Teresa de Jesús

lunes, 16 de agosto de 2010

LO MUCHO QUE OS VA EN TENER SU AMISTAD

Profeta Amós

LO MUCHO QUE OS VA EN TENER SU AMISTAD

Para santa Teresa, tener oración es tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.

Pero la verdadera amistad no se improvisa, ni a cualquier cosa se le puede llamar amistad.

Por parte de Dios no puede fallar el amor verdadero. Pero, por nuestra parte, faltamos al amor, y nos cuesta mantener la amistad con quien es tan diferente de nosotros. Cuando uno se arriesga a amar a Dios a quien no ve cara a cara, se lo juega todo. Deja el amor sensual y visible por el espiritual e invisible. Santa Teresa nos dice que ella ha experimentado esa amistad con el Dios invisible, y que le ha merecido la pena.


Y nos dice abiertamente: ¡ Debeis probarlo! La Santa nos narra lo que Dios ha hecho en ella. Dios ha entrado en su vida y la ha transformado. Y quiere que Dios transforme la vida de otros. Se siente acuciada a testimoniar las maravillas que Dios ha hecho en ella. Hechos que tienen un significado para la vida humana . Como ha experimentado el valor de la oración, quiere que todos hagan oración. Así se expresa nuestra Santa:

Para ser verdadero el amor y que dure la amistad, se han de encontrar las condiciones. La amistad del Señor ya se sabe que no puede tener faltas. La nuestra, es ser viciosa, sensual, ingrata. No podéis acabar con vos, de amarle tanto, porque no es de vuestra condición.

Mas , viendo lo mucho que os va en tener su amistad, y lo mucho que os ama, pasais por esta pena de estar mucho con quien es tan diferente de vos (V 8,5).

viernes, 13 de agosto de 2010

LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO.15 AGOSTO

LA ASUNCION, 15 AGOSTO
Honramos ,en este día, a la Santísima Virgen María en el misterio de su Asunción en cuerpo y alma a los cielos. Ella dijo un día:” Desde ahora me felicitarán todas las generaciones”. Profetizó entonces las alabanzas que la Iglesia le tributaría de generación en generación hasta el final de los tiempos. Eso es lo que hacemos hoy en todas las iglesias del mundo.
En ella y por ella Dios se hizo hombre. Dios convirtió a María en su morada en la tierra.- La luz sencilla y multiforme de Dios, se manifestó en su variedad y riqueza en el rostro de María .- Veamos en Nuestra Virgen el verdadero espejo de la luz divina. Por eso precisamente, viendo el rostro de María, podemos ver mejor que de otras maneras, la belleza de Dios, su bondad, su misericordia. En este rostro podemos percibir realmente la luz divina.
“Me felicitarán todas las generaciones”. Nosotros ,en esta fiesta de la Asunción, felicitamos a la Virgen María, madre de Dios y madre nuestra, porque es “feliz”, feliz para siempre. Y este es el contenido de esta fiesta de la Asunción. María es feliz porque está unida a Dios, porque vive con Dios y en Dios.- María, al decir :” He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”, preparó aquí en la tierra la morada para Dios; con cuerpo y alma se transformó en su morada, y así abrió la tierra al cielo. La morada de Dios aquí en la tierra se realizó en María. En María, Dios habita realmente, está presente aquí en la tierra.
Por eso es feliz eternamente. Pero esta fiesta no solo nos invita a la admiración, a la veneración, a la alabanza a nuestra Madre la Virgen María. Además la Virgen nos guia, nos señala el camino de la vida, nos muestra cómo podemos llegar a ser felices, también nosotros, a encontrar el camino de la felicidad.¿Cómo ¿ Escuchemos las palabras que le dirigió su prima Isabel: “Dichosa tú porque has creido”.- Ahí está la clave de nuestra felicidad. El acto primero y fundamental para transformarse en morada de Dios y encontrar así la felicidad definitiva es creer, es la fe en Dios, en el Dios que se manifestó en Jesucristo, y que se nos revela en la palabra divina de la sagrada Escritura y en la Eucaristía.
Cuando uno cree en Dios, cuando uno afirma interiormente que Dios existe para mí, todo cambia, la vida es luz, nuestro futuro es luz, porque tenemos una orientación para saber cómo vivir. Creer, decir : “ Sí, creo que tú eres Dios, creo que en el Hijo encarnado estás presente entre nosotros”, orienta mi vida, me impulsa a adherirme a Dios, a unirme a Dios, y encontrar así el lugar donde vivir, y el modo como debo vivir, siguiendo la senda señalada por la palabra de Dios.-
Por eso, María Santísima nos señala el camino para ser felices : practicando la fe en Dios, realizando ese acto existencial que llamamos fe en Dios. Fe en Dios como nuestro Padre, que nos ama, y que nos invita a amarnos los unos a los otros. La fe nos inspira a tener la preocupación por no destruir el amor sobre el que está construida nuestra vida;a sentir la responsabilidad que debemos tener; responsabilidad por la porción del mundo que se nos ha encomendado en nuestra vida; responsabilidad de administrar bien esta parte del mundo y de la historia que somos nosotros, contribuyendo así a la auténtica edificación del mundo, a la victoria del bien y de la paz.---La fe nos adentra en la belleza infinita del misterio santo de Dios en la celebración de la Eucaristía. La Eucaristía nos hace descubrir a Jesucristo, a reconocer que el Señor se ha quedado entre nosotros, para ser un compañero fiel en nuestro caminar por la vida, donde se actualiza la promesa que hizo a sus discípulos:”Yo estoy con vosotros todos los dias, hasta el fin delmundo”.-
Que nuestra Señora en la que brilla el resplandor de la gloria de Dios, nos prepare para recibir el don que Jesús hace de sí mismo en la Eucaristía, bendiga nuestra vidas , nos acompañe en este peregrinar por el tiempo, y nos acoja al final de este peregrinaje con sus brazos maternales en el cielo.


miércoles, 11 de agosto de 2010

DEL BIEN QUE TIENE QUIEN SE EJERCITA EN LA ORACIÓN

Profeta Ezequiel
Viste túnica larga.Al descubierto,la pierna derecha.
En la mano, un libro cerrado

Santa Teresa se sirve de lo que es un huerto, en una familia, para darse a entender cuando habla de oración. En casa de sus padres había un huerto, que si no lo cuidaban, no producía nada de provecho, hierbas, cardos o espinos. Pero cuando su padre o hermanos lo cuidaban, labraban la tierra, y sembraban en ella simiente de legumbres, verduras o de flores, el huerto les daba patatas, tomates, lechugas o flores.

Pues hacer oración, decía ella, es cuidar el huerto de nuestra alma, para que dé frutos de virtudes y flores olorosas en las que se deleite Dios. Con la humildad, que la caracteriza, cuando escribe el discurso de su Vida, pone a Dios por testigo “de que no pretendo otra cosa en esto, sino que sea alabado y engrandecido un poquito de ver que en un muladar tan sucio y de mal olor, hiciese huerto de tan suaves flores” (V 10,9).

Si no cultivamos la tierra de nuestra alma, crecerán en ella las pasiones, la desidia, la pereza, el desaliento, la tristeza. Pero si la cultivamos con el rezo o con un rato de oración mental, en la propia habitación, o en una iglesia delante del Santísimo, cambiará por completo el huerto de nuestra interioridad.

Por eso pondera la importancia que tiene la oración. La escuchamos:

El bien que tiene quien se ejercita en oración, hay muchos santos y buenos que lo han escrito, digo oración mental, ¡gloria sea a Dios por ello!, y cuando no fuera esto, aunque soy poco humilde, no tan soberbia que en esto me atreviera a hablar. De lo que yo tengo experiencia, puedo decir, y es que por males que haga quien la ha comenzado, no la deje, pues es el medio por donde puede tornarse a remediar, y, sin ella, será mucho más dificultoso. Y no le tiente el demonio como hizo conmigo, a que la deje por humildad.


Dios no nos puede fallar, pues en arrepintiéndonos de veras y determinándonos a no ofenderle, se recupera la amistad de antes, y vuelve a hacer las mercedes que antes hacía, e incluso mucho más, si el arrepentimiento lo merece. Y quien no ha comenzado la oración, por amor del Señor le ruego yo que no carezca de tanto bien (V 8,5).

Teresa de Jesús

lunes, 9 de agosto de 2010

HOY, SANTA EDITH STEIN



FIESTA DE SANTA EDITH STEIN, O TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ


Una santa de nuestro tiempo. Alemana, judía, profesora de filosofía. Un buen día cayó en sus manos el libro de La vida, escrito por santa Teresa de Jesús. Empieza a leerlo con gusto, y, página a página, se fue encariñando con la autora, hasta ese momento desconocida para la profesora. Quedó tan impresionada, que cuando terminó de leerlo, se dijo a sí misma: Esta es la verdad.


Este libro le cambió la vida a la profesora de filosofía, buscadora de la verdad en sus incursiones por los filósofos modernos de reconocido prestigio en el mundo y por la historia de los grandes pensadores europeos. Un libro escrito por una monja, nacida hace ya quinientos años, autodidacta, que lo escribe por obedecer a un fraile que intuye la genialidad natural de esta castellana, a quien sus admiradores la llaman santa y sus detractores una iluminada inquieta y engreida.

Esta humilde y calladita monja, se sienta en el santo suelo de su celda en el Monasterio de la Encarnación de Ávila, y empieza a escribir en unos pliegos de papel, con una pluma de ave, mojada en un tintero casero . ¡Cómo iba a imaginar que, cuatrocientos años después, su libro traducido al alemán, que reposaba en la estantería de una familia amiga, lo iba a desempolvar una joven judía, que esa tarde estaba allí de visita y, curioseando los libros de sus amigos, escogió el escrito por Teresa de Ávila!

Teresa de Ávila, por lo bajito, pidiendo a ese fraile que lo leyera él sólo, y que nadie más lo leyera, empezó a contar las misericordias que Dios tenía con ella, porque viéndose ruín, sin letras, la última, como un gusanito , resulta que el creador del universo, el todopoderoso, el rey de reyes, le acariciaba a ella, precisamente a ella, como con unas manos bellísimas y la miraba con ojos hermosisimos. Y escribió esta su vida, como sin querer.

La doctora Stein quedó fascinada de esa joven, mujer como ella, que le abría su alma de par en par, con toda sencillez y sin ninguna pretensión de ser leida. Y encontró lo más buscado por ella, lo que más ansiaba encontrar desde siempre, la Verdad. En las páginas del libro escrito por Teresa de Ávila estaba la Verdad. Stein lo había descubierto.
Era hija de padres judios.Nació en Breslau el 12 de octubre de 1891.Realizó estudios de Filosofía, y, tras dedicarse durante un largo periodo de tiempo a su cátedra, el libro de Teresa de Ávila le cambió la vida. Recibió el don de la fe y se convirtió a la iglesia católica, en la que fue bautizada el 1 de enero de 1922. Desde ese momento, sirvió a Dios ejerciendo su oficio de profesora y publicando obras filosóficas. En el año 1933 quiso imitar a santa Teresa, ingresando en la Orden Carmelitana en Colonia, y pidió para ella hasta su mismo nombre Teresa Benedicta de la Cruz.

Impelida a ausentarse de su patria a causa de la persecución de los judios, fue acogida en el convento de las Carmelitas de Echt (Holanda) el 31 de diciembre de 1938. Durante la terrible dominación alemana, fue detenida el 2 de agosto de 1942, y deportada al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau (Polonia), destinado a la extinción del pueblo judio, donde murió el 9 de agosto, cruelmente asesinada con gas letal.

Dios santo y fuerte, concédenos, por mediación de santa Teresa Benedicta de la Cruz, reconocer la Verdad en Cristo Jesús y gozar de ella creciendo en la fe, la esperanza y el amor. Amen.





domingo, 8 de agosto de 2010

EN GUERRA TAN PENOSA CONSIGO MISMA



Jeremías, Profeta.
Arropado con el manto.Calza botas. Rodillas al descubierto
Todo en plata. Custodia del Corpus.Juan de Arfe, 1571.

Santa Teresa nos descubre su mundo interior en una guerra tan penosa que no sé cómo un mes la pude sufrir cuanti más tantos años.


Una guerra consigo misma en la que hay dos contendientes, el amor a lo mundano y el amor a lo divino. Es en el corazón donde se trama la contienda, entre dos fuerzas contrarias. La vida es lucha. Si uno se deja llevar por lo facil y placentero, algo hay dentro que te reclama buscar la verdad, lo que engrandece a la persona. Si te ves egoista, hay algo dentro de tí que te reclama ser solidario, darte a los demás.

En esta contienda interior, santa Teresa nos refiere una guerra muy penosa en la que estuvo peleando años y años. ¿Por qué ? Porque buscaba lo perfecto, no se conformaba con una medianía. Estar con Dios era su pasión, y su gozo. Su garantía de libertad. Se veía metida en el mundo, pero no quería ser del mundo.


Su defensa la encontraba en la oración, porque en la oración entraba en contacto con Dios. Según como fuera su oración, según como fuera sus vivencias amorosas con Dios, así eran sus victorias sobre las tentaciones del maligno, unas veces a cara descubierta y otras disfrazadas de verdad. La escuchamos :


Por no estar arrimada a esta columna de la oración, pasé este mar tempestuso, casi veinte años con estas caidas. Y con levantarme y mal,- pues tornaba a caer-, y en vida tan baja de perfección, que ningún caso casi hacía de pecados veniales, y los mortales, aunque los temía, no como había de ser, pues no me apartaba de los peligros. Por eso sé decir que es una de las vidas penosas que me parece se puede imaginar, porque ni yo gozaba de Dios, ni traía contento en el mundo


Cuando estaba en los contentos del mundo, en acordarme de lo que debía a Dios, era con pena. Cuando estaba con Dios, las afecciones del mundo me desasosegaban-


Ello es una guerra tan penosa, que no sé cómo un mes la pude sufrir, cuantimás tantos años. Con todo, veo claro la gran misericordia que el Señor hizo conmigo, ya que había de tratar en el mundo, que tuviese ánimo para tener oración. Digo ánimo, porque no sé yo para qué cosas, de cuantas hay en él, es menester mayor que tratar traición al rey, y saber que lo sabe, y nunca se le quitar de delante.


Porque, puesto que siempre estamos delante de Dios, paréceme a mí es de otra manera los que tratan de oración, porque están viendo que los mira, que los demás podrá ser estén algunos dias, que aún no se acuerden que los ve Dios.


Ratos grandes de oración, pocos dias se pasaban sin tenerlos, si no era estar muy mala o muy ocupada. Cuando estaba mala, estaba mejor con Dios- Procuraba que las personas que trataban conmigo, lo estuviesen, y se lo suplicaba al Señor. Hablaba muchas veces en El.


Para santa Teresa Dios era lo más importante de su vida. Contaba con El en la vida de cada día, en la salud y en la enfermedad, especialmente en ésta, porque tenía más tiempo parta escucharle y para hablar con El y hablar de El.
Teresa de Jesús

viernes, 6 de agosto de 2010

DOMINGO 19 C.-DIA 8 DE AGOSTO


Abraham y su hijo Isaac
Imágenes en plata. Custodia del Corpus.
Juan de Arfe, 1571. Ávila

LA FE ES SEGURIDAD DE LO QUE ESPERAMOS Y PRUEBA DE LO QUE NO VEMOS

¡Qué es la fe? En la segunda lectura de la Misa de este domingo tenemos la respuesta: “La fe es seguridad de lo que se espera y prueba de lo que no se ve”. Cuando hacemos un acto de fe en que Dios existe, en que Dios me ama, lo hacemos teniendo seguridad de que Dios existe, y la certeza de que Dios me ama.

La fe, por tanto, no es una opinión, sino una certeza, que no se funda en la evidencia de lo que vemos, porque a Dios no le vemos. Una certeza que se funda en que Jesucristo nos lo ha revelado, y nos fiamos de El, que no puede engañarse ni engañarnos.



Pero la fe es algo más que tener por verdaderas unas proposiciones, que se encuentran condensadas en el Credo. Es también una actitud del alma, como respuesta a Dios que nos llama a creer en El. “Nuestra fe es la repentina llamada de Alguien, que me dirige su palabra, que llena de repente con su voz el silencio de mi alma y que quiere ser oido”.




En otra lectura se nos propone el ejemplo de Abraham: porque creyó, se puso en camino “sin saber a dónde iba”.Por tanto, la fe no es sólo ni principalmente creer enlos misterios, sino vivir de acuerdo con lo que Dios nos dice. Tiene fe el que cuenta con Dios en la vida de cada día, a la hora de organizar nuestro tiempo, de decidir a quién visitar, de tomar decisiones profesionales, de organizar la vida de familia, el tiempo libre...Tiene fe el que afirma y acoge a Dios en lo cotidiano, el que pone el centro de su existencia más allá de sí mismo, el que se somete a los mandamientos de Dios, seguro de que Dios quiere lo mejor para nosotros. La fe es fiarse de Dios, confiar en que, si le tenemos en cuenta , las cosas van a ir mejor, porque El sabe más que nosotros. Por eso, quien confía en el Señor, no queda nunca defraudado.


La fe no es algo que consigamos por nuestros razonamientos, ni por nuestros méritos. La fe es un don de Dios, un regalo de Dios, a quien se lo pide. Por eso la religión cristiana no surge del intento por parte del hombre de ascender hasta Dios, para atraparlo y ponerle a su servicio. Es al reves, desciende Dios al hombre; surge de la iniciativa condescendiente de Dios de manifestarse a nosotros. La fe surge, cuando el hombre acepta a Dios como misterio. En presencia de ese misterio, el creyente se estremece, ora y se confía; y por El se siente iluminado, regenerado y fortalecido.- Acepta a Dios reconociendo su trascendencia y su poder indominable.


La fe es seguridad de lo que se espera. Seguridad, porque no se apoya en las propias fuerzas, sino que se apoya en Dios todopoderoso.Por la fe el hombre trasciende su ciencia, sentimientos, proyectos y realizaciones...La fe confiere a la persona una fuerza y poder nuevos. La fe hizo de Abrahán ,cuando era ya un hombre anciano, el padre de un gran pueblo...; como hizo de Santa Teresa, una monja encerrada y enferma, en los últimos diez años, salirse de este monasterio y convertirse en fundadora de diecisiete conventos por toda Castilla y Andalucía, creando una orden nueva , la del Carmen Descalzo.
La fe es prueba de lo que no se ve. Por la fe afirmamos como reales, independientemente de nosotros, unos acontecimientos, unas verdades, encubiertas y oscuras, que la fe nos hace verlas claras y seguras..
El salmo de hoy contiene una oración en la que expresamos nuestra confianza absoluta en Dios:” Nosotros aguardamos al Señor; El es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de tí”.

¡Feliz domingo! l Capellán de la Encarnación de Ávila

miércoles, 4 de agosto de 2010

GUSTABA LEER BUENOS LIBROS PARA HACER ORACIÓN

Angel.
Bajo relieve en plata.Custodia del Corpus
Juan de Arfe, Avila 1571


JAMAS PODÍA COMENZAR A TENER ORACIÓN SIN UN LIBRO

Santa Teresa pasa por distintas situaciones, cuando se toma en serio hacer un rato de oración. Ella concibe la oración mental como un coloquio del alma con Dios, una relación afectuosa con Dios. En los primeros años de su vida religiosa, su principal dificultad era concentrarse interiormente para poder referirse en directo con Dios.

A Teresa, que era superactiva, le faltaba el silencio interior para la escucha del Otro. Quería estar con Dios, escuchar su palabra, pero no podía controlar su imaginación ni los pensamientos que se le iban a otras partes. Y a donde se va el pensamiento allí se va el corazón, el amor. Y la oración es fundamentalmente un ejercicio de amor. Estar amando a quien sabemos nos ama .


¿Solución? Coger un buen libro, y leer alguna página atentamente. La lectura le ayudaba a concentrar su pensamiento en Dios y a recoger su pensamiento en El. La escuchamos:

Lo que más gustaba era leer buenos libros, que era toda mi recreación, porque no me dió Dios talento de discurrir con el entendimiento, ni de aprovecharme con la imaginación, que la tengo tan torpe, que aún para pensar y representar en mí,- como lo procuraba-, traer la Humanidad del Señor, nunca acababa.


Y , aunque por esta via de no poder obrar con entendimiento, llegan más presto a la contemplación si perseveran, es muy trabajoso y penoso, porque si falta la ocupación de la voluntad y el haber en qué se ocupe, en cosa preesente, el amor, queda el alma como sin arrimo ni ejercicio, y da gran pena la soledad y sequedad, y grandísimo combate los pensamientos.


Quien discurre en lo que es el mundo y en lo que debe a Dios, y en lo mucho que sufrió y lo poco que le sirve, y lo que da a quien le ama, saca doctrina para defenderse de los pensamientos y de las ocasiones y peligros; pero, quien no se puede aprovechar de esto, le tiene mayor (provecho) y le conviene mucho la lectura, pues de su parte no puede sacar ninguna (doctrina).


Y si, al que sin esta ayuda del libro, le hacen estar mucho rato en ella, le hará daño a la salud , si porfía, porque es muy penosa cosa. En dieciocho años, si no era acabando de comulgar, jamás osaba comenzar a tener oración sin un libro; porque tanto temía mi alma estar sin él en oración, como si con mucha gente fuera a pelear. Con este remedio,- que era como una compañía o escudo en el había de recibir los golpes de los muchos pensamientos-, andaba consolada.


Teresa de Jesús

lunes, 2 de agosto de 2010

COMENZÓ EL SEÑOR EN REGALARME

San Simón, Apostol


POR EL CAMINO DE LA ORACIÓN


Santa Teresa nos descubre que la oración fue para ella un regelo inmenso que Dios la hizo. Estando muchas veces tratando a solas con Quien sabemos nos ama, encontró sus delicias. Hoy transcribimos una página deliciosa, toda luz viva y penetrante, que nos interroga a nosotros seducidos por el mundo exterior. Dice así nuestra Santa :

Comenzóme el Señor a regalarme tanto por este camino de la oración, que me hacía merced de darme oración de quietud, y alguna vez llegaba a unión, aunque yo no entendía lo que era lo uno ni lo otro, y lo mucho que era de preciar, que creo que fuera gran bien entenderlo.

Verdad es que duraba tan poco esto de unión, que no sé si era lo que dura un avemaría, mas quedaba con unos efectos tan grandes, que, con no hacer de esto veinte años, me parece traía el mundo debajo de los pies, y así, me acuerdo que tenía lástima de los que le seguían, aunque fuese en cosas lícitas.

Procuraba, lo más qe podía, traer a Jesucristo, nuestro bien y Señor, dentro de mí presente, y esta era mi manera de oración. Si pensaba en algún paso ( de la pasión), le representaba en lo interior.


Nosotros, hijos de nuestro tiempo, mientras vemos que se va perdiendo un mínimo de coloquio íntimo con Dios, la necesidad y el deber de adorarlo y de invocarlo, nos viene bien que nuestra Santa nos recuerde que en un ratito de oración encontraremos el gozo y la paz que tanto anhelamos y buscamos, y en lo perdemos tanto tiempo.


Teresa de Jesús